Amira estaba colocándose sus zapatillas blancas cuando su puerta fue tocada por uno de sus dos amigos no afiliados, recibiéndolos con una sonrisa y siguiéndolos hasta el gimnasio donde tendrían su segunda clase; una vez allí, Jiwoo saludó a todos sus compañeros mientras que la albina solo agitó su mano levemente sin parecer maleducada.

- ¡Todos, atención! -gritó el señor Jang ingresando- ¡Empiecen a correr y no paren hasta que yo lo diga!

- ¡¿Qué?! -soltaron todos los menores, menos Wooin.

- ¡Jeongsu y Gangwoo, ustedes dos deben correr dos veces más rápido que Wooseok y Jihye! -ordenó ignorando las miradas sorprendidas de sus alumnos- ¡Jiwoo y Wooin, ustedes deben correr tres veces más rápido que los demás! ¡Y tú, Amira, debes correr cuatro veces más que tus compañeros!

- ¡Si, señor! -gritó el trio de amigos.

La albina suspiró rendida y empezó a mover sus pies antes que sus compañeros, llevando la delantera en aquella fila. Amira no estaba cansada, puede que sea débil en fuerza pero tenía muchísima más resistencia que varios despertados asi que correr unas pocas vueltas no era para ella; a comparación de sus compañeros que les costaba respirar adecuadamente y sus piernas dolían por el esfuerzo de la actividad.

- Me estoy muriendo... -soltó Jihye tirada en el suelo una vez se detuvieron- ¿Cómo podría hacernos correr a toda velocidad durante cinco consecutivas?

- Buen trabajo a todos -los felicitó el instructor- Ustedes terminaron un poco tarde, pero asegúrense de tener su comida en la cafetería, los veré a todos mañana.

- ¡Disculpe, señor Jang! -habló Jiwoo- ¿Este es el final de la clase de hoy?

Todos se sorprendieron ante eso, menos sus dos amigos, debido que para ellos fue demasiado por la jornada.

- Entiendo que la clase de ayer terminó temprano debido a las lesiones de las luchas, pero la clase de hoy también terminó muy temprano -explicó Jiwoo.

- Eso es todo por hoy, también es importantes obtener una nutrición adecuada y dejar que su cuerpo se recupere -finalizó el mayor.

- ¡Si, señor! -sonrió el ojimarrón feliz- ¡Vamos a comer!

- ¡Si! -lo siguió Amira saltando a su lado.

Una vez en la cafetería, la albina se ubicó en medio de sus amigos, acomodándose rectamente en la silla y tomando delicadamente los palillos para comenzar a comer sin perder su postura. Sus acompañantes la miraban extrañados y maravillados, la manera en la que Amira comía parecía la de un noble proveniente de la edad media; sus modales en la mesa eran impecables, la servilleta fue colocada en su regazo, la cabeza estaba recta sin doblar tanto el cuello al igual que la espalda, masticaba lentamente y sin hacer ruido, y muchas cosas más que eran imposibles de captar por sus ojos.

Aun asi, la ignoraron para comentar sobre el trato discriminatorio que sufrían los no afiliados, enojándose por la clase de ese día y regañando a Jiwoo por defender al profesor.

- ¿Qué demonios? ¿Ustedes están almorzando ahora?

- ¡Jisuk, Subin! -saludó Amira feliz luego de limpiarse con una servilleta.

- ¿Qué están haciendo los dos aquí? -preguntó Jiwoo.

- Terminamos la clase y nos aburrimos -respondió Jisuk acercándose hacia la mesa.

- Lo has comido todo ¿no? -comentó Subin viendo la bandeja de Wooin- ¿Tenías tanta hambre?

- ¡Subin! ¿Quieres? -preguntó la ojiazul estirando sus palillos con un poco de arroz.

Amira sonrió satisfecha al ver como su amiga se metía a la boca la pequeña porción de comida que le ofrecía, su corazón saltaba de felicidad ahora que notaba que la Lee ya no sentía hostilidad hacia ella.

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Los días habían pasado, en los cuales los no afiliados se pasaban las clases solamente corriendo, en donde a Amira la hacían ir con mucha más velocidad cada día para ver hasta donde llegaba su resistencia, fallando en el intento ya que cada vez que finalizaba una clase, ella solo sudaba por el calor y su respiración era estable como siempre. Parecía que recién despertaba a comparación de sus compañeros, quienes por poco no dejan un pulmón en el gimnasio.

Ese día no fue diferente, el señor Jang decidió darles a sus alumnos la tarea de correr veinte vueltas consecutivas hasta que él les dijeran que frenaran.

- Amira, tú corre hasta la cena -ordenó serio, sobresaltando a todos.

- S-señor Jang -intentó intervenir Jiwoo- ¿No cree que eso es mucho?

- Está bien, Jiwoo -sonrió la chica para tranquilizarlo- Esto no es nada, tranquilo.

Sin perder el tiempo, todos los alumnos comenzaron con la actividad, siendo Amira la que encabezaba la vuelta. Ella no se cansará con algo como esto, no es la primera vez que corre un día completo, asi que durará todo lo que le ordene su profesor sin problemas; aunque tal vez la fatiga le llegue a su cuerpo cuando pasen tres días, después de todo ella está moderando su velocidad, controla su respiración correctamente y distribuye su energía despertada de modo que su organismo resista aún más.

Mientras ella continuaba con su parte, sus compañeros ya habían finalizado, tirándose al suelo y quejándose nuevamente con el instructor sobre lo mal que les parecía las diferencias que hacían con respecto a los afiliados y no afiliados.

Amira ignoraba todo a su alrededor, incluso no se dio cuenta cuando sus amigos se habían retirado del gimnasio para almorzar o cuando las luces de área se habían encendido debido a que ya era de noche. Pero aun asi, la ojiazul no se detuvo ni bajo el ritmo de su velocidad, continuando con la orden de su profesor a la perfección.

- Es suficiente -habló el instructor apareciendo.

Amira comenzó a frenarse lentamente para no lastimarse y se posicionó delante del mayor con una pequeña sonrisa apenada.

- Incluso un adulto se vería cansado por correr durante horas, pero tú no.

- Lo siento si eso lo decepciona -se rascó la mejilla desviando la mirada- Pero... puedo durar asi dos días más, jeje.

El de cicatriz suspiró y le ordenó a la chica que fuese a comer algo y a descansar. Una vez se quedó solo en el gimnasio, comenzó a pensar sobre la niña. Amira era débil en combate, se había dado cuenta cuando fue la lucha contra Jihye, pero aun asi se las arregló para ganarle gracias a esa llave, asi que sospechaba que tenía conocimientos médicos o de artes marciales; además, la barrera que cubrió a Amira también era algo a tomar en cuenta, pero este también fue algo débil en comparación a los que ha visto, asi que los campos de fuerzas tampoco eran su poder despertado, entonces ¿cuál era?

Al otro día, el señor Jang les aumentó la dificultad a sus alumnos, incluso a Amira, quien la hizo correr diez veces más que otras veces.

- Escuchen mientras recuperen el aliento -habló el adulto- Es antes de lo que esperaba, pero hoy voy a enseñarles algo muy importante... Voy a enseñarles el control de fuerza.

Amira se sorprendió un poco, pues ese método era un tesoro entre los despertados y solamente los afiliados tenían permitido el acceso y aprendizaje del control de fuerza, asi que era sorprendente que el señor Jang les quiera enseñar aquella técnica por más bajo que sea el nivel.

- Trata de mover tu poder despertado de la manera en que lo muevo -dijo Giwook colocando su mano en la espalda de Amira- Al principio no será fácil, asi que no te apresures y enfócate en recordar en cómo se siente con tu cuerpo.

- De acuerdo -asintió tranquila.

La ojiazul cerró sus parpados y se mantuvo de piernas cruzadas en el suelo, sintiendo como la energía ajena se movía dentro de ella en un patrón que desconocía pero que no era difícil de imitar. Asi que, mientras el mayor seguía con su mano en la espalda, ella misma comenzó a movilizar su poder despertado por las vías de su anatomía, sorprendiendo a Giwook por la facilidad que tuvo al tomar el control de fuerza y copiarlo a la perfección.

¿Ella también conoce el control de fuerza? -pensó atónito.

Por su parte, Amira sonrió satisfecha, aquel método era diferente al que conocía, pero aun asi era fue interesante aprenderlo, tal vez pueda crear un propio control de fuerza combinando los dos de poseía.

Una vez la clase finalizó, el grupo de no afiliados se dirigió hacia la cafetería para degustar su almuerzo. Todos estaban felices de poder aprender algo de tal nivel, aunque el trio de amigos se había mantenido en silencio humilde ya que para ellos no era nada.

- Aquí estas.

- Buenas tardes -saludó Jeongsu inclinándose ante los invitados.

Amira estaba masticando unas verduras cuando vio como un trio de pelimorados hacia presencia en la cafetería, quienes inmediatamente comenzaron a hacer comentarios hirientes e intimidantes hacia el de coleta. Y casi escupe la comida cuando el más bajo de ellos golpeó con fuerza a su compañero con la bandeja metálica.

- ¡Idiota! ¿¡Cómo te atreves?! -gritó golpeándolo más veces- ¡Debiste haber solicitado mi permiso primero! ¿¡Soy una broma para ti?! ¡¿No te dije claramente que me informes todo de la A a la Z?!

- ¡Alto! -intervino Jiwoo- Ya sea que Jeongsu aprenda el control de fuerza o no, no es tu negocio.

- ¿Qué demonios? ¿Y quién eres tú para meter la nariz en esto? -se unió la chica.

- Qué ridículo ¿quién diablos trajo a un bastardo como tú? -siguió el otro.

- Shinwha lo hizo.

Amira tragó saliva nerviosamente y se colocó detrás de Wooin al ver que miembros de dos organizaciones estaban por pelear, asi que quería evitar salir lastimada en todo esto. Y chilló aún más asustada cuando vio como Jiwoo se volvía a meter en la conversación para defender a Jeongsu, pero aun asi se mantuvo en silencio y escuchó atentamente las palabras del Seo, haciendo que su corazón se llene de nostalgia.

- Escuché que hay una regla no escrita de que los despertados y grupos existentes deben ayudar a los nuevos despertados para que puedan vivir una vida apropiada como despertados... Para mantener esta regla, se dio la oportunidad de estar aquí a despertados no afiliados como nosotros en lugar de otros niños en los grupos ¡Grupos poderosos como el suyo hicieron esto para despertados no afiliados que no teníamos nada! ¡Pero ustedes están acosando a esos despertados no afiliados ahora mismo porque no tenemos poder!

- Que genial... -soltó Amira saliendo de su escondite, pero rápidamente se volvió a ocultar cuando Sucheon le dio una mala mirada- ¿O-o tal vez no?

- ¡Paren! -intervino el señor Jang- ¿Qué están haciendo aquí?

- ¡Señor, fueron ellos! -habló Amira con sus ojos aguados y señalándolos, sacando su cabeza por debajo del brazo de Wooin.

- Vuelvan a sus habitaciones -suspiró viendo a los afiliados para luego voltear a sus alumnos-... Todos, vuelvan a sus habitaciones y sigan practicando el control de fuerza que les enseñé hoy.

Cuando el instructor se fue, cada adolescente se fue hacia los dormitorios, quedando únicamente al trio de amigos con Jeongsu en el pasillo.

- Iré a descansar -habló Amira en la puerta de su cuarto, pero antes de ingresar le dio un dulce al más alto- Toma.

- ¿Qué es esto? -preguntó extrañado.

- Es para sanar tus heridas -sonrió levemente y apoyó su dedo en su boca a modo de secreto.

Viendo el sonrojo del chico, Amira se despidió de sus amigos e ingresó a su habitación para descansar, había sido un día que la cansó mentalmente.

Nota: no tiene nada que ver con el cap pero no tienen idea de lo mucho que espero que lean los caps 19, 20 y 23 MUAJAJAJAJAJA