Ya había pasado una semana desde que el quinteto de amigos se había enfrentado a los criminales hermanos Klein.

Durante ese tiempo, el grupo se mantuvo hospitalizado para tenerlos en revisión. Pero el personal de salud estaba más pendiente de Amira, quien no había despertado desde que fue ingresada al hospital a pesar de que su energía se estaba estabilizando y su regeneración funcionaba lentamente.

Los amigos nunca abandonaron la habitación, pendientes de algún signo de la chica. Incluso se quedaban despiertos hasta que no podían mas, se sentían tan mal de saber que ella dio todo si por ellos y que no pudieron protegerla.

Y ese día no fue diferente, se habían mantenido con los ojos abiertos hasta pasada la medianoche, donde los obligaron a dormir para que puedan recuperarse correctamente.

Mientras sus caras estaban pegadas a las camas y sus ronquidos sonaban en toda la habitación, Amira comenzaba a moverse débilmente y sus ojos se abrían con pereza.

Completamente desorientada, giro su cabeza hacia los lados para intentar descifrar el lugar en el que se encontraba, encontrándose con cuatro camillas justo a la izquierda de ella. En estas estaban sus amigos con vendas en sus brazos y cabeza, generando que los recuerdos de hace unos días la golpeen como rayo.

Rápidamente, sus ojos azules comenzaron a humedecerse por las lágrimas que amenazaban con escapar. Un gran sentimiento de culpabilidad y miedo la hundió en un pantano tan oscuro que sentía que se ahogaría ahí mismo.

Jamás había estado tan segura de una decisión cuando se sacó la sábana blanca de encima de su cuerpo y se puso de pie sin importarle sus grandes lesiones.

Con aquella pelea se había dado cuenta que los hermanos Klein sabían su identidad ¿qué le garantizaba que ellos no le dijeron nada a otros despertados? Debía irse de Corea del Sur, debía alejarse de sus amigos si no quería ponerlos en peligro.

En silencio camino por la habitación en busca de sus zapatillas, se mantendría con la ropa de hospital para no gastar tiempo en su huida, luego se las arreglaría para buscar otra cómoda de ropa. Una vez su calzado estaba en sus pies, se dirigió hacia la ventana, no se iría por la puerta porque podrían atraparla.

Pero cuando sus manos apenas tocaron el marco del ventanal, se tensó al sentir como algo se deslizaba por sus piernas. Sobresaltada, bajo su cuello para descubrir como Nitrato de Caseína colocaba su pata regordeta sobre su pierna, como si buscara detenerla.

Con los labios temblando y aguantando las lágrimas, se arrodillo ante el felino y tomo delicadamente la cabeza de este.

- P-por favor... cuídalos por mi ¿si? -susurró con una sonrisa dolida, acariciando con sus dedos pulgares las mejillas del gato.

Ante eso, Kayden frunció el ceño mientras un sentimiento desagradable y desconocido lo atravesaba ¿acaso se estaba despidiendo? ¿ella se iba a alejar... de él?

Con una última caricia, Amira se puso de pie y abrió la ventana con todo el silencio del mundo. Y como si no pudiese agregar más dolor del que ya sentía, se dio vuelta para observar por última vez a sus amigos.

Sus lágrimas no aguantaron más y salieron como cascadas silenciosas. Sin ganas de arrepentirse, les dio la espalda y saco la mitad de su cuerpo por el marco.

- ¿Amira?

La chica se paralizo en el acto, girando lentamente su rostro lloroso otra vez hacia atrás, encontrándose a los demás adolescentes recién despertados.

- ¿Qué crees que haces? -pregunto Jisuk levantándose- Vuelve a acostarte, estás herida.

- ¿Por qué lloras? -hablo Jiwoo preocupado- ¿Te duele algo?

- ¿Quieres que llamemos a un doctor? -se unió Subin intentando acercarse con los varones.

- ¡No se acerquen! -gritó colocando su mano en busca de distancia.

Ante la negativa, todos la vieron sorprendidos y con algo de tristeza, se les hacía tan doloroso verla en aquel estado.

- Hey, no te haremos daño -dijo Jisuk serio, pensando en que capaz le afecto psicológicamente el ataque de los hermanos Klein- Bájate de ahí y ven con nosotros, hablemos.

Amira apretó sus labios y más lagrimas bajaban por sus mejillas, pero aun asi los ignoro dispuesta a saltar de la ventana para huir, pero fue detenida por un fuerte abrazo que la tiro nuevamente a la habitación.

