Ya habían salido de la cafetería hacía casi una hora.

Desde que vieron la imagen, nadie había entablado una conversación. Todos estaban en una especie de shock, bueno, solo Taehyung; Hoseok, sorprendido pero no más, había felicitado a Jimin.

Los tres caminaban por el parque. Eran más de las seis, el sol se ocultaba y el ambiente era tenso.

Quizás debería habérselo dicho antes. Taehyung era su mejor amigo, y ahora, pensándolo bien, debía ser extraño enterarse de que Jimin estaba saliendo con alguien sin que se lo hubiera contado.

—¿Él no es ya mayor?

Taehyung rompió el silencio, por fin diciendo algo.

—Un poco.

Susurró Jimin.

—¿Espera, son como... ¿diez años?

Continuó Taehyung, frunciendo el ceño.

—Tú lo dijiste...

Jimin asintió con una leve sonrisa.

—Al señor ya hasta le deben fallar las caderas, Jimin.

Bromeó Taehyung, y Hoseok no pudo evitar soltar una carcajada.

—Ey, no le digas eso.

Se quejó Jimin, sin poder contener una sonrisa.

—¿A esa edad ya no tienen problemas de erección?

Preguntó Taehyung, dejando a los otros dos chicos boquiabiertos.

—Pues no, ¿por qué lo tendría?

Jimin frunció el ceño, agarrando a Taehyung de los hombros.

—Está más cerca de los cuarenta que de los veinte.

—Ey, la única persona que le puede decir viejo a Jungkook soy yo.

Advirtió Jimin con determinación.

Los tres rieron y continuaron caminando bajo el atardecer, mientras, al otro lado de la calle, alguien los observaba desde su auto mientras esperaba en el semáforo.

[...]

Se sentía bien.

Hacía mucho tiempo que no se sentía tranquilo de alguna manera. Siempre estaba inquieto, ya fuera por su padre o por cualquier otra cosa.

Tenía que aparentar ser el hijo perfecto que se llevaba de maravilla con su padre ante todos. Eso lo frustraba porque su padre no colaboraba.

Siempre, pero siempre, tenía que encontrarle algo malo y reprochárselo. Ni siquiera su madre se enteraba; ante ella, y ante todos, tenían la mejor relación padre e hijo que se pudiera imaginar.

Pero, a pesar de eso, después de su última reunión, Jimin estaba bien. Simplemente eso.

Era casi medianoche. Jimin estaba en su departamento viendo una película de amor. Nunca veía películas de ese estilo, pero esta era nueva, así que decidió darle una oportunidad.

Además, no había nada más que ver.

—Kang, yo te amo, siempre te he amado —

Una voz dramática salió de la pantalla mientras Jimin se llevaba una fresa a la boca.

—¡Mientes! Si me amaras, no te hubieras casado con mi hermano —

Jimin alzó una ceja y llevó otra fresa a sus labios, intrigado por la trama.

—No tenía opción... estoy embarazada... —

El timbre sonó, interrumpiendo la escena.

Jimin dirigió la mirada a la puerta, frunciendo el ceño. Era tarde, ¿quién podría ser? Pausó la película y se dirigió hacia la entrada. Miró por la mirilla y se sorprendió al ver a Jungkook ahí.

—¿Qué hace aquí a estas horas?

Murmuró antes de abrir la puerta.

—Hola, Koo.

Saludó, y el pelinegro levantó la mirada antes de sonreír. Sus mejillas estaban enrojecidas y tenía un fuerte aroma a alcohol.

—Jiminie...

Respondió Jungkook, dándole un abrazo mientras Jimin suspiraba.

—¿Bebiste?

Bufó Jimin cuando el aroma a whisky inundó sus fosas nasales.

—Solo un poco.

—Claro, claro. Entra rápido.

Dijo Jimin, guiando a Jungkook tambaleante hacia el departamento y cerrando la puerta tras él.

—¿Por qué viniste?

Preguntó Jimin mientras lo llevaba al sillón.

—¿No puedo venir?

Replicó Jungkook con una ceja alzada.

—No es eso, simplemente me tomaste por sorpresa.

—¿Qué? ¿Esperabas a alguien más?

Jungkook bufó antes de tirarse en el sillón.

—No es eso, solo que...

—Seguramente esperabas a tu amiguito.

El tono de Jungkook era claramente celoso.

—¿A quién te refieres?

Jimin arqueó una ceja, confundido.

—Ya sabes, al de pelo café con sonrisa extraña...

Se quejó Jungkook, cruzando los brazos.

—Ya confiesa, ¿me engañas con ese bastardo?

Jimin pensó por unos segundos antes de hacer una mueca de asco al entender que se refería a Taehyung.

—¿Te refieres a... no, no, de ninguna manera puedes pensar que yo saldría con Taehyung.

Jimin puso sus dedos sobre sus labios, procesando la idea.

—¿De dónde carajos sacas eso?

—Los vi hoy en el parque, cuando pasaba por ahí.

Explicó Jungkook con un tono casi acusador.

Jimin no pudo evitar soltar una carcajada al oírlo.

—Pero si su casi novio estaba con nosotros.

—¿Eh?

Jungkook parpadeó, desconcertado.

Jimin negó, sin parar de reír por la pequeña escena de celos que Jungkook le había armado mientras estaba ebrio. Ahora que lo pensaba, le parecía enternecedor.

—¿En serio viniste a mitad de la noche para celarme borracho?

Jungkook desvió la mirada, sintiendo cómo Jimin se sentaba en sus piernas y acariciaba su rostro.

—Tú eres el único en mi vida, Jeon.

Susurró Jimin, dejando un beso en la comisura de sus labios antes de envolverlo con sus brazos.

—Perdón...

Musitó Jungkook.

—¿Por qué?

—Por haber dudado de ti y venir así...

Respondió Jungkook, con un tono de arrepentimiento.

Jimin soltó una leve carcajada y negó con la cabeza.

—No te preocupes.

Respondió, posando su rostro en el hombro de Jungkook.

—Te amo.

—Yo también te amo, Kook.

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