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.ೃ 💐 Ropa nueva .𓄼
La chica pelinegra de alargadas orejas blancas salió de la parte trasera de la tienda al pasar unos pocos minutos, al notar la presencia de la coneja la pareja se sonrojó y ambos desviaron la mirada hacia el suelo.
La chica solo sonreía como si esa tierna escena entre ambos nunca hubiera existido en primer lugar.
La chica llamó a ambos hacia el mostrador de vidrio y allí colocó las diversas prendas, una sonrisa cordial instalada en su pequeño rostro.
— Siento presentarme tan tarde, mi nombre es Im Nayeon y soy nueva en el pueblo. —La sonrisa de la chica se volvió más grande y unos dientecitos de conejo vieron la luz por un momento.
Doyoung asintió con una sonrisa en el rostro, Jaehyun asintió fríamente, no le interesaba.
— Soy Doyoung y él es Jaehyun, gracias por atendernos hoy. —El pelinegro hizo una ligera reverencia que la pelinegra correspondió, Jaehyun únicamente se apoyó del mostrador en silencio.
Ambos conejitos se sonrieron y entonces, pasados un par de segundos, Nayeon recordó que el chico quería comprar ropa, le miró avergonzada y entonces procedió a enseñarle cada prenda que había traído.
— Estas son todas las prendas que tengo disponibles que pueden servir para el señor Jaehyun, lo siento. —La chica se disculpó avergonzada, la pareja eran sus primeros clientes y no tenía lo que buscaban, a este paso nunca vendería nada.
— Está bien, probablemente estos nos sirvan. —Doyoung miró cada prenda una por una, la mayoría eran de colores neutros, había algunas de colores claros, pero no combinaban con el carácter del tigre.
Al final, el conejito miró a Jaehyun con sus ojitos brillando.
Todo este tiempo el castaño se mantuvo con una expresión fría en el rostro, pero al mirar los ojos brillantes del pelinegro dirigiéndose hacia él una sonrisa afloró en sus labios, su sonrisa sorprendió a la coneja, ya que además de ser hermosa, parecía solo estar dirigida al conejito pelinegro.
— Elige ropa, compraremos lo que sea que te guste. —El conejito sonrió al ver como el castaño se acercaba a él y acariciaba sus largas orejitas grises, Jaehyun solo miró casualmente las túnicas y eligió algunas de su gusto, las mismas no poseían muchas decoraciones, pero eran muy elegantes.
Nayeon admitió para sus adentros que el tigre tenía buen gusto, las ropas que había elegido eran las mejores que había hecho hasta ahora y también las más costosas.
— ¿No quieren llevar otras cosas? Estas prendas son las más costosas. —La pelinegra miró a ambos con vergüenza, aunque era malo juzgar a los demás por su apariencia, no creía que ellos pudieran pagar esas ropas.
La coneja suspiró y estaba a punto de decirles que les haría un descuento, pero se detuvo al ver la reluciente moneda de oro en las manos del conejo pelinegro. Nayeon abrió sus ojos con sorpresa y su boca hizo una perfecta y redonda "o".
Aunque ella provenía de un pueblo en mejor estado con algunos señores ricos viviendo en el lugar, muy pocas veces había visto monedas de oro con anterioridad y todas venían mayormente de los señores ricos del pueblo donde vivía.
Nayeon estaba genuinamente sorprendida, no esperaba ver monedas de oro en este pueblo tan alejado de la capital del imperio.
— No sé si esto alcanza, pero si hace falta más puedo darlos. —Doyoung sintió pánico al notar la sorpresa de la chica, pensó que tal vez ni siquiera una moneda de oro le alcanzaría.
Jaehyun se hizo ajeno a todo y siguió acariciando las orejas del pelinegro, las mismas temblaban ligeramente mientras su redonda y esponjosa colita se estremecía cada tanto.
Al ver el susto en el rostro de Doyoung, la pelinegra recuperó su ingenio y le sonrió con vergüenza, acaba de aprender que no debe dejarse guiar por las apariencias.
— No, esto está bien, gracias. —La chica tomó la moneda y la examinó sin poder creérselo todavía, efectivamente, era una reluciente moneda de oro.
Doyoung suspiró aliviado mientras Jaehyun solo miraba a la pelinegra, había notado la sorpresa de la chica, probablemente pensó que no serían capaces de pagar la ropa. El tigre miró las suaves orejas de su conejito con cariño mientras acariciaba las mismas, enseguida se hizo ajeno a todo mientras su bebé pagaba.
Nayeon sonrió con alegría al colocar la moneda en su pote de aluminio donde guardaba las ganancias del negocio, solo se encontraba esa moneda. La coneja pelinegra tomó las prendas y las colocó con delicadeza en unas bolsas de plástico y se las extendió al pelinegro el cual miraba las prendas de colores claros colgadas con interés.
— Muchas gracias. —dijo el pelinegro al tomar las bolsas, no se las dio al castaño, ya que ya llevaba las bolsas con comida y eran más pesadas. La pelinegra sonrió agradecida.
— Gracias a ustedes, pueden venir cuando quieran, puede que les haga un descuento. —La chica le guiñó un ojo al chico, Doyoung sonrió y sus ojitos brillaron como dos luceros.
— ¿En serio? Muchas gracias. —El conejito dio un par de saltitos con emoción, Jaehyun sintió su corazón latiendo rápidamente al ver la hermosa sonrisa de su pequeño conejo, era tan bonito y tierno, tan perfecto.
— Bueno, ¡adiós! —Con esas palabras, la pareja salió del local. Nayeon los vio irse mientras los despedía con la mano, se sobresaltó al escuchar la puerta trasera del local abriéndose.
La pelinegra miró hacia la vieja puerta de madera y suspiró aliviada al ver que solo era su amiga Yoo Jeongyeon. La híbrida de oso pardo bostezaba con flojera mientras se acercaba a ella, Nayeon se sonrojó hasta las orejas al sentir la mano de su amiga acariciar sus largas orejas blancas.
La castaña recién llegada sonrió con coquetería mientras pasaba de acariciar sus orejas a acariciar su hermoso cabello negro.
— He oído personas hablando, ¿ha llegado algún cliente? —La pelinegra miró hacia el suelo mientras jugaba con los bordes de su ropa e intentaba hablar a su amiga—. ¿Hmm?
— S-sí, han comprado varias prendas y me gané una moneda de oro. —Los ojos de la chica brillaron. Jeongyeon sonrió mientras sentía su corazón latir, su mano pasó a acariciar el cabello color obsidiana de su conejita.
— ¡Me alegra! —exclamó la castaña mientras se deleitaba con el suave cabello negro de la chica.
Ambas se miraron con sus ojitos brillando mientras sus corazones latían con fuerza en sus pechos.
ꕤ
El tigre miró a su conejito pelinegro mientras guardaba la ropa en el armario de la habitación. Ya habían guardado la comida apenas llegar, no tenían donde guardar la carne por lo que en el camino compraron un poco de hielo y una caja de aluminio, allí colocaron el hielo y los trozos de carne y las verduras ya que así durarían más.
Doyoung suspiró con cansancio al terminar de guardar la ropa del castaño en el armario, apenas quedaba espacio para colocar otras cosas.
— Quiero darme un baño... —murmuró el pelinegro, Jaehyun sonrió con malicia en cuanto una idea pasó por su mente, se acercó a Doyoung y acarició con suavidad su cabello desordenado.
— ¿Nos damos un baño juntos? —El pelinegro no se esperaba la propuesta y su carita se sonrojó, el tigre pudo ver como su cuello también lucía rosadito, rió al ver la timidez de su bebé.
El castaño tomó por las mejillas a su pareja e hizo que lo viera a los ojos, Doyoung intentó mirar a todos lados excepto a Jaehyun, pero el tigre no le permitió apartar la mirada.
— ¿Hmm? ¿No quieres? —insistió el híbrido de tigre, el conejito lo pensó por un rato, en su corazón se dijo que en realidad le interesaba la propuesta, al cabo de unos pocos segundos Doyoung asintió con lentitud mientras su esponjosa colita gris se movía agitadamente, la cola atigrada del castaño se agitó de un lado de otro con alegría.
Jaehyun no perdió el tiempo y tomó al pelinegro en sus brazos delicadamente, Doyoung emitió un gritito al ser cargado de manera repentina y se agarró con fuerza de los brazos del tigre. El tigre le sonrió con coquetería y caminó hacia el baño, en cuanto llegaron el castaño despojó a su pequeño de toda su ropa, Doyoung quiso negarse, pero no lo hizo en cuanto una pequeña satisfacción de ser servido surgió en su corazón.
El pelinegro se sonrojó ante su pensamiento atrevido. Jaehyun admiró el cuerpo desnudo de su conejito, como su cola gris se agitaba y sus largas orejas cubrían parte de su blanca piel, se veía hermoso con sus mejillas sonrojadas y sus ojitos brillando con vergüenza, y un atisbo de deseo en lo profundo de sus orbes.
— Luces tan delicioso. —susurró el tigre castaño en el oído del conejito, Doyoung se estremeció al sentir el cálido aire del híbrido en sus orejas. Jaehyun sonrió con coquetería al ver como el cuerpo de su pequeño se estremecía por el piso frío y el aire helado de la noche que ingresaba por la pequeña ventana.
— Mmm... Me siento raro... —murmuró bajito el conejito pelinegro, intentó tapar con sus manos su cuerpecito, pero Jaehyun se lo impidió con la mano, el castaño sonrió mientras acercaba sus labios al cuello blanco de su bebé.
— No te cubras, eres hermoso. —Sus labios viajaron por sus clavículas, su cuello y sus mejillas rosaditas—. Tan hermoso que pienso devorarte toda la maldita noche. —Con esas palabras el conejito gimoteó, sintió su cosita levantarse mientras su deseo iba en aumento, su colita se agitó mientras él intentaba no mirar al castaño.
Por alguna razón, comenzaba a sentirse como una presa a punto de ser comida. Ese sentimiento se intensificó al ver los brillantes ojos llenos de deseo del tigre mientras recorrían su cuerpo.
Extrañamente, no sentía miedo alguno.
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