Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 16 🚗

Cojo aire con fuerza, sabiendo que mi cosa allá abajo no está admisible para tener sus dedos o su boca en ella.

Tengo más de año y medio en prisión, obvio no está admisible. Paso saliva.

—Connor, yo. —Callo.

¿Qué le voy a decir? ¿No quiero que me toques más abajo y descubras la selva amazónica?

¿En qué estaba pensando, primeramente, cuando me quité la camisa para invitarlo a hacerme de todo?

Es que, estoy loca, joder.

—¿Sí, colibrí? —me insta. Suspiro con fuerza.

—Yo, yo no estoy preparada. Ya sabes, allá abajo —digo, pero tengo los ojos cerrados porque no puedo decir eso viéndolo a la cara.

—¿Y? Si lo estuvieses, esto sería planeado. Y no hay nada mejor que lo que surge de la nada, colibrí —declara. Paso saliva y abro los ojos para verlo cuando lo siento tomar la correa que tengo puesta para sostener el short.

—¿Podrías usar solo tu mano, por favor? Y no verla —suplico, porque, de verdad quiero su tacto.

Nunca he querido tanto algo como deseo que me toque, pero no quiero avergonzarme cuando lo haga. Connor sonríe y suelta la correa para ir por mis tenis. Quita ambos y luego se quita los suyos, acomodándome de lado y acostándose detrás de mí.

—Gira un poco tu rostro para poder besarte, colibrí —pide. Hago lo que pide, dejando mi cabeza de lado y al alcance de sus apetitosos labios—. Ahora, bésame —pide, tirando de mi labio con sus dientes.

Con la respiración errante, hago lo que pide y acepto la caricia de sus labios, instándome a abrir la boca para aceptar su beso. No espero más y tomo su labio con los míos, iniciando el beso.

Una de sus manos acuna mi cabeza para no cansarme y la otra reparte caricias por mi vientre, subiendo tentadoramente a mis senos donde tira de mi pezón, haciendo que suelte su boca para jadear bajo:

—Ah —musito antes de que vuelva al ataque de mi boca. La forma en la que sus labios presionan con exactitud los míos, su lengua juega, enrollándose y acabando con mi cordura, me atonta.

Comienzo a temblar de ansias al sentirlo introducir la mano con la que torturaba mis senos, por dentro del short.

Suelto su boca un momento, respirando de forma entrecortada al ya poder sentir sus dedos rozando mis pliegues. Se queda quieto, sin hacer algún movimiento, solo tocando superficialmente. Abro los ojos y descubro que él ya me ve a mí.

—¿Puedo? —pregunta en un susurro. Muerdo mi labio inferior con fuerza, asintiendo. Sonríe—. Dilo, colibrí. Pide lo que quieres que te haga —declara. Cojo aire y subo una de mis manos a la que él tiene apoyada debajo de mi cabeza para entrelazar nuestros dedos.

—Tócame, Connor —pido, rozando mis labios con los suyos. Sonríe y, entonces, sí creí que sus labios contra los míos eran divinos, a medida que sus dedos comienzan a frotar mi humedad en mi clítoris, descubro que con sus dedos es mejor.

Callo mis jadeos en su boca, electrificándose mi cuerpo por la forma en la que frota, tira de mis pliegues y regresa a frotar con la humedad que se expande.

Me siento tan húmeda, Dios.

Tan humillantemente húmeda.

Pero delicioso.

Separamos un momento nuestras bocas para coger aire y valentía de mi parte para hacer algo nuevo. Con los ojos cerrados, aprovecho de restregarme sobre la dureza que siento en mis nalgas.

—Colibrí —advierte en un siseo sobre mi oído. Sonrío de oreja a oreja.

—¿Sí, Connor? —replico, usando sus palabras.

Gruñe, acelerando los movimientos de sus dedos, mandando todo al diablo, porque no soy yo cuando comienzo a seguir con mis caderas el ritmo de sus dedos y él también se suma, restregándome sin pudor su protuberancia. Enterrándola exactamente en mis nalgas, estimulando desde ahí lo que sus dedos hacen en mi coño.

—¡Oh, Dios! —chillo bajo, lanzando mi cabeza hacia adelante, con la boca abierta para coger más aire del que ya cojo porque no siento que esté llenando mis pulmones de oxígeno y lo que él hace... Rayos, lo que hace me tiene levitando—. ¡Connor! —repito una y otra vez, dejando ir la necesidad que se instala en mi vientre.

Mi cuerpo queda flácido, sin fuerzas para nada, estremeciéndose sin control. Connor no saca su mano, solo ha reducido la velocidad de sus movimientos, pero lo que hace sigue enviando descargas por todo mi sistema, atontándome más.

Pasado un momento saca su mano y me endereza para que lo vea llevársela a sus labios.

Abro la boca como idiota al sacar su lengua y pasarla por sus dedos, limpiando, supongo, mi orgasmo. La forma en la que sus iris azules se tornan más oscuros, volviéndolos aún más irresistibles, me desquicia, lo juro.

—Eres deliciosa, colibrí. Deliciosa y única —declara, metiendo ahora los dos dedos a su boca y chupando con fuerza.

—Ay, Connor, vas a volverme loca —confieso, tomando su mano para sacarla de su boca y posarla en mi seno derecho. Lo presiona—. Hazlo, por favor. Hazlo ahora, Connor. Profanemos este lugar, pero hazme el amor aquí —suplico sin vergüenza alguna. Gruñe una maldición.

—Quiero hacerlo bien, pequeña. Quiero tomarte, juro por Dios que quiero hacerlo. Quiero ser el primero y. —Calla, negando con la cabeza. Lo hago detener para que me vea a la cara, tomándola con mis manos.

—También quiero lo mismo. Sé que en unas horas serás de otra por el resto de tu vida, Connor, pero yo quiero ser tuya ahora. Quiero ser tuya hasta que ese momento llegue —confieso, sintiendo que estoy sonando como una chiquilla enamorada, pero no me importa.

Él va a casarse y olvidará esto. O puede que no, puede que no lo olvide.

No quiero que lo olvide.

Quiero que me mantenga en su memoria.

Que tenga presente que fue el primer hombre para mí...

Probablemente el único...

—Seré el esposo de otra, sí, pero no seré suyo —declara. Paso saliva por la seguridad de sus palabras—. Eso es elección, colibrí. Y yo no elijo ser de ella. En cambio, tuyo... —dice y se queda callado un rato, abandonando mis ojos para ver el recorrido que hace con sus dedos, trazando figuras sin sentido en mi piel—. Si quisiera ser de alguien, sería tuyo —confiesa, deteniendo mi respirar.

Sube su mano a mis labios, acariciándolos a lo largo y clavando en mí su mirada.

—Déjame corregir eso —pide, pero no sé a qué se refiere hasta que vuelve a hablar—. No es que quisiera ser tuyo, es que, quiero ser tuyo —zanja con seguridad.

—Connor —musito sin saber muy bien lo que quiero decir.

¿Por qué ha venido a mi mente esa opción?

Es claro que no podríamos librarnos de su familia, los hombres que lo buscan y la familia de esta chica si nos vamos lejos, así que, no debería haber pensado eso tan absurdo.

—Voy a tomarte, colibrí —suelta. Paso saliva, abriendo un poco mis labios para tomar aire. Introduce un poco su dedo dentro de mi boca. Sé lo que quiere, así que no espero que lo diga y cierro la boca, jugando con mi lengua y chupando suavemente su dedo. Gruñe.

—Hazlo —pido, sacando su dedo, pero sin romper el contacto visual.

—Y una vez que te tome, no voy a querer soltarte —dice. Cojo aire con fuerza.

—Tampoco quiero que lo hagas, Connor —admito. Sonríe, moviéndose para quedar sobre mí y volver a besarme.

Quiero ser tuyo, colibrí.

Les informo que a partir de hoy, me llamo colibrí y Connor es mío, eh, jajajajajaj.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro