Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cap.1

Jelouuuu

Aquí vuestra criatura loka de confi :D

¿Qué tal? Espero que genial.

A lo iba jaja este cap se lo dedico a mi mejor amiga. Rebe, te quiero un montón, no desaparezcas nunca de mi vida y gracias por todo. Más adelante ya sabes que personaje te define y del que me has servido de inspiración. Gracias por brillar y compartir tu luz.

Te quiero amiga.

Ahora sí. Os dejo leer.

Besos, abrazos y rosas de fuego ;)

Ya estábamos en la mesa, la comida no sobraba, me había pasado, pero es que siempre me pasaba con mis dos nietos y los únicos.

Mi hija y Harry se miraban con mucho cariño, Harry me recordaba a Mason de joven, la única diferencia es que ellos aún no habían vivido las cosas que nosotros habíamos vivido. Habían tenido hijos demasiado pronto.

Layla le miraba con admiración y sus labios siempre se curvaban cuando él le decía algo al oído, lo cual hacía que yo también sonreira, porque el amor no se había desvanecido con los hijos y las responsabilidades, a Mason y a mí casi nos mató eso en el pasado, pero aguantamos, siempre lo hicimos.

Courtney ayudaba a su hermano pequeño a trocear el pollo de su plato, mientras Owen reía por las bromas de su abuelo.

Yo los observaba, acordándome del pasado y de los esfuerzos que hicimos Mason y yo para conseguir lo que teníamos ahora. Los observaba en el presente, viendo como mis nietos estaban felices al quedarse en casa de sus abuelos. Los observaba en el futuro, en el cual no me gustaría desaparecer, porque me gustaría ver a mi hija y a mi yerno aún enamorados, a mis nietos cumpliendo sus sueños, a Mason durmiendo en el sofá después de ver las olimpiadas o hablar en conferencias sobre cómo consiguió lo que consiguió, a mí con todos ellos.

Con felicidad.

Con amor.

El puré de patatas, la ensalada y el pollo habían desaparecido de la mesa, sólo quedó un poco de pan y los guisantes con el arroz, supongo que las sobras para la cena porque era mucha cantidad.

Layla y Harry se habían ido a su habitación para "dormir", mientras que Mason salía a comprar un par de cosas y yo entretenía a mis nietos.

-Abuela- me decía Courtney jugando con las pequeñas manos de su hermano- ¿ahora podrías seguir leyendo tu cuaderno?- me enseñó un pequeño puchero al cual una no se podía resistir.

-Claro, pásamelo y leo.

El cuaderno estaba en la encimera de madera de la cocina.

Estábamos en el salón, en la alfombra, apoyando la espalda en el sofá y delante de la televisión que mostraba los dibujos animados favoritos de Owen como Bob Esponja.

-Toma- me dijo mi nieta entregándome el cuaderno de tapa negra aterciopelada que guarda mi vida y la de mi marido.

Empecé a leer.

22/8/2023

Salimos por fin del hospital hace unos días, aún no podíamos creer que la habíamos perdido, que se había ido.

Quizás no la llegué a conocer tanto como Grayson, pero me caía bien, demasiado bien, era mi amiga, quizás mi mejor amiga y ese dolor en el pecho no me lo quitaba ni la mirada de amor de Mason.

En cuanto llegué a mi casa me vestí como el primer día de clase, toda de negro, aunque cuando me di cuenta me cambié de inmediato.

Sabía que ella no querría que la veláramos con ese color.

Aún no podía pronunciar su nombre, no podía ninguno, nos ocultó su dolor y nadie pudo ayudarla hasta que fue demasiado tarde.

¿Debí ayudarla o haberme dado cuenta antes de que no estaba bien?

No sé.

Sé que esto es un diario, pero lo quiero compartir con Mason en alguna ocasión, pero no en esta.

Faltaban apenas dos horas para leer el testamento, el cual su padre y su madre nos pidieron no faltar, ya que seguramente nos iba a dar algo a cada uno.

