Cuando aparco me doy cuenta de que lo he hecho al lado de su moto.

¿Ya ha llegado? ¿En serio?

Hemos quedado en el acantilado, uno de mis lugares favoritos.

¿Le gustará a él también?

Voy andando hasta la cima. Me sudan las manos y tengo que secarlas cada dos segundos con el pantalón, el pulso me va a mil y tengo todo el rato la tentativa de colocarme el pelo detrás de las orejas. Aunque todos sabemos que eso me arruinaria la poca belleza que tengo.

Estoy nerviosa porque tengo que cantar delante suya y la canción que he compuesto esta sacada de un pequeño poema que hice hace un par de años cuando todavía iba a secundaria. Tengo miedo de que se burle. He grabado la melodía que quiero antes de venir con el piano que tenemos en casa. Es de papá, pero él ya no toca, antes lo hacía, ¿qué ha cambiado?

Estoy a punto de gritarle que ya he llegado cuando le veo a lo lejos, pero no está solo. Con él hay una niña pequeña. Es adorable.

Courtney, controlarte. Deja la obsesión con los críos por hoy.

Pero es tan mona.

No. Lo. Hagas.

-¡Hola!- digo sonriente y casi dando saltitos.

Tarde, ya has sacado a tu niña interior. Si querías que Jack te conociera tal y como eres, genial, lo has conseguido. Bravo.

-Hola desconocida- dice Jack dedicándome una sonrisa se lado. Esta sujetando a la niña.

-Y ¿esta niña tan preciosa?- le pongo la mano y ella me choca los cinco. Jack se ríe de mi comentario.

-Acabas de conocer a mi hermana y ya la quieres, ¿tengo que volver a ser un niño para conseguir tu atención?

-Quizás- digo distraída, estoy jugando con la niña- ¿cómo te llamas?

-Adela- dice con voz chillona.

-Tiene siete años y te juro que si se pone modo hiperactiva te la regalo- dice Jack.

De un momento a otro Adela se va a jugar con una mariposa y Jack y yo nos quedamos solos viéndola correr. Él se inclina a mi oído y me vuelvo a poner nerviosa. La Courtney pequeña y enamorada de los niños se ha ido y ha vuelto la chica normal que soy.

-Piensa que cuando se mete en el agua se transforma en sirena- me dice.

Si se acerca un centímetro más sus labios me rozarían, solo de pensarlo se me eriza la piel.

Se vuelve a alejar y tenemos de nuevo esa distancia de seguridad en la que, yo no me pongo nerviosa y él no me habla en susurros.

-La he tenido que traer, mi padre no...

-No tienes porque darme explicaciones, Jack- le digo- me ha encantado conocer a tu hermana.

-¿Segura?

-Que pasa, ¿a tus otras citas no les gustan los niños?

-¿Así que esto es una cita, desconocida?

Me quedo en blanco y me aferro a los brotes de hierba que hay debajo de mi. ¿Por qué tiene la voz así? ¿Por qué le quedan tan bien los tatuajes? Podría quedar mirando su nuez por horas y sus ojos, su boca, su nariz y su pelo. Ese pelo...

Ya, relax.

-Oye, ¿cómo te llamas?- la voz chillona de Adela me salva del apuro de contestar a su hermano. Él parece darse cuenta porque se ríe sonoramente.

Esa risa.

No. No. No.

Esos ojos achinados.

YA. YA. YA.

Ok...

-Eso, ¿cómo te llamas?

Dudo un par de segundos, pero cuando veo que Adela se sienta encima mía, mi corazón se ablanda.

-Me llamo Courtney, pero no se lo puedes decir a tu hermano todavía, ¿si?- le susurro en el oído a la niña, que se ríe maliciosamente.

-¡Vale!- dice, se levanta y va hacia su hermano.

-Jack, me gusta tu amiga especial.

Por primera vez desde que conozco a Jack noto que se tensa y sus mejillas alcanzan un tono rojizo que, junto con sus preciosas pecas, hace que sea más guapo.

-Amiga especial...- repito.

-¡Sí!

-Adela, ¿porque dices amiga especial?- la pregunto y le dedico una sonrisa y mirada maliciosa a su hermano mayor, quien se intenta reír, pero no lo consigue.

Adela se vuelve a acercar a mi y empieza a jugar con el pequeño flequillo que me he dejado sin atar en la coleta.

