El sol de aquel día estaba más radiante y caluroso que de costumbre, justamente en ese día que se realizaba el día deportivo y los estudiantes debían estar expuestos al aire libre, era como si el sol quisiese participar también.

—Changbin, ¿a dónde me llevas?

—A ver a Jeongin competir.

Jeongin.

Nuevamente sintió ese extraño palpitar en su corazón.

—¿Y por qué crees que yo quiero verlo competir? —preguntó con su ceño fruncido.

—Félix estará allí dándole apoyo —respondió, pero Chan continuó sin cambiar su expresión—. Vamos, Chan, acompáñame.

—Pero, ¿qué tengo que ver yo ahí? A ti te gusta, no a mí.

—Me da nervios ir yo solito. Acompáñame, ¿sí? —pidió con un puchero y un intento de ojitos tiernos, sin embargo, esos ojos no conseguían convencerlos.

No eran cómo los de él.

Rápidamente negó con su cabeza.

—Basta, no hagas eso —expresó, volteando la cabeza de Changbin con su mano—. Está bien, vamos, igual queda tiempo para que sea mi turno de competir.

—¡Eso! Vamos.

Y Changbin lo arrastró hacia la piscina del complejo deportivo que pertenecía al colegio, cuando llegaron las gradas estaban repleta de estudiantes.

—Llegamos algo tarde —comentó Chan.

—Allá está Félix.

—¿A dónde que no lo veo?

—Allí, en las gradas de abajo, cerca de los competidores.

Chan dirigió su mirada hacia donde señalaba Changbin y en efecto, allí estaba Félix. Chan se preguntaba cómo carajos Changbin logró verlo desde esa distancia, pero no consiguió pensar en la posible respuesta, puesto que Changbin volvió a arrastrarlo.

—Hola, Félix. ¿Llegamos tarde?

El mencionado se giró, mostrando esa brillante sonrisa.

—Hola, Bin. No, recién es el turno del segundo año —contestó—. Oh, hola a ti también, Bang —dijo cuando se percató de la presencia de Chan.

—Hola y puedes decirme sólo Chan.

—De acuerdo. Vengan siéntanse —dijo señalando los lugares vacíos a su lado.

Changbin se sentó a lado de Félix, mientras que Chan a lado de Changbin.

—¿Cuál de ellos es Jeongin? —preguntó Changbin.

—El número 1, están ubicados por orden de paralelos.

—Oh, ya veo. ¿El que tiene el gorro fucsia?

—Sí, ese mismo. Ya dará inicio.

Se concentraron en los competidores que estaban preparándose. Luego del sonido del silbato la carrera empezó, cada nadador se clavó al agua y las personas empezaron con sus gritos eufóricos de apoyo. Félix gritaba a todo pulmón el nombre de Jeongin, quien era el que lideraba la carrera. Changbin lo acompañaba en las porras, mientras Chan que sólo observaba en silencio.

Al final Jeongin ganó como ya se presentía, era el más rápido de todo el segundo año, y quizás del colegio.

—¿Y ahora qué sigue? Lo siento, es que es la primera que venimos a ver esta competencia.

—¿En serio? ¿De 3 años no han venido ni una sola vez?

—Chan y yo sólo vamos a las que estamos anotado.

No nos interesa en lo que participen los demás, pensó Chan.

—Oh, ya veo... Ahorita van a competir los ganadores de cada año.

—¿Eso estará difícil?

—No mucho, el año pasado Jeongin ganó, aunque hay que ver si ahora el chico de primer año es igual de bueno que él.

—Esperemos que Jeongin gane.

Chan no sabía qué hacía allí, se sentía como un mal tercio, puesto que Changbin y Félix hablaban amenamente entre ellos, no es como si lo estuvieran excluyendo, sino que Chan era algo reservado y no era muy sociable como para incluirse en la conversación.

La última ronda comenzó, los tres competidores iban muy a la par, siendo difícil predecir quién ganaría. Fue tan sólo cuestión de milímetros para definir al ganador.

—¿Quién crees que ganó? Estaba muy reñido.

—Voy a creer que Jeongin —susurró Félix—. Ay, van a tardar en analizar el eso, hasta mientras vamos a verlo.

Félix se levantó, siendo seguido de inmediato por Changbin, quien no dudó en arrastrar a Chan consigo.

—¡Jeongin! —pronunció Félix cuando ya estaban a una corta distancia del mencionado.

—Lix —habló bajando la toalla a su cuello.

Jeongin se acercó a ellos, llevando solamente el traje de baño que consistía en un short ajustado al cuerpo, que hacía destacar sus muslos y glúteos.

Chan se encontraba detrás de Changbin y Félix, pero fue capaz de observar el cuerpo de Jeongin, preguntándose cómo era posible que tuviera ese cuerpo si tenía una carita muy tierna.

—¡Lo hiciste increíble! —expresó Félix, abrazándolo con fuerza y sin importarle que Jeongin tuviera algunas gotas de agua en su cuerpo.

—Es cierto, te luciste —agregó Changbin.

—Gracias, aunque todavía no se sabe quién ganó y al parecer lo dirán al final de las actividades.

—Bueno, bueno, pero ahorita te toca las carreras. ¿Te sientes muy cansado?

—Un poco, pero no es tan grave. Iré a cambiarme.

—Okis, nosotros iremos a ganar puesto hasta mientras.

—Okey, nos vemos luego.

Jeongin se giró, adentrándose a los vestidores y así poder cambiarse.

—Chan, ¿puedes quedarte a esperarlo? —le preguntó Félix.

—¿Eh? ¿Esperarlo? ¿A quién?

—Sí, esperar a Jeongin en lo que nosotros vamos a conseguir lugar en las gradas de la pista de carrera.

Chan lo observó con su entrecejo fruncido, concentró su mirada en Changbin, quien hacía un gesto detrás de Félix para que aceptara.

—Okey... —suspiró—. Está bien.

—¡Gracias!

—Y no lo ignores, trata de hacerle conversa —susurró Changbin para que sólo Chan pudiera escucharlo.

—Bueno, nos vemos allá —intervino Félix, tomando la mano de Changbin para llevárselo de allí y dejando a Chan a la espera de Jeongin.

—Me las vas a pagar —musitó para sí mismo, pensando en lo que le pediría a Changbin por haberlo ayudado.

Jeongin no tardó demasiado, tan sólo fueron unos cortos minutos, cuando salió mostró su ceño se frunció al ver a Chan parado, como si lo estuviera esperando.

—Uhm... —susurró, llamando la atención de Chan—. Hola...

—Oh... Hola —contestó Chan, evitando mirarlo a la cara.

Era algo incómodo para ambos.

—¿Qué...? —soltó con nervios, pero tragó saliva para hablar mejor—. ¿Qué haces aquí? Pensé que te irías con ellos.

—Pues sí, pero...

Básicamente me presionaron para que te esperara.

—Te estaba esperando.

—¿A mí? —preguntó Jeongin con evidente asombro.

—Sí, para irnos juntos —respondió, pero antes de que Jeongin se atreviera a preguntarle el porqué, decidió volver a hablar—. Nadaste muy bien, ojalá que al final seas el ganador.

—Gracias —dijo Jeongin, intentando ocultar su sonrisa.

Sin embargo, fue imposible para Chan no notar lo bonita que era, pero cuando se percató de aquel pensamiento, prefirió tratar de pensar en otra cosa.

—¿En cuántas actividades te anotaste? —indagó, empezando a moverse con Jeongin caminando a su lado.

—En 4 actividades; natación, carrera con vallas, carrera de relevo y arco y flecha.

—Wow... Yo no podría anotarme en tantas actividades, a duras penas me anoté en una y lo hice sólo porque era obligación.

—De hecho... la profesora me anotó en todas, aunque igual no es un problema para mí.

—¿La profesora?

—Sí, ella había llenado mi hoja de inscripción para que nadie más se ganara el lugar.

—Oh... ¿Así que ella fue la que escribió? —se preguntó, aunque no se percató de que lo hizo en voz alta.

—Sí, exactamente.

—Ya veo.

—¿En qué actividades te inscribiste? —le preguntó Jeongin.

—En ajedrez.

—Wow, eso requiere de mucha estrategia, yo siempre pierdo en el ajedrez.

—No es tan complicado cuando entiendes cómo funciona... Si quieres algún día podría enseñarte —soltó sin pensarlo, queriendo cachetearse cuando recién se percató de lo que había dicho.

—¿En serio? —preguntó Jeongin con sus ojitos brillantes.

—Uhm, sí...

—Eso me encantaría mucho.

Jeongin sonrió, mostrando esos hoyuelos en sus mejillas y Chan tuvo que girar su cabeza, sin entender por qué su corazón nuevamente golpeó con fuerza a su pecho.

Luego un corto silencio se situó entre ambos, pero extrañamente no era incómodo como hace minutos atrás.

—¿Y qué hora te toca jugar? —preguntó Jeongin.

—Pues... —musitó, revisando la hora en su reloj—, como en una hora aproximadamente.

—Creo que sí alcanza el tiempo, ojalá las carreras no tomen mucho tiempo.

—Ajam...

—Bueno, allá están los chicos.

Jeongin señaló a Félix y Changbin que se encontraban sentados en primera fila con comida en sus manos, riéndose.

—Yo iré a ponerme en marcha, nos vemos luego.

—Okey, y suerte en las carreras.

—Gracias —dijo Jeongin con una sonrisa antes de marcharse.

Chan suspiró sonoramente, intentando que esas imágenes de Jeongin salieran de su cabeza.

Tengo unas preguntitas para ustedes: ¿Les gusta esta vaina de historia? ¿Qué expectativas o qué se imaginan que va a suceder más adelante? Tengo curiosidad. 👀