Sentada sobre mi maleta y con Amir a mi lado en el andén del tren puedo jurar que nunca he hecho algo tan arriesgado en mi vida. He cometido locuras en mi adolescencia, sí. Me he embriagado hasta vomitar, sí. Pero nunca, nunca había aceptado la oferta de un extraño.

La realidad es que siento que Amir no es como el resto de los muchachos. Cliché en su máxima expresión, lo sé. Sin embargo, siento que es de fiar.

Lo único malo que puede sucederme a su lado es que perdiera los nervios y lo tirara a las vías del tren.

ꟷ¿En qué piensas?

ꟷEn que quiero comer un hotdog.

Una carcajada escapa de sus labios y me doy cuenta que no tengo razones para temerle.

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¡Buenas! Espero que les guste el capítulo.

A todas las mujeres que leen esta historia ¡feliz día atrasado! Recuerden siempre pelear por sus derechos y sueños.

¿Para ustedes cuantos capítulos faltan para el final considerando que aún falta España en el viaje?