Capítulo 24
Ignacio G.
Escuche unas voces afuera, una de ellas la reconocí era la de Isaac, pero la otra nunca la he escuchado y eso me genero curiosidad, me levante de la cama sin despertarla cuando abrí la puerta con cuidado los escuche, hablan sobre una pareja sexual de alguno, salí del cuarto y me quede en el pasillo observándolos, hable llamando su atención por completo.
—Vuelve a dormir— hablo Isaac.
—¿De la pareja de quien hablaban? — pregunte acercándome a ellos.
—Tienes clases vuelve a dormir, la alarma sonará en poco.
—Ya dormí lo suficiente, ¿puedo sentarme? — pregunté dirigiendo a su acompañante.
—Quería hablar contigo.
—La última persona que quería hablar conmigo termino dándome una golpiza ¿también lo harás? — pregunte sentándome, la mirada de Isaac fue de lárgate.
—Imagino que fue Alexis— asentí en afirmación— quería hablar de tu relación con Isaac.
—Aja, ¿eso significa?
—Haré una pregunta que definirá la siguiente, ¿Qué son?
Los dos nos quedamos en silencio, nos miramos, pero no supimos que responder, nunca definimos que somos.
—¿Son amantes?, ¿novios?, ¿amigos?, ¿familia? ¿Conocidos?, ¿encuentros? ni mierda.
Los dos nos quedamos en silencio de nuevo.
—Eso pensé, dejémoslo en conocidos entonces, ¿no tienes sueño o ir a ver a los nuevos? — esta vez se dirigió a Isaac.
—Alexis se encargará de todo.
—Ayúdale— pidió.
—Si quieres deshacerte de mí solo dilo, estaré en el cuarto si escucho algo aventare lo primero que encuentre a la mano.
—Bien.
Se levantó y le arrebato de la mano lo que estaba comiendo, se acercó a mí y me dio un corto beso en los labios antes de irse al cuarto, creo que Ángel se durmió en su cama y no en el suelo.
—Quieres hablar en privado, ¿el que?
—¿Qué sientes por Isaac?
—Amor.
—¿Sabes que significa esa palabra?
—Sé que significa y lo positivo y negativo que sentir eso por alguien trae, Isaac se ha vuelto la persona más importante y especial del mundo, es de las pocas personas que me ha tratado con cariño.
—¿Cariño? — pregunto revisando un mensaje— la primera vez que estuviste aquí te metió una golpiza, una vez te tiro una piedra, te grita, dejó que Alexis te golpeara, se acostó con alguien más en esta casa para que lo vieras—describió mis primeros días aquí— pensé que mi forma de demostrar cariño estaba mal, pero que no esta tan mal.
—No puedes comprarte con él— expresé.
—No me comparo estamos muy lejos de estar cerca, ¿te has enamorado de él o solo sientes aprecio.
—Lo amo y soy capaz de hacer cualquier cosa por él, no sé qué respuestas buscas de mí, pero seré claro aunque no lo he sido con él— rasque la parte trasera de mi nuca— amo a Isaac como nunca he amado a alguien en la poca vida que tengo, entiendo que el dolor y sufrimiento por el que él ha pasado no es algo que pueda entender o intentar comprender, pero quiero hacerlo porque lo amo.
—Él ha matado a personas inocentes.
—Lo sé.
—Ha secuestrado, robado, extorsionado, golpeado y amenazado.
—Lo sé, sé que quien es y que son los condenados, no me tomes como imbécil...
—Óscar— se presentó— digamos que soy como su mentor.
—Claro— dije con un tono de burla— Isaac no es ninguna perita en dulce ni un santo, sé que sus manos están manchadas de sangre, pero eso no me importa, no me importa su pasado o su presente solo quiero estar aquí con él.
—Eres muy cursi, ¿lo sabías?
—Me lo han dicho antes, ¿necesitas saber algo más?
—Porque no has hablado con él sobre el estado de su relación.
—No hemos hallado el momento— respondí viendo hacia la mesa, una vez lo intente y no salió como pensaba.
—¿No lo has vuelto a intentar?
—No quiero presionarlo, tampoco quiero afectar su imagen con los condenados.
—No eres tan tonto, sigues pensando en su bienestar en vez del tuyo primero.
