CONTENIDO PARA MAYORES DE +18

Jungkook tragó saliva al ver como su pequeño conejito caminaba hacia él con una mirada llena de lujuria, sintió su polla doler por el tortuoso período de abstinencia, se relamió los labios y no se resistió a tomar en sus manos ese cuerpo suave y blanco en cuanto se encontró cerca.

Sus manos grandes se posaron en la cintura de Jimin mientras su rostro se acercaba con lentitud al contrario, ambas respiraciones calientes se mezclaron, el rubio podía oler el aroma del jabón proveniente del cuerpo del castaño. Sus ojos atigrados se deleitaron con la imagen del cuerpo desnudo de su amor, sus piernas largas, su cuello esbelto y sus delicadas clavículas, sus manos delgadas, su vientre hinchado y con unas pálidas olas de mar sobre el mismo, su culo firme en el cual no pudo evitar posar sus manos, y finalmente su rostro sonrojado y perfecto.

Mientras una de sus manos amasaba sus nalgas llenas la otra se posó en su mejilla rojiza, se miraron a los ojos y poco después sus bocas se unieron en un sucio y necesitado beso francés, después de tres meses de no compartir más que besos cortos, sus manos traviesas no podían evitar acariciar el cuerpo de la persona frente a ellos.

Sus lenguas se enredaron en un baile lento y sensual, no solo demostraban el deseo que sentían, sino también el profundo amor que compartían.

Cuando se separaron un delgado hilo de plata unía sus labios rojizos, las manos del conejito buscaron la abertura de la ropa del tigre y poco a poco Jungkook fue despojado de sus vestimentas por su pareja, el hanbok de un tono gris oscuro con líneas plateadas cayó al suelo con un ruido sordo, ahora el tigre solo vestía una delgada túnica interior, que pronto también cayó al suelo.

Jimin se relamió los labios al ver la entrepierna del rubio, el prominente pene del tigre se encontraba por completo erecto, la punta abultada goteaba un transparente líquido preseminal mientras se apoyaba levemente en su vientre bajo.

El castaño se arrodilló frente a este pene mientras Jungkook lo miraba, sus ojos bermellón brillando rojizos a causa de la lujuria que lo invadía, no pudo evitar tomar entre sus manos el corto cabello castaño del conejito, lo instó silenciosamente a que lo chupara.

—  Pruébame. —Su voz era ronca y sexy, no hizo falta que se lo dijera una segunda vez, Jimin introdujo el miembro erecto en su boca casi por completo, Jungkook soltó un gemido ronco.

El castaño resistió las arcadas e introdujo todo lo que pudo hasta que sintió el pene chocar contra su garganta, ahuecó sus mejillas y jugueteó con la punta con su lengua, mientras chupaba la polla de su pareja, su mano viajó hacia su propio miembro y comenzó a masturbarse.

Jungkook no pudo resistirse a esa erótica imagen, apretó la cabellera corta de su bebé y comenzó a embestir esa linda boquita.

Jimin emitió ruidos de protesta, pero se dejó hacer, siguió estimulando su propio pene mientras sentía a Jungkook embestir con fuerza su garganta. Pronto ambos sintieron un cosquilleo en su vientre bajo, ambos sabían lo que eso significaba.

Se miraron fijamente a los ojos, deleitándose con el deseo que brillaba en los ojos del contrario, sintiendo como sus instintos dictaban que se entregaran por completo al deseo que los arrasaba tal como una marea.

El rubio gruñó mientras aumentaba el ritmo de las embestidas en la boca del castaño, su mano fuerte apretó el cabello entre sus dedos, vio como cristalinas lágrimas saladas colgaban de los ojos estrellados de su bebé y caían por sus mejillas, Jimin aumentó el ritmo de su mano mientras se masturbaba y no pudo evitar raspar la punta con su uña, enviando intensos escalofríos y olas de placer a su cuerpo.

Con un gruñido ronco, Jungkook se corrió en la garganta del conejito, Jimin sintió un líquido espeso bajar por su garganta y llenar su lengua, el sabor salado, pero extrañamente dulce hizo que no pudiera evitar tragar toda la esencia del tigre frente a él. Mientras Jungkook respiraba con rapidez, el castaño emitió un gritito y se corrió, toda su semilla manchó el suelo húmedo y su vientre hinchado.

Ninguno de los dos podía aguantar más. Jungkook tomó con facilidad al castañito y lo colocó en la bañera, que era más como las aguas termales, el agua ya se había enfriado en su mayoría, pero esto no impidió que los amantes se sumergirán en ella y unieran sus labios en un beso profundo.

