Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cap.9

Jack Kaiser, el chico del cementerio, el chico que se preocupó por una chica que encontró sola al lado de una tumba, mientras lloraba y hablaba sola.

Visto así, da bastante miedo.

Cuando le doy los buenos días al hombre de la caja, Jack se gira y me sonríe.

-Toma, una piruleta- me dice, entregándome una piruleta.

-No se tú, pero en mi casa se dice buenos días, ¿qué tal?- Le digo y si le ha ofendido me importa una mierda.

-Buenos días, ¿qué tal? Toma, una piruleta para que la niña esté feliz en clase.

-¿Niña? ¿En serio?- pago y me voy sin coger la piruleta.

Ni siquiera le miro a la cara, ni le digo adiós, solo salgo a paso ligero hacia mí moto.

-¡Ey! Espera, por favor, lo siento- dice y me coge del brazo con tanta fuerza que me choco contra su pecho y no puedo evitar oler su perfume.

-¿Qué coño quieres?

-Nada, solo... no sé- mira hacia abajo y me suelta la mano.

-Vale, te perdono- ahora la que se siente mal soy yo por haber tratado así a un desconocido que solo intentaba ser amable conmigo-¿esa moto es tuya?

Mi pregunta hace que su sonrisa vuelva y que la comisura derecha de mis labios se eleve.

-Sí, está guapa, ¿eh? ¿Esa es tuya?

-Está bien y sí, es mía, me la regalaron ayer mismo.

-Vaya ¿y ya le echas combustible?

-Sí, ayer la utilicé bastante.

-Claro, ir al cementerio andando no era una opción- le miro mal ante el último comentario, lo nota en mi mirada y se ríe de mí gesto- si quieres te acompaño, yo voy al instituto.

-¿A cuál?

-Está un poco lejos de aquí...

-Vale, ya sé cual es- le freno, yo señalo un edificio que está a lo lejos, mi instituto no será muy grande, pero desde donde estamos se ve el imponente edificio que es una cárcel para algunos. Me incluyo en ese grupo- yo voy a ese.

-Ni tan lejos, venga va, ¿una carrera?- dice y se pone el casco.

-¿Y tus gafas Kaiser?- digo, mientras que yo también me pongo el casco.

-Solo me las pongo para ver de cerca o de noche, ahora no las necesito, están en mi mochila y deja de entretener y piensa en alguna cosa que puedas hacer, porque vas a perder.

-Ja, ¿qué pasa si pierdo?- me burlo, nuestras motos están preparadas y rugen con cada movimiento de muñeca, ahora solo veo los ojos de Jack, que están a mi altura, preparado para perder, porque sé que yo voy a ganar.

-Me darás tu número.

-Que infantil- digo y me termino de poner el casco, el cual es lo único que hace que Jack no vea mis ojos. Mi mirada está fija en la carretera que tengo enfrente.

-Y ¿si pierdo?

-Irás al baile de máscaras- los dos nos reímos.

-¿Y yo era el infantil? Trato hecho.

-Trato hecho y ahora 3...

-2...

-1...

-¡Nos vemos perdedora!- me grita, le he dado diez segundos de ventaja, ahora se va a enterar de quién es Courtney Kincaid.

En mi mente resuena Wapo Traketero de Nicki Nicole. Le pega a Jack. Demasiado. Jack también es demasiado, pero no como Koen. Jack es demasiado en mi. Koen es demasiado en él.

Los dos aceleramos y siempre le hago creer que va a ganar. El instituto está a escasa distancia, lo veo frente a mí, pero está lo suficientemente lejos para que yo acelere de un momento a otro y que Jack pierda.

Los dos nos intentamos superar en la carretera, que aún está vacía por las horas que son. Cada vez que acelero siento que llego a la luna. Sé que él siente lo mismo. Te sientes incanzable. Poderoso. Como si tuvieras el mundo a tus pies. Y esos sentimientos hacen que acelere más y más y más.

Y lo hago. Acelero. Una masa de gente, que son compañeros y niños de primero, tienen que apartarse para que no les atropelle. Obviamente he ganado, aunque tampoco me gusta el premio que he conseguido, me da bastante igual que Jack vaya a la fiesta. Cuando mi moto frena y se para haciendo un pequeño derrape, siento las miradas de todos en mi y en mi acompañante que llega un par de segundos después.

Me bajo de un salto de la moto y me quitó el casco sacudiendo mi pelo suelto. Jack me imita, pero en vez de ahuecar su pelo, lo desordena más.

-Ganaste- dice acercándose a donde estoy.

-Sí y dejándote la ventaja de la gasolinera.

-No necesitaba la ventaja, te dejé ganar, así que supongo que tendré que ir a ese estúpido baile.

Se acerca más a mí y vuelvo a oler su perfume. Puedo ver más sus pecas encima de su nariz, las cuales el día del cementerio no pude distinguir. Está raro sin sus gafas, pero no es feo. Se ve atractivo. Muy atractivo, espera ¿acabo de pensar eso? ¿Qué...?

