Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

© [ P a r t e d o s ]

Matsu odia el calor, él lo aborrece.

... Pero parece que a Tanjiro, su novio de hace ya tres meses, no le parece tan abrumador o incómodo.

Los ojos grises de Matsu están fijos en el techo de la habitación, las sábanas están tiradas en el suelo y él jura que su espalda desnuda está asquerosamente pegada al futón por el sudor. Las puertas corredizas de la habitación están cerradas y la ventana también porque a Matsu le cuesta dormir con los sonidos de afuera, sin embargo lo peor de esta situación era Tanjiro, quien yace acostado a su lado.

Tanjiro está dormido plácidamente, su brazo y pierna derecha están encima de Matsu, un abrazo lateral de oso y Matsu está pensando seriamente en agarrar a su novio y tirarlo por la ventana.

El cuerpo de Tanjiro es caluroso, casi caliente, un horno humano y Matsu trata de separar a su novio lentamente de él, pero Tanjiro tiene un agarre fuerte y no suelta su abrazo. Afortunadamente para Matsu, los ronquidos suaves de Tanjiro no son molestos, son casi imperceptibles considerando que sus rostros están cerca, literalmente Tanjiro frota su mejilla contra la mejilla de Matsu entre sueños.

—Me voy a morir estando aquí...—. Matsu murmura para sí mismo, aún mirando el techo de la habitación.

Él deja de mirar el techo para fijar sus ojos grises para poder mirar el rostro de Tanjiro, tan tranquilo y relajado... Matsu suelta un suspiro cansado. El cazador de demonios quita algunos mechones burdeos de la frente de su novio, su cabello estaba desordenado y era extrañamente atractivo ver a Tanjiro sin su acostumbrado peinado hacia atrás. Matsu sonríe un poco y pasa su pulgar suavemente en la ceja derecha de su novio, luego toca ligeramente la marca de su frente y su pómulo con cariño, viendo las pestañas cortas de Tanjiro proyectar tenues sombras en sus mejillas.

Ugh, que asqueroso es estar tan enamorado.

Matsu seguiría observando el rostro dormido del Kamado sin problema alguno... hasta que nota como la comisura de los labios de Tanjiro se elevan ligeramente hacia arriba, temblando un poco, como si se esforzara en mantenerse serio. Matsu no tuvo que pensar demasiado para darse cuenta que su novio estaba fingiendo dormir. Él, siendo el rencoroso que es, le da un tirón al lóbulo de la oreja de Tanjiro, teniendo cuidado con el arete Hanafuda, Tanjiro no puede evitar soltar un querido suave entre risas.

—H-Hey, eso duele...

—Agradece que soy gentil y benevolente—. Matsu contesta, soltando la oreja de Tanjiro en el momento en que los ojos del Kamado se abren y miran sus ojos grises.

Matsu cree que nunca podría aburrirse de ver los ojos amables y gentiles de Tanjiro.

Los dos chicos se quedan en silencio mientras se miran, la habitación está a oscuras al ser de noche pero ambos pueden ver el rostro del otro, ya que la luna se asoma ligeramente por la ventana, iluminando de manera tenue sus facciones. Tanjirou se acerca más a él, sonriendo mientras acaricia la mejilla izquierda de Matsu, quien ahora estaba acostado de costado. Tanjiro decide mover su mano más abajo, de su mejilla hasta su cuello, de su cuello hasta el costado de los bíceps de Matsu hasta quedar en la cadera, su dedo pulgar dando caricias circulares en el hueso que sobresale en la cadera de Matsu, su uña rascando inocentemente la piel.

Los ojos de Matsu miran hacia abajo, viendo las acciones de Tanjirou.

"Esto es muy íntimo... y algo erótico." Piensa Matsu, su lado puberto hablando por él, pero él decide no decir nada tan directo y deja que su novio lo toque.

—Creo que estás siendo muy coqueto—. Matsu murmura en voz baja, apenas encima de un susurro, mirando fijamente los ojos borgoña del Kamado.

—¿E-Es así?—. Tanjirou contesta con una leve risa ligeramente nerviosa mientras apartaba la mirada de Matsu por unos segundos, antes de mirar nuevamente sus ojos grises con una pequeña sonrisa—. Es sólo que... no lo sé. Simplemente te mereces un poco de dulzura, ¿sabes?—. Tanjiro contesta, también en voz baja, sus mejillas un poco rosadas por la anterior declaración de Matsu—. Me gusta estar aquí contigo.

—Lo sé—. La respuesta directa de Matsu hace reír suavemente a Tanjiro, no había falsa humildad en las palabras de su novio y el Kamado está bien con eso.

Tanjiro decide moverse un poco en el futón, sus piernas pateando sutilmente las sábanas para que no molesten su contacto de piel con piel con su novio. Tanjiro mantiene su sonrisa suave y gentil como siempre, pero Matsu puede deslumbrar el amor en sus ojos, mirada que el Kamado no le da a nadie más que a él. Tanjiro tararea una melodía mientras inclina su cabeza a un costado y al otro lenta y suavemente, con sus aretes Hanafuda tintileando y siguiendo sus movimientos mientras Tanjiro acaricia con su dedo pulgar el abdomen desnudo de su novio, contorneando las curvas con la yema de su dedo. Matsu decide no decir nada, un poco curioso por las acciones del cazador de demonios.

—¿Hay algo en tu mente?—. Matsu no duda en preguntar.

Tanjiro no contesta de inmediato, sino que se toma su tiempo, aún conociendo que Matsu no era alguien paciente. Él aleja su dedo del abdomen de su novio, buscando ciegamente en la oscuridad de la habitación la mano de Matsu. Como una flor que se despliega, los dedos de Matsu revelaron su palma, permitiendo que Tanjiro juntara sus manos, cerrándolas nuevamente como dos metidas de un todo. Luego de unos segundos, Tanjiro decide contestar, mojándose su labio inferior con nerviosismo subyacente de confianza, exhalando por la nariz.

—Tengo muchas ganas de besarte—. Confieza.

Matsu se mantiene tranquilo, pero su expresión facial cambia sutilmente, sus ojos grises se abren un poco más y sus cejas se alzan ligeramente. Él aparta la mirada y revoloteó sus dedos alrededor del agarre de su novio, estaba pensando, suministró la mente de Tanjiro. Se habían hecho novios hace tres meses, Matsu calcula, aunque la percepción del tiempo le resulta difícil con la cantidad de misiones que ha hecho últimamente. Sin embargo, ahora que él está pensando en profundidad, dentro de ese lapso de tiempo en ningún momento se besaron, ni uno chiquito, nada. Con razón Tanjiro se veía tan nervioso y callado estos últimos días, era porque quería reforzar su noviazgo.

Matsu se mordió el labio inferior con incertidumbre, nunca había dado su primer beso y hacerlo con alguien de su mismo sexo aún le resultaba extraño, a pesar de haber aceptado salir con Tanjiro. Salir era una cosa, pero los besos otra y eso complicó las cosas para alguien tan cerrado como Matsu.

Tanjiro pareció notar la duda e incomodidad en la mirada de su novio, quedándose callado mientras le daba un suave apretón a la mano fría de su novio, llamando la atención de Matsu hacia él.

—Está bien—. Tanjiro murmura con una sonrisa de disculpa, su voz sonando baja y débil, con la suavidad de una gota de la lluvia—. Sólo estaba dando una opinión, no es necesario hacerlo si te incomoda, lo siento.

—N-No, no es eso—. Matsu se apresura en decir, acercándose más a él—. Es sólo que... No sé, ¿Un beso? ¿Ahora? ¿No es muy... Pronto para eso?

—No creo que sea pronto—. Tanjiro responde con confianza, decidiendo ser más abierto con su pareja—. Han pasado tres meses y medio, te deseo físicamente, quiero besarte y quiero amarte correctamente.

