El viaje hacia la casa de Félix no fue para nada incómodo, Changbin estuvo nervioso cuando se acercó al chófer de Félix y se subió al auto, pero de ahí Félix empezó a hablar tan cómodamente que lo hizo sentir más relajado.

—Bienvenido a mi casa —dijo Félix, permitiéndole adentrarse al hogar.

Changbin observó a su alrededor, notando lo bonita que era la casa de Félix, los colores de la pared combinaban muy bien con los muebles, se sentía muy hogareño.

—Es muy linda tu casa.

—Gracias, aunque fue obra de mi hermana, a ella le gusta que todo sea muy minimalista y todo eso.

—Cool.

—Bueno, vamos a mi habitación.

—¿Eh? —soltó Changbin con rapidez—. ¿A tu... a tu ha-habitación...? ¿Tus... padres no se e-enojan?

—Mis padres no están en la casa, solo estamos tú y yo.

El corazón de Changbin se aceleró descontroladamente, en su cabeza se proyectaron imágenes para nada... decentes.

—Pero bueno, vamos a mí habitación para estudiar, a eso venimos, ¿no?

—Ah —expresó un poco más calmado—. Sí, sí, sí... Vamos a estudiar —musitó con nerviosismo, mientras se rascaba la nuca, pero de la vergüenza que sentía por haber pensado otra cosa.

Félix tomó la mano de Changbin y lo llevó a la parte de arriba, subieron y luego de unos cuantos pasos llegaron a un puerta de color blanco que tenía pegado el nombre "Félix", pero con recorte de letras, como si fuera una nota anónima o algo por el estilo. Félix abrió la puerta y le permitió entrar primero.

—Disculpa el desorden, no he tenido ánimos de ordenar —dijo recogiendo la ropa limpia y sin doblar que se encontraba tiraba en la cama, para guardarla en uno de los cajones de su armario, todo revuelto.

Changbin sonrió suavemente por aquello, él a veces dejaba acumular la ropa por doblar porque estaba ocupado o no tenía ganas de hacerlo.

—No te preocupes, me pasa igual —susurró, observando el interior de la habitación—. Tu habitación también es muy linda.

—Sí, gracias por eso, a mí me gusta lo vintage —dijo luego de cerrar el cajón repleto de ropa—. Entonces, ¿empezamos?

—Cuando tú quieras.

—Bien, entonces ahora.

—Dale.

Félix se acercó a su escritorio y sacó la silla que guardaba debajo de él, se sentó e invitó a Changbin a que hiciera lo mismo.

Entonces comenzaron con historia, Changbin le explicaba las fechas y momentos importantes de Corea, algunos detalles muy característicos del país y entre otras cosas que se consideraban relevantes.

Estuvieron concentrados en esa materia alrededor de una hora. Changbin revisaba uno de los cuadernos de apuntes que le proporcionó Félix, pero notó algo extraño; la letra de ese cuaderno no coincidían con la de Félix, por lo que revisó la carátula y se dio cuenta de que decía "pertenece a Yang Jeongin".

—¿Este cuaderno es tuyo? —se atrevió a preguntar, a pesar de que podía resultar extraño. Félix elevó su mirada del libro, observando de qué hablaba el mayor.

—No es mío, es de Jeongin, me lo prestó —respondió Félix—. Sus apuntes son mil veces mejores que los míos, por eso le suelo prestar sus cuadernos.

Jeongin era muy ordenado con sus apuntes, aunque estos no fueran revisados ni calificados por sus maestros, pero a él le gustaba tener sus apuntes bonitos.

Changbin asintió lentamente, quedándose viendo el cuaderno en sus manos y pensando en que era su oportunidad para descubrir si I.N y Jeongin eran la misma persona. Sin embargo, sería muy sospechoso sacar la nota que llevaba en su bolsillo y comprobar las letras, tampoco podía simplemente sacarle una foto frente a Félix, eso sería aún más sospechoso.

—¿Quieres algo de beber? —le preguntó Félix luego de haberse callado por algunos minutos.

Changbin salió de sus pensamientos y lo observó, fue entonces que vio la oportunidad presentarse, por lo que asintió lentamente.

—Sí, la verdad ya me dio sed.

—¿Jugo, gaseosa, limonada o algo en particular?

—Lo que tengas.

—Tenemos de todo.

—Ah, bueno... Un jugo entonces.

—Bien, ya regreso —avisó, saliendo de su habitación.

Entonces Changbin se quedó dentro de la habitación solo, por lo que no desperdició el tiempo, sacó su celular y le tomó foto a los apuntes de Jeongin, luego en calma y junto a Chan se pondrían a comprobar las letras. Cuando escuchó los pasos de Félix acercarse, guardó de inmediato su celular y trató de actuar normal.

—Traje jugo de mora, no sé si sea de tu gusto —dijo Félix al llegar a su cuarto, extendiéndole un vaso con el contenido mencionado.

—No te preocupes, sí me gusta —habló, tomando el vaso con jugo.

Félix le sonrió tan bonito que Changbin empezó a sentir que estaba mal lo que había hecho.

—¿Cuál te gustaría pedir? —le preguntó Chan en lo que ambos observaban las posibles opciones—. ¿Una Banana Split?

—Uhm, no, no me avanzo una sola y no me gusta desperdiciar la comida, puede ser una copa.

—Mmm, pero podemos pedirla y compartirla, si gustas.

—Sí, está bien.

—Listo, ya vengo.

Chan se dirigió al mostrador para realizar su pedido y pagarlo de una vez, en lo que Jeongin buscaba una buena mesa. Chan esperó unos cuantos minutos, no fueron tan largos, puesto que era lunes y el lugar no estaban tan lleno como los fines de semana.

—Aquí está —expresó Chan, dejando la Banana Split sobre la mesa—. Puedes empezar.

Jeongin asintió, tomando una cucharita y empezando a comer con timidez, sonrió ante lo delicioso que estaba, pero no se dio cuenta de esa mirada que me brindaba Chan.

Posteriormente, Chan le siguió y entonces ambos estaban degustando de ese postre, solo que en silencio por algunos minutos y en otros intercambiaron algunas palabras y cortas risas, así estuvieron hasta que lo terminaron y salieron de la heladería. Chan acompañó a Jeongin a la parada de bus y se quedó junto a él hasta que se marchó.

El objetivo de Chan era intentar acercarse a Jeongin y descubrir algo que le dijera que era I.N, pero se estaba volviendo difícil, no sabía cómo conseguirlo, puesto que él no era muy extrovertido y tampoco sabía cómo entablar una conversación, mientras tanto Jeongin era un poco más social, pero debido a los nervios que le causaba estar con Chan no pudo sentirse tranquilo y conversar amenamente.

Una parte de Chan se sintió bien, porque fue una grata tarde, extrañamente disfrutó de esa tarde en compañía de Jeongin, mientras que otra parte de Chan, muy diminuta, sintió que había perdido su tiempo, porque al final no consiguió nada de información.