.𓄼 🐰especial : Conejo en Celo
Contenido para mayores de 18 años
Desde hace algunos días Jimin se sentía raro, aunque decir eso era en realidad poco para la sensación.
Su cuerpo estaba incómodo por todas partes, muy sensible, además de una constante sensación de calor.
Así que sí, raro era poco.
Había intentado comentarle a Jungkook sobre sus síntomas y él pensó que estaba enfermo por lo que lo hizo descansar más y no forzarse a hacer nada arduo, Jimin lo agradeció, pero al ver que su incomodidad no bajaba fingió estar bien para no preocupar a su tigre.
Día a día el sentimiento de incomodidad aumentaba al punto que durante la tarde era insoportable, aunque en la noche era un poco mejor, seguía sintiendo cierta sensibilidad y calor.
Esa madrugada Jimin abrió los ojos con el sentimiento extraño en su punto más alto, sus labios dejaron escapar un leve gemido incómodo, sudor en su frente, podía sentir su túnica pegarse a su cuerpo caliente.
Sus ojos marrones estaban brumosos por el sueño, sus manos temblorosas viajaron a sostener su estómago en el que sentía como si hubiera un horno, sus piernas temblaban y su respiración era un desastre.
Sentía dolor.
Emitió un pequeño sollozo involuntario, haciendo que Jungkook prontamente abriera los ojos, sus ojos ámbar un poco aturdidos pero intranquilos, se sentó en la cama y miró a su conejito con suma preocupación.
— ¿Qué sucede, bebé? —preguntó, su voz ronca por su reciente despertar, sus ojos se fijaron en cada detalle del castaño, sus mejillas rojizas, sus ojos llorosos, sus orejas marronas y su colita temblando.
— Mgh. —Jimin abrió la boca para hablar, pero no pudo, de sus labios solo brotó un quejido, le dolía mucho el vientre, pero lentamente y casi de manera imperceptible, el dolor se transformaba en otra cosa.
Jungkook gruñó inquieto.
— Amor... —murmuró el rubio, su mano se posó en la frente del castañito, su ceño se frunció al notar la temperatura anormalmente caliente de su amado.
— Me siento caliente. —dijo Jimin con dificultad, su respiración acelerada.
Sus bonitos ojos estaban confusos al igual que su mente; antes de que el rubio pudiera interrogar más a su pareja para poder ayudarlo, se sorprendió ante la repentina acción del conejito de mover sus manos para intentar quitar su ropa.
— ¿Qué haces? —preguntó el tigre un poco confuso, Jimin sólo le respondió con una mueca atontada y un profundo beso en los labios.
Jungkook estaba muy desorientado, pero nunca se iba a negar a un beso de su lindo conejito, por lo que sus labios pronto siguieron el beso de manera experta, sus lenguas enredándose desordenadamente.
Luego de pocos segundos, el castaño se apartó del beso, su respiración era un desastre, sus manos luchaban por quitarle la ropa al tigre, sollozó al no poder lograrlo, el rubio emitió una risita y se quitó la túnica fácilmente.
— Kook... me siento muy caliente, incómodo. —murmuró Jimin con un puchero haciendo derretir el corazón del tigre.
De repente a Jungkook se le encendió una bombilla.
Tal vez, y solo tal vez, su pequeño conejito estaba en celo.
No pudo evitar que una sonrisa pícara se posara en sus labios, sus manos desataron las cintas de la túnica de su bebé y pronto esa hermosa piel blanca estaba a su codiciosa vista.
— Mi conejito bonito. —susurró en la oreja del castaño, haciéndolo estremecer, Jungkook emitió una risita leve y sus manos se posaron en la espalda baja del menor.
Sus dedos trazaron círculos en la blanda piel del conejito mientras dejaba leves besos en su cuello, su otra mano tomando uno de los muslos pálidos de su bebé haciéndolo acostar en la cama con un movimiento suave.
Jimin tenía los ojos desenfocados, su piel estaba ligeramente roja y sus labios entreabiertos dejaban escapar suaves suspiros ansiosos.
Jungkook amaba su encantadora apariencia necesitada.
El rubio besó los labios de su chico mientras la mano que estaba en su espalda baja se deslizaba hacia sus nalgas llenas, las amasó haciendo soltar al castañito un jadeo, un puchero en sus labios.
— No juegues. —murmuró con cierto tono frágil, sus orejas temblando al igual que su esponjosa cola, Jungkook sonrió y besó su mejilla antes de que sus dedos llegaran a la entrada del conejito.
Sus dedos jugaron rodeando el agujerito apretado, Jimin soltó un suspiro levemente aliviado ante la esperanza de que sus deseos sean satisfechos, pero gruñó cuando el tigre retiró su mano para en cambio abrir sus piernas, sus manos grandes apretando sus muslos blancos.
— Abre bien las piernas. —susurró el rubio en la oreja del menor, Jimin gruñó y obedientemente abrió sus piernas, Jungkook se colocó entre ellas mientras retiraba por completo sus ropas, dejando ver sus músculos bien proporcionados y su piel color miel junto a su miembro semierecto.
Jimin quedó embobado por un segundo, lamió sus labios y posó sus manos en los hombros del tigre.
— Kook, por favor, me siento muy caliente. —dijo con voz quebradiza, parecía estar llegando a su límite.
El tigre hizo caso omiso a sus suplicas y salpicó suaves besos a lo largo de todo su cuello mientras acariciaba sus muslos y luego su vientre, sus dedos llegaron a esos pezones rosados que estaban endurecidos, el tigre emitió un leve gruñido y sus dedos jugaron con los pequeños botones sacando gemidos de los labios del conejito.
Mientras una de sus manos jugueteaba con el pezón izquierdo, la mano derecha se deslizaba por su espalda hasta que sus dedos rodearon nuevamente su entrada, Jimin se retorció ansioso y gimió de placer cuando un dedo se deslizó fácilmente al interior.
— Mgh. —jadeó el castañito.
— Mi lindo niño está tan ansioso y necesitado, tan bonito. —susurró en su oído, su dedo embistió en el interior de Jimin, pronto un segundo dedo estaba dentro, simulaba embestidas y haciendo movimientos de tijeras.
El cuerpo de Jimin se estremecía, cada terminación nerviosa de su cuerpo punzaba, su mente estaba confusa y su interior se sentía tan vacío. A los pocos minutos el conejito tenía tres dedos estirando su interior, mientras tanto Jungkook besaba su cuello y dejaba marcas en su piel.
Jimin se arqueó ligeramente, sus labios haciendo un puchero, sus ojos dejando colgar lágrimas mientras su cuerpo estaba rojizo por el deseo.
— Kook, por favor... —rogó casi sollozando de necesidad, los tres dedos del tigre lo estiraban, pero necesitaba más, mucho más que unos simples dedos.
— Calma, cariño. —murmuró el rubio en la oreja temblorosa de su conejito, Jungkook dio un último beso a su mejilla antes de alinear su miembro con la entrada estirada de su bebé, bombeó dos veces su pene antes de introducirlo muy lentamente en el cálido y húmedo interior del castañito.
— Agh. —El menor emitió un jadeo, mordió su labio inferior y su cuerpo tembló levemente, el rubio repartió besos y mordidas por su cuello.
Una de las manos del tigre se aferraba a la cintura del menor, mientras la otra jugueteaba con sus orejas y cola, estimulando el cuerpo sensible del conejo por su celo.
— Voy a moverme, Jimin. —dijo el rubio con suavidad, esperó a que Jimin asintiera antes de comenzar a embestir en su interior, pronto aumentó el ritmo haciéndolo más rápido, sacando dulces gemidos y jadeos de la boquita del conejito.
Jungkook gruñó, su cola atigrado moviéndose de lado a lado con alegría por el intenso placer, sus manos se aferraron a las nalgas llenas de su conejito, sus uñas raspando un poco, pero solo le daba más placer a Jimin.
Las embestidas se hicieron más rápidas, el rubio tomó las dos piernas de Jimin y las colocó en su hombro izquierdo y empujó más profundo en su interior, el conejito sollozó de placer mientras gemía.
— Mmm, Kook. —gimió el castaño, sus manos aferrándose a las sábanas de la cama, una capa de sudor cubriendo su cuerpo blando.
— Tu agujero es tan codicioso, bebé, aferrándose a mi pene de esa manera tan ansiosa. —dijo el tigre con una risita, Jimin se sonrojó más, si es que eso era posible.
Una de las fuertes manos de JungKook mantuvo las piernas de su amor sobre su hombro mientras su otra mano recorría su vientre hasta su pecho y sus lindos pezones erectos con los que jugueteó hasta que el par de botones estuvieron con un leve y tentador tono rojizo.
— Voy a... —Jimin murmuró con un tono quebradizo lleno de placer, antes de poder terminar sus palabras, se arqueó y se corrió con un pequeño grito agudo, su agujero apretó el miembro de JungKook hasta que el tigre emitió un gruñido gutural y se corrió con fuerza en el interior del castañito.
El conejo gimió al sentir el espeso semen caliente llenar su interior, la respiración de ambos era un desastre y ambos cuerpos se encontraban llenos de sudor.
El rubio abrió la boca para hablar, pero antes de poder decir algo, jadeó al sentir los leves movimientos de cadera de su amado conejito.
Las orejas largas marrones y su esponjosa colita temblaban, lágrimas lamentables corriendo por sus mejillas rojizas, su pecho subía y bajaba por cada agitada respiración.
— Más... más. —lloriqueó el castaño, el tigre se lamió los labios.
Su conejito era codicioso.
Después de mucho actualicé
este fanfic. Mañana publicaré
el próximo capítulo <3
hubo un error, este capítulo es un especial que hizo la escritora original, prácticamente esto es antes del embarazo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro