Al siguiente día Chan encaró a Sumin.

Se encontró con ella en el receso, en la parte de atrás de la escuela.

—Hola, Chan —saludó Sumin con una resplandeciente sonrisa, rodeando uno de los brazos de Chan.

La incomodidad se hizo presente en Chan, con mucho cuidado quitó la mano de Sumin, separándose lo suficiente de ella.

Aquella acción desconcertó a Sumin, pero intentó disimularlo.

—Quería hablar contigo, necesito preguntarte algo.

—Sí, dime. ¿Sobre qué es? —preguntó Sumin con sus ojos brillando, pensando en que finalmente Chan le pediría ser algo más.

—Necesito que seas honesta conmigo. Si lo eres, no me enojaré contigo —advirtió Chan, su tono de voz siendo neutro—. ¿Eres I.N?

Esa pregunta sin duda descolocó a Sumin, aquella sonrisa que cargaba en su rostro se desvaneció por completo, siendo reemplazada por una expresión de nerviosismo.

—¿Eh...?

—Por favor, contesta, Sumin.

—Obvio que lo soy —dijo, intentando sonreír—. ¿Por qué lo preguntas? ¿Acaso lo dudas? Yo te cité ese día para conocernos, por supuesto que yo soy...

—Deja de mentir, Sumin —interrumpió Chan, su tono neutral cambió a uno de molestia—. No eres I.N, lo conozco lo suficiente como para saber que tú no eres él.

—No, yo sí soy...

—Además, encontré esto —sacó la última nota que le escribió I.N—. Se te cayó ayer, obviamente no lo escribiste tú. No es tu letra.

—No, yo sí lo escribí, es que tengo diferentes letras, muchos las tienen.

—Entonces dime cuál fue la primera canción que me dedicaste en una de tus notas.

—¿Eh...? —musitó Sumin, completamente perpleja.

—Es algo que debes saber perfectamente, ¿no? Tú misma lo escribiste.

—O sea, sí, pero son tantas canciones que yo...

—No lo sabes —dijo Chan con firmeza—. No me engañarás más, Sumin, aunque intentes fingir, tú no eres I.N y jamás lo serás.

—Chan, yo...

—Ahora dime, ¿quién es I.N? Dado que tenías esta nota entre tus cosas, es obvio que tú debes saberlo.

Sumin desvió la mirada, manteniéndose en silencio por unos cortos minutos, los cuales causaba que la poca paciencia y amabilidad que Chan estaba mostrando se acabara.

—No, yo no sé quién es I.N —dijo firme, sin titubear—. Encontré esa nota en el salón, pero no tengo idea de quién puede ser —mintió descaradamente, por supuesto que lo sabía, pero jamás se lo diría a Chan.

Jamás permitiría que Jeongin obtuviera el afecto y la atención de Chan. Jeongin no lo merecía.

—¿Segura? —inquirió, impaciente.

Sumin asintió. Chan no le creía, era obvio que ella lo sabía, pero no podía presionarla ni obligarla.

—De acuerdo —dijo, dándose la vuelta para irse, pero Sumin tomó su brazo para detenerlo.

—Chan, lo lamento, yo no quería engañarte, pero me gustas mucho —empezó a hablar apresuradamente—. Una chica hace lo que sea por el chico que quiere, ¿sabes?

Chan la observó en silencio, su mirada era completamente de indiferencia. No dijo nada más, se deshizo del toque de Sumin y se marchó de allí.

Muy en el fondo se alegraba de que Sumin no fuera I.N. Sin embargo...

Aún no sabía la verdadera identidad de I.N, y peor aún; I.N había desaparecido. Eso lo llenaba de una profunda tristeza, tomó la nota y leyó nuevamente.

"Hola, Chan. ¿Cómo estás? Espero que bien, aunque, para ser sincero, hoy me siento algo triste, ¿sabes?

Hoy te escribo con una mezcla de emociones que me resulta difícil expresarte, pero necesito ser honesto contigo y conmigo mismo. Sé que esto es repentino, pero de verdad lo pensé mucho antes de tomar una decisión definitiva, y pienso que esto es lo correcto, que es lo mejor para mí. Es debido a eso que esta será la última vez que te escriba y que te prepare los almuerzos que solía hacer con tanto cariño. Esta será mi despedida.

Siento que esto me está costando más de lo que me imaginé, pero es necesario. Aunque no lo creas llevo pensando mucho al respecto y sé que, si me conocieras detrás de este papel, si me vieras tal como soy, jamás te fijarías en mí. Porque yo no soy lo suficientemente bueno para ti, tampoco soy muy bonito ni atractivo o encantador. Jamás lo seré. Y eso... me ha lastimado mucho más de lo que me gustaría.

Cuando empecé con estas notas tenía la esperanza de que podría llegar a tu corazón y conquistarte, creí que tendría una oportunidad de significar algo para ti, sin embargo, tengo que ser realista, ¿quién se enamoraría de alguien a quién jamás le ha visto la cara?

Por eso he decidido dejar esta dinámica, me duele, porque me acostumbré tanto a ti, a escribirte, a compartirte las cosas que me gusta, mis pensamientos, a prepararte los platillos que más disfruto comer. Pero esto tiene que acabar de algún modo.

Muchas gracias por hacerme feliz comiendo lo que te he preparado, por haber leído cada palabra escrita. No te imaginas cuánto me ponía contento ver que disfrutabas lo que yo cocinaba.

Gracias por todo, Chan.

Siempre tuyo, I.N".

A Chan aún le dolía cada palabra. No podía terminar de asimilar que I.N nunca más le escribiría. Es cierto que al inicio le pareció extraño, pero poco a poco las palabras bonitas de I.N fueron ablandando su corazón. ¿Cómo él podía pensar que no era suficiente? Eso no tenía sentido, estaba seguro de que I.N tenía un corazón bonito.

Intentó vaciar su cabeza, ya no quería torturarse más. Continuó caminando por el jardín hasta que vio algo que captó su completa atención.

Jeongin.

Pero no estaba solo, se encontraba con Hyunjin. Ambos estaban parados debajo de un árbol, al parecer conversando. Sin embargo, vio algo más que causó que frunciera el ceño.

Hyunjin tomaba a Jeongin de la mano.

Chan volvió a sentir esa molestia en su pecho, no lo pensó más y se aproximó hacia ellos.

—Creo que me gustas.

Jeongin se quedó estupefacto. ¿Había escuchado bien? ¿Acaso Hyunjin había dicho "me gustas"?

—Hyunjin, lo siento —susurró Jeongin—. De verdad, lo siento mucho, pero a mí ya me gusta alguien más...

—Lo sé —respondió con una sonrisa. A Jeongin se le hacía raro que Hyunjin no se viera afectado por el rechazo—. Te gusta Chan, ¿no es así?

Jeongin abrió sus ojos, ¿tan obvio era? Él pensaba que nadie más lo sabía.

—¿Soy muy obvio?

Hyunjin asintió.

—Sí, lo eres. Si te vieras a ti mismo cuando tus ojos observas a Chan, entenderías lo obvio que eres.

Jeongin bajó su cabeza, sintiendo cómo sus orejas se calentaban de la vergüenza.

Hyunjin desvió su mirada, encontrándose a lo lejos a Chan. Sin pensarlo mucho tomó la mano de Jeongin.

Eso lo molestaría un poco, ¿no?

—Hyunjin...

—Déjame hacer esto al menos, ¿sí?

Jeongin soltó un enorme suspiro, asintiendo y permitiendo que Hyunjin tomara su mano, al menos por unos instantes.

—Disculpa de verdad, Hyunjin, pero en algún momento conocerás a alguien de la cual te enamorarás.

Hyunjin volvió a asentir, preguntándose cuándo sucedería eso. Dirigió su mirada hacia el otro lado del jardín, abriendo sus ojos al encontrarse al chico que conoció en la tienda artesanal.

Era Seungmin, no olvidaría su nombre ni ningún detalle de su rostro.

—Algún día conocerás a alguien de quién no podrás despegar tu mirada —continuó Jeongin, intentando animar a Jeongin.

—¿Mis ojos no podrán dejar de verlo? —preguntó Hyunjin sin quitar su mirada de Seungmin m

—Sí, querrás verlo todo el tiempo, ver cada cosa que haga, aunque sea insignificante.

Hyunjin sonrió. Ya lo había encontrado.

—Entiendo, Jeongin. Y perdón.

—¿Por qué te disculpas?

—Porque quizás no me gustabas muy en serio, me agradas y me pareces lindo, pero no siento eso que dices, solo quería ver si me aceptabas. Soy un poco ojo alegre, ¿eh?

Jeongin frunció su ceño por unos segundos, pero luego sonrió. Había olvidado que Hyunjin era un coqueto de primera.

—Sí podemos seguir siendo amigos, ¿verdad? Me agrada que seas mi amigo.

—Por supuesto que sí, Hyunjin. Podemos seguir siendo amigos, yo no tengo...

Sus palabras se callaron cuando sintió cómo una mano lo jalaba, causando que el agarre que tenía con Hyunjin se rompiera. Giró su mirada para ver quién había sido el causante, sorprendiéndose al ver que se trataba de Chan.

—Chan, ¿qué te...?

Chan empezó a caminar, llevándose consigo a Jeongin, quien aún se mantenía sorprendido por el comportar de Chan. ¿Qué le pasaba?

Jeongin hizo una mueca al sentir que Chan agarraba muy fuerte su mano.

—Chan, espera...

Chan no lo escuchaba, intentó zafarse, pero no lo consiguió.

—¡Chan, suéltame, me estás haciendo daño! —vociferó con fuerzas.

Fue entonces que Chan reaccionó, se detuvo, soltando la mano de Jeongin. Se volteó, mirando la confusión en el rostro de Jeongin.

—¿Qué demonios te pasa? —cuestionó Jeongin con enojo.

—Yo no... no sé, yo sólo quería... —titubeó sin saber qué decir—. Tengo que irme —avisó antes de darse la vuelta y salir corriendo, dejando a Jeongin completamente confundido.

¿Qué le sucedía últimamente? Llevaba días sin comprender qué era lo que estaba haciendo y sintiendo, pero ver a Hyunjin tocar a Jeongin lo llenó de molestia, sólo quería alejarlo de Jeongin, no los quería ver juntos, lo odiaba. Detestaba con todas sus fuerzas cuando Hyunjin estaba cerca de Jeongin. 

Tengo 2 noticias. La mala es que ya no tengo capítulos escritos, por lo que, tardaré en actualizar, estoy esperando el feriado de la próxima semana para hacerlo, porque estos días la universidad me anda consumiendo. La buena es que, según mi planificación, solo me faltan 8 capítulos para terminar esta historia, así que ya estamos entrando en la recta final. 

¿Qué esperan del final? ¿O cómo se lo imaginan? Sepan que aún no lo escribo, ya lo tengo definido, pero quién sabe, podría estar cambiando. 👀