.𓄼 🐰OO8 : Saquito de Oro
Jungkook siguió abrazando al pequeño conejo en silencio, al rato el castaño se soltó de su abrazo y le brindó una pequeña sonrisa. El tigre sintió su corazón saltar ante la sonrisa llena de inocencia de Jimin.
— Estoy mejor, gracias. —El chico se secó las lágrimas con la manga de su ropa, se quedó sentado viendo el suelo, estaba algo avergonzado, ya que el tigre lo había visto llorando.
El rubio tenía una duda, no pudo evitar plantearla. El conejito quedó algo aturdido al escuchar su pregunta.
— Entonces, ¿de quién es la ropa que me diste? Porque no creo que ese hombre te haya dado de su ropa. —El rubio se apretó la lengua para evitar decir "maldito" y solo soltó "hombre".
Jimin pareció ponerse nervioso y apretó la ropa que el tigre usaba entre sus manitos, sus orejitas temblaron y su cola marrón se agitó.
El tigre notó su pánico y acarició su sedoso cabello castaño con suavidad, sus ojos llenos de ternura.
— Está bien decirme. —Sus palabras fueron suaves y convencieron al conejito; Jimin suspiró.
— E-esas ropas son de un buen hombre que me cuidó por un tiempo, ese hombre me encontró vagando por el pueblo y se compadeció por lo que me llevó con él. —Jungkook agradeció en su corazón al desconocido, había cuidado a su conejito de pasar hambre.
— ¿Dónde está ese hombre ahora? —El tigre llevaba un par de días aquí y no lo había visto, en su mente pensó en una posible respuesta pero igualmente hizo la pregunta; Jungkook puso cara triste y sus orejitas bajaron con desánimo.
— Él... Él murió hace un año y medio más o menos, era bastante mayor. —Las palabras del pequeño fueron un susurro pero el tigre logró escucharlas, abrazó al conejito nuevamente en un intento de consolarlo.
Jimin sonrió y se apartó de su cálido abrazo al cabo de unos segundos, había lágrimas acumuladas en sus ojos acuosos, pero las secó con rapidez.
— Lo siento... —Fue lo único que se le ocurrió decir al rubio, sentía sincera pena, ya que según Jimin ese hombre era una buena persona.
Un silencio inundó a ambos híbridos.
— Está bien. —Al cabo de un par de minutos el conejito dijo esto en un murmullo.
Cuando cayeron sus palabras pudieron escucharse dos gruñidos, ambos hombres se sonrojaron al mismo tiempo ya que eran sus estómagos avisando de su hambre.
Ambos se miraron y rieron con alegría, el anterior ambiente oscuro se había esfumado.
Los dos sentían que sus sentimientos por el otro se habían intensificado, ahora sentían su corazón latir fuertemente, por el contrario; se tomaron de las manos y fueron a la cocina entre sonrisas.
Después de una cena rápida para calmar su hambre, el tigre abrazó al conejito y ambos se acostaron a dormir.
Era algo temprano pero Jimin estaba preocupado por las heridas del rubio por lo que decidieron dormir un poco más temprano.
Se durmieron sintiendo el calor y respiración tranquila del otro.
Los rayos del sol de la mañana entraron a través de las ventanas, los rayos del sol iluminaron toda la habitación e hicieron que el pequeño conejito acostado en la cama se moviera con somnolencia.
Jimin abrió los ojos, los mismos se encontraban llenos de somnolencia, acuosos y algo confundidos por su reciente despertar. Las orejitas del castañito temblaron mientras se sentaba en la cama, miró a todos lados y al posar su mirada nublada sobre el tigre rubio dormido en la cama sonrió con ternura.
Jungkook tenía su largo y cabello extendido en la cama, sus orejas atigradas se movían de vez en cuando con cada sonido en la habitación pero eso no parecía perturbar el sueño del híbrido, ya que emitía ronquidos suaves mientras su cola se hallaba tranquilamente acostada cerca del espacio donde se encontraba acostado.
El conejito castaño volvió a acostarse con una sonrisa en el rostro, en cuanto su cuerpo tocó la cama nuevamente, sintió el cuerpo el tigre moverse.
Jimin suspiró en cuanto el rubio volvió a quedarse tranquilo.
El castaño se acostó al lado del tigre y abrazó su cuerpo, se le dificultó un poco pero logró envolver su cintura con sus blancos bracitos.
El conejito admiró las facciones duras pero hermosas de Jungkook, su fuerte cuerpo y su platinado y sedoso cabello rubio, era hermoso.
No sabía qué le veía a él, un conejo castaño y simple.
Justo cuando Jimin iba a sumirse en sus pesimistas pensamientos sintió como el tigre al cual abrazaba le devolvía el abrazo con fuerza, pero no la suficiente para hacerle daño.
— Buenos días, mi lindo conejito. —La voz de Jungkook era ronca por su reciente despertar, la voz del tigre se escuchó justo en su oído lo que hizo estremecer al conejo castaño.
Jimin se quedó un poco aturdido, ya que el rubio lo había descubierto mientras lo abrazaba, sus mejillas se sonrojaron y su colita tembló de manera tierna.
— B-buenos dí-días. —Las palabras del castañito fueron entrecortadas por sus nervios, intentó apartarse del tigre pero el mismo no dejo que se alejara, Kook frunció el ceño.
— No te alejes, me gusta abrazar tu cuerpo, es suave y huele bien. —El conejito pudo escuchar como su corazón se aceleraba de manera involuntaria, sus orejas temblaron pero él las tomó tapó sus ojitos con ellas.
Jungkook se divirtió por la repentina actitud tímida del conejito, intentó apartar las orejas llenas de pelo castaño del pequeño pero Jimin no lo dejo hacerlo.
El castaño no quería que el tigre viera todo su rostro rojito, sería vergonzoso.
Después de rato luchando el rubio logró apartar las orejas del menor pero solo se encontró un par de ojos nerviosos color chocolate, su sonrojo había desaparecido.
Jungkook miro a su pequeño con cara lamentable.
Jimin hizo un puchero y se apartó del cuerpo del tigre de golpe.
— ¿A dónde vas? —cuestionó Jungkook mientras se levantaba de la cama, traía puesta la misma túnica de ayer la cual se encontraba manchada de sangre y con partes rotas a causa de la pelea.
Jimin se horrorizó y buscó rápidamente otra ropa que el mayor pudiera utilizar, pronto encontró una simple túnica gris con algunas decoraciones en azul.
Jungkook no dijo nada y solo se desvistió. Jimin se sonrojó y desvió la mirada al ver el cuerpo desnudo del tigre, lo había visto con anterioridad pero era diferente.
El tigre sonrió mientras se vestía con la ropa entregada por su pequeño.
No quería avergonzar más al conejito por lo que únicamente se vistió y ambos salieron de la habitación. Jimin pensó en hacer algo de comer por lo que fue a la caja de madera que tenía en la cocina a buscar ingredientes pero al abrirla no encontró nada.
Buscó un poco más y al rato recordó que ayer había acabado con todos los suministros, definitivamente su tigre comía en grandes cantidades, él solo había comido algo de verdura y gachas.
— No hay comida... —Le dijo al tigre mientras desviaba los ojitos, Jungkook hizo una pequeña "o" con la boca y procedió a salir de la casa, Jimin lo siguió muy confundido.
— Espera aquí, iré a buscar algo, vendré en un rato. —El castaño seguía confundido pero asintió lentamente, Jungkook se sonrió mientras quitaba su ropa y se la entregaba al conejo.
Jimin volteó avergonzado pero cuando volvía a mirar Jungkook ya no estaba, delante de él se encontraba un majestuoso tigre de pelo naranja con franjas negras, su cola se balanceaba suavemente mientras sus ojos negros lo miraban con ternura.
El conejito primero se alarmó pero pronto reconoció los ojos de Jungkook, se calmó y se acercó a él para acariciar su pelaje.
Jungkook dejo que su conejito lo acariciara, al pasar un rato el tigre se apartó, Jimin lo miro con sus ojitos perdidos, no sabía por qué de repente el rubio se había transformado a su forma animal.
El tigre solo salió corriendo hacia la montaña; al pasar unos segundos Minnie cayó en cuenta de que era el lugar donde había encontrado al tigresito.
Jimin se quedó esperando mientras sostenía la ropa de su Kook.
Al pasar más o menos unos cuarenta minutos en espera, Jimin pudo escuchar las pisadas de algún animal, al comienzo se asustó pero suspiró con alivio al ver al tigre con un saco marrón en la boca.
Jungkook dejo el saco en el suelo mientras le indicaba al conejito con los ojos que lo tomara. Jimin sentía mucha curiosidad pero primero le dijo al tigre que volviera a su forma humana.
El rubio cumplió la petición el castañito, en cuanto volvió a su forma humana Jimin le lanzó la ropa con suma vergüenza. Jungkook se rio y se colocó la túnica.
Entonces el castaño se agachó y tomó en sus manos el saquito, al tenerlo entre sus manos notó que el mismo era bastante pesado y parecía contener monedas en el interior.
Las orejas del conejito se levantaron con curiosidad y abrió el saquito, sus ojos y boca se abrieron con mucha sorpresa al ver que en el interior había muchas monedas de oro.
Las monedas más comunes de ver eran las de cobre, algunas veces lograbas ver de plata, en este pequeño pueblo era extremadamente extraño ver monedas de oro puro.
Jimin miro al tigre, este le sonrió con orgullo.
— Estaban enterradas cerca de donde me hallaste, yo las enterré allí por seguridad en cuanto escuche tus pisadas a lo lejos. —explicó el rubio al ver la duda en los ojos del menor.
El conejito siguió sorprendido, ¿por qué le daba Kook tanto dinero?.
— ¿Por qué me das tanto dinero? —La pregunta del castañito confundió al mayor, miró al pequeño como si fuera muy obvio.
— Para comprar suministros por supuesto, en este pueblo debe haber un mercado ¿cierto? —Jimin asintió, pero en su corazón seguía asombrado, era imposible que gastaran todo este dinero en comida, a lo sumo gastarían en total una moneda y tendrían comida para todo el mes.
Jungkook no sabía esto; le pidió al conejito que administrara el dinero con una sonrisa, estaba feliz de colaborar con las cosas del hogar.
— Vamos al mercado. —dijo el rubio con una gran sonrisa, quería comprar carne para comer sin quedar con hambre.
Jimin lo siguió sin decir nada más mientras sostenía el dinero. En su corazón pensó con cariño, su tigre es un poco tonto.
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