Capítulo 28
Era la primera vez en toda su vida en la que Jeongin no quería ir a clases, y eso era muy extraño porque a él siempre le ha gustado tener una asistencia perfecta, pero en esa ocasión no tenía ánimos para asistir. Por eso seguía acostando en su cama.
—Innie, despiértate, se te hace tarde —dijo su madre, tocando la puerta de su habitación. Al no obtener respuesta, decidió entrar, encontrando a su hijo de espaldas, su cuerpo siendo arropado por su colcha favorita—. Corazón, ¿qué tienes?
—No quiero ir, mamá.
Boyoung se sorprendió por eso, a Jeongin siempre le gustó ir a clases incluso si se sentía enfermo, pero supuso que se debía a algo más grave que le impedía ir. No quiso preguntar, si Jeongin quería decírselo, lo haría en cualquier momento.
—Está bien, corazón, puedes quedarte en casa. ¿Quieres que te prepare algo?
—No, mamá, no quiero comer. Mejor ve a trabajar, después se te hace tarde.
Boyoung no estaba segura de irse a trabajar sabiendo que su hijo no se sentía bien. Se preguntaba si se debía a ese chico al que Jeongin le preparaba el almuerzo. Hace una semana renunció a su otro trabajo, por lo que empezó a tener más tiempo libre como para prepararle de comer a su hijo, pero Jeongin le comentó que le solía preparar el almuerzo a alguien de su colegio, no quiso decirle quién era y Boyoung optó por no preguntar.
—Voy a estar bien, mamá —dijo Jeongin, dándose la vuelta para mirar a su mamá.
—Puedo llamar para decirles que no iré a trabajar y quedarme contigo.
—Lo sé, mamá, pero no quiero causarte problemas y, además, quiero estar un rato solo.
—Comprendo —musitó Boyoung—. Okey, me iré a trabajar, pero si me necesitas no dudes en llamarme, sabes muy bien que vendré corriendo, ¿de acuerdo?
—Sí, está bien, mamá.
Boyoung se aproximó hacia su hijo para depositarle un beso en la mejilla, luego salió de la habitación para encaminarse a su trabajo.
Mientras que Jeongin se quedó otro rato acostado en su cama, pensando. Simplemente pensando en muchas cosas. Después de un rato, finalmente se decidió. Se puso de pie y se sentó en su escritorio, tomando la típica hoja en donde solía dejarle las notas a Chan, y un bolígrafo, empezó a escribir, sintiendo como se formaba un nudo en su pecho ante cada palabra que escribía.
Chan se sentía triste y muy desilusionado.
Cuando fue hacia la terraza como de costumbre, no encontró nada. I.N no le había dejado el almuerzo, aunque la comida era lo de menos, lo que a él le importaba más era la nota.
¿Y si I.N ya no estaba interesado en él? Eso lo pondría muy triste, pero prefirió pensar que tal vez I.N había faltado a clases. Realmente esperaba que se debiera a eso.
Caminó hasta el patio de comida, encontrándose a Changbin en compañía de Félix, según lo que le había dicho su amigo, ambos habían establecido verse en la salida, probablemente para Félix pasara con Jeongin, pero Jeongin no estaba. Y ahora que lo recordaba, no lo había visto para nada.
Se acercó a la pareja enamorada.
—Hola, Chan.
—Hola —saludó a la pareja—. ¿En dónde está Jeongin? —le preguntó a Félix.
Jeongin había faltado a clases, Félix no sabía la razón de su ausencia, pero se le hizo muy raro, ya que él sabía a la perfección que Jeongin odiaba faltar, incluso hubo una ocasión en la que tuvo un accidente en el camino, pero de todas formas Jeongin asistió a clases.
Félix no le podía decir a Chan que Jeongin no había venido al colegio, porque si Jeongin no asistió a clases, I.N tampoco, y si Chan lo sabía podía llegar a enterarse de que se trataba de la misma persona.
—Está ocupado con el club de matemáticas, se está preparando para un concurso y él es el líder —mintió, aunque en parte no era mentira, en verdad Jeongin estaba algo ajetreado con ese concurso, pero esa no era la razón de su ausencia.
—Oh, ya veo... —dijo Chan cambiando su expresión a una de ¿decepción? Félix no sabía cómo identificarla—. Iré al salón, te veo ahí, Bin. Nos vemos, Félix.
—Hasta luego —se despidió Félix.
Aunque a Chan le gustaría negarlo, se sintió decepcionado al saber que Jeongin no había faltado a clases.
Chan aún se acordaba de lo sucedido el día de ayer, por más que intentara borrarlo de su cabeza, no podía. Aún podía recordar a la perfección cómo se sintió besar a Jeongin, eso lo confundía muchísimo. Como no había visto a Jeongin desde la mañana, llegó a pensar que quizás había faltado a clases, al igual que I.N, que tal vez Changbin tenía razón y eran la misma persona.