—¿A qué quiere llegar con todo esto? — pregunte con seriedad, muchas preguntas y tiene mucha información también, eso no creo que sea bueno, pero Isaac confía en el de alguna manera casi igual como confía en el tonto de Alexis— creo que sabes más de lo que estás diciendo en este momento.
—Quizás, pero veremos como siguen las cosas.
—¿No lo odias? — pregunté con duda.
—Porque lo haría, Isaac es como un hijo para mí, metete eso en la cabeza— se levantó y se paró a un lado mío— así que debes de ganar mi aprobación, porque seré tu suegro en todo caso.
—La casa está más llena de lo normal— mencioné cuando me senté en la mesa.
A última hora cancelaron las clases por algún comité o algo así no recuerdo bien lo que decía el aviso, Alison había preparado el desayuno con Ángel que se ofreció a ayudarla, por los visto es bueno en la cocina, Óscar se quedó a dormir y Alexis apareció hace no mucho, exactamente hoy ninguno tiene que irse antes de tiempo o algo interesante que hacer.
—¿No tienen nada que hacer? — pregunte observándolos sentarse en la mesa, todos me ignoraron.
Creo que por primera vez funciona que la mesa sea tan grande siendo solo nosotros, tres sillas de cada lado y una de frente, en total ocho sillas, Óscar, Alexis y Ángel se sentaron del lado derecho, Isaac se sentó en la cabeza de la mesa, del lado izquierdo nos sentamos Román, Hugo y yo aun lado de Isaac, en el otro extremo Alison.
Tuvimos que pedir prestados unos platos para poder comer todos, un desayuno sencillo, pero rico la verdad, frijoles destripados con mucha cebolla, huevo picado con salchicha y un poco de jamón, plátanos en rodajas, crema especial y queso duro, café y suficiente pan francés, la niña Angélica había pasado vendiendo pan dulce y Óscar nos invitó.
—¿Quieres echarnos Ignacio? — pregunto Alexis con un pan en la boca.
—Acabas de aparecer, ¿no deberías dormir?
—Después de comer.
—Tienes muy sazón para la comida Alison— alago Óscar.
—Gracias, pero también me ayudo Ángel, no sé cómo hizo, pero el huevo con salchicha ha quedado riquísimo, tiene como un toque diferente—¿vives solo? — pregunto ella con curiosidad, pero la mirada de Isaac me hizo reí.
—La mayoría del tiempo, hay veces que vivo con los demás.
—¿Demás? — pregunté esta vez yo.
—Hay casas que ellos nos otorgan y vivimos unos tres o cuatro, pero hay veces que alguien se encarga de la comida.
—Lo que dicen del círculo negro es cierto, por lo visto— Román hablo llamando la atención de todos en la mesa, si sale vivo de aquí será puro milagro, aún no aprende a cerrar la puta boca.
—¿Qué has escuchado? — pregunto Ángel con seriedad en sus palabras.
—Que cuidan a su gente, el círculo negro tiene una gran fama a nivel mundial, su estructura es poco conocida, algunas son solo especulaciones, pero hay razones para creer en ellas— con una mirada lo animo a continuar con sus palabras— comienza con sus líderes o jefes, le siguen el grupo de hacker que tienen bajo su mando, su equipo de asesinos profesionales, los títeres en diferentes partes del gobierno, las alianzas que han creado, los diferentes negocios que tienen y el poder que les da, la estructura de su seguridad es formidable no han pedido llegar hasta ellos nunca,
—¿De dónde has sacado esa información?
—De diferentes sitios de internet, anal...
—Juan Román Beltrán— interrumpió con el teléfono en la mano, ¿en qué momento lo agarro?— tu padre fue asesinado cuando tenían dos años, tu madre tiene un trabajo común con un sueldo de mierda, tus notas son una porquería y tu conducta deja mucho que decir, todas las noches a la misma hora visitas el mismo sitio porno de lesbianas, y sexo gay también— la respiración de Román y Hugo se volvió irregular, Alison bajo la cabeza y los demás actuaron con normalidad— antes de venir buscaste toda la información que pudiste de Isaac y los condenados, quizás el grupo de hacker se puede ocupar para muchas cosas.
—¿Quieren más frijoles o café? — pregunté para intentar cortar el ambiente incómodo.
—Frijoles— pidió Alexis levantando el plato.
—Claro.
Me levanté y le serví más, el desayuno continuo en silencio, algunos comentarios del instituto o cosas irrelevantes para que el ambiente fuera más ameno, dejando de lado la investigación que pidió Ángel de la vida de alguien en pocos segundos.
Al terminar todos se levantaron Hugo y Román lavaron los trastes mientras Alexis me ayudo a limpiar y acomodar de nuevo, es un poco raro tener a todos aquí y más sabiendo que en cualquier momento se pueden agarrar a golpes y matarse sin problema.
Los deje a todos en la sala y caminé al cuarto tirándome en la cama boca abajo.
—¿Cansado o aburrido? — Isaac entro sentándose en la cama.
—Las dos cosas, pensé que vendrías más tarde.
—Era el plan, pero Óscar quería hablar a solas— se acostó en la cama, me di la vuelta quedando cara a cara— ¿Qué hablaron?
—Pensé que te habías quedado escuchando.
—Una vez cuando era más pequeño lo hice, me aventó el zapato en la cabeza cuando se dio cuenta, y tiene buena puntería.
—Quisiera ver ese momento— los dos nos reímos por ello— ¿estás bien?
—Claro, tienes algo que decir o preguntar.
—¿Sabías que Alexis solo estaba jugando con Lizbeth?
—Si— le di un golpe en el pecho— eso algo estúpido o de hijos de puta como quieras verlo, pero normalmente nunca se tiene una sola mujer, quizás la oficial la que vive con nosotros o madre de nuestros hijos, pero siempre hay otra y otra, antes de que me pegues de nuevo, ella lo sabía Alexis estaba "oficialmente" — hizo comías en el aire— con Caroline la mujer que está embarazada, también sabía que le ponía el cuerno con cuanta se le pasara por delante.
—Son una mierda lo saben— expuse cerrando los ojos— si llegamos a tener algo, tendré que soportar eso también.
—¿Quieres que seamos algo oficial? — pregunto jalándome del brazo con algo de fuerza, tampoco es que haya puesto mucha resistencia, termine sentando en sus piernas.
—Nunca dije eso.
—¿Quieres que repita las palabras que dijiste? — pregunto uniendo nuestras manos.
—Bien, quizás en futuro, tendré que aguantar eso también, tendré que saber que te estás acostando con otras mujeres cuando no estés aquí o mientras estoy en el Instituto ser la burla de Alexis, porque ese imbécil me lo va a restregar en la cara sin descaro en todo momento.
—No sucederá.
—¿Esperas que te crea eso? — pregunte con clara burla en mi voz.
—Ignacio, ¿sabes cuánto tiempo llevamos así?
—No estoy seguro, dos o un mes quizás, no recuerdo bien.
—En esos meses antes de que comenzáramos a intentar algo, ¿con cuántas he estado?
—Como esperas que lo sepa, te has ido quizás unas tres o cinco veces.
—Tú mismo lo dijiste si Alexis viera visto algo ¿crees que no te lo hubiera dicho ya?
Es cierto si él supiera algo no dudaría en decirme todo o cuantas han sido, le gusta molestar y eso no se lo guardaría, pero tampoco quiero confiar ciegamente en él, pero una parte de mí si quiere creer en todas sus palabras, creer en una relación más formal con él, algo serio no pasajero.
—¿Qué sucede? Aún no me crees.
—¿Tú quieres formalizar lo nuestro?
—¿Te acostarás con alguien más?
—No— respondió con seriedad.
—Si— respondí también.
Isaac me agarro de la cintura dándome la vuelta en la cama quedando él encima de mí, su pierna derecha quedo en medio de mis piernas, con una mano mantuvo el equilibrio en la cama y la otra no se movió de mi cintura, puse mis manos en su cuello y lo jalé hacia mi rostro quedando a centímetros, nuestra respiración se mezclaba con nuestra cercanía.
No tardo en presionar sus labios con los míos y yo correspondí con ansias su beso, estábamos sincronizados en nuestros movimientos que eran como tocar el cielo, su mano se movió bajo mi camisa tocando mi abdomen sin pudor alguno, lleve mis manos a su cabello apretándolo, su toque hacía que mi cuerpo se calentara en pocos segundos, es el único que puede lograr ese efecto en mí.
Su pierna comenzó a moverse de arriba abajo en mi entrepierna haciéndome tener una erección, su lengua se metió más profundo en mi boca haciéndome gemir entre sus labios. Inconscientemente mi cuerpo se levantaba más hacia él buscando más contacto.
—Isa...
Isaac se separó de mí, con