Capítulo 17.

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Los días pasaban de forma tranquila entre Namjoon y Jungkook, el mayor dejaba a Jungkook en el portón de la institución y lo recogía en el mismo lugar a su hora de salida. Le gustaba ver su carita de emoción, su gran y bonita sonrisa cuando veía que ya estaba ahí.

Justo como ese día, Jungkook casi saltó a los brazos del moreno, cuidadosamente correspondió su abrazo luego de estar analizando lo que sucedía por algunos segundos, tal vez un minuto entero.

ㅡ Te noto extrañamente feliz hoy, niño. Creí que estarías triste porque tu madre se marcha hoy a su evento de trabajo ㅡ le dijo el demonio tomando la pesada mochila de los hombros contrarios y colgarla en los suyos.

ㅡ Lo estoy Namu, pero también podremos hacer cosas divertidas juntos. Como faltar a clases de nuevo, comprar café y comer emparedados en el parque ㅡ la alegría de Jungkook era desbordante, salía por cada poro de su piel.

ㅡ No lo haremos tan seguido, después tendrás problemas con tus maestros y tu madre, que por cierto nos espera para comer. ¿Nos vamos ya? ㅡ le propuso con una sonrisa ligera y ofreciendo su mano.

Jungkook no lo dudó ni un segundo, aceptó gustoso tomar su mano, entrelazar sus deditos con los contrarios y caminar de esa forma hasta casa. Podía sentir en su estómago traviesas mariposas revoloteando de aquí para allá y algo cálido recorrer su cuerpo, al principio las manos de Namjoon eran frías pero lentamente iban calentándose gracias a él.

Según el moreno le dijo que era porque estaba enfermo, por eso su piel siempre era fría, helada, Jeon lo comparaba a un bloque de hielo.

ㅡ Ahora que recuerdo, creí que habías hecho planes con tu amigo Yoongi para este fin de semana ㅡ miró al chico de cabello negro enarcando una ceja.

ㅡ Puedo cancelar, la verdad es que sólo lo acompaño a una biblioteca extraña con libros y cosas raras ㅡ abultó su labio inferior ㅡ. Prefiero estar contigo, si no te molesta, claro.

ㅡ No me molesta, aunque no soy una persona divertida. Creo que vas a aburrirte en casa conmigo todos estos días sin Jisoo.

ㅡ Tonterías, Namu ㅡ soltó una risita juguetona ㅡ. Podemos jugar videojuegos hasta el amanecer, ver películas y comer palomitas con caramelo, o ya veremos qué hacer.

ㅡ ¿Puedo preguntarte algo? ㅡ decidió hacer de lado ese tema, pues lo que mencionó sobre Yoongi capturó su atención.

ㅡ Seguro, ¿qué sucede? ㅡ ambos detuvieron sus pasos al estar en una esquina para esperar y cruzar la avenida.

ㅡ ¿A qué te refieres con una biblioteca extraña? ¿Para ti, qué es extraño?

Quizás Jeon sólo exageraba las cosas, o tal vez no. Así que era mejor preguntar para salir de dudas. Él ya tenía un presentimiento y su propia teoría acerca de los gusto de Min Yoongi, todo gracias al grimorio que tenía en sus manos ese día.

ㅡ Para comenzar, en donde Yoongi compra sus libros es en la parte trasera de un local de venta de libros usados ㅡ colocó su dedo índice en su mentón mientras pensaba ㅡ. También está algo oscuro y frío, la sensación cuando entro allí no me gusta, me da miedo.

ㅡ ¿Y sabes de qué son esos libros?

ㅡ No, él no me permite ver cómo son. ¿Crees que se trata de algo malo?

ㅡ Descuida, estoy seguro de que no, pero le preguntaré. No me gustaría que Yoongi te lleve a lugares que no son apropiados para un chico de tu edad.

Dicho aquello se inclinó para dejar un beso en su frente cubierta por el flequillo. Por reflejo, Jungkook cerró los ojos y una sonrisa se asomó por sus labios.

༄

Jisoo preparó una gran comida para su hijo, fideos fetuccini caseros con crema que ella misma hizo. Veía con una sonrisa a Jungkook devorar su plato mientras que Namjoon tenía un ceño fruncido y examinaba lo que debía llevar a su boca.

ㅡ ¿Pasa algo, Namjoon? ㅡ le preguntó la mujer antes de beber de su vaso con agua.

El hombre de brillante piel morena levantó la vista de su plato, mostrando ahora un gesto que Jisoo interpretó como un claro "¿Cómo debo comer esto?".

Con la cabeza señaló a su hijo, quien seguía muy concentrado en devorar su comida favorita. El demonio tomó el cubierto con su mano derecha y lo sumergió en la pasta, tal y como Jungkook hizo lo giró con la ayuda de sus dedos logrando que la pasta vaya enrollándose poco a poco.

Cuando vio una generosa cantidad en su cubierto lo condujo con cuidado hasta su boda. Un montón de sensaciones explotaron en su boca ante tan deliciosa experiencia. No tardó en repetir la anterior acción para volver a degustar.

ㅡ Es el platillo favorito de Jungkook, ¿verdad, cariño? ㅡ dijo Jisoo al moreno con una suave sonrisa en el rostro.

ㅡ Mamá es tan buena cocinando, su comida es la mejor y siempre logra subirme el ánimo ㅡ comentó Jungkook con una sonrisita tímida que Namjoon catalogó como la más pura y hermosa.

ㅡ Oh, cariño. ¿Crees aguantar unos días sin comer la gran comida que tu madre te prepara con mucho cariño?

La pregunta de Jisoo hizo que el demonio pusiera los ojos en blanco, pues siempre se encontraba en el trabajo y Jungkook muy pocas veces la veía, ella le deja la comida en el refrigerador para que la caliente al llegar a casa.

ㅡ No te preocupes, mamá, estoy seguro de que Namu y yo nos podemos encargar de eso.

ㅡ Nunca he cocinado ㅡ dijo el moreno con la boca más que llena, con un poco de crema en la comisura de sus labios.

Una risita tierna y juguetona brotó de los labios de Jungkook ante la imagen de su mayor con las manchas de crema y las mejillas infladas por la comida. Tomó una servilleta y acercó sólo un poco su silla para limpiar a Namjoon, quien permaneció estático, entre sorprendido y avergonazado, sintiendo que sus orejas se calentaban al punto de estallar.

ㅡ Creo que deberías comer más despacio Namu, sólo mira cómo estás ㅡ sus ojos se concentraron en los gruesos labios que hace unos días sintió. Inconscientemente se lamió los labios sin apartar la vista.

ㅡ Jungkook, él puede hacerlo solo ㅡ regañó la mujer peli negra con cierto tono de voz que hizo al menor bajar la mirada de inmediato y disculparse en voz bajita.

༄

La hora de irse estaba siendo muy dolorosa para Jisoo, quien abrazaba con todas sus fuerzas el delgado cuerpo de su hijo. Le acarició el cabello antes de besar su frente con cariño, presionando sus labios por al menos diez segundos. Después se alejó un poco y le miró a los ojos.

ㅡ Dejé suficiente dinero para la semana en el refrigerador, está pegado en la puerta con un imán. Por favor, sean responsables y cuiden cuánto dinero gastan ㅡ le dijo con una sonrisa pequeña que casi no se distinguía.

ㅡ Sí mamá, eso ya me lo dijiste tres veces antes de salir. Vamos a estar bien, ¿verdad, Namu? ㅡ giró un poco su rostro para ver al alto moreno de pié a su lado, quien permanecía con los brazos cruzados frente a su pecho.

ㅡ Lo protegeré con mi vida, lo prometo ㅡ su voz profunda, seria, y hasta cierto punto misteriosa provocó un escalofrío en la mujer que luchaba con la idea de dejar a su hijo con ese hombre.

Y no hablamos de un hombre cualquiera, lo sabemos, Jisoo lo sabe perfectamente, ese hombre es el jodido Satán, el rey del maldito inframundo, el príncipe de las tinieblas, entre tantos pronombres. Ese hombre está en la tierra con el único motivo de llevarse a su hijo al más allá, al descanso eterno.

¿Y si al regresar, su hijo ya no estaba más en casa, en ese mundo?

Namjoon pudo sentir el miedo de Jisoo, su inseguridad y preocupación de dejar a Jungkook a su cargo, pero no había persona en el mundo que pueda protegerlo mejor que él. El moreno se acercó para abrazarla, detalle que sorprendió muchísimo a la joven madre.

ㅡ Jungkook estará bien, te lo prometí y lo voy a cumplir. Relájate y confía ㅡ dijo en su oído en tono bajo.

Cuando Namjoon se deshizo el abrazo, sus miradas chocaron y aprovechó a intentar transmitirle que hablaba en serio. En ese momento el auto que la empresa envió para llevarla al aeropuerto llegó y se estacionó frente a la casa.

Entre Jungkook y Namjoon subieron las maletas de la peli negra a la parte trasera del auto. Un par de abrazos y un último recordatorio sobre cerrar bien la casa fue lo que dijo Jisoo antes de que el auto arrancara.

La manita del menor siguió agitándose en el aire hasta que el vehículo se perdió de su alcance, suspiró y abultó los labios.

