Kai, al darse cuenta de la magnitud de lo que está sucediendo, intenta alertar a la humanidad, pero se enfrenta a una conspiración de las altas esferas de GalaxyStream, que está al tanto de la presencia de los Vorgs y prefiere ocultarlo. La compañía planea usar la conexión mental para su propio beneficio, queriendo controlar las mentes de todos los usuarios mediante la Transmónera y así crear una especie de "red de control" perfecta.

En una carrera contrarreloj, Kai intenta hackear la Transmónera para bloquear la influencia de los Vorgs. Durante la transmisión en vivo de un evento masivo, en el que millones de personas están conectadas simultáneamente, Kai transmite su mensaje: un grito de advertencia, una visión de la invasión alienígena. La audiencia, conectada a la Transmónera, no solo ve las imágenes, sino que las siente en sus cuerpos: el miedo, la angustia, y la revelación de que la humanidad no está sola en el universo.

Pero los Vorgs no se detendrán. En la última transmisión, Kai se enfrenta cara a cara con la entidad que ha estado enviando las señales. La Transmónera se convierte en un campo de batalla mental entre él y los alienígenas, donde las fronteras de la realidad y la ilusión se desdibujan. Kai tendrá que decidir si sacrificar su conexión con la red para salvar a la humanidad de una invasión mental o dejarse llevar por el poder de los Vorgs y convertirse en parte de su ejército cósmico.

La historia culmina con una pregunta sin respuesta: ¿Qué significa ser humano cuando tu mente y tu alma pueden ser manipuladas a través de la transmisión de pensamientos y emociones? La línea entre el control y la libertad, entre la invasión y la conexión, nunca ha sido tan delgada.