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Capítulo 26 🚗

Narra K

—¿Qué pasó? —pregunta Megan cuando entro y cierro la puerta, pegando mi espalda contra ella, con la cabeza gacha mientras que las lágrimas se deslizan sin control por mis mejillas—. Ay, nena —dice y odio el tono de voz que ha utilizado.

En un dos por tres la siento llegar a mí, tomándome por los hombros para acercarme a ella y abrazarme.

Le correspondo el abrazo, intentando dejar de llorar, pero no puedo hacerlo.

—¿Ya se fueron? —pregunta en un susurro en mi oído. Asiento sin dejar de llorar—. Pues, tranquila, ¿sí? De seguro nada pasará —asegura. Cojo aire y me separo de ella, secando mis lágrimas para verla.

—Perdón, sé que ella es tu hermana —admito—. Es que, no sé cómo no hacerlo —explico. Sonríe, limpiando las nuevas lágrimas traicioneras que salen sin mi permiso.

—Desde que bajaron del auto, supe que tenían algo. Mariah es muy inteligente, también debe haberlo notado, así que es ella quien debería pedirles perdón por haberlos separado de esta forma —zanja. Niego con la cabeza.

—Sabía que esto pasaría —admito—. Ella no tiene la culpa de nada —declaro.

—Pudo negarse a la boda —insiste. Hago una mueca.

—Yo pude haber aceptado la propuesta de Connor de huir, pero tampoco lo hice —acoto, encogiéndome de hombros. Megan chilla de pronto, tomando mis manos. La sonrisa tonta que tiene en sus labios es contagiosa.

—¡¿Te propuso eso?! —chilla. Río bajo por su emoción y asiento lentamente—. Ay, cómo en los libros. Tienes que contarme todo, por favor —suplica, tirando de mi mano para caminar a la cama.

No me queda de otra que seguirla, recogiendo como ella mi vestido para sentarme de lado.

—No hay mucho que contar —admito, jugando con mis manos para no verla a la cara.

—Pues, yo creo que sí. ¿Por qué te dice colibrí? —pregunta. Alzo una ceja y ella se sonroja—. Él te llamó así, yo solo prestó atención a las cosas —se defiende. Río bajo, negando con la cabeza.

—Porque son pequeños como yo, mi cabello es brillante como sus plumas y son las únicas aves capaces de volar hacia atrás, y yo soy experta conduciendo en retroceso —explico. Megam me mira como si estuviese contándole la historia de amor más bonita del mundo. Río.

—Pensó en un apodo especial para ti, ¡me encanta! —chilla. Río con ganas.

—Yo le sigo diciendo solo Connor —admito. Chasquea la lengua.

—¿Y cómo te gustaría decirle? —replica. Cojo aire.

—Ya es tarde, Megan, se casó con tu hermana, ¿lo olvidas?

—Pero ¿por qué la sacas a colación? Quiero saber la historia de ustedes, no la que tendrá obligado con mi hermana —suelta. Suspiro.

—Connor dice que tengo una manía de arruinar el momento —confieso. Megan ríe.

—Ya lo creo que sí. Entonces, ¿cómo le dirías? —insiste. Cojo aire.

—No lo he pensado —admito.

—¿Qué piensas al verlo?

—Que es muy guapo —reconozco, riendo junto con ella por mi respuesta.

—Vale, lo es, pero debe haber algo más —insiste. Suspiro y giro el rostro para no verla y responder.

—Me gusta mucho su sonrisa. Me gusta que me mire y sonría de la nada porque eso hace que yo también sonría sin motivo aparente. Me gusta que sonría mientras me besa porque me hace sentir que besarme le gusta. Me gusta que le guste hacerme reír, que se desviva en hacerme reír por todo y por nada. Me gusta que me deje muda cuando dice que le gusto o que me quiere —confieso en un susurro.

—Ay, son muy lindos —dice Megan. La veo, riendo.

—Éramos —aclaro. Bufa.

—Sí, experta en dañar los momentos —acepta. Río con ganas—. ¿Se besaron ahora? —pregunta. Suspiro.

—Connor está en contra de la infidelidad y yo también. Jamás él le sería infiel a tu hermana y jamás yo estaría con alguien casado —declaro. Megan asiente lentamente.

—Bien, gracias —dice. Suspiro.

—No son merecidas. ¿Dormimos ya? —pregunto. Megan asiente sonriente y se levanta de un solo movimiento.

Mientras ella entra al vestidor para cambiarse yo me pido el baño. Me coloco el pijama que ya habíamos arreglado temprano y salgo del baño, doblando el vestido y dejándolo en la cesta de la ropa sucia. Encuentro a Megan frente a su peinadora pasando unas esponjitas por su rostro.

—¿Qué son? —pregunto, acercándome a ella.

—Toallitas desmaquillantes. Coge una —me alienta. Lo hago e imito sus movimientos, empezando a pasarla por la frente. Después de usar unas cinco, ya no me queda más que el labial, así que cojo una nueva y me lo quito también—. Ahora esto —dice y me ofrece un bote de crema.

Me aplico también fijándome en ella. Me doy aire con las manos tal como lo hace y Megan ríe, viéndome en el espejo.

De ahí pasamos a la cama donde nos acostamos y arropamos, quedando, viendo el techo.

—¿A dónde irás mañana? —pregunta Megan. Suspiro.

—¿No sabes de dónde me sacaron para esta misión? —replico y la miro, ya ella me ve igual. Al mismo tiempo nos colocamos de lado para quedar viéndonos de frente.

—Mi padre no va contándonos todos los procesos que hace para obtener lo que quiere. Lo común es que nos cuente de una vez lo que obtuvo —explica. Asiento.

—Bien, pues, mañana debo volver a prisión para terminar mi condena —suelto. Megan alza mucho las cejas.

—¿Por qué estabas en prisión? —pregunta.

—Solía conducir un vehículo mientras mi hermano y amigos robaban. Un día nos atraparon —digo. Megan asiente lentamente.

—¿Ellos también están en prisión? —musita. Contengo la respiración y niego con la cabeza.

—Murieron en un accidente que tuvimos ese día. Yo iba al volante —explico.

—Ay, lo siento mucho —dice y se mueve para pegarse a mí y abrazarme. Su reacción no es la que espero porque hasta ahora, es la primera que alguien me pide disculpas por haber asesinado a todos.

—Tranquila, ya pasó —musito en respuesta, separándome un poco.

—Tuvo que haber sido muy fuerte para ti, pero bueno, ya no hablemos de eso —pide. Sonrío y asiento—. ¿Me dejas ir a visitarte de vez en cuando? ¿Cuándo acabas tu condena? ¿Te imaginas que Connor esté ahí para cuando salgas? ¿Qué tal que se divorcia de mi hermana porque no deja de amarte y va por ti? Ay, eso sería tan lindo —confiesa, respondiéndose todo ella misma. Río con ganas.

—Estás completamente loca y los libros te han puesto peor —declaro. Ríe conmigo.

—Ríete lo que quieras, pero yo seguiré creyendo que tienen una historia hermosa que merecen vivir —zanja. Sonrío.

Yo también creo lo mismo, pero la vida nunca fue tan buena conmigo como lo ha sido estos días junto a Connor...

Ojalá lo fuese siempre y siempre él estuviera presente.

Ojalá...

Ojalá yo no fuese una pe*** y no los hubiera separado, jajajajaja.

Feliz día del amor y la amistad, bellezas. Tienen capítulo especial hoy por eso, aunque aquí en Colombia no se celebre hoy, sé que en la mayoría del mundo sí, así que, disfruten mucho. 

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