ㅡ ¿Jungkook, pasa algo? ㅡ preguntó el moreno antes de tomar la mano de su bonito humano y llevarlo al interior de la casa.

ㅡ Nada Namu, sólo espero que le vaya muy bien a mi mamá y todo salga bien en su vuelo ㅡ contestó con un notable desánimo en su linda voz.

Ambos entraron en la casa y luego de cerrar la puerta, Namjoon se inclinó un poco hacia abajo y dijo:

ㅡ Oye, todo va a estar bien. Ella regresará en una semana y todo volverá a la normalidad, ¿de acuerdo? ㅡ le acarició el rostro con una mano mientras se veían a los ojos.

ㅡ ¿Me lo prometes?

ㅡ Te lo prometo ㅡ sonrió antes de que sus labios se encontraran en el camino, tal parece que pensaban igual.

Fue un beso pequeño y tan suave que el corazón del más joven latió despacio, en paz y muy feliz.

ㅡ Ahora te creo ㅡ rió arrugando la nariz, dejando una vista tan tierna que Namjoon no pudo evitar abrazarlo contra su pecho ㅡ. ¡Namu, me asfixias!

ㅡ Es tu castigo por ser tan jodidamente tierno y lindo ㅡ todo en él se sintió bien al escucharlo reír y corresponder el abrazo ㅡ. ¿Qué te gustaría hacer hoy?

Jeon lo pensó un momento, ¿qué podía hacer que le guste a su mayor? Entonces una idea poco original y muy común llegó a su mente.

ㅡ ¿Te gustaría ver películas conmigo y comer galletas con helado?

ㅡ Haré lo que tú quieras, Jungkook ㅡ plantó un beso en los cabellos oscuros del chico entre sus brazos.

Satán no iba a negarlo y mucho menor avergonzarse, él era débil ante la felicidad de su humano.

༄

Lo primero que Jungkook hizo fue correr por el dinero en el refrigerador para contarlo y tomar un poco para comprar galletas y helado. Él tenía una gran colección de películas en su habitación, la gran mayoría de ciencia ficción.

Para él fue muy divertido ir en autobús con Namjoon e ir al supermercado juntos. Hablaron sobre su niñez y sus vagos recuerdos de las personas importantes que formaron parte de su crecimiento.

El demonio llevaba las bolsas plásticas con tres litros de helado sabor napolitano y al menos cinco paquetes de galletas de chocolate con relleno cremoso. Todo elección de Jungkook pues él no tenía ni la menor idea.

ㅡ ¿Por qué siempre hablamos de mí y no de ti? También quiero conocer sobre tu niñez, tus amigos y lo que te gustaba hacer, claro, si es que lo recuerdas ㅡ comentó el menor mirando sus pies, esperando sentado en la parada del autobús.

ㅡ Es un tema complejo Jungkook ㅡ soltó un suspiro pesado ㅡ. Te lo contaré todo hasta que tengas la mayoría de edad y la madurez necesaria.

ㅡ ¿Tan malo es? ㅡ fue una pregunta en un tono preocupado, pues un millón de escenarios tristes en donde su amigo tal vez sufrió de un terrible maltrato llegaron a su mente.

ㅡ No es malo, si sabes por dónde mirar.

Le revolvió el cabello con cuidado, sus dedos se deslizaron por su rostro, delineando su mandíbula lentamente hasta que su dedo pulgar se concentró en tocar el gordito y rojito labio inferior del humano.

ㅡ ¿Vas a besarme? ㅡ se acercó un poco, rozando la rodilla contraria con la propia y causando un estremecimiento en su cuerpo.

ㅡ Realmente creo que no debería, hay mucha gente ㅡ miró a su alrededor pero la verdad es que deseaba hacerlo.

ㅡ ¿Uno pequeño? ㅡ propuso y abultó los labios.

ㅡ Muy pequeño, no queremos problemas por aquí, ¿verdad?

Jungkook asintió antes de cerrar los ojos y permitir que el hombre de atractiva piel morena cubriera su boca con la suya, iniciando un beso real y duradero. Labios moviéndose en sincronía, encajando de manera perfecta mientras su corazón se sentía extraño.

En una esquina cercana, un joven de cabello castaño de nombre Kim Taehyung hervía de rabia ante tal imagen. Lanzó su teléfono al suelo sin importar que el aparato terminara destrozado e inservible. Tenía qué hacer algo para que Jeon Jungkook sea sólo de su propiedad y así alejar a ese hombre de su vida.

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~Nota~~
Ay no, siento que quedó del asco este capítulo. ¿Ustedes que opinan? Pueden tirarme piedras si gustan ;u;

Mil gracias por los 9K de lecturas, me largo a llorar, aaaaa ♡.