Capítulo 28
Isaac M.
—¿Qué pasó?— saludé chocando las manos y después los puños.
—El círculo negro necesita un trabajo, Ángel está fuera y pensé que podrías ayudar— explicó mientras comenzábamos a caminar.
—Sin problema, ¿cuándo?
—Hoy por la noche, es sencillo y rápido, mi equipo estará haciendo la otra parte.
—Me quedaré un rato por la noche y por la mañana me iré— comenté viendo cómo preparaban los autos.
—Te daremos una buena despedida entonces— me apretó el hombro— antes de que se me olvide... ¿quién es la chica de la que me hablaste?
—Xiomara es buena corriendo, pero con ustedes podría mejorar en gran escala.
Los preparativos para esta noche están siendo realizados, las modificaciones y revisión de los autos y motos para las carreras en diferentes puntos del lugar, pero a la vez preparan una de las mejores fiestas callejeras organizadas y patrocinadas por el círculo negro.
Estas fiestas son únicamente tres o cuatro en la noche en diferentes puntos, lo emocionante de ellas son las carreras y el riesgo a que la policía aparezca de la nada, la música suena en gran volumen, las chicas prácticamente casi desnudas bailando y la demostración de los autos.
—Habla con ella, si está dispuesta la aceptaré como parte de mi equipo, ella confía en ti y yo confiaré en ti también, pero hay que entender que las cosas aquí no son iguales, ustedes tienen el poder de ese país y el apoyo de ellos, pero aquí corremos riesgo, si únicamente viene a correr su condena será leve... pero si viene como parte de mi equipo en otros aspectos correrá más riesgo— explicó observándome.
—Xiomara es mujer de uno de los nuestros, lleva tiempo con él así que miedo no tiene, cuando ella venga háblalo con ella y ella decidirá si solo corredora o también será parte.
—Bien, esa mujer tiene potencial, y me encargaré de ella y la volveré la mejor de las calles.
—Eso espero.
Seguimos viendo un poco más, pero debíamos prepararnos para el trabajo, iremos a traer un encargo rápido, pero debemos estar al pendiente, ya que la policía está detrás de ellos hace un tiempo.
El trabajo fue rápido y sencillo, llegamos sin problema a la ubicación y recibimos el paquete en cuestión de minutos, detrás de nosotros venían unos policías en autos particulares intentando disimular, pero no eran buenos, en el auto se quedó alguien mientras entramos y salimos por la parte trasera y así perder su rastro, después de irnos nos dijimos a dónde uno de los informantes.
—Fue fácil como siempre— respondió Heber aceptando una cerveza al tiempo.
Su altura por veces es un chiste 1.75 es más alto por seis o cinco centímetros creo, cabello ondulado y un poco corto, brazos, cuello, piernas y abdomen con tatuajes pequeños como grandes, su cara sigue siendo como la de un adolescente no parece mayor que yo.
Por su apariencia sin problema podría hacerse pasar como un niñato rico.
—¿Le has comentado? — preguntó con curiosidad.
—Aún no, Isaac— llamó por mi nombre— ¿han tenido alguna rata alguna vez?
—Un par de veces, ¿tiene ese problema?
—Sí, una mujer llegó a una de las carreras se veía como todas, al principio fue como cualquiera, pero poco a poco se destacó bailando o sabiendo de autos, me metí con ella y sí es buena en el sexo— los tres nos reímos por el comentario— de alguna manera se acopló a nosotros y nos acercamos, pero la policía ha estado más cerca de nosotros, pueden ser solo coincidencias u otro soplón.
—Las coincidencias no existen— expuse.
—Tiene razón— aceptó Roberto.
—Esta noche sabré si es o no la informante— anunció.
—Pero si no lo es la joderás por nada, ¿la policía aparece de la nada? — pregunté y él asintió— ¿saben de movimientos? — volvió a asentir— ¿han revisado su casa?
—Sí, sí, sí y sí a todas las preguntas, al principio pensé que eran ideas, pero es la tercera perra que mandan y sigue el mismo sistema, quería creer en coincidencias, pero hasta tú sabes que en nuestra vida esas mierdas no existen y bajar la guardia puede jodernos.
