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⇁ 035

Un pequeño conejo tenía su ceño fruncido mientras se cruzaba de brazos y movía su pata trasera de manera inquieta, que intentaba darle un aspecto intimidante pero solo irradiaba ternura.

Amira se encontraba levemente molesta porque su amiga aceptó un combate ni bien llegaron a la isla, se suponía que el señor Park les habían advertido este tipo de cosas para evitar que los extranjeros supiesen la capacidad de sus habilidades.

Pero ahí estaban, sentados en las gradas de aquel coliseo para apreciar la pelea que se llevaría a cabo.

Amira estaba en el hombro de Jisuk viendo a su alrededor luego de calmarse, le traía dolorosos recuerdos esa área, pues ahí fue donde se realizó su juicio.

Aun asi, suspiró para liberarse de la tensión, nadie sospechaba que era ella y siempre estaba al lado de sus amigos, nada le pasaría. Pero ver a quienes le dieron la espalda y su hermano cerca de ella provocaba que se sienta disgustada y tensionada.

- Oye, es molesto -susurró Jisuk colocando su mano sobre el pequeño cuerpo de conejo para detenerla- Deja de mover esa pata.

Amira sonrió apenada y se recostó boca abajo para ver como su Subin caminaba al centro de la arena para posicionarse despreocupadamente frente a su oponente, llamada Jesica.

- ¡Que comience el combate! -indicó el vicedirector, enviándole un escalofrío al conejo.

Ni bien finalizó el ultimo pitido, la rubia atacó con una onda de energía que fue fácilmente esquivada, iniciando un combate cuerpo a cuerpo por parte de Subin y lastimando a Jesica con una de sus dagas de hielo.

Subin es fantástica, no solo sabe luchar a larga distancia, sino que también a corta distancia -pensó con una sonrisa pequeña- No muchos despertados son capaces de pelear en las dos modalidades.

La de habilidades de hielo no dejó contraatacar a su oponente, creando un arma más para realizar una serie de cortes a lo largo de su cuerpo y asi alejarse luego de un rato.

Con una distancia entre ambas, Jesica envía un ataque más poderoso que fue bloqueado por un muro de hielo creado por Subin, para posteriormente sacar de este picos de gran tamaño que se incrustaron y cortaron a su oponente, dejándola enterrada en hielo.

- ¡La victoria es de Subin Lee! -anunciaron.

- ¡Kyu! -celebró Amira saltando brevemente y levantando sus patas delanteras al cielo.

- Ufff, le fue bien -suspiró sonriente Jiwoo.

- ¡Duke Grane! -gritó Subin llamando la atención de todos ante el gesto que hizo.

Amira suspiró rendida, era bien sabido que su amiga le tenía mucho rencor a su hermano por perder la anterior pelea y por su pasado, asi que no era de esperarse que lo provoque para otro enfrentamiento de revancha.

Con sus amigos abandonó el coliseo para ir hacia los pasillos a esperar a Subin, y cuando al fin la vio no dudó en dar un largo salto hacia ella para ser atrapada ágilmente.

- Buen trabajo -sonrió Jiwoo.

- Pues, eso es obvio -canturreó orgullosa colocando al conejo sobre su cabeza.

- Te costó mucho terminar rápido esa pelea -bufó Jisuk.

Y al ver como Subin lo iba a golpear, Amira no dudó en saltar nuevamente hacia su amigo pelinegro, quien la tomó entre sus manos para acariciar levemente el puente de su nariz y alejarse junto a su grupo hacia uno de los patios mientras escuchaba las peleas del dúo.

Llegaron hacia una hermosa fuente en compañía de Arthur, quien se agregó sin invitación.

- Buen trabajo, estuviste genial en el combate -sonrió feliz.

- No gané esa pelea para escuchar tus halagos -bufó Subin.

- Lo sé, pero quiero halagarte ¿han hablado con los chicos que fueron conmigo a Corea? -preguntó sonriente- Ellos están muy contentos por este resultado.

- ¿Y eso qué? -preguntó Jisuk.

- Es que después de que perdieron ante ustedes, ellos fueron despreciados aquí -respondió- Después de todo, fueron derrotados por estudiantes cuyo nombre no es muy conocido, y Jesica fue una de las personas que más los despreciaron, asi que ahora ya no podrá criticarlos más. Y ahora, después de esta pelea, no habrá muchos que quiera meterse con ustedes debido a que Jesica tiene un rango bastante alto en la Academia...

- ¿Qué significa que estés pasando el rato con esta gente? -lo interrumpieron, haciendo que Amira se sobresalte por la repentina voz- Arthur, siempre supe que era influyente, pero jamás pensé que tuvieses tan poco orgullo.

La ojivioleta giró levemente su cabeza para confirmar sus sospechas. Conocía muy bien a Glant Geshmorph, después de todo compartían un puesto en el top 10 y le agradaba conversar con él, era muy buena compañía debido a su seriedad y tranquilidad, pues a pesar de tener su toque arrogante como todos, Glant siempre la trató con respeto y toda su dura personalidad caía cuando estaba junto a ella.

- Hasta los chicos con los que siempre andas parecen alegres por la llegada de estos -siguió el pelirrojo.

- Pue son mis compañeros, claro que estoy de su lado -sonrió.

- Como sea ¿cuál de ustedes derrotó a Duke y a Cain?

- ¿Y qué vas a hacer con saberlo? -se unió Jisuk colocándose de pie para enfréntalo, haciendo que Amira chille asustada ya que ahora ella estaba sobre la cabeza de él, lo que hacía que esté cara a cara con Glant.

¡No quiero meterme a una pelea, ni siquiera soy del tamaño del dedo meñique de este chico!

- Fui yo -intervino Jiwoo antes de que le dé un paro cardiaco al conejo.

- Aunque se vea asi, él de verdad derrotó a esos dos -dijo Arthur abrazando por los hombros al Seo- Es discreto al igual que tú y los sorprendió a ambos.

- Me llamo Glant Geshmorph -se presentó.

- Mi nombre es Jiwoo Seo.

Todos quedaron mudos al ver como este no decía más y se retiraba, dejando a los coreanos solos y a un pequeño animal desplomado por el estrés sobre el cabello blanco de su amigo.

Tal vez debería dormir junto a los gatitos de Jiwoo -pensó Amira agotada mentalmente- Ellos son buenas compañías.

· • —– ٠ ٠ —– • ·

Una diminuta bola blanca estaba acostada boca arriba entre medio de aquellos felinos mientras tomaban sol, pero sentía como se convertiría en un conejo a la parrilla, por lo que tuvo que despertarse y alejarse de ahí.

A pequeños saltos se dirigía hacia el coliseo, pues la noche anterior su amigo amantes de los gatos había enviado una carta de desafío para enfrentar a Glant, y si no se equivocaba, el combate estaba a punto de empezar.

Desde que me convertí en animal me la paso durmiendo -pensó saltando por los pasillos y esquivando ágilmente a los estudiantes- Debo cambiar ese ámbito y comenzar a practicar el control de fuerza de mi maestro, no puedo estar un mes sin entrenar o luego me costará tomar el ritmo.

Siguió su camino hasta el coliseo, donde atravesó una puerta que daba al ring y bajó lentamente las gradas para llegar a sus amigos. Sin embargo, el agarre repentino en su pellejo la hizo asustarse.

Con precaución, giró su rostro temeroso para ver a su captor, aterrándola al sentir como esos ojos color sangre la miraban seriamente.

- ¿Ese no es el animal que está con los estudiantes coreanos? -preguntó Cain a su lado.

- Si, pero al parecer no es el familiar de ninguno -dijo Duke alzando a Amira para quedar a la altura de su rostro- Y si lo fuese, es muy débil como para serlo.

- Nunca había visto a un conejo como familiar -comentó el moreno.

Amira estaba temblando al sentir el toque de su hermano sobre ella, lo que provocara que sudara asustada y el aire comenzara a faltarle.

Aun asi, no podía hacer nada para no levantar sospechas e involucrar a sus amigos. De esa manera, se obligó a calmarse mientras recordaba el rencor que le tenía a Duke, haciéndola fruncir el ceño con enojo con temblores de impotencia.

- Suelta a esa cosa -suspiró Cain- Los animales pequeños son muy delicados, puedes matarla si sigues asi. Y no queremos problemas por matar a un familiar de los invitados.

Sin embargo, el peliblanco no tuvo que hacer nada cuando sintió como su nariz era golpeada con furia, provocando que se tambalee hacia atrás y se tome su nariz con desconcierto y dolor, sintiendo como la sangre bajaba lentamente.

Desde el suelo, Amira respiraba agitada mientras lo miraba con enojo, no se arrepentía de soltarse de su agarre y patearlo con su pata trasera.

Y como si eso no fuese suficiente, saltó nuevamente hacia su hermano y pateó con fuerza la parte inferior de su pierna con toda la fuerza que tenía un conejo más su propia energía como humana.

Cuando lo vio tomarse aquella zona afectada, sacudió sus patas con orgullo y se alejó de ahí a saltos para llegar hasta sus amigos, donde no dudó en lanzarse hacia Subin para acomodarse en su hombro y apreciar el enfrentamiento.

- ¡Comiencen el combate! -ordenó el vicedirector.

Amira movió su pequeña nariz y entrecerró sus ojos ante el polvo que se esparcía debido a la transformación del cuerpo de Glant, quien rompió el suelo de un puñetazo ni bien sonó el ultimo pitido. Con el suelo destruido, sus movimientos limitados y una reducción en su velocidad, lo único que podía hacer Jiwoo era intentar acercarse al pelirrojo, pero era imposible debido a que este fortalecía aún más su cuerpo y lanzaba los grandes escombros del suelo.

- No podrá romper la defensa de Glant, la característica principal de los Geshmorph es su casi impenetrable defensa -comentó Gangseok- En especial la de Glant, el entrenamiento básico de su niñez incluyó no solo bloquear balas sino también misiles.

Amira asintió de acuerdo sin quitar sus ojos de la pelea, donde Jiwoo es herido debido a un puñetazo del pelirrojo y ambos deciden terminar la pelea con el mismo ataque que utilizó el Seo en Duke y Cain.

Sus ojos violetas se fijaron en la posición de defensa de Glant para recibir el golpe de Jiwoo, quien concentró su energía en su puño y arremetió contra su oponente a máxima velocidad, estampando su puño cerrado en los brazos de Glant para posteriormente lanzarlo hacia los límites del coliseo.

- ¡La victoria es de Jiwoo Seo! -anunciaron.

- ¡Kyu! -saltó Amira en el brazo de su amiga, sonriendo ampliamente y moviendo su peluda cola en forma de pompón.

Manteniendo su sonrisa, junto a sus amigos se alejó hacia los pasillos para encontrarse con el integrante faltante, dándole coraje a Amira ya que no podía tratarlo, pero si quería pasar desapercibida no podía desplegar su energía, aun si no le gustase.

Agradece haber hecho varias bolsas de dulces curativos para sus amigos, son de mucha ayuda en estos momentos en donde ella no puede ser la curandera del grupo.








Nota: doble capitulo porque ayer me olvidé de actualizarles juju

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