XIII
Perdón por desaparecerme tan feo, es que...
No se xD, se me olvido que estaba haciendo con mi vida y de paso olvide que carambas estaba escribiendo.
[Esto me pasa por desorganizada, por pendeja...y de paso culpo a mi desastrosa estabilidad emocional ╥﹏╥ -Llora-]
A todas las personitas que leen mis fics gracias por su apoyo, intentare actualizar aunque sea de forma intermitente.
Con amor, y un poco de sueño.
Seirian M.Yun
🥆⭐🥆
Mientras Giotto intentaba cometer un honrado homicidio contra el hermano menor de su sexy y amado futuro esposo alfa de sus sueños.
Tsuna parecía divertirse bastante.
Si divertirse era intentar golpear sin misericordia a los dos desconocidos.
Byakuran se derrumbo en llanto exagerado mientras hechaba a correr por su vida...Solo por que su amada piña tiraba del cuello de su camisa pues perdió las ganas de luchar cuando aquel pequeño castaño atento contra la integridad de la luz de su vida.
Alaude por su cuenta solo miraba las dos pequeñas masacres.
Los sirvientes más valientes se acercaron a una distancia sensata.
Uno de los hombres con más años de trabajo suspiro entre suaves risas, colocandose a lado del Rubio platinado para admirar la escena.
Giotto lanzando patadas a diestra y siniestra, sonriendo al ver que Kyoya tenia dificultades para frenar sus golpes.
Por otro lado, Tsunayoshi había comseguido una escoba como arma mortal de guerra para golpear a el omega de peinado tropical.
-La familia siempre tan animada-
El hombre de trabajo llevaba con el un recogedor metálico que le fue arrebatado por un rubio omega para atacar a el alfa pelinegro. -Oh oh-.
Un grito nada masculino salió desde lo más profundo de la malvavisciosa parte del alma de Byakuran cuando el omega castaño tacleo a su piña.
Y ahora lo golpeaba con el palo de la escoba.
Lo gracioso...es que a Mukuro al primer impacto en vez de gritar por el dolor, gimió a voz alta.
Avergonzado al dulce agresor y parando la pelea de Giotto para que este pudiera reir a carcajada suelta.
Tsuna, por su lado estaba sonrojado, golpeando con la parte suave a Mukuro que ahora manoteaba para sacarselo de encima.
-¡NOOOOO MI PIÑAAA!-
Gritaba entre lloriqueos el albino tirado a menos de un metro sosteniendo un empaque vacío de malvaviscos.
-¡Defiendelo, Herviboro idiota-.
Ahora había sido turno de gritar por parte de Kyoya quien después de rodar los ojos recibió una patada en el estomago y fue derribado- ¡Sueltame diva loca o te mordere hasta ...agh!-
-A mi nadie me amenaza...¡Alaude!, pasame esa soga-.
Determino el omega quien inmovilizaba tranquilamente al alfa pelinegro.
Alaude por su lado solo suspiro cuando una risueña niña regordeta de cabello castaño, se acerco con una soga roja para entregarla y luego retirarse.
-Giotto...esto es...-
El alfa rubio platinado rio en voz baja al percatarse de algo muy divertido en esa cuerda, y la sonrisa de Su omega lo confirmaba.
-Si cariño~, damela, que esos nudos me salen genial-
Coqueto guiño su ojo derecho, su alfa le cumplió entregandole la cuerda y el ni tardo ni perezoso comenzó con su divertida tarea.
-¡Dejame Herviboro- Kyoya empezo a patalear cuando se percato la forma rara de los nudos, y ahora también su hermano apoyaba al loco en su plan humillante.
Este dia no podía ser peor...
¿Verdad?
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