—¿Ya la tienes? — pregunté.
Revisó el teléfono y asintió.
—Acaban de confirmarlo, vámonos y después te dejan en el hotel.
Al llegar a la fiesta la atmósfera era electrizante, la música retumbaba en el aire un ritmo intenso de hip-hop o música electrónica que hacía vibrar el suelo, los altavoces estaban colocados en diferentes lugares, estaba hasta el tope de gente desde jóvenes hasta veteranos en las carreras, las risas y gritos de emoción se mezclaban con la música.
Había luces de neón y focos de colores que iluminaban, reflejándose en las carrocerías pulidas de los vehículos, algunos se preparaban para comenzar con las carreras, los motores rugían mientras los coches se alineaban en la línea de salida, cada uno mostraba las modificaciones hechas: alerones, llantas personalizadas y sistema de escape.
Los presentes se agolpaban alrededor de la pista improvisada gritando y animando a sus favoritos, cuando la señal se dio los coches salieron disparados, dejando atrás de sí una estela de humo y sonido ensordecedor de los motores, se movían al ritmo de la música, bailando con energía y mostrando sus mejores pasos.
En una parte había exhibición de drifting donde demostraban sus habilidades para controlar el coche en curvas cerradas, pero lo que más emocionaba a todos era el trasfondo de riesgo, la ilegalidad de las carreras callejeras significaba que la policía podría aparecer en cualquier momento.
Seguimos de largo de toda la fiesta hasta llegar a una tipo bodega a unos diez minutos caminando, aun estando aquí la música se escucha fuerte, ingreso un código y la puerta se abrió al entrar encontramos a tres de los suyos allí.
Una mujer estaba desnuda y amarrada de brazos al techo, apenas lograba tocar el suelo, tenía golpes en el cuerpo.
—¿Qué ha dicho? — pregunté saludándolos.
—Nada, solo dice lo mismo, no he hecho nada, no sé de qué hablan, soy inocente, me están inculpando y bla, bla, bla— respondió.
—¿El teléfono? — pregunté.
Uno de ellos lo tenía me lo dio y revisé, básico y normal eso no cuadra y es sospechoso, tiene pocos contactos, pero ninguno familiar, no hay ningún número que diga mamá, papá o esposo.
—Traigan un detector— ordenó Heber mientras veía todo su cuerpo.
—¿Es la tercera cierto? — ellos afirmaron— has sido muy blando Heber, están intentando llegar a ustedes como sea y es la tercera vez que meten a una infiltrada entre ustedes, esta vez debes dejar una clara advertencia y mensaje a la policía.
—¿Tienes algo en mente? — preguntó Joel.
—Dejar un claro mensaje para que piensen bien en mandar a otra de nuevo, es cruel, pero es la clara advertencia, pero recuerda Heber, todos— los señalé uno por uno— las coincidencias no existen, nadie es tan santo nunca, si la policía se acerca de más es una señal, cualquier comportamiento raro es una señal clara.
—Traigan las cosas, la dejaremos en la entrada por la madrugada.
Me senté en una de las sillas viendo las cosas que traían, pusieron un plástico en el suelo para evitar las manchas de sangre, por la música sería imposible que alguien la escuchara gritar, comenzaron a golpearla hasta reventarla, le echaban alcohol puro en las heridas.
La bajaron y la ataron a una silla, conectaron unos cables y la bañaron en agua, sin pensarlo dejaron caer los cables haciendo que fuertes corrientes eléctricas pasaran por su cuerpo, en cortos periodos, sus gritos eran desgarradores.
Mi teléfono vibró en mi pantalón, lo saqué y era una foto de Ignacio, me metí al chat, pero era una foto algo explícita, estaba parado delante de un espejo grande, estaba únicamente en bóxer con las manos a los costados, pero no pude evitar reírme al ver un moño en su cuello, como de regalo, se notaba que estaba un poco tenso y nervioso al tomarla.
—Has recibido buenas noticias— mencionó Joel con una sonrisa.
—Excelentes noticias, lo bueno que vuelvo mañana.
"Puedo saber a qué se debe tan hermoso detalle"
"¿Te gustó?"