-Ayer, Jack en vez de contarme un cuento me contó que conoció a una chica muy guapa y quedamos en que serías su amiga especial- empieza Adela- pero cuando papá entró en el cuarto tuvimos que dejar de hablar- la mirada de Adela se entristece y la de Jack también.

-Venga, ¿quieres que te deje mi móvil? Tengo un juego muy chulo.

Adela mira a su hermano buscando aprobación y él asiente con la cabeza.

-Oye, ¿Estás bien?

-Hemos quedado por tu canción para mañana, no por mi, así que venga.

Le agarro de la mano cuando intenta levantarse. Algo está mal. Lo sé. El Jack de antes, el sonriente, se ha vuelto a ir y eso no me gusta. No me gusta porque se que pasa algo.

-No puede seguir viviendo allí, no puedo dejarla ahí sola cuando está él- dice, sus ojos de humedecen, pero mira al cielo buscando secar las lágrimas que sé que estaban apunto de brotar de sus hermosos ojos.

-No hace falta que me cuentes todavía lo que pasa, os podéis quedar en mi casa.

-No sé ni tu nombre- se ríe, pero lo hace triste.

-Courtney- Le digo sin pensarlo dos veces- me llamo Courtney.

-Courtney- repite.

Nos quedamos mirándonos a los ojos. Los suyos tan oscuros como la primera vez que le vi. Los míos no lo sé, tampoco me importa. Mi mano y la suya siguen juntas y ninguno de los dos hacemos un ademán de soltarnos.

-Si ella necesita ropa creo que mi madre tiene la mía de cuando era pequeña y tu...- freno, ¿dónde dormirán?- podemos ir a tu casa cuando esté vacía.

No dice nada y tengo miedo de lo que esté pensando y por lo que esté pasando. Saber sus pensamientos es algo complicado.

Sigue pareciendo el príncipe del infierno.

No es ese el problema.

Si lo és, vas a caer.

No.

Lo que tú digas.

Intento bajar el volumen de la voz que habita en mi cabeza.

-No nos vamos a quedar en tu casa- me dice de pronto, todavía no se ha roto el contacto visual.

-Pero...

-Estoy trabajando y ahorrando para un piso, no necesito ayuda, ¿ok? Está todo bien.

No sé porque me decepciona esa respuesta. Sus ojos siguen perdidos en mi mirada. No para de mirarme y siento que si yo dejo de mirarle me sentiré desprotegida. De alguna manera, tiene la mirada frívola, pero ahora...

Ahora te está volviendo loca.

Le conozco de hace dos días, ¿existe el...?

No. Hagas. Esa. Pregunta.

Vale.

Él no te gusta, solo es un capricho.

-¿Voy a oírte cantar o que?- dice sonriendo. Ha vuelto a la normalidad.

Jack me confunde. De un momento a otro pasa de estar triste a estar feliz o al menos lo finge demasiado bien.

-No me gusta cantar en público.

-Entonces, dime en qué te has inspirado, ¿en mi?- y me quiña un ojo.

-No y sigues siendo un poco egocéntrico- le digo sonriendo- me he inspirado en mi abuela- lo suelto sin más, sin saber las consecuencias de lo que acabo de decir.

-Woah, ¿te ha ayudado tu abuela?- me pregunta.

-Ella siempre me ayuda- cuando ve que ya no le miro lo entiende.

-Lo siento- me dice y me atrae hacia él.

Siento cada uno de sus músculos. Yo me tenso y siento calor por todo el cuerpo, el corazón me late a tal velocidad que siento que saldrá de mi pecho en cualquier momento, lo peor de todo es que no solo el corazón me palpita, partes que deberían estar dormidas se encienden haciendo que tenga más y más calor. Inspiro y siento su perfume, ¿por qué huele tan bien? Quizás no es el perfume y es su aroma natural. Su cabeza se encaja en mi cuello haciendo que la piel se me erice y si no lo nota es porque es tonto. Me acaricia la nuca y eso hace que me estremezca.

Dios, ¿esto es un sentimiento o un deseo adolescente?

No quiero saber la respuestas.

Él parece tan tranquilo... yo mientras me estoy muriendo por los nervios.

-¡Abrazo!- Adela salta encima nuestra, liberando toda la tensión que tenía encima y haciendo que los tres nos riamos. Me encanta esta niña, es tan mona- Courtney, ¿puedes ser mi amiga?- me dice la niña.

-Pues claro, ¿es que no tienes muchas amiguitas?

-Ninguna, pero Jack dice que las guerreras no necesitan amigas falsas, pero si tu le gustas a mi hermano, pues... quiero ser tu amigo.

Si tu le gustas a mi hermano...mmm interesante.

Interesante.

Suelto una suave risa. Jack no para de mirarme.

-Yo seré tu amiga y... quiero que sepas una cosita muy importante, Adela- me mira con ojos brillantes, no porque vaya a llorar, sino porque esta niña tiene algo, un brillo especial y me jode demasiado que no tenga amigas- las amigas falsas necesitan bozal.

-Pero...- se queda perpleja- ¿eso no es para los perros?

-Sí, para las perras también- le digo y las dos nos reímos. Jack nos mira a ambas, como si fuéramos una estrella fugaz, como si para él solo fuéramos algo temporal y fuéramos a desaparecer de un momento a otro.

Me gustaría decirle que nunca me iré, pero no lo sé ni yo, así que no daré falsas esperanzas. Mucho menos a Jack.

-Me gustaría mucho escucharte cantar algo- me dice cuando Adela se vuelve a alejar.

-¿Qué quieres que cante?- Le digo.

-Lo que quieras- me dice y coge algo que está detrás de él, una guitarra, ¿desde cuando la tiene ahí? ¿En serio solo he estado tan centrada en él que no me he dado cuenta de lo que hay alrededor?- te puedo acompañar.

-Vale, no sé cantar muy bien te advierto- me río, aunque estoy súper nerviosa.

-¿Cómo alguien con una voz tan preciosa puede cantar mal?

Y lo vuelve a hacer.

Joder con el príncipe del infierno.

-¿Te sabes High Enough de K. Flay?

-Sí, ¿me vas a cantar esa, desconocida?- me pregunta con una sonrisita maliciosa.

Me encanta cuando se le achinan los ojos.

-Ya no soy una desconocida.

-Cierto- y para, no entiendo porque- Courtney.

¿Cómo ha dicho mi nombre? Espera, Dios, ¿estoy en un sueño? Courtney, cálmate.

-Venga- y empieza a tocar los primeros acordes de la canción y yo empiezo a cantar.

I don't like anyone better than you, it's true.

I'd crawl a mile in a desolate place with the snakes, just for you.

Sus ojos están posados en mí y yo miro hacia abajo, no me atrevo a mirarle. Adela se ha sentado a mi lado y me escucha expectante como canto. El corazón me va a mil, porque sé que si esto sigue así, si seguimos viéndonos más días y de esta forma, sé que acabaré como en la canción. Que no me gustará nadie más que él y que haría cualquier cosa. Me sudan las manos y ya es la tercera vez que me pasa. Me aclaro un poco la garganta cuando llego al estribillo y me reto a mirarle mientras canto.

But I don't need drugs.

'Cause I'm already high enough.

You got me, you got me good.

I'm already high enough.

I only, I only, I only got eyes for you.

Nuestros ojos no se desvían a ningún otro lado. Me han hipnotizado. Me siento lo suficientemente alto, como en la canción, me siento bien, me siento bien cuando está a mi lado, cuando me mira. ¿La abuela se sentía así cuando estaba con el abuelo? ¿Y mamá y papá? ¿Esto es lo que llaman magia? ¿Esto es lo que llaman...?

No. Lo. Digas.

I am a malady, you are my galaxy, my sweet relief, oh, oh, oh.

Veo como una pequeña risa sale de entre sus labios. Esos preciosos labios que tientan con sólo mirarlos de reojo.

Oh, the stars were made for us...

Cuando termino de cantar, me sigue mirando y Adela me abraza.

-Cantas muy bien, Courtney- su voz chillona hace que me emocione, pero absorbo las lágrimas como nunca antes lo había hecho.

-Gracias, enana- y se va tras darme un beso en la mejilla.

Me la comía a besos, lo juro.

-Yo creo que las estrellas no fueron hechas para nosotros- me dice de pronto Jack- creo que tengo la estrella más preciosa y única delante mía.

Y sólo con eso sé que da igual las veces que nos volvamos a ver, voy a caer de todas formas.