La semana pasó con rapidez y ya era sábado, y como lo habían agendado días atrás, los cuatros fueron al cine. Se reunieron al mediodía día, justo en el patio de comida.

Félix y Changbin se saludaron con normalidad, más para Jeongin y Chan fue un tanto incómodo. Luego empezaron a caminar hacia el cine que se encontraba unos cuantos pasos adelante.

—¿Qué película veremos? —preguntó Jeongin, visualizando las enormes letras que decían "Supercines".

—Super Mario Bros —le contestó Félix.

—Oh, ya, ya...

—¿Prefieren ver primero la película y luego comer, o primero comer y luego ver la película? —indagó Changbin.

—Yo prefiero comer después de la película, es seguro que saldré con hambre.

—Estoy de acuerdo con Jeongin —concordó Félix.

—Está bien, entonces iré a comprar las entradas.

Changbin se dirigió hacia la fila, lamentablemente era un fin de semana, por lo que el cine era muy visitado, sumándole que iban a ver una película recién estrenada. Las entradas saldrían un poco caras de lo habitual.

—Hasta mientras yo iré al baño —avisó Jeongin, dándose vuelta y empezando a alejarse.

—Jeongin es muy bonito, ¿cierto? —comentó Félix de la nada, cuando notó que Jeongin ya estaba lejos.

—¿Eh?

Chan se giró hacia Félix sin entender por qué soltó aquel comentario.

—Cuando sonríe se le hacen los huequitos en sus mejillas y sus ojos se achican, parece un tierno zorrito bebé, es muy bonito verlo.

Chan proyectó en su mente aquella imagen descrita por Félix, y su corazón latió con más fuerza.

—Uhm, creo que tienes razón.

—Es un buen partido, no es solo lindo, también tiene un buen cuerpo, es inteligente y tiene otros buenos atributos que te sorprenderán.

—Oh, ya veo... —murmuró, rascándose la nuca, sin saber cómo debería reaccionar.

Félix solo rio internamente.

Después de varios minutos, Jeongin regresó del baño y justamente Changbin terminaba de comprar las entradas.

—Bien, nuestra función empieza en unos 10 minutos. ¿Vamos entrando y comparando las palomitas?

Los otros tres asintieron y avanzaron hacia la entrada, el guardia encargado los dejó pasar luego de verificar sus entradas. Después los cuatro entraron, pero antes de dirigirse a la sala de su fusión compraron unos combos de palomitas y refrescos.

Una vez dentro de la sala, Changbin se sentó primero, a su lado se sentó Félix, siguiéndole Chan y al final Jeongin. Estuvieron observando unos 3 minutos de publicidad hasta que la película dio inicio, captando por completo la atención de los espectadores durante los primeros minutos.

Los cuatros estaban concentrados hasta que apareció la escena de Donkey Kong.

—¿Tú sabes mover las pectorales? —Félix le preguntó a Changbin en voz baja.

—Uhm, creo que sí...

—¿Me dejarías ver?

—¿Eh? —soltó Changbin, abriendo un poco su boca—. ¿Hablas en serio?

—Sí, hablo en serio —respondió con seriedad, sin embargo, esa expresión la cambió de un segundo a otro—. Entonces, ¿me dejarás ver? —Félix repitió la pregunta, mostrando esos ojitos inocentes.

—Si realmente quieres, sí.

—Okis —dijo con su característica sonrisa, acercándose de más a la oreja de Changbin—. Me dejarás ver cuando estemos solos.

Luego de escuchar esas palabras muy cerca de su oído, Changbin tragó saliva con fuerza, sintiendo ese estremecimiento en todo su cuerpo.

Félix simplemente sonrió, girándose hacia Chan.

—¿Sabías que Jeongin puede mover las pectorales como Donkey Kong? —susurró nomás para que Chan lo escuchara.

Chan no se giró, sin embargo, al igual que Changbin, tragó con fuerza. Chan volvió imaginarse lo dicho por Félix, volviendo a sentir que ese día su mente no estaba de su lado.