— Por favor... —Su voz era suave y pegajosa, muy coqueta, el rubio sintió su corazón saltarse un latido, se relamió los labios y decidió complacer a su amado.

Jungkook introdujo de golpe dos dedos en el interior húmedo del conejito, embistió el lugar con profundidad, ya que quería estirarlo de manera adecuada, después de todo, hace más de tres meses que no mantenían relaciones.

— Agh, más profundo. —rogó con voz pegajosa y atrayente, mientras su espalda se apoyaba en el borde de madera de la gran tina, Jimin dio ligeros saltos para introducir más profundo ese par de largos dedos. Jungkook lo complació, introdujo un tercer dedo y fue cada vez más profundo, haciendo que el castaño soltara unos sensuales gemidos llenos de placer.

Cuando el rubio sacó los dedos del interior de Jimin, este emitió un gemido de queja, lo miró con ruego, ansiando que se introdujera en él de una buena vez. El tigre no lo hizo esperar, alineó su erecto miembro en el húmedo agujero del conejito y se introdujo de golpe, haciendo que Kook soltara un grito.

— Estás tan húmedo. —Su aliento caliente chocó contra la oreja temblorosa del conejito, su colita se estremeció y sus largas orejas no pidieron evitar temblar, al igual que su cuerpo mojado por el agua.

Las embestidas comenzaron lentas y profundas, pero al notar que esto no los satisfacía, Jungkook aumentó el ritmo a uno rápido y certero, estimulando continuamente el punto dulce del castaño, haciendo que de sus labios rojos e hinchados brotaran los gemidos más deliciosos.

Jimin colocó sus brazos alrededor del cuello del tigre, su vientre hinchado chocó con el estómago del rubio mientras sus piernas abiertas envolvían la fuerte cintura del rubio, sus ojos soltaban lágrimas de placer y sus ojos nublados observaban la expresión llena de satisfacción de Jungkook.

Gracias a la posición las embestidas eran profundas y deliciosas, el sudor comenzó a recorrer sus cuerpos y ambos podían sentir al agua ya fría chocar contra sus cuerpos calientes.

Sus pieles chocaban mientras Jungkook admiraba como su polla desaparecía en el interior de su bebé con cada embestida. Podía sentir las húmedas paredes apretando su pene deliciosamente, no pudo evitar dejar marcas en toda la piel expuesta del castaño, marcas de mordidas poco profundas comenzar a llenar su cuerpo al mismo tiempo.

Mientras el tigre dejaba chupones morados y rojos, el conejo dejaba mordidas por los hombros del rubio al igual que su fuerte pecho.

El aroma de la menta deleitaba a la pareja mientras sus cuerpos poco a poco se volvían uno solo.

Las manos fuertes del rubio se posaron en la cintura del conejito, mientras su cuerpo se movía de manera constante para embestir con fuerza el interior del castaño.

— Simplemente delicioso. —murmuró Jungkook en la oreja del castaño, Jimin sintió como su cuerpo temblaba de placer, sentía que muy pronto iba a correrse.

Jungkook sintió su vientre tensarse, dio un último beso profundo a los labios rojos del castaño antes de correrse en lo más profundo de su interior, Jimin gimió al sentir el caliente líquido recorrer su culo, emitió un gruñido bajito mientras se corría entre ambos vientres.

Sus respiraciones eran rápidas y forzosas, se miraron un rato antes de que el rubio diera un corto y casto beso en la frente sudada el conejito castaño, Jimin suspiró gustoso por la muestra de cariño.

— Te extrañé. —susurró el castaño con voz pegajosa, emitió un gemido gustoso al sentir las caricias que daba Jungkook en su colita esponjosa y mojada por el agua.

— Y yo a ti. —respondió el rubio mientras pasaba de acariciar la colita a las largas orejas de Minnie.

Jungkook tomó en sus brazos a su amado, decidió ir a la habitación a por ropas secas, cuando ambos estaban por ingresar al cuarto, Jimin notó la erección del rubio, miró allí y luego miró su rostro.

— No te preocupes por eso, no quiero lastimarte. —dijo con una linda sonrisa en su rostro, el castaño no pudo resistirse, salió de sus brazos y se arrodilló obedientemente en el suelo.

Sus delicadas manos tomaron el pene de su tigre, sintió como este se endurecía más con su toque y de manera extraña, se sintió muy orgulloso por este hecho. Lo miró y sonrió de manera coqueta.

— Esperaste mucho tiempo ¿no? Te atenderé bien, gatito. —Jungkook gimió, debería sentirse ofendido por esa forma de llamarlo, pero no hizo ni dijo nada, solo miró a su amante con amor y profunda devoción.

Al final, ambos se demostraron mutuamente cuanto se habían extrañado todos estos meses.