Me envuelvo con una bata y con el pie abro la puerta del baño. El vapor ha cobrado vida y se ha hecho dueña de todo el lugar. El agua cae y siento una voz masculina cantar una canción en una idioma que no forma parte de mis conocimiento.

¿Qué diablos hiciste anoche, Victoria?

Quito la tapa del inodoro, la cual sirve para tapar el pequeño tanque con agua, intentando no hacer el mínimo ruido. Me acerco en puntillas a la ducha y sin detenerme a pensarlo –porque me arrepentiría- corro la cortina de la ducha.

Suelto un grito al instante y el muchacho en su interior imita mi acción.

Estoy a punto de golpearlo con la tapa cuando descubro quién es.

Oh, Dios... dame un respiro.

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¡Ay, ay, ay! Amo, amo estos capítulos

Espero que tengan un bello día, ¿les está gustando la historia?