Entonces Félix regresó su atención a la pantalla grande, sin voltearse a ver el caos mental que le ocasionó a los dos chicos que se encontraban a sus lados.

Unos cuantos minutos más, la película culminó, los cuatros salieron de la sala, estirándose un poco debido a la posición que estaba durante la película.

Por otro lado, Jeongin se abrazaba a sí mismo por el frío que sentía, le solía dar frío cuando estaba en el cine y por eso siempre llevaba un abrigo, pero ese día se olvidó de llevarlo. Chan notó cómo Jeongin intentaba disimular el frío que sentía, y estaba dudando en si darle su chaqueta o no, sin embargo, al final no se atrevió a hacerlo.

—¿Vamos a comer? —preguntó Félix—. Tengo mucha hambre.

—Sí, yo también —comentó Jeongin—. ¿Qué vamos a comer?

—No sé, ¿KFC? —sugirió Félix—. ¿O quieren otra cosa?

—Yo estoy bien con KFC.

—Yo también —dijo Changbin.

Faltaba la opinión de uno más, entonces los tres observaron a Chan, quien se encontraba en silencio y observando el pecho de Jeongin.

—Chan —lo llamó Changbin, tocando su brazo.

—Mmm, ¿qué pasa?

—¿Quieres comer KFC, o quieres otra cosa?

—¿Todos pedirán lo mismo?

—Sí.

—Entonces KFC.

—De acuerdo, iré a hacer el pedido con Félix, ustedes busquen una buena mesa —dijo Changbin, alejándose junto a Félix.

Chan y Jeongin se miraron fugazmente, pues no pudieron sostener la mirada del otro.

—¿Vamos por aquí? —sugirió Chan, señalando unas mesas a la distancia. Jeongin solamente asintió, comenzado a caminar detrás de él.

Ambos chicos se adentraron a las mesas del patio de comida, encontraron una vacía y limpia, por lo que se sentaron a esperar. Se mantuvieron unos cortos minutos en silencio, en los que Chan revisaba el celular mientras Jeongin observaba a los demás.

—Lamento que tuvieras que venir —musitó Jeongin, causando que Chan desviara su atención del celular hacia él.

—¿Eh? —soltó Chan con desconcierto—. ¿A qué te refieres? No entiendo.

—Sé que no querías venir a esta salida, Changbin te pidió que aceptaras y por eso nos acompañaste.

—Uhm, yo...

—Pero no te preocupes, yo tampoco quería venir.

Auch.

Eso extrañamente le dolió a Chan.

—¿Por qué no querías?

—Porque sería incómodo, ellos andan muy... —murmuró sin completar, observando a la pareja que ahora se encontraban esperando el pedido.

Chan también los miró y comprendió lo que quería decir Jeongin, sintiendo un extraño alivio dentro de su pecho, puesto que por un momento creyó que Jeongin se sentía incómodo con su presencia.

—Oh, entiendo.

—Creo que deberían dejar de incluirnos y solamente salir ellos dos solos.

Chan no dijo nada más. En parte Jeongin tenía razón, si los dos querían acercarse entre ellos era mejor que solo salieran los dos, no obstante...

Eso significaría que ya no vería a Jeongin fuera del colegio y, extrañamente, Chan no quería que sucediera eso.

El par acaramelado volvió a la mesa, riéndose de quién sabe qué. Entonces los cuatro se dispusieron a comer, mientras hablaban un poco sobre la película, lo que les pareció más interesante y entre otras opiniones.

Y sin darse cuenta, esa tarde Chan estuvo observando de más a cierto castaño y no entendía por qué su corazón seguía latiendo tan de prisa ante cada gesto de su cara.

Voy a intentar actualizar más seguido, ya estoy avanzando con las adaptaciones y luego me enfocaré con mis historias. Discúlpenme por haber tardado más de 4 meses sin actualizar. ;(