Capitulo 1
Las flores florecían más hermosas en el Jardín aquel día y Yosafire miraba las flores que esta vez llevaría a su casa.
— ¿Qué flores serán hoy? — Se preguntaba la pequeña demonio al igual que todos los días.
La demonio de pelo verde recogió las flores más hermosas que encontró para dirigirse a La Aldea Gris. Así, mientras caminaba de regreso a su casa se encontró con su ángel favorita.
— ¡Oh! Froze — saludó energéticamente la de cabellos verdes.
— Sabía que estarías aquí, te estaba buscando Yosaf, Dialo cocino pay de manzana — dijo el ángel
— ¿Ya está listo? ¡Bien! Vamos — exclamó entusiasmada la pequeña demonio lista para correr.
Yosafire y Froze se encaminaron a la casa de Dialo para comer ese dichoso pay de manzana que volvía loca a la de pelos verdes. En el camino Yosafire estaba tan distraída pensando en la comida que preparaba Dialo que termino cayendo a un hoyo haciéndose un poco de daño.
— Froze ayúdame — exclamaba adolorida Yosafire.
— Tranquila solo sal de ahí que te voy a curar — dijo Froze un poco impaciente, siempre tenía que cuidarla.
— Pero no puedo volar — le recordó a su amiga. A pesar de tener alas, Yosafire tenía un miedo increíble a volar.
Froze extendió sus hermosas alas blancas y se dirigió a donde había caído su amiga para poder sacarla y curarla.
Al llegar a la casa de Dialo y Chelan, las cuatro chicas se pusieron a comer el pay de manzana. Yosafire tenía tanta hambre que se comió un poco más de porciones del pay que otras veces.
— Dialo, ¿Puedes darme más pay? — preguntó la pequeña demonio con mucha hambre aun.
— Me temo que ya se acabo el pay — contestó el demonio de pelos rojos.
— ¿No puedes hacer más? — pregunto Yosafire con la cara más tierna que tenía.
— También se acabaron las manzanas — respondió Dialo.
Chelan asintió con la cabeza, dando a entender que ya no tenían más manzanas.
— Puedo ir a ver algunas en el Parque Manzana — parecía que su amiga se iba a negar a aceptar pero al final suspiró y acepto — Gracias Dialo, vamos Froze — Yosafire tomó la mano de su amiga y la arrastró al Parque Manzana.
Yosafire tomaba cada manzana que veía en perfecto estado hasta que se hizo una montaña de manzanas.
— Esa es una cantidad desagradable de manzanas — comento con desagrado el ángel al ver la cantidad de manzanas que había recolectado su amiga.
Antes de poder regresar con Dialo y Chelan se pudo escuchar un grito a la lejanía, un grito que Yosafire pudo haber identificado de quien venía por lo que decidieron dirigirse a la fuente de aquel grito.
Al llegar las chicas se encontraron con un ángel de pelo largo castaño y con un demonio con pelo rosado hecho un moño alto.
— ¡Macarona, Rawberry! ¿Que están haciendo? — pregunto Yosafire.
— Estábamos atrapando orugas — contestó Rawberry mientras atrapaba unas cuantas orugas y las ponía en una jaula — aun necesito unas 20 más — la demonio de cabellos rosados se dirigió a atrapar más de esos animales.
— Nosotras te ayudaremos — contestó Yosafire mientras se señalaba y señalaba a Froze.
Froze miró con algo de desagrado a Yosafire, sin embargo no dijo nada.
Mientras recogían, la demonio Rawberry molestaba al pobre ángel Macarona con orugas, ya que no le gustan.
Al pasar del tiempo Yosafire y Froze ya habían juntado la cantidad de orugas que necesitaban para entregárselas a Rawberry. Se las dieron y se fueron.
Una vez las chicas se fueron, Yosafire y Froze se dirigieron a la casa de Dialo y Chelan para entregar las manzanas que habían recolectado. Dialo al ver la cantidad de manzanas que habían traído tuvo la misma reacción que Froze con Yosafire.
— ¿Pueden invitar a Macarona y Rawberry? Puedo hacer bastante pay con todas esas manzanas — dijo Dialo
Chelan asintió con su cabeza respecto a la idea que dio su compañera.
— ¡Es una excelente idea! — Yosafire se dirigió corriendo a las casas de sus amigas antes de terminar la frase.
Una vez reunidas todas en la casa de Dialo y Chelan se pusieron a comer el pay de manzana mientras conversaban de cosas triviales y divertidas.
Todas reían y disfrutaban de ese pequeño momento de paz, uno que ninguna querría que terminara.
— Ha sobrado mucho pay — dijo Dialo viendo la cantidad de pay que quedaba — ¿Eh? — miro en la dirección donde se encontraba Chelan — Si, tal vez sea bueno compartirlo con alguien.
— ¿Que tal si vamos al castillo Blancblack? Ven vamos Froze — hizo un movimiento con su mano indicándole a Froze que la siguiera.
— ¿Otra vez yo? — pregunto Froze un poco cansada de que la arrastrara a todo — Esta bien después de todo siempre es lo mismo.
El par de amigas se pusieron en marcha al castillo Blancblack para compartir el pay de manzana.
Al llegar a la parte más alta del castillo tocaron la puerta en lo que a los pocos segundo se escuchó un "adelante".
Adentro de la habitación habían 3 personas; en el centro había un demonio albino y un ángel azabache jugando Othello, al lado del demonio estaba un ángel de pelo gris con un parche.
— Hey Etihw, hey Viejo, hey Wodahs — saludó Yosafire enérgicamente.
— ¿Viejo? — pregunto el diablo de su mundo "Kcalb".
— Les trajimos pay de manzana — dijo Froze — Dialo hizo demasiado.
— Que bueno que a Kcalb le gustan las cosas dulces — dijo Etihw con un tono de burla — Se enojo mucho cuando le quite su pudín — soltó una pequeña risa.
Las chicas se rieron un poco y dejaron el pay de manzana en la mesa del centro.
— Ya nos vamos — dijeron al unísono Yosafire y Froze.
— Adiós chicas — se despidió Etihw.
— A mi no me gustan los dulces — dijo Kcalb luego de que las chicas se fueran y cerraran la puerta.
— ¿Entonces por qué robas chocolates en medio de la noche? — cuestionó Etihw con una sonrisa.
— ¿Cómo sabes eso? — pregunto un poco asustado y sorprendido.
— Soy Dios al menos debería de saber eso — dijo con un tono de burla — La paz es algo de lo que tener miedo. Realmente te entorpece — dijo observando atentamente a Kcalb — Oye, ¿qué pasa con esa mirada? ¿En que estás pensando? — cuestionó Etihw.
— No me importa — respondió Kcalb a lo que Etihw hizo una cara de confusión al no comprender a qué se refería — No me importa si alguien viene a atacar.
— Vaya ¿Acaso tú, rey de los demonios, estás diciendo qué hay alguien más?
— Hay más que aquellos de nuestro mundo — le recordó a la diosa.
— ¿Entonces son extraterrestres? — bromeó Etihw — Por favor, está bien. Mis piedras solas hacen una defensa perfecta, pero si son destruidas, ¿Quien sabe? Algunas de ellas son bastantes viejas — comenzó a gastarle una broma al pobre Kcalb — ¿Estas tan asustado? ¿No puedes dormir sin luz? ¿O sin mi?
— No, idiota — dijo Kcalb con un pequeño rubor a causa de la vergüenza
— Relájate. Sin importar que suceda te protegeré.
— Lo tomare como una ofensa — respondió casi al instante.
— Es porque yo... — antes de que pudiera finalizar, Kcalb la interrumpió un poco enojado y avergonzado.
Y así pasaron las horas hasta que al fin llegó la noche en la que todo cambio por completo. Esa noche fue el inicio de una nueva vida la cual no sería jamás igual.
Ahora Yosafire se prepara para ir a dormir o quizás piense en ir a dar un paseo nocturno por el Jardín. Un largo paseo.
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