Los rayos del sol de la mañana ingresaban por la ventana de la habitación, el pequeño cuerpo del castaño se movió ligeramente al sentir el sol en su rostro.

El tigrecito abrió los ojos lentamente, aún tenía sueño, sin embargo, pronto su somnolencia desapareció al sentir un cuerpo grande abrazándole.

Extrañamente, se sentía muy cómodo en esos brazos.

Taehyung ignoró la cómoda sensación que le daba ese abrazo y subió la mirada a lo que era el rostro de la persona que lo abrazaba.

— ¿Quién demonios...? —murmuró bajito, no reconocía el guapo rostro que se encontraba frente a él.

Su largo cabello azabache caía en cascada por su espalda, cubría parte de su pecho y parte del cuerpo del tigre, su piel era de un color blanquecino, su cuerpo tenía músculos en los lugares correctos y pronto el castaño notó que el hombre estaba completamente desnudo.

El castaño se puso muy nervioso, no conocía a la persona frente a él y por alguna razón esta persona estaba abrazándolo con mucha familiaridad, como si lo conociera.

Pronto Taehyung notó de qué raza era el hombre, en su cabeza había un par de orejas representativas de los conejos, al igual que en su coxis podía verse una pomposa cola que se movía ligeramente de vez en cuando.

Las orejas del desconocido se agitaron un poco en cuanto el tigrecito intentó moverse de su abrazo. Taehyung cada vez estaba más nervioso, no podía salir de los brazos del hombre gracias a la fuerza que usaba al abrazarlo.

Para ser un conejito, tenía más fuerza que el pobre tigrecito de Taehyung.

Jungkook sentía como el tigrecito en sus brazos intentaba escapar, estaba dormido pero sus instintos como conejo no dejaron que el cuerpo del pequeño saliera de sus brazos.

Era suyo, no iba a dejarlo escapar.

El azabache estaba incómodo por la pelea que daba el tigrecito en sus brazos, quería dormir tranquilamente pero el intento de escape de Taehyung no lo dejaba descansar.

Sus ojos se abrieron lentamente, Taehyung se sorprendió al ver como el conejo abría los ojos de repente.

Jungkook notó como el tigrecito dejó la pelea, lo que no sabía era que el pequeño tenía miedo de que se enojara y quisiera comerlo.

En un principio, pensó que el tigrecito sería un depredador, como los otros que había conocido. Y Jungkook más bien había dado la posibilidad de que lo podría comer en cualquier momento. Pero al ver que la dieta del tigrecito se basaba en meramente plantas y hortalizas, ahora el que tenía miedo era Taehyung. Puesto que el conejito a su lado podía comerlo de un bocado, al ser de un status alto y al ser omnívoro.

El castaño tenía miedo y estaba muy nervioso, sin embargo no pudo evitar quedar encantado ante los hermosos ojos del guapo desconocido.

Los ojos de Jungkook eran de un hermoso color bermellón, Taehyung nunca había visto ojos tan bonitos como esos.

Jungkook al notar como el tigrecito lo miraba tan fijamente sonrió, tal vez el tigrecito también quedó encantado con su belleza y quería formar un lazo de vida con él.

Nada más alejado de la realidad, pero bueno, los conejos son de mente simple.

Taehyung movió la vista a otro lado algo avergonzado, era de mala educación mirar fijamente a la gente, aunque esta gente se haya metido en su casa sin su permiso y lo abrazaran sin permiso.

Había que ser educados ante todo.

— Tigrecito... —dijo repentinamente el conejo, sobresaltando al castaño.

Taehyung recordó su cometido e intentó escapar de los brazos del aún desnudo desconocido, su carita mostró un tierno sonrojo y su mirada se desvió hacia otro lugar que no fueran las partes privadas del conejo, ¡y vaya que eran grandes!.

— No vas a escapar. —afirmó el azabache con una sonrisa en el rostro, con sus manos colocó los brazos del castaño a cada lado de su cabeza y se montó sobre él, con eso lo acorraló en la cama.

Taehyung intentó escapar de él pero su fuerza era insuficiente. Jungkook miró con diversión toda la lucha inútil que daba el pequeño.

— ¡Suéltame! ¿Quién demonios eres y qué haces en mi casa? —El conejo solo olfateó en el aire el dulce olor del tigrecito y acercó su rostro al níveo cuello del mismo.

— Hueles muy rico... —Sus palabras salieron amortiguadas pero aun así, Taehyung pudo escucharlas, el conejo pudo ver como las orejas del castaño se ponían rojas de la vergüenza.

— N-no, n-no huelo rico. —El castaño habló entrecortado, su mirada se desvió a otra parte de la habitación.

El conejo sonrió con coquetería hacia el contrario y siguió oliendo su cuello, su cola pomposa se movió con emoción.

— Me llamo Jungkook, tigrecito. —Se presentó finalmente el azabache, Taehyung lo miró con sorpresa, pensó que el hombre nunca se presentaría.

— Y-yo soy T-Taehyung. —dijo por reflejo el pequeño tigre, aunque el conejo había sido muy maleducado, él debía presentarse y ser educado.

— Un gusto, tigrecito. —Taehyung se estremeció en cuanto sintió como algo húmedo rozaba su oreja. La lengua del conejito lamía toda la extensión, con un sutil movimiento.

Jungkook sintió que la piel de Taehyung era muy suave y le pareció muy tierna la reacción del pequeño, su sonrojo se intensificó un poco y un gimoteo salió de sus lindos labios.

El conejo pasó nuevamente la nariz por el cuello del contrario y dejó besitos por toda la extensión, estos estremecieron al castaño, sus ojos se humedecieron por las sensaciones, se veían puros y bellos, parecían un par de estrellas.

Jungkook se deleitó con la vista y siguió repartiendo besos por su cuello. Pronto pasó de besos a hacerle marcas, pequeñas marcas rojas comenzaron a llenar el cuello del castaño y los ruiditos y suspiros que emitían sus labios emocionaban al conejo.

Taehyung gimió al sentir como los dientecitos delanteros del conejo rozaban su cuello, en algún momento había dejado de luchar contra el aprisionamiento del azabache.

Jungkook mordió ligeramente la piel del tigrecito, sus dientes se clavaron un poco y dejaron una marca roja en el cuello del castañito.

— N-no me muerdas. —murmuró el tigrecito, su voz salió temblorosa y de sus ojitos brotaron dos cristalinas lágrimas que no cayeron por completo.

El conejo agitó la cola con nerviosismo y sus orejas temblaron, tal vez se había pasado un poco.

Jungkook dejó de marcar al tigrecito y en cambio solo lo abrazó en su amplio pecho, el tigrecito sollozó bajito, esa mordida le había dolido y le ardía ligeramente.

— Lo siento... —dijo arrepentido el azabache, sus orejas moteadas bajaron con desánimo y su cola se agitó con temor.

Taehyung seguía algo asustado pero no pudo evitar pensar que Jungkook era lindo, por lo que únicamente asintió mientras correspondía el abrazo del contrario.

— Te perdono. —murmuró el tigrecito, sus lindos colmillos se asomaron en una bonita sonrisita cuadrada.

— Mío. —Al ver su radiante sonrisa, Jungkook no pudo evitar pronunciar nuevamente esa palabra, declarando su propiedad.

El lindo tigrecito era suyo.

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