- ¡¿Por qué haces eso?! -grito Jiwoo sosteniéndola en el suelo, pues cayeron de espaldas.

- ¡Suéltame, debo irme de aquí! -devolvió Amira intentando zafarse- ¡No hagan esto más difícil!

- ¡¿Acaso estás loca?! -preguntó Subin agarrando su cara, arrodillándose enfrente de ella- ¡¿Cómo te atreves a querer tirarte desde esta altura?!

- ¡Déjenme! -pidió desesperada- ¡Si me quedo aquí será peligroso!

- Los hermanos Klein ya no te harán daño -dijo Wooin colocando su mano sobre su hombro- Ya estas a salvo.

- Ellos no son el peligro -susurró afligida- Y-yo lo soy... por favor... déjenme ir... si estoy con ustedes todo saldrá mal.

Estando todos sentados en el suelo, mirando como la chica lloraba sin detenerse.

- ¿Esto tiene algo que ver con lo que dijo ese hombre? -preguntó Jiwoo sin soltarla.

Amira se negó a contestar, bajando su cabeza y viendo como las gotas de agua mojaban sus piernas.

- Ese tipo dijo algo de entregarte y sobre una tal Darice -habló Jisuk, viendo como la albina de tensaba- ¿Qué quiso decir?

- Suéltenme, por favor -pidió sin fuerzas- Si estoy aquí, ustedes estarán en peligro...

- ¡¿Cómo sabremos que estamos en peligro si no nos dices lo que ocurre?! -preguntó Subin brusca.

- ¡Porque si les digo la verdad no podré soportarlo! -respondió aumentando sus lágrimas- ¡No soportare ver cómo me dan la espalda como todos! ¡Quiero irme ahora que todavía sienten amistad por mi!

- ¿Acaso nosotros somos "todos"? -cuestionó Wooin serio.

- Cuando sepan la verdad ustedes...

- ¡¿Nosotros que?! -la interrumpió Jisuk.

- ¡Perderán su confianza en mi! -contestó tapando su rostro entre sus manos- ¡No soy quien dije ser, todo lo que les conté de mi es una mentira! ¡¿Quién se quedaría al lado de una mentirosa y que es considerada una traidora?!

La habitación se sumió a un insoportable silencio, haciendo que Amira sienta como su corazón se agrietaba lentamente al saber que ellos cambiarían de opinión sobre ella, pero jamás los culparía.

Se odiaría toda la vida si sus amigos se ven envueltos en una guerra internacional por relacionarse con ella.

Les hablaría a sus amigos con la verdad y asumiría todas las consecuencias sin oponer resistencia. Estaba harta de huir de todo lo que la rodea con miedo a ser capturada.

Ya no quería sentirse asi, es preferible decirles la verdad a ellos y que la entreguen, asi terminar esto de una vez por todas.

Solo espera que en otra vida pueda respirar sin estar a la defensiva todo el tiempo.

- Desde hace aproximadamente tres años que estoy siendo buscada por la Asociación Mundial de Despertados -confesó bajando a mirada- Mi familia me acusó de traición y de ser una afiliada de Frame... Mi nombre verdadero es Darice Grane, Amira solo fue un nombre que utilicé para pasar desapercibida.

La albina apretó sus labios e intentó con todas sus fuerzas de que más lagrimas no sean expulsadas. Lo había arruinado todo, pero era lo mejor para sus amigos y ella.

- Me gusta más Amira -soltó Jisuk de repente- Darice es un nombre feo.

Ante eso, la ojiazul levantó su cabeza de golpe debido a la sorpresa.

- Les acabó de decir que estoy siendo buscada como una criminal -repitió levemente enojada mordiéndose labio inferior- ¿Cómo pueden tomarse esto tan a la ligera?

- No es que nos la tomemos a la ligera -habló Subin suspirando- Simplemente lo aceptamos.

- P-pero... soy peligrosa -sollozó.

- ¿Cómo alguien que le da miedo un escarabajo puede ser peligrosa? -preguntó Jisuk recordando aquel día en el que casi se larga a llorar porque aquel insecto se posó en su nariz- No seas tonta y deja de llorar, te deshidrataras.

- ¡No, ustedes no sean tontos! -grito Amira poniéndose de pie repentinamente y apretando sus puños- ¡¿Cómo pueden estar tan tranquilos cuando les he dicho que soy una criminal buscada mundialmente?! ¡¿Qué ocurriría si en estos momentos advierto a Frame! ¡Deberían alejarse de mí y reportarlo!

- ¡¿Acaso eres una traidora?! -preguntó Subin tomándola por los hombros- ¡¿Acaso eres una afiliada a Frame?!

- ¡No, pero aun asi...!

- ¡Entonces no tenemos razón para alejarnos!

Los ojos azulados de la chica se abrieron asombrados mientras sentía como un nudo se formaba en su garganta ¿acaso ellos... le creen?

- ¿Por qué hacen esto? -murmuró dolida- ¿Por qué no dudan de mi siquiera un poco?

- Porque confiamos en ti -respondió Jiwoo inmediatamente con una sonrisa tranquilizadora- Confiamos en la persona que dio hasta lo último de su energía para mantenernos vivos y confiamos en la persona que tuvo el valor de decirnos su secreto.

- Y confiamos en la persona que estuvo dispuesta a irse con tal de protegernos -agregó Wooin serio.

- Y es por ello que te creemos, si tú dices que no eres una criminal es porque es verdad -siguió Jisuk dándole palmadas en la cabeza.

Amira no sabía que decir, solo abría y cerraba su boca como un pez en busca de encontrar las palabras para contestarles. Su corazón estaba latiendo con mucha fuerza y su pecho se oprimía con un sentimiento aliviado.

Esas fueron las palabras que le hubiera gustado escuchar hace tres años.

- ¡Lo siento! -explotó finalmente, sintiendo como su voz se quebraba por completo- ¡Tenia tanto miedo de decirle y que se fueran como los otros! ¡Lo siento tanto... perdónenme por dudar de ustedes!

- No tienes que disculparte -suspiró Subin- Lo entendemos, es un tema delicado para ti y tenías tus motivos de desconfiar.

- P-pero ustedes no lo hicieron -sollozó intentado secar sus lágrimas- No-no merezco estar a su lado...

- Ya cállate, te morirás deshidratada si sigues asi -Jisuk le empujó un pañuelo en el rostro.

- ¡Chicos! -lloriqueó Amira lanzándose sobre ellos y abrazándolos- ¡Los quiero tanto, perdón por tan poco!

- ¡Deja de disculparte por todo! -se quejó Subin recibiendo el abrazo- ¡Agh, mi costilla!

- ¡¿Tu costilla?! -siguió Jisuk- ¡Mi hombro quemado duele más!

- ¡¿Tú sabes lo que es tener las costillas rotas?! ¡Me puedo perforar un pulmón!

- ¡Lo mío es quemado asi que duele más!

Amira rio entre su llanto y ajustó más su agarre en sus amigos, apreciando como su corazón se calmaba, su respiración se estabilizaba y su nudo en la garganta desaparecía, señal de alivio y felicidad infinita.

Había crecido en un ambiente hostil y eso la llevó a temer de todo su entorno, pero aun asi abrió su corazón a su familia y compañeros, sonriéndoles con amabilidad y cariño e incapaz de desconfiar en personas que se supone deben sostenerte en tus peores momentos.

Mala su suerte cuando descubrió que ni en tu familia podías confiar, no luego de que la acusaran falsamente y sin pruebas de ser una espía de Frame, entregándola sin dudar a la aterradora Asociación Mundial de Despertados para que la ejecuten por traición.

Sin embargo, ellos habían llegado a su rota vida en inesperadas y graciosas circunstancias para hacerla cambiar de opinión. Personas que estuvieron dispuestas a dar su vida por ella sin obtener nada a cambio, personas que se mantuvieron a su lado para cuidarla y que nunca la juzgaron o la miraron de arriba, personas que jamás dudaron de ella.

Haber llegado a Corea fue la mejor decisión de su vida, porque pudo descubrir que en ese desconocido país se encontraban la gente que realmente valoraba.

Ya no existía Darice Grane, solo Amira. Una chica que estaba dispuesta a dar todo de si para cuidar y proteger a sus seres queridos, su verdadera familia; era su turno retribuirles todo lo que hicieron por ella.

Esa noche, mientras los abrazaba con miedo a soltarlos, Amira recordó una frase que leyó cuando estaba en su antigua mansión, que en su momento pensó que la comprendía. Pero ahora se daba cuenta que le retribuyó su significado a las personas equivocadas, porque quienes te aman no te tratarían de la manera en la trataron a ella.

"La confianza es el fruto de una relación en la que sabes que eres amado"

William Paul Young

Nota: soy doña impaciente asi que no aguante a subir otro cap, mañana descubriran el pasado de mi bebe

¿Que opinan de esta revelacion?