"Hasta la pregunta ofende, acabas de hacerme la noche"
"¿Cuándo vuelves?"
"Pasado mañana, ¿cómo están ustedes?"
"Bien, extrañándote"
"También te extraño, ¿qué haces?"
"Viendo videos y tú?"
"Con Heber en una fiesta"
"¿Fiesta?, con chicas sensuales me imagino"
"Sí, hay chicas prácticamente sin ropa y también chicos"
"Pero..."
"Ninguna es tan sensual como lo eres tú, solo puedo imaginarte a ti"
"Imbécil"
"Y ahora, porque me insultas, ¿te molesta que esté en la fiesta o que te imagine a ti así?"
"¿Ya lo has imaginado? Quiero decir, ¿me has imaginado así?"
"Quizás"
"¿Quizás? ¿Qué te pareció la foto?"
"Me ha encantado, pero quiero saber por qué de repente has decidido mandarme una foto así, no me molesta ni nada, pero en casa nunca me dejas verte así bb, ¿qué sucede?"
"Solo pensé que te gustaría y no me equivoqué"
"Quería comentarte algo"
"¿Qué pasa?"
"Quiero hacerme un tatuaje contigo, en pareja"
"¿Me estás proponiendo ser novio?"
"Quizás"
"Cuando llegue hablaremos de eso"
"Alexis me mencionó a un chico que hace y también a uno de ustedes que también hace tatuajes"
"¿Alexis?, has estado hablando seguido con él"
"Sí, ¿te molesta?"
"No amor, cuando llegue hablamos de esto"
"También quería hablar de otra cosa"
—¿Vas con nosotros? — preguntó Heber limpiándose las manos.
—Sí.
"Hablamos de lo que quieras cuando vuelva, te escribo después, duérmete"
"Ten cuidado, recuerda que Alison y yo te esperamos"
—¿Novio? — preguntó Saúl parado detrás de mí.
—Aún no, pronto.
—Felicidades— me dio unas palmadas en el hombro y se limpió el rostro.
Me levanté de donde estaba y vi lo que habían hecho, había quedado completamente irreconocible, tenía golpes, cortadas y moretes de todos los colores, tenía quemaduras leves como graves en partes diferentes del cuerpo, estaba bañada en sangre.
De tanto gritar o por la corriente había vomitado sangre y sus venas eran más notables.
—La dejaremos delante de la comisaría de donde creo que vino.
—¿Grabaron algo? — pregunté mientras movíamos el cuerpo en el plástico.
—Sí, un audio.
—Mándalo a este contacto— mencioné dándole el teléfono ya con el nombre.
—¿Repartidor? — preguntó con duda.
—¿Cada cuánto pedían comida rápida?
—De vez en cuando.
—Hay registro de todos los días, tres o cinco veces, no importa cuando nos guste nunca pediremos tanta comida rápida, envíalo a ese número sé por qué lo digo.
En silencio y esfuerzo subimos el cuerpo a una camioneta sin placas y acabada de pintar y hacerle unos cambios, la pusimos en la parte de atrás y condujimos hasta el lugar, son las dos de la mañana y es cuando menos alerta están, cargamos las armas y esperamos el momento preciso.
Otros dos iban atrás listos para aventar el cuerpo, Heber y Joel iban adelante conmigo dispararía al lugar a la vez, al llegar disparamos rápidamente quebrando cada uno de los cristales evitando que lograran reaccionar rápido, los que pudieron se escondieron rápidamente, el cuerpo fue arrojado y salimos de allí de una.
—Buena despedida ¿no? — se burló.
—Como estar en casa— respondió chocando los puños.
Las cosas en el aeropuerto fueron rápidas como siempre, las cuatro maletas pasaron rápido por revisión, como siempre en primera clase y es lo más cómodo del mundo, una maleta es ropa para Alison, otra para Ignacio, otra para mí y para Alexis, haríamos el mismo recorrido para llegar a nuestra zona de nuevo.
"Busca a Xiomara"
"¿Para?"
"La enviaré con Heber"
"Víctor no estará de acuerdo"
"Xiomara tendrá que elegir.
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