Lleva una camiseta negra de manga corta y veo los tatuajes que tampoco había distinguido antes. Desde hoy me gustan los tatuajes.

Joder.

Usa unos vaqueros negros. También le quedan bien.

El puto príncipe del infierno.

Su pelo es castaño tirando a oscuro, pero tampoco tanto.

-¿Me estás analizando?- se ríe y puedo distinguir cada uno de sus perfectos dientes.

Joder, otra vez.

-Eres un poco egocéntrico, ¿no?

-Pues fíjate que eres la primera que me lo dice.

Ya no hay espacio entre nosotros. Su aliento ahora forma parte del mío. No me gusta. No me gusta esto que siento.

Le odio.

-¿Te puedes alejar un poco?- le pido.

-¿Y si no quiero?- me dice.

Mis ojos bajan a su boca y se vuelve a reír, pero esta vez solo levanta su comisura derecha.

Dios, es insoportable.

-Te lo digo en serio.

-Ha dicho que te alejes de ella- salta Koen detrás de él.

-Perdón, no sabía que tenías novio- y vuelvo a ver al chico del cementerio.

Veo la tristeza en cada ángulo de su cara. Su mandíbula se tensa y puedo distinguir un tatuaje en su cuello, bien camuflado. Sus ojos, que hace un momento me tenían enganchada, ahora están perdidos, ahogados en los pensamientos de la mente.

-No es mi novio.

-Soy su mejor amigo- dice Koen, algo avergonzado, supongo que creyó que estaba en apuros.

-Me voy ya, desconocida, llego tarde a clase.

No le he dicho todavía ni mi nombre, soy idiota. Sé que he ganado, pero lo hago inconscientemente. Saco un rotulador negro de mi mochila y corro hacia Jack, quien ya tiene el casco puesto.

-¡Ey!- le grito.

-Que.

-Hemos quedado en empate, me has dejado ganar, ¿no?- no le puedo ver la cara, solo los ojos, pero aún así, solo por ver cómo se achican estos últimos, sé que está sonriendo.

Le examino los brazos.

-¿Algún lugar donde no tengas tatuajes?- le pregunto.

-¿De verdad lo quieres saber?- se ríe y cuando ve mi cara señala una pequeña zona de su brazo izquierdo.

-Eres un tonto, ¿lo sabes?- digo mientras le pongo la tapa al rotulador.

-¿Ese será mi apodo? ¿Tú tienes alguno? Bueno, no sé tu nombre- ríe- me pensaré un buen apodo.

-¿No quieres saber mi nombre?

-No hace falta- dice montándose en la moto- así tendremos tema de conversación la próxima vez que nos veamos, desconocida.

Y se aleja. Acelerando en su moto. Acelerando mis pensamientos porque ahora sé que le tendré que volver a ver, lo que no sé es si será en la fiesta o antes.

Espero que sea nunca.

Tiene tu número.

Odio ser tan débil y haber hecho eso.

Joder, otro problema a la lista: Jack Kaiser.

-¿Qué coño acaba de pasar?- me dice Koen, vamos por los pasillos y noto como la mirada de mis compañeros atravesara mi piel.

-Acaba de pasar Jack Kaiser.

-¿Y...?

-Y es un chico que me encontré en el cementerio de madrugada y esta mañana en la gasolinera, hemos echado una carrera, he ganado, va a venir a la fiesta de máscaras y tiene mi número- le digo aceleradamente.

-Woah- dice- primero, calma, segundo, te conozco de hace un día y no puedo opinar mucho, pero el chico no me gusta para ti.

Estados entrando a nuestra primera clase, historia. No se de que le sirve a una futura fotógrafa y a un futuro piloto ésta asignatura, pero aquí estamos.

-No me gusta.

-Claro, ¿y porqué le has dado tu número a un desconocido?

-Tú ayer fuiste a mi casa y también eras un desconocido.

-Buen punto, pero no es lo mismo, yo no tengo ganas de besarte frente a todo el insti después de una carrera de motos.

-Él no me iba a besar.

-No, quería que le echaras agua bendita, no te jode- dice sarcasticamente- soy hombre, sé lo que digo.

-No me quería besar y no va a pasar nada.

-En el hipotético caso de que te llegara a gustar, quiero decirte por segunda vez, no me gusta.

-¿Por?

-Es el típico chico malo que rompe corazones.

-¿Dices eso porque tiene moto y porque según tu ha intentando besarme?

-Sí.

-Pues entonces yo también soy mala.

-No es lo mismo.

-Sí lo es, le estás juzgando sin conocerlo.

-Tu le estás defendiendo sin conocerlo.

El profesor entra y la conversación se corta. Koen tiene razón, pero no del todo. Jack no me cae demasiado bien, pero tampoco parece mala persona.

Recuerdo su cara del cementerio. Esas facciones tristes. Me recuerda en parte a mi. Me recuerda al dolor en sí. Su cara cuando le vi por primera vez es sinónimo de dolor.

El teléfono me vibra sin emitir ningún tipo de sonido y tengo la esperanza de que sea el chico de las frases, me gustaría hablar con él de esto.

Desconocida, ¿te gustaría quedar esta tarde?

Pero no. Es Jack. Y no es el Jack de libro que quiero. Es Jack Kaiser. El chico del dolor.

Courtney: Mañana tengo examen de música.

Jack: ¿De qué va? Te puedo ayudar.

Courtney: No creo que puedas.

Jack: Ja, ¿eso porqué? Tan tonto me ves.

Courtney: No quieras saber la respuesta ;)
Y, no, porque tengo que componer una canción y tocarla mañana.

Jack: ¿Instrumento elegido?

Courtney: Piano, lo único que sé tocar.

-También sabes tocar los cojones-miro a Koen con ojos fulminantes, él sonríe-pero claro, eso no se lo dices.

Jack: Te paso ubicación y te espero a las cinco.

¿Qué? Espera, ¿me va a ayudar? Joder.

Miro hacia los lados y me encuentro con los ojos de Koen-otra vez. Está mirando mi teléfono, seguramente intentando averiguar cual será mi próxima respuesta.

Koen ya sabe casi todo de mi. Menos lo de mi abuela.

En un solo día te conoce, increíble.

Sí, aún sigo sorprendida.

Jack: Por cierto, no es una pregunta, de verdad quiero ayudarte.
A cambio de algo ;)

Me están empezando a sudar las manos y no sé si es porque estoy con el móvil en clase o es porque estoy hablando con Jack.

Courtney: El que...

Jack: Tu nombre, te dije que la proxima vez que te viera lo usaría de excusa, quizás asi coges más confianza.

Courtney: ¿Sólo eso?

Jack: ¿Decepcionada?
Desconocida, no me acuesto con cualquiera.

Una ola de calor se apodera de mi cuerpo. Cada vez que escribe o dice desconocida es... no sé qué es. Estoy confusa.

Courtney: No quiero acostarme contigo.

Jack: ¿Si hago que cambies de opinión qué me das?

-Hazte la dura.

La voz de Koen en mi oído hace que mi corazón de un vuelco. Eso de que se meta en mi vida privada me chirría, pero supongo que eso hacen los mejores amigos.

Después de contarle miedos, sueños y esperanzas a Koen en una sola noche, creo que tenemos confianza. Creo que ambos sabemos que seremos mejores amigos. Quizás lo somos ya. No sé cómo va el tema de la amistad.

Courtney: No cambiaré de opinión.

Jack: Has tardado en responder, desconocida.

Courtney: Podrías buscar un apodo mejor, o ¿es que el niño no tiene creatividad?

Koen y yo nos reímos en voz baja ante el estúpido mensaje que le pongo. Parecemos críos de seis años.

Jack: Para ponerte un apodo mejor te tengo que conocer más, ¿no crees?
No te dejo perder más clase, nos vemos esta tarde...
Desconocida ;)

No respondo. Le dejo en visto.

Koen no parece sorprendido, creo que viendo mi cara sabe que si toco un hielo con el meñique lo derrito.

No son las palabras, tampoco la quedada. Es imaginarme a Jack diciendo desconocida con esa voz grave, viendo como si nuez de Adán sube y baja ante la propia palabra o cada vez que traga saliva.

La primera vez que lo vi me pareció un idiota, ahora me pone nerviosa, ¿qué pasará después? Tengo un problema desde siempre, no sé controlar los sentimientos más fuertes y más si es la primera vez que los siento.

Jack no hace que en mi estómago hayan mariposas, él hace que el pulso se acelere. Quiero pensar que es porque es un chico y no es feo. Es guapo. Demasiado. Sé que si una chica de mi instituto estuviera en mi lugar, estaría ideando algo para tirárselo esta tarde. Yo estoy ideando algo para que el oxígeno no se vaya de mi cuerpo cuando le vea.

Todavía le puedo ver en el cementerio. Viendo como se preocupa por mí. Me arrepiento de haberle tratado con tanta frialdad esa noche.

La campana suena y me doy cuenta de que no he tomado apuntes ni prestado atención.

-Tranquila, te los paso luego- me dice Koen levantándose de su sitio como si me pudiera leer los pensamientos.

-Gracias.

-¿Abrimos mañana las cartas?

La pregunta me da una bofetada de sorpresa. Entre Jack, conocer a Koen, la moto y el chico de las frases no me he acordado de las cartas. Tengo demasiada presión y tengo miedo. Tengo miedo de enterarme de algo que ni quiero.

-Vale.

Aún así respondo que sí.

Después de leer la carta leeré su diario. Mi abuela lo quería así y no sé porque sólo me he centrado en mí y no en las promesas que hice.

Voy a pasar de todo y voy a empezar a cumplir lo que debería haber cumplido hace mucho.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro