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XIX

Despues del pequeño e inocente incidente caotico orquestado por un dulce omega castaño y una mortal secadora todo pareció marchar más tranquilamente.

Giotto había dejado fugarse a Kyoya con una condición.

Era más divertido ver como ardía troya de forma regulada, nada iba a evitar la cena y su futura boda.
O el mismo se encargaría de desatar el infierno sobre la tierra.

El omega rubio parecía muy tranquilo observando desde la ventana de su recamara mientras comía una dulce paleta de caramelo.
Ahora solo le faltaba ponerse sus mejores galas y prepararse para su Alfa.

Incluso si la casa se destrozaba el debía verse de lo mejor.

-¿Será que Kyo-chan haga bien lo que le pedí?-.
Rió divertido el rubio mientras miraba hacia el jardín.

《☆》

Kyoya se sentía humillado y muy frustrado peor aún su traje había quedado arruinado por culpa de la Diva Loca esa pelos de elote mal retocados.
El pelinegro se dio cuenta de las palabras que su mente estaba pronunciando.
Los carnivoros no maldicen de esa forma.

Pero ahí estaba...Haciendo el maldito mandado de esa diva egocentrica.

Mientras buscaba en ese jardín dos rosas blancas y un clavel que necesitaba Giotto para usarlos de accesorios, entre su búsqueda un Dulce aroma llamó su atención era fresco como las naranjas pero a la vez había un ligero toque de dulzura como la miel...por las feromonas que alcanzaba a percibir era un omega.

Volteo estando el entre las flores, los grandes rosales para ver a un Castaño algo sorprendido.

-¿Que estas haciendo?- Preguntó el castaño omega que era demasiado parecido al Loco de la secadora que lo ataco en la mañana.

Pero el tipo de la mañana no parecia sacado de un carnaval mexicano como el sujeto cerca suyo

-

¿¡Que le estas haciendo a mis flores?!- Alzó la voz el omega castaño quien se estaba agachando para levantar una piedra disimuladamente sin quitarle la vista al intruso alfa de cabello negro que olía a Limón con Menta.

Y por la cara de molestia del tipo ese probablemente si había chupado limón.

-Vine a recoger algo que ese idiota me pidio- Aclaró Kyoya de mala gana no queriendo más problemas y menos tener que pelearse con un omega.

-¿Que idiota? Por que al parecer hoy he visto muchos- El omega se cruzó de brazos con el ceño fruncido sin dejar de mirar fijamente al alfa.

Y si las miradas mataran esos dos ya estarian arrestados por múltiples intentos de hómicidio.

-No voy a pelear con un tonto omega- Gruñó fastidiado Kyoya.

-¿Así?- Tsuna estaba molesto así que sin pensarlo mucho con piedra en mano se lanzó contra Kyoya quien le dio la espalda para cortar una rosa blanca que le pareció bonita y que con suerte a Giotto le gustaria lo suficiente como para dejarlo en paz.

Desde muchas ventanas la joven "pareja" era observada.

Desde los alegres como Giotto, los indiferentes como Alaude y los francotiradores como Reborn, un divertido Mukuro y un Golpeado Byakuran bien dormido.

Todos estaban listos para ver como ese par de alfa-omega se peleaba encima de las rosas sin razón aparente.

Dañando aún más la ropa y los peinados que con tanto esmero había preparado Giotto.

Aunque no habia tanta perdida pues ese era el plan.

El omegs rubio que estaba entretenido hizo una llamada a cierto grupo ruidoso.

Los amigos de Su Tsunayoshi pronto estarian aquí con el resto de la familia.

Y mientras el amor se construía a base de golpes entre Tsuna y Hibari.

Giotto tenia que preparar su cena de ensayo de bodas, un pajarillo amarillo se posó sobre el hombro semidescubierto del rubio.

-Hibird...Hola Dulzura-
El omega mimo generosamente al avecilla.
-Anda ve a parar a ese par...Realmente necesito las flores, Si vas te regalare las mejores semillas de Girasol de todo el mundo-

Chantajeo alegre y supo que el ave acepto cuando trinó cantarín antes de salir volando por la ventana hacia el jardín.

De escuchaba bastante bullicio.

Y unos...¿Balazos?¿Sonidos de espadas?¿Llanto?.

La verdad por el bien de su cutis no se iba a fijar para nada.

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