Cap.2
Este cap va dedicado para mí gran amiga y apoyo Sadgirl766
Muchas gracias amiga por estar en ese momento donde quería dejar de respirar, cuando desaparecí, pero seguiste preocupandote por mí. Gracias.
Gracias por hablarme cada día con esa voz tan especial y esa forma que tienes de hacerme sonreír o conmoverme.
Eres una gran persona y sobre todas las cosas una gran amiga. Prometo que un día nos veremos y te abrazaré para que sientas que estoy ahí.
Ojalá que todo tu dolor o la tristeza que sientas me la pudiera quedar...
Te quiero mucho y como siempre te digo, eres una reina.
Eso es todo jaja espero que estéis genial...
Besos, abrazos y rosas de fuego ;)
MASON SMITH
13/09/2023
Hace ya un par de semanas Ava me pidió- más bien me obligó- a escribir aquí, en este viejo cuaderno.
Se está tomando muy en serio las peticiones de... bueno, ella, no se puede decir su nombre, Grayson y Ava aún no lo soportan.
Los que peor lo llevan son ellos dos, Emma sigue mal, pero al menos puede decir su nombre y yo también, pero creo que de momento aquí no lo diré.
Supuestamente tengo que abrir mi corazón y mi mente al escribir, pero no me atrevo, porque, confío en Ava y en su promesa de que no leerá esto hasta que pase mucho tiempo, pero a la vez tengo esa duda de que se entere de mis cosas.
La quiero.
La amo, mejor dicho y eso es aterrador, porque le estoy dando mi corazón a una chica que no sé si es la indicada.
Yo no sé lo que siente, tampoco sé si estoy preparado para saberlo.
Si me quiere no me sirve, porque yo no quiero estar con ella un tiempo que tenga caducidad temprana, quiero algo que llegue lejos y formar una familia con ella.
Aún no sabe todo de mi y eso también me da miedo, porque sólo ve en mí las aristas claras, pero las oscuras, las más escondidas, no las puede ver hasta que yo se las enseñe.
Todavía no se las puedo enseñar, porque ni siquiera le conté cuál es mi mayor sueño.
La última salida que tuvimos todos en grupo, con ella también, recuerdo que Ava se quedó bailando en la pista con Emma antes de que el mal surgiera de entre las cicatrices de nuestra amiga de mechas rosas, yo me quedé con ella y Grayson se fue un momento al baño y después a por unas bebidas.
Lo estoy narrando fatal, lo siento, es la primera vez que hablo, bueno, escribo sobre esto.
Ella y yo nos quedamos solos y me preguntó si amaba a Ava, yo le dije que sí y ahí empecé a confesar cosas.
De las cosas que le dije, entre ellas estaba mi mayor sueño.
-Quiero ser nadador profesional, participar en las olimpiadas- recuerdo que le dije.
-Y lo lograrás, te lo juro- también recuerdo que ella nunca juraba, pero esta vez lo hizo, supongo que lo hizo porque dentro de lo que cabe, eran sus últimas palabras hacia mí.
Recuerdo la sonrisa que me dedicó y me atormenta desde que se fue porque lo dijo tan convencida que si no lo logro en un futuro, nunca me lo perdonaré.
Ese es mi sueño, espero que Ava cumpla su promesa de leer esto, porque prefiero decírselo yo cuando me sienta preparado.
Siempre he creído que se reirían de mí por ese sueño, no sé, es raro dentro de lo que cabe.
-Mason, todos en este grupo somos extraños y conocidos, ¿te das cuenta de la contradicción tan grande?- y me siguen atormentando sus palabras y argumentaciones tan buenas como locas.
Quería mucho a esa chica, porque fue una de mis mejores amigas.
Y ahora, sin ella era como que todo se descolocara y nosotros tuviéramos que montar de nuevo el rompecabezas que ella destrozó cuando se fue.
No sé qué más escribir, nunca se me ha dado bien lo que vienen siendo las artes plásticas y literarias.
Podría contar como comenzó lo mío con Ava, aunque tampoco sé con certeza lo que somos ahora, nos queremos y nos tratamos como si fuéramos algo más, pero no lo somos.
Cuando llegó al instituto y la vi sentada al otro lado de la clase al lado de la chica de mechas rosas, me sorprendió, quizás porque nunca vi a una chica tan guapa.
Ava es de esas chicas que tienen una sonrisa preciosa y una risa extraña, pero aún así le daba ese carácter alocado que siempre esconde en las clases.
Abrí mi cuenta de Instagram y la escribí, tan fácil como eso. Fui un cobarde por no tener los huevos de acercarme y decirle lo que pensaba de ella a la cara, pero toda nuestra generación ligaba así.
Cuando me metí en su perfil, después de escribirla, vi muchas fotos de ella en un taller, había muchas telas. En algunas salía ella sonriendo, en otras concentrada y seguramente la foto se la sacaron sin previo aviso, aún así, salía bastante guapa. También tenía fotos con lo que parecía su familia.
Pero lo que más me llamó la atención fue la única foto que tenía con un chico que ni había etiquetado, cuando intenté ver si había más fotos de él en su cuenta me di cuenta que estaban en oculto.
Ese día no quise pensar en si era su novio o no, tan sólo lo ignoré y seguí recorriendo con la mirada todas sus fotos.
Hasta que me llegó una respuesta y, la verdad, me hizo gracia el hecho de que intentara imitarme en la forma de ligar.
Giré la cabeza a donde estaba sentada y la observé, ella hizo lo mismo segundos después y nuestras miradas quedaron atadas hasta que sonó el timbre que indicaba el cambio de clase.
No la volví a ver en el resto de la jornada.
Ahora que me doy cuenta, se me olvidó comentar algo que no me hizo ni puta gracia en su día.
El día que tuve que repetir por obligación, sólo porque me lo pidió Grayson para que pudiera vigilar más de cerca los pasos de Alex.
Al cabo de un tiempo no me importó, porque ahora he conocido a Ava gracias a Grayson en verdad.
Grayson no podía repetir, tenía que salir de esa casa, de ese "hogar" tan tóxico.
Bueno, que me voy por las ramas, soy peor que una chica (Ava, sé que si estás leyendo esto ahora te estarás riendo, pero solo por ser tú, te lo perdono).
La cuestión es que ese mismo día estuvimos hablando por videollamada y fue... increíble.
Ese sentimiento que te da cuando escuchas una canción que te encanta y que te hace llorar, pero a la vez estas seguro de todo cuando suena y se te aclaran los pensamientos.
No sé porque mezclé estas cosas con lo que sentí cuando hablé con ella por primera vez, pero seguiré contando.
Hablamos por horas y le dediqué una canción, algo que le cambió la actitud y la cara. Le arranqué una sonrisa que era muy diferente a la que había visto esa mañana en clase, pero igualmente la había visto ya: en la foto con el chico ese.
A día de hoy me sigue molestando no saber quien carajo es, pero no puedo obligarla a contarme algo, ya que no sería justo, yo no le he contado sobre mis sueños o mis sentimientos hacia ella.
Después de un buen rato, me dijo de quedar en el parque de atracciones ese mismo fin de semana y creo que ahí es donde las cosas se empezaron a confundir.
Aunque parezca increíble no me gustan las emociones demasiado extremas, como esa que se forma cuando te montas por primera vez en una montaña rusa. Soy más de emociones tranquilas, fuertes, duraderas y sostenibles.
Supongo que me lo transmitió la chica de mechas rosas.
Sigo echando mucho de menos a esa chica, aunque cuando estoy con los demás intento aparentar que estoy bien para que se puedan apoyar en mí, aunque por dentro me esté muriendo.
Prefiero verme morir a mi, a que se muera mi mejor amigo o Ava, que son los que peor están. Supongo que Emma y Henry hacen lo mismo que yo, hacerse pasar por pilares que aguantan el dolor y las penas de nuestros amigos, porque creo que los tres sabemos que ellos harían lo mismo por nosotros.
En mi opinión, una amistad es más importante que la familia, ya que la eliges y sabes que son reales por amor y no por sangre. Amo a mi familia, pero creo que hablo en nombre de todos que a quien le contamos todo es a nuestros amigos y no a los que comparten genética con nosotros.
Ahora, volviendo al día de la quedada con Ava y para ser sincero, me dediqué tiempo para parecer lo que realmente no era.
Recuerdo cómo cambié hasta mi forma de vestir, cómoda y más deportiva que otra cosa, a una más arreglada. Los nervios me invadían y, aunque ya no habíamos visto en clase, quería dar una buena segunda impresión.
Pero cuando los dos nos encontramos en la entrada del parque de atracciones nos cagamos de risa. Ella iba vestida como yo hubiera ido vestido y yo iba vestido de la forma en la que seguramente ella hubiera ido vestida. Eso relajó un poco la presión del principio.
Hablamos de cosas triviales, haciendo preguntas por turnos para conocernos más entre nosotros.
Nos montamos en la casa del terror, en los coches de choque y en la montaña rusa más alta y larga que jamás había visto en mi vida.
Ahí descubrí el lado aventurero de Ava y lo atrevida e increíble que era, aunque ella no se diera cuenta.
Al terminar la diversión en el parque de atracciones ella se tenía que ir a casa pronto y me ofrecí a acompañarla. Cuando llegamos a la puerta es donde casi nos damos nuestro primer beso, hasta que salió su padre, un hombre serio y de ceño siempre fruncido que no se parecía en nada a la chica que tenía delante.
Cuando volví a mi casa no pude olvidar el hecho de que casi nos besamos y que, por primera vez yo no me quería liar y olvidarme, quería mirar al futuro de su mano y me dio miedo, porque es la primera vez que sentía algo así.
Decidí dejar la mierda que a veces, solo en fechas de festejo, consumía.
No podía parar de pensar y pensar y pensar.
En su cara.
En su sonrisa hermosa.
En su risa loca.
En su mirada decidida.
En ese aura que llevaba alrededor y te envolvía cual manta, porque te calentaba el corazón de una forma inexplicable.
Y todo eso en un solo día, en sólo veinticuatro horas.
Tampoco podía parar de pensar en el chico de la foto y de que, posiblemente era su novio y yo estaba en mi cama imaginando un futuro con una chica que estaba pillada por otro.
Ahora, es que sigo sin saber quién es el chaval.
Nos conocemos tanto, pero a la vez no conocemos nada del otro.
Quizá la chica de mechas rosas siempre tuvo razón: todos somos extraños y conocidos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro