Hola criaturas lokaaas!!!

Que tal todo?? Espero que genial.

Este cap se lo quiero dedicar a una de mis más fieles lectoras MILUCHIZ_50, mil gracias por leerme corazón, espero conocerte un día y darte un gran abrazo.

Bueno, si tenéis alguna pregunta, sugerencia o comentario personal que añadir, lo podéis hacer por aquí antes de leer.

Este cap es muy corto, pero hoy toca doble actualización, asique tranquilidad jaja

Besos, abrazos y rosas de fuego ;)

-Abuela, ¿qué es lo que hago mal?

Estoy frente a las tumbas de mis abuelos y Sophia. La rosa sigue conmigo. Aguanto las lágrimas, no porque tenga que demostrar fuerza, sino porque si lloro, me derrumbaré y volveré a estar en ese hoyo de hace dos años.

-Estoy tan cansada, n-no soy tan fuerte, n-no s-soy como tú, abuela o como tú, abuelo- digo y rozo el poco espacio de hierba que separa sus tumbas- seguro que tú también eras fuerte, Sophia- primera lágrima. Me paso el pulgar debajo del ojo del que ha salido y la limpio- te dejo esta rosa, no la quiero- digo y la dejo al lado de las flores que ya tienen- si él no me quiere a mí, yo no quiero esto.

Me levanto y cuando me dispongo a ir a la puerta del cementerio me giro hacia atrás. Busco algo de ellos tres, aunque sólo haya conocido a dos. Busco que él siga allí y que esto esté siendo una broma, porque lo que le pasa a... no lo diré, así no tengo que creérmelo.

Pero, aunque no quiera admitir lo que me pasa, tengo que hacerlo ante las preguntas que durante esta semana me están surgiendo. ¿Qué hay de importante en el diario? ¿En las cartas? ¿Quién es Everlyn? ¿Porque Jack ahora se quiere alejar? ¿Porque siento que me quema cada vez que me toca?

Demasiadas preguntas y emociones juntas. Pero ahora las únicas que deberían importarme son las dos primeras. Jack se aleja, pues yo alejo las preguntas, me ha dicho que lo olvide y eso haré, será lo único que haga por los dos.

Voy caminando a la casa de mi mejor amigo con la música de fondo, que obviamente es triste, la combinación perfecta con mi estado de ánimo actual.

Apartando de mi mente lo que acababa de pasar en el cementerio, estoy nerviosa por las cartas, porque la mía seguro que tiene algo importante, así era mi abuela, decir las cosas por escrito y después desaparecer. No sé cómo era la abuela de Koen. Él me dijo que nunca llegó a conocer a su abuelo, que murió antes de que su padre naciera, así que la única que sabía cómo era él fue su abuela, que ahora tampoco está. También me ha dicho, que las pocas veces que pudo tener con él a su abuela, ella era la más cariñosa, le consentía, pero que nunca le contó historias de su abuelo o de cuando ella era joven, sólo estaba para él, solo vivían el presente sin mencionar al pasado y sin especular sobre el futuro.

Lo veo a lo lejos, sentado en las escaleras de la entrada de su casa. Levanto la mano para saludarle y él me devuelve el saludo con una pequeña sonrisa. Me acerco y me da un abrazo de oso. Lo necesitaba y ni siquiera lo sabía.

Ojalá que le cuide la persona que esté con él en el futuro.