Al final me puse un conjunto morado, su color y su aura.

Esa parte misteriosa que siempre me llamó la atención de ella.

Esas ganas de música cuando ella ya lo era.

Esas ganas de comerse al mundo y que nunca más podría hacer porque no estaba en él.

A mí me encantaba su forma de ser, su forma de mostrarse después de lo pasado.

Mi top morado combinado con unos jogger negros quedaban genial con mi figura, unos pendientes que ella misma me regaló y que me hicieron llorar mientras me desesperaba por encontrar el agujero del lóbulo de mi oreja al igual que las pulseras y su collar, ese collar que también me regaló antes de su último suspiro regalado al viento y a los sueños que nunca cumpliría.

Acabo de coger mi bolso lila y he metido los cascos, el cacao, las llaves de casa y no sé qué más meter porque estoy absorta en escribir aquí todo lo que siento o hago.

Quizás no soy tan fan de leer o escribir, pero en estos momentos lo necesito y más en este espacio de diario que tengo en el móvil.

He pensado en escribir mis pasos durante el día en el móvil y pasarlo a un cuaderno que supongo que tendré que comprar después, así repaso cada punto.

~

Mason ya está en la puerta de mi casa y yo me estoy despidiendo de mis padres, porque creo que dormiré en casa de Mason, aún no sé que somos, pero lo que sé es que con él me siento bien, demasiado bien.

-¿Qué tal, preciosa? ¿estás un poco mejor?- me preguntó abrazándome con fuerza, ese abrazo rompió la fina línea entre las ganas de llorar y las de gritar de sufrimiento y dolor.

Lo hice.

Lloré contra su pecho y me derrumbé ante él, pero aún así me sentí más segura que nunca.

Me abre la puerta de su coche y me monto, tengo ganas de llegar, pero a la vez de desaparecer.

El tiempo pasa rápido, pero en mi mente los minutos son horas.

Estamos llegando al notario, yo sigo llorando en silencio y mirando por la ventanilla, con mi cabeza pegada a ella a la vez y preguntándome porque siento este vacío en el pecho.

Mason sigue conduciendo y ha parado la música hace rato, el volante lo está agarrando fuertemente y sé que lo hace para no llorar delante mía.

Tengo miedo, lo tengo que admitir.

Tengo miedo de quedarme estancada en la muerte de una persona que conozco hace dos ratos.

Tengo miedo de que por culpa de este dolor Mason se vaya porque no me aguanta.

Tengo miedo de no cumplir lo que le prometí a la persona que me ve desde arriba.

Tengo miedo de haber hecho algo mal y nunca poder saberlo ni pedir perdón.

Tengo miedo de acabar igual, en una tumba, a más de diez metros de profundidad, aunque en este momento esté a diez metros de profundidad en mi mente, navegando entre los recuerdos y escribiendo aquí como una loca muda. Una loca muda que no se atreve a decirle a la persona que ama que tiene miedo de perderla y de perderse.

Tengo miedo, siempre lo tengo, pero nunca lo demuestro.

Siento que me ahogo en mis propias lágrimas y cuando me veo ya arriba en el cielo, es cuando he llegado al notario.

Mason y yo salimos del coche, él me agarra de la mano y por unos segundos nos miramos, buscando consuelo en una mirada que está igual de rota que la otra.

Vemos a Grayson, a Emma y a Henry.

Grayson no se da la vuelta, tampoco habla, lleva sin hacerlo desde que ella se fue.

Emma y Henry se cogen de las manos y se miran con el mismo miedo que siento yo.

Los cinco hemos caído en un agujero del que probablemente nunca podremos salir.

-Hola- dije un poco cortante, no sabía cómo comenzar una conversación con mis mejores amigos.

-Entremos de una vez y olvidemos esto- dijo Emma.

Grayson se dio la vuelta y su mirada se ha parado en la de Emma, buscando una explicación a las palabras que acababan de salir por su boca.

-Nunca la olvidaremos y si tu lo haces es que no eras su mejor amiga, ¿no crees?- y esas fueron las primeras palabras de Carter después de que ella se fuera.

Provocó que Emma se abrazara a Henry con miedo a todo. Lloró como nunca antes la había visto llorar.

Y sólo con verla sentí el doble de dolor, porque esta situación nos estaba separando y ella nunca querría vernos así.

-Vamos dentro, calma Emma- me acerqué a ella, la acaricié el brazo y nada hizo efecto, parece que Henry era la única cura para su dolor, pero necesitaba una dosis más grande.

Mason se ha quedado con Grayson.

Mason no llora.

Grayson ahora sí.

Se abrazan.

Y yo, sola en medio de la calle, frente al lugar que menos esperaba estar antes de ser mayor de edad.

Voy a entrar ya, los demás supongo que me siguen porque escucho pasos tras de mí, pero no me doy la vuelta porque prefiero estar aquí, escribiendo en este diario, en este cuaderno.

Por cada paso que daba el corazón se me encogía más, porque cada paso indicaba más metros de profundidad entre ella y yo, más distancia, más recuerdos que tenía que pensar a fondo para poder sentirla, olerla, abrazarla y mirarla a esos ojos que tanto amor me dieron en tan poco tiempo.

Sólo sé, que en ese testamento pondrá lo que ya estoy haciendo: escribir mi vida.

A ella siempre le había gustado la música, escribir sus emociones en cada acorde de la mano del ritmo y la rima, por ello me pidió escribir.

A las dos nos gustaba leer y mucho, para ambas era nuestro hobbie favorito después de nuestros sueños, el de ella ser cantante, el mío ser diseñadora de ropa. Por eso, me pidió poner en práctica lo segundo que más me gustaba, como había leído mucho durante toda mi vida, tenía un poco de sentido saber describir mis emociones, aunque a veces, la emoción es tan dolorosa y profunda, que aún no existe el adjetivo que lo pueda describir o calificar.

Hacía calor en las calles, pero mi corazón estaba tan frío, tan marchito por su pérdida que ya no sabía distinguir en qué época del año estábamos, sólo sabía que era agosto y que en mi cabeza nevaba como en diciembre.

~

Me senté en lo que supuse era al lado de la silla del señor que nos diría las últimas peticiones de una de mis mejores amigas.

Tanto Emma como yo estábamos rotas, seguramente ella más que yo o no lo sé, sé conocían desde hace tanto tiempo... Sólo sé que su mirada estaba más perdida que el alma de Mason.

Henry era más complicado de leer, supongo que son factores de ser más mayor y de la secreta. Tenía la mirada neutral, era como una puerta que ocultaba lo que ocurría en una habitación insonorizada.

Grayson intentaba hacerse el fuerte, cuando todos sabíamos que lo que quería en realidad era morir para estar con ella, pero que no lo haría porque supongo que fue una promesa.

Antes de que se fuera, como si ella intuyera lo que le iba a pasar, nos dijo a todos algo.

A mi me dijo lo de escribir mi vida, mi historia, lo de los demás lo descubriría hoy.

Estaba nerviosa, lo tenía que admitir, pero también estaba preparada para escuchar lo que hace unas semanas atrás ella escribió para nosotros, un último hola y un último adiós.

Algo último de ella, eso... eso había que valorarlo.

Llegó el señor y no sé que me ha pasado, creo que he entrado en estado de trance.

No escucho nada de lo que sale por su boca, solo estoy atenta a cada letra que conforma las palabras que grabo aquí.

Sé que él tiene nombre, pero si me preguntaran ahora mismo cual es, no sabría responder.

Y... he vuelto.

Tiene una voz ronca y cuando por fin le veo la cara, noto que es un hombre canoso de unos sesenta años o así.

A empezado la carta y no la he escuchado, quiero pensar que no lo he hecho porque decía el nombre de ella y todavía mi mente no acepta que no la vuelva a ver.

《... por eso queridos amigos os escribo esta carta de despedida (jaja como la canción de Lit Killah, ¿os acordáis?), quiero que por favor me cumpláis esto, porque os estaré viendo, lo juro y sabéis que no lo suelo hacer mucho, pero esta vez lo hago porque quiero que seáis felices y sepáis que siempre estaré a vuestro lado.
Bueno, voy a empezar, ¿estáis preparados?》

Las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas y agradecí echarme el rimel waterproof. Los demás están igual que yo.

Estoy preparada, lo sé, pero ¿y ellos? ¿Lo están?

-Bueno, ahora pasaremos a leer las peticiones y deseos que tenía la señorita Acosta...

Los nervios se convirtieron en sudor para mis manos temblorosas y creo que Mason se ha dado cuenta porque me acaba de agarrar la mano izquierda.

Estoy nerviosa, todos lo estamos. Son las últimas palabras de nuestra mejor amiga, hija, hermana, novia...

《... vamos a empezar...》

Vamos a empezar...

Ya me saltaron las lágrimas sólo con esas tres palabras, ya que nosotros empezamos ahora, pero ella acabó después de esa carta.

《... empezaré con Grayson, mi amor...》

Grayson, en cuanto escuchó su nombre se dio el lujo de llorar delante de nosotros.

Como esta va a ser mi historia, creo que es mejor omitir las partes de mis amigos y de la familia de ella.

Creo que sería de mala educación escribir sobre lo que nadie está preparado para leer.

Quizás nadie está preparado, a nadie se le enseña a ser frío antes esta situación, bueno, a Henry si le enseñaron, pero es muy diferente.

Pronto comenzaba a leer el notario nuevos nombres y de ellos, nuevas lágrimas.

Grayson no aguantó mucho, pero sé que se quedó porque le interesaba lo que quería decir y pedir el amor de su vida.

Emma tenía alma, pero parecía que la perdía con cada palabra que escuchaba.

Henry, quien había llegado hace nada también estaba en esa pequeña lista y, por fin, se derrumbó, algo que creo que no sólo me sorprendió a mí.

Oliver y su madre eran los que decían estar peor, pero no lo creía mucho.

A veces creemos que los que más nos quieren son los que comparten nuestra misma sangre, pero yo creo que nos quiere más la familia que nosotros elegimos, ellos nos aceptan por como somos sin tener en cuenta cuando hayamos nacido y si somos de su familia.

Yo me he distanciado de mi familia porque parece ser que mis sueños de ser diseñador de moda no entraban en sus planes, al menos no me han echado de casa, pero sé que si lo hicieran tendría un techo donde poder refugiarme.

《...Ava, mi querida Ava...
A ti te conozco de poco tiempo, pero el tiempo no interfiere en la intensidad en la que se puede conocer a alguien y querer a una persona.
Fuiste y bueno, ahora que escribo esto, viva, eres mi estrella fugaz, porque eres tan mágica... pero tu estancia conmigo en este mundo fue tan corta...》

Las lágrimas empezaron a hacer acto de presencia de nuevo, como si fueran las protagonistas de esta historia y no yo.

Todos me observaban, con pena y con nostalgia.

《... no quiero que llores, aunque conociéndote ya tendrás tu rímel favorito corrido (jajaja, será waterproof..》

Y por eso odio que me conozca tan bien la gente, porque luego se van y me dejan el vacío en el pecho.

Porque una vez ella me entendió.

Porque me escuchó.

Porque me miró y, con lágrimas en los ojos de ambas, nos abrazamos.

Porque odio escribir en pasado y pensar en ese mismo tiempo cuando vivo en el presente.

Se me olvida el ahora, me pierdo en el pasado y el futuro me asfixia.

Y de repente oigo mi nombre en la voz de aquel notario con años de más, que parece cansado de su trabajo, pero interesado a la vez en la vida y las circunstancias de los demás.

《... amiga, Ava, que llegaste en el mejor y peor momento, porque llegaste tarde.
Quiero que escribas tu historia, todo, lo que me contaste y lo que no te dio tiempo, quiero que empieces hoy, ya, cuanto antes...》

Ya empecé amiga, ya lo hice.

《... quiero que Mason haga lo mismo, porque, sed sinceros, os amáis y no podéis estar más de un minuto separados. Eso es el amor, ¿a qué sí mi amor?...》

Y a Grayson se le escaparon las lágrimas, mientras que a mi se me escapó de la garganta:

-Tiene razón...

Y Mason ahora me está mirando, intentando no sonreír porque sabe que estaría feo.

《...quiero que escribáis y ahora, Mason, cuídala, sólo te pido eso y que cumplas tu sueño...》

¿Qué sueño?

《... y que lo cuentes, no te avergüences de lo que te hace feliz, porque ellos también son tus amigos, tus mejores amigos y estarán para ti en las buenas y en las malas...》

No me ha contado cuál es su sueño y me ha dolido, un poco, un poquito de nada pero con cara enfadada.

《... Y sí chicos, esto es un adiós en la carta, pero no en la vida, porque cada vez que miréis al cielo yo estaré ahí para deciros que os quiero y que os estoy protegiendo con toda mi alma.

Os quiere vuestra amiga, novia, hermana, para siempre y en el pasado, futuro y presente.》

Todos podríamos cortar la tensión con un cuchillo, pero la tensión que hay aquí está unida con el dolor de la pérdida y eso, eso es irrompible.

-Abuela- me dijo mi nieta, parando mi lectura después de oír lo que leí- todos ellos, ¿siguen siendo vuestros amigos?

Era una buena pregunta, porque en verdad a mi me sigue sorprendiendo la increíble amistad y la confianza que tenemos entre nosotros.

Si a la Ava de dieciséis años, antes de hablar con aquella niña de mechas rosas, la hubieran dicho que iba a tener a los mismos mejores amigos siendo muy mayor, se hubiera reído de tal comentario.

Aún recuerdo como era mi primer instituto y como los chicos se morían por una cita conmigo solo por mi físico. También recuerdo las miraditas de arriba-abajo que me hacían mis compañeras por llevarme la atención de muchos chicos.

Recuerdo el ambiente frío, todo lo contrario a cuando me cambié de instituto, que me recibieron con los brazos abiertos y me trataron de dar lo que fuera con tal de que yo estuviera cómoda, como en casa.

Hasta que no llegó ese momento no me di cuenta de que nunca había tenido un hogar, no hasta que los conocí a ellos.

-Sí, cariño- y la acaricié el rostro- un día les invito a todos a casa y les conocéis, ¿te parece?

-¡Sí, sí, sí!- exclamó entusiasmada- ¿Vas a seguir leyendo, abuela? Porfi.

-Courtney, cielo, mejor ve a llamar a tus padres y diles que hagan la cena, que la abuela está cansada.

-Vale, pero mientras me lees más- y se fue corriendo tras el mini chantaje.

Adoraba a mis nietos, pero lo que más me gustaba era ver a mi mejor amiga en la mirada de mi nieta.

Ella siempre fue curiosa y parece ser que Courtney sería la primera en mi familia que lo sería, quizás ella le dio ese don cuando nació.

Esas ganas por aprender y de hacerlo con ganas y no por obligación.

Esa mirada de querer comerse el mundo, aún teniendo tan corta edad.

La carta de despedida de mi mejor amiga había cruzado mi corazón y ahora está en forma de cicatriz que sigue doliendo cada vez que se saca el tema, pero después de tanto tiempo quizás es justo que alguien sepa de mi historia y la de Mason, y quien mejor que mi nieta.

En verdad no quiero seguir leyendo, la siguiente parte es la de mi marido y nunca antes había leído sus partes, sus pensamientos y sus sensaciones en cuanto su vida, los que la forman y sus acciones.

Quizás tenía miedo de leer algo que no quería, algún secreto que saldría y que no cambiaría mucho nuestras vidas porque ya teníamos una edad como para enfadarnos fuerte entre nosotros.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro