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⇁ 026

Desde que aquellos extranjeros pusieron un pie en la isla coreana, Amira ha estado encerrada en su habitación, aislándose de todos sus conocidos para que no la descubran.

Se había enterado que sus compañeros no afiliados fueron heridos de gravedad por Arthur Bryan, y se sentía la peor basura humana por no ir a tratarlos como corresponde, pero debía mantenerse quieta sin utilizar su energía o podrían detectarla.

Asimismo, supo que los de la Academia Mundial pidieron un enfrentamiento formal con los coreanos con la excusa de un simple entrenamiento, pero Amira sabía perfectamente que ellos buscaban destruir a los estudiantes potencialmente fuertes para que en un futuro no sean un riesgo para sus intereses.

Para nadie era misterio lo opresora y controladora que era aquella asociación, un organismo que destruye todo a su paso si alguien desobedece sus normas o simplemente hace cosas sin pedir permiso por la mínima cosa. Esa era la clase de grupo que era la Academia Mundial.

Y Amira lo sabía perfectamente porque fue un gran pilar de aquella escuela, conocía todos lo movimientos y siempre se mantuvo en silencio y acató las ordenes sin negarse, aun si eran las más despiadadas... Solo porque quería complacer a sus padres y recibir bonitas palabras de su hermano, ya que para ellos era normal, asi que quería ser iguales a ellos.

Pero Amira, en lo más profundo de su ser, nunca quiso ser una verdadera y cruel Grane. Solo deseaba vivir tranquilamente siendo el orgullo de su familia, convertirse en un alto mando de la Asociación Mundial para mejorar la calidad de vida de los despertados y ver a su hermano mayor convertirse en la cabecilla de los Grane; y si se enamoraba, ser una buena madre y acompañar a su esposo en sus decisiones.

Eran pensamientos típicos de una niña que idealizo su vida de perfecta señorita de alta cuna y que en un descuido terminó en la basura.

Con esos pensamientos en su mente, frunció el ceño de enojo y apretó sus labios disgustada mientras se sentaba en su amplia cama con una tablet digital en sus manos para ver los combates de ese día, una cortesía de Seongha para que no esté aburrida.

- Por favor, que esto no se salga de control -murmuró preocupada viendo la pantalla, agradecía que sus amigos no participaran de las peleas de ese día.

No podía escuchar nada, solo podía ver perfectamente todos los ángulos del gran gimnasio para asi no perderse ningún detalle.

El primer enfrentamiento inicio con el ataque del coreano hacia el Pigarun, pero este lo detuvo con facilidad para posteriormente endurecer su cuerpo como una armadura y recibir otro golpe. No obstante, el puñetazo no fue más que una caricia para el peliazul, quien devolvió el ataque con mucha más fuerza, mandando al coreano hacia el otro lado del gimnasio completamente herido.

Amira apretó con fuerzas el aparato tecnológico y se obligó a calmarse, conocía el carácter de Dael Pigarun a la perfección y sabía que él era una persona muy provocativa, era de esperarse que el coreano cayera en sus juegos y perdiera la concentración.

- E-espera -soltó inquieta al ver como Gangseok caminaba hacia el centro del gimnasio, siendo acompañado por sus amigos- ¡Esperen! ¡¿Qué hacen?!

Amira se colocó de pie y comenzó a caminar nerviosamente por su habitación aun manteniendo su vista en la pantalla.

- ¡Estos... tontos! -gruño desplomándose otra vez en la cama- ¡No puedo creerlo, tuve que sospecharlo cuando los vi tan tranquilos!

La ojiazul pegó su rostro contra su almohada y soltó un grito frustrado, pero logró recomponerse y se arregló el cabello para volver a prestar atención en los enfrentamientos.

- No me queda de otra -suspiró con una sonrisa- Ustedes pueden, déjenlos en el suelo.

Aun asi, un escalofrío escaló desde su columna hasta su cuello al enfocar su vista en Duke, haciéndole tragar saliva con nervios y miedo al saber que uno de sus amigos deberá enfrentarse a él, y eso la tenía preocupada al conocer las habilidades de su hermano.

Nuevamente se reanudaron los combates, siendo el primero Gangseok contra Dael.

Como no lograba escuchar de lo que hablaban, solo pudo ver como el extranjero arremetía enojado contra el coreano, pero no logro hacerle un solo rasguño cuando su propio brazo terminó destrozado. Enojado por ser herido, Dael enfureció aún más su cuerpo para lanzar otro puñetazo, pero Gangseok lo detuvo nuevamente para luego contraatacar con una serie de golpes, dejando al Pigarum noqueado y lesionado.

- ¡Si! -celebró Amira saltando en su cama.

Como segundo participante, fue Sucheon quien se encaminó hacia el centro para luchar contra la rubia, que si la ojiazul no recuerda mal, se llamaba Naomi.

Ni bien sonó la última bocina, el Kang la atrajo hacia él con su habilidad de gravedad para comenzar a ahorcarla, pero esta se salió del agarre con un ataque desde su boca. Aunque su libertad no duro mucho cuando Sucheon la capturó con su típica técnica de estrangulamiento, doblando a la chica a la mitad y torciendo todas extremidades.

Nota mental, jamás hacer enojar a Sucheon Kang.

A Amira le dio un escalofrío cuando finalizó aquel enfrentamiento, pero se sobresaltó cuando sus ojos azulados enfocaron a su amigo pelinegro ingresar al ring como combatiente del tercer encuentro contra un moreno que Amira no recuerda su nombre.

Como siempre, Wooin fue quien dio el primer ataque, y sin dejar a su oponente contraatacar, lanzó otras ondas con su poder despertado que dejaron al extranjero arrodillado en el suelo inconsciente y con grandes heridas.

- ¡Muy bien! -celebró la chica saltando otra vez en su cama, pues con toda la emoción no podía quedarse quieta o sentarse.

Pero sus saltos se detuvieron cuando observó como Jisuk pateaba la retaguardia de Subin para ser él quien luchara contra Arthur, provocando que Amira ría apenada y se sentara con sus rodillas pegadas a su pecho, bajando un poco sus ánimos. Este combate sería diferente a los anteriores, pues el Bryan era un despertado que estaba en el top 10 de la Academia Mundial y era el sucesor de su familia, sería difícil para Jisuk ganar en primera instancia, pero no imposible, después de todo ambos tienen un nivel de fuerza y habilidades semejantes.

Amira vio como su amigo le sacaba el dedo del medio a su oponente y le gritaba unas cosas con una expresión enojada, que podía deducir fácilmente como insultos y comentarios despreciables, tal vez era su manera de descargarse verbalmente por lo que le pasó a ella.

El enfrentamiento inició con un ataque de ambas partes, que al colisionar lograron herir solamente a Jisuk.

Quiero curarlo, pero si lo hago él se enojará y podrían descubrirme -pensó moviendo sus pies nerviosamente- Odio esto... no quiero ver a mis amigos lastimados, mucho menos que esas heridas sean por esas personas...

Y sus ojos azules se abrieron con confusión cuando apreciaron como Subin lanzaba una toalla blanca y hacia unos extraños movimientos que irritaron a Jisuk, generando que este arremete con fuerza hasta Arthur.

Incluso en los dormitorios se sintieron los temblores que provocaron el choque de poderes, dejando una enorme capa de humo que cuando se disipó dejó de ver a ambos peladores heridos, siendo el Bryan quien tenía su brazo completamente destruido con cortes desde sus dedos hasta su hombro.

El viento y las ráfagas filosas de aquellos dos continuaron enfrentándose entre si con mucha más potencia, hasta que decidieron terminar el combate con las técnicas más poderosas de cada uno. Ambos ataques destructivos entraron en contacto, haciendo que los peladores acabaran en el mismo estado con incontables heridas; finalizando de aquella manera en un empate.

- ¡Eso es! -dijo saltando feliz tirando un pequeño cojín de flor hacia el techo, pero luego se calmó para sentarse nuevamente- ¡Muy bien, Jisuk!

Pero su felicidad no duró mucho cuando supo que ahora el turno de Subin de enfrentarse a Duke, dándole un desagradable sentimiento.

- ¿Cómo puede caminar con tanto orgullo? -soltó con coraje mientras sus ojos se humedecían y apretaba la tablet entre sus manos- ¿Cómo puede hacer como si nada?

El combate inició con la Lee enviando picos de hielo que fueron destruidos con facilidad a la vez que el chico enviaba aquellas ondas que podía mover a su antojo, siendo esquivados con el estilo de combate cuerpo a cuerpo de Subin junto a sus dagas.

Pero Amira sabía que eso no funcionaría con Duke. Por más que odiara admitirlo, su amiga no podía hacerle frente a la velocidad de su hermano.

La albina chasqueo la lengua y desvió su mirada al notar como Subin era lesionada en su costado izquierdo y era presionaba con ataques en alta velocidad, pero la pelea se vio interrumpida cuando Jisuk jugó una broma con la toalla blanca.

Aquello obligó que Subin a congelar todo el gimnasio con una de sus técnicas, sacándole una sonrisa inconsciente a Amira cuando notó un corte en la mejilla de Duke y como este era encerrado en una barrera de hielo, haciéndole varias heridas.

Pero rápidamente borró su expresión al recordar que eso no sería suficiente para derrotar a su hermano, estando en lo correcto cuando este rompió la barrera y se cubrió con su poder despertado, generando que Amira se encoja en su lugar con miedo al notar la sed de sangre que provenía de Duke.

Y se alteró de sobremanera al ver como el Grane generaba un ataque poderosamente destructivo con la forma de una lanza, siendo seguido por Subin, quien imitó el nivel de aquella técnica con su hielo.

Amira se tapó la boca asustada cuando vio como ambos ataques colisionaban entre si, generando una onda expansiva en todo el gimnasio debido a su alta potencia. Subin fue quien terminó en peor estado, y preocupó aún más a Amira al ver como su amiga era perforada en el muslo.

- No, no, no -murmuró poniéndose de pie y corriendo hacia la puerta al notar como Duke estaba a punto de asesinar a su amiga.

No le interesaba si la descubrían, Subin estaba primero.

Pero se detuvo cuando tomó el picaporte de cobre, desplomándose en el suelo con sus lágrimas cayendo por sus mejillas cuando vio como Jiwoo intervenía.

- Solo váyanse -murmuró llorando- Déjennos solos... ¿no pueden vivir sin destruir lo que amo?

Sin energías, volvió a mirar la pantalla, donde se apreciaba como Duke quiso atacar a Jiwoo pero este lo esquivó con facilidad.

- Es un tonto -sonrió limpiándose las lágrimas- Está herido pero aun asi protege a sus amigos.

Y agrandó su sonrisa al notar como sus amigos miraban a una de las cámaras para sonreírle victoriosos, dándole a entender que lo hicieron por ella.

- Gracias...

Los combates finalizaron con una victoria de los coreanos, asi que con la tranquilidad de que los extranjeros no estaban cerca de sus amigos ni de ella, Amira activó la marca e inició el tratamiento de sus amigos de una manera casi imperceptible.

Era su manera de retribuirles.








Nota: otro capitulo porque el anterior era muy corto

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