Sin embargo, Jeongin sí había asistido a clases, Félix se lo confirmó y aunque le gustaría negarlo se sintió decepcionado, de cierta forma esperaba que Jeongin resultara siendo I.N.
Al siguiente día, Jeongin decidió asistir a clases, con tan solo un día que no fue ya sentía como un mes, seguramente los profesores habrián dejado un montón de trabajos. Eso siempre era lo malo de faltar.
Ese se levantó temprano como de costumbre, para el almuerzo de Chan preparó un emparedado de pollo y lechuga, también cortó algunas frutas en formas de dinosaurios y otras en formas de corazones. Guardó todo con cuidado y terminó de alistarse para dirigirse al instituto.
Llegó con tiempo de sobra, no se quedó mucho tiempo en los casilleros. De alguna forma no quería toparse con Chan.
Cuando entró a su salón, este se encontraba algo vacío, solo estaba Félix y otra compañera, pero ella estaba dormida.
—¡Jeongin! —dijo Félix, al verlo ingresar al salón, estaba contento, no dudó en abrazarlo fuertemente, siendo correspondido por Jeongin.
El día de ayer Jeongin le comentó por chat que le contaría todo al siguiente día, y que no se preocupara porque se encontraba bien.
—Buenos días, Lix.
—¿Cómo estás? Ayer te extrañé mucho —dijo Félix cuando se separaron y se sentaron en sus respectivos asientos.
—Estoy bien, lamento haber faltado sin avisarte, es solo que ayer no quise venir.
—¿Es por Chan? —preguntó Félix en voz baja, estaba ellos dos solos, pero todavía había alguien más ahí, aunque estuviera dormida, no quería que escuchara su conversación.
Jeongin soltó un largo suspiro, intentando no recordar lo ocurrió hace 2 días.
—Sí —musitó sin muchos ánimos—. Chan y yo nos besamos...
—¿Qué? ¿De verdad? —dijo Félix con emoción—. Eso es increíble, pero ¿por qué te ves desanimado?
—Porque Chan me rechazó otra vez —contestó con tristeza, evitando con todas sus fuerza volver a llorar—. Él dijo que no quería besarme, que había sido un error y que a él le gustaba alguien más.
—Pero ese alguien podría ser I.N, ¿no?
—No lo sé, Félix, y tampoco me interesa, me siento desgastado, ¿sabes?
—Ay, Innie... Seguro estuviste sufriendo mucho y yo sin saberlo, me siento un mal amigo.
—No, Lix, no eres un mal amigo, de hecho, es todo lo contrario. Gracias por estar conmigo en todos los momentos, yo lo aprecio mucho —dijo Jeongin, intentando de que su mejor amigo no se sintiera mal—. He tomado una decisión al respecto.
—¿Cuál es?
—Ya no le prepararé almuerzos a Chan, ni le dejaré notas.
—¿Estás seguro de eso?
—Sí, ya he escrito la última nota. Dejaré de ser I.N y renunciaré a Chan definitivamente, es lo mejor.
—Yo no estoy seguro de que sea lo mejor, pero si eso es lo que deseas, yo te apoyaré, Innie.
—Gracias, Lix. Me basta con tener tu apoyo.
—Siempre lo tendrás —dijo, abrazando nuevamente a su amigo—. Cambiando de tema, tienes algunos asuntos pendientes.
—Es cierto, ¿qué hicieron ayer?
—Muchas cosas, pero tienes que ir a la sala de profesores a justificar tu ausencia, ¿trajiste la hoja de justificación?
—Sí, la traje —contestó, sacando el cuaderno en donde tenía guardada la hoja, tomó la hoja, mientras que dejó el cuaderno en el pupitre.
Sin acordarse de que en ese mismo cuaderno también estaba la nota que le escribió a Chan.
—Oki, yo les dije que te sentías mal y por eso no viniste, como eres alguien que jamás falta ellos lo entendieron y solo me dijeron que te presentaras a justificar la falta.
—Ya veo, Lix, te lo agradezco mucho.
—Vamos ahorita antes de que empiecen las clases.
Jeongin asintió, poniéndose de pie para junto a Félix ir a la sala de profesores.
Cuando ambos ya se habían marchado, la chica que dormía se levantó de su asiento y se acercó al de Jeongin. Era cierto que estaba durmiendo, pero la voz de Félix no siempre era tan baja que digamos, así que terminó despertando y escuchando su conversación. Buscó entre las cosas de Jeongin hasta encontrar lo que deseaba, inevitablemente sonrió, doblando la hoja y guardándola en su bolsillo.
No sé si les conté que esta historia surgió gracias a un sueño que tuve(?) Bueno, si ven todo super loco o equis, es porque todo lo soñé y solo lo estoy redactando jsjsj. 😂
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