—Estoy enamorada de tí, Meiko.

La presidenta del salón y la chica que se sienta justo a su lado, Luka Megurine; una chica alta, agraciada, con un largo cabello rosa y entre otras cosas, hermosa. Su hermoso tono de piel iba perfecto con su color de ojos y con esos labios que siempre van a compañados de un suave brillo. Esos labios de los que siempre salían las reglas y obligaciones que ella tanto odiaba escuchar en las mañanas, pero eso no la hacía ignorarla. Porque realmente, ¿quién podría hacelo? Pero justamente en ese momento esos mismos labios que ella siempre observaba de forma inconciente estaban haciéndole la conocida "declaración de amor".

No sabía que era más sorprendente: que la famosa y recta Luka Megurine tuviera inclinación hacia las mujeres o que justamente se enamorara de alguien como ella. Porque si estuvieran en algún tipo de cuento de hadas Luka sería, seguramente, una diosa del bosque y ella sería quizá el nomo gruñón que cuida el puente. No era que se considerara fea pero Luka era totalmente otro nivel.

Miró hacia un lado tratando de evitar la expectante mirada de Luka quién seguramente esperaba una respuesta de su parte. Pero, ¿Qué debía hacer? Luka era una chica muy hermosa que sin duda le quitaría la heterosexualidad a cualquiera, pero ahí estaba el detalle, era una chica. No era que tuviera problema con eso, el problema es que era exactamente ella. ¿Cómo podrías enamorarte de alguien a quien siempre envidiaste? Pero en el fondo, muy en el fondo donde ella nisiquiera sabía, al escuchar su confesión se había puesto un poco feliz. ¿Feliz era el término correcto? Quizá al haberla observado por tanto tiempo había empezado a notarla de una manera diferente.

Sus caderas, su cintura, su cabello, sus ojos, sus labios, su piel, cada vez se convencía más que una chica como ella no tenía defectos, al menos no físicos. ¿Podía existir ser más hermoso en esta tierra? ¿Por qué un ser tan puro se había enamorado de una pecadora como ella? Bueno, quizá exageraba, pero de que era hermosa, lo era.

—¡Meiko! —llamó a lo lejos una voz masculina que la hizo volver a la realidad.

Estaba divagando mientras caminaba.

Ella volvió su mirada y observó al chico acercarse a una velocidad tan pobre que decidió seguir caminando en vez de esperarlo.
El chico tras ella apresuró el paso al ver que su amiga no lo esperaría pero ya estaba tan cansado por sus "sesiones de entrenamiento" que le tomó un tiempo poder alcanzarla.

—Meiko, mala.

—No molestes, Kaito, es muy temprano.

—Ah, ya veo que pasa —dijo el chico haciendo como si la estuviera analizando hasta ponerse justo frente a ella haciendo que la chica se detuviera.

—¿Qué?

—Alguien sigue conmocionada por la declaración de amor de cierta chica.

—¡¿Tanto se me nota?!

—Vamos, Meiko. No por nada soy tu mejor amigo.

La chica bajó la mirada y empezó a revolver su cabello tratando de liberar así su frustración.

—¿Aún no piensas qué decirle?

—¿Qué se supone que deba hacer? Esa chica es... bueno, no la odio pero...

—Ni tampoco la amas. Es más, no sabes ni qué sientes y por eso no le puedes dar una respuesta.

—Exacto.

—¿Y qué piensas hacer?

—Ignorarla hasta que piense en algo.

—Si no te gustara sólo tendrías que rechazarla y ya.

—Lo sé... —susurró para sí misma y siguió caminando sin decir nada.

Pero no haría falta que tratara de evitarla ya que Luka nunca llegó ese día, ni el siguiente, ni el siguiente a ese.

Luego de tres días de ausencias había empezado a sentirse incómoda con la situación. ¿Por qué no iba? ¿le había pasado algo? ¿estaba enferma? ¿tuvo que salir de emergencia? Podrían solo ser tres días pero para alguien tan responsable como Luka eso era algo impensable y exactamente por eso temía que algo malo pudiera estar pasando. Pero aunque se sintiera tan inquieta no tenía las agallas de ir y preguntarle a su profesor o a alguien si tenía noticias de Luka, ya que estaba consciente de que sólo eran tres días y quizá sólo estaba haciendo drama por nada. Pero esa sensación no la dejaba en paz. ¿Cómo podría saber de ella sin que pareciera preocupada?

Y como si el cielo respondiera a su pregunta esa situación se dió.

—Como sabrán, Luka ha faltado a clase por tres días y no falta mucho para los examenes. ¿Alguien podría hacernos el gran favor de entregarle estas copias a ella directamente?

—¡Yo lo haré!

Ella se levantó de su asiento y se acercó al profesor para que este le diera las copias. Lo había hecho casi sin pensar, como si fuese un robot programado, pero no había podido evitarlo. Ahora tenía una excusa perfecta para averigüar lo que estaba pasando sin que pareciera que estaba preocupada.

Era el plan perfecto... ¿o no?

¡Hola!
Aquí con un fic nuevo... que esta vez no abandonaré(?)
Es que ya lo escribí xd

Tenía pensado escribir de esta shipp que me encanta, porque enrealidad casi no hay nada de ellas (al menos en fanfics, solo hay 1) y es como adjahzhsh :(
Espero hacerle justicia a la otp y que más personas se animen a escribir de ellas <\3

Weno, que más diré, será un fanfic súper corto (cuatro capítulos) y por eso es un terreno nuevo para mí, nunca he escrito algo tan corto aparte de los one-shots ;;

Como siempre, disculpen los dedasos :(

En fin. Espero que disfruten el fanfic y chao bbs <3