Matsu traga saliva, con la suficiente fuerza como para notar la leve tensión en su garganta ligeramente más estrecha de lo normal. Él mira sus manos entrelazadas, notando, como siempre, los callos y dureza de Tanjiro, pero también notando la calidez y amor en ellos. Matsu vuelve a mirar sus ojos borgoña antes de suspirar, con un leve tinte rosado en sus mejillas, frunciendo ligeramente el ceño para enmascarar la timidez que brota de él.

—B-Bien, entiendo. Es sólo que no quiero arruinarlo.

—Nunca podrías arruinar nada.

Aquella es la respuesta silenciosa del Kamado, un susurro empapado de adoración, amor y algo más que Matsu se niega a reflexionar, porque sabía que aquello podría sentenciar su ser y hacerlo aún más dependiente de esa mirada amorosa que le está dando el joven frente a él. Matsu solo logra mirarlo con una ligera mueca de ensoñación, usando su mano libre para acariciar la mejilla de Tanjiro, tan suave, tan cálida, tan bonita como él. A veces se le olvida lo fuerte y poderoso que es el Kamado, olvida lo que vivió en su pasado y en lo que tiene que sobrellevar para encontrar una cura para Nezuko, es tan fuerte, tan valiente, incluso desde antes de que se conocieran en la montaña Natagumo. Matsu no puede evitar decir algo más.

—Has llegado tan lejos sin mí—. Murmura, queriendo hacerles saber a Tanjiro sobre su propio potencial, como si quisiera mostrarle su independencia y valor.

—No quiero ir a ningún lado sin ti—. Tanjiro responde sin dudar.

Matsu suelta una risa débil pero honesta, como una risa aireada desde el fondo de su pecho. Tanjiro sonríe al verlo, sus mejillas rojas al verlo reír.

La presencia de Matsu es un consuelo para Tanjiro, y estar a su lado es como estar al lado de un pedazo de su propio corazón.

Tanjiro sujeta suavemente la barbilla de su novio, guiando su cabeza a su altura, depositando un suave beso en sus labios en cuanto los dos adolescentes cierran los ojos. El beso es torpe, inocente y ligeramente incómodo por la inexperiencia de ambas partes, pero es cálido y amoroso, sincero y encantador. Tanjiro inclina su cabeza ligeramente a un costado, queriendo profundizar el beso, pero los labios fuertemente cerrados de Matsu lo hacen soltar una risita en medio del beso, causando que Matsu abriera sus párpados con confusión y frustración.

—¿Q-Qué es tan gracioso?

—D-Disculpa, en serio—. Tanjiro se asegura de contestar, teniendo que alejarse un poco del rostro rojo de su novio, teniendo que cubrir su boca con la palma de su mano para poder callar su risa suave, también tratando de ocultar su mueca nerviosa y emocionada—. No fue mi intención, l-lo prometo-, ¡uff!—. Una almohada estrellando contra su cara es la respuesta de Matsu, causando que Tanjiro se eche hacia atrás por la fuerza del golpe, pero no duele, Matsu se había asegurado de que no fuera con mucha fuerza... no con el propósito de ser doloroso por lo menos.

—¡Aich, por dios, imbécil, te estás burlando de mí!—. Matsu grita, su rostro totalmente rojo por la vergüenza e irritación, lanzándole otra almohada al Kamado, quien ahora sí logra esquivarlo.

—¡N-No, no, no!—. Tanjiro responde, aunque la risa en su voz es difícil de ocultar, lo que alimenta la rabia de Matsu.

Ambos chicos se levantan del futón y corren por la habitación, con Matsu persiguiendo a un nervioso Tanjiro, que aunque quería no podía lograr callar sus risas. Sin embargo, la puerta corrediza de la habitación se abre abruptamente, mostrándose a un Zenitsu enojado, estresado y con ojeras en sus ojos, lanzándole a ambos al mismo tiempo dos almohadas, estrellándose contra el rostro de Tanjiro y Matsu.

Por lo menos la noche siguió tranquila después de eso.

___________________________

Me entró inspiración, wuju. Aún no puedo creer que pasó cuatro años desde que escribí la primera parte de esto.
Me quedé sin comida de Tanjiro, hagan algo cabrones que la universidad me está matando.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro