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⋆*｡ CONFÍA EN MI ⋆*｡
capítulo veintidós: ¿el o yo?
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1/3.

REAL LIFE ¡!⋆*｡
London, UK !

NORRIS CONDUCÍA A GRAN VELOCIDAD el auto que rechinaba las llantas con cada curva que tomaba a gran velocidad. Y por otro lado estaba Katherine, que había accedido a la idea de subir al auto como un punto entretenido para filmar su nuevo video de su canal de YouTube.

—¡Vamos, pregunta! —alentó el piloto a su novia que se sostenía con gran fuerza del asiento del pasajero.

Katherine ahora mismo realizaba su mejor intento por no vomitar su almuerzo ante la curvas tan cerradas que Norris tomaba a alta velocidad.

Su idea inicial para su canal de YouTube había sido realizarse preguntas entre sí, cada uno tendría la oportunidad de preguntarle al otro lo que quisiera y así sucesivamente. Con lo que no contaba era que Norris prefería hacerlo aún más divertido, sugiriendo por hacerlo montados en un auto a altas velocidades en el circuito de Silverstone.

—¿Cual fue tu primera impresión de mi? —preguntó, leyendo la primera carta de preguntas que se había esforzado por hacer para el video.

Una risilla nerviosa contuvo el piloto. Sus mejillas tornándose con un sonrojo culposo que lo delataba a simple vista en la cámara. Su mirada aún fija en la pista, reflejando su brillo culposo de lujuria.

—¿Y bien? —cuestionó la castaña tras no obtener respuesta del británico.

—Baby, no puedo decir eso a la cámara. —entre risillas admitió.

Katherine lo miro indignada, asombrada por su reciente confesión. Siéndole inevitable el sonrojo en sus mejillas y como utilizó sus tarjetas para cubrir su rostro. Pero pronto su grito de temor de nuevo le arrebató una carcajada a su acompañante que recién había acelerado a fondo el McLaren azulado.

La risa carcajoza y tan carismática del número cuatro no se hizo de esperar al notar como su novia buscaba sostenerse de los costados del asiento y como su casco de seguridad se sujetaba con fuerza a su cabeza.

—Bien, mi turno. —anunció Norris, tomando la curva del circuito. —¿Daniel Ricardo o yo? —preguntó.

—No me hagas responder esa pregunta.

Norris llevo el auto a acelerar aún más. Resultando para su acompañante una acción que le llevó a sostenerse con fuerza de nuevo de su asiento y soltar un grito agudo de terror y nervios con solo ver y sentir como el número cuatro tomaba las curvas.

—¡No, no! —se escuchó como ella lloriqueó con sus ojos cerrados, la cámara captando aún la escena. Y como mientras que la británica parecía morir de terror, el otro británico parecía gozar el viaje al llevar una ancha sonrisa en su rostro.

—¿Responderás?

—¡No!

—Okay. —y con eso piso con más fuerza el acelerador.

—¡Lando! —grito de terror el nombre de su novio. Pasando a un lado todos esos apodos que se tenían entre ellos mismos y como es que se llamaban entre ellos.

El piloto parecía ignorar su grito de súplica/terror y condujo sin problema alguno el auto. Llevándose una carcajada cuando a propósito patinaba sobre las curvas y los gritos de la castaña incrementaban aún más.

—¡Danny! ¡Es Daniel! —respondió con minutos y gritos de retraso.

El británico pareció ofenderse con haber perdido por debajo de su teammate aún llevando ventaja de que la que se encargaba de escoger fuera su novia. ¿Pero a quien engañaba? ¡Nadie, jamás! Absolutamente nadie podría competir con el gran fanatismo que tenia la británica sobre el Australiano. En especial ahora que su cercanía era aún más en el paddock y hospitality de McLaren.

Tras su respuesta, el piloto por fin bajó la velocidad.

—Me has ofendido, baby. —la castaña de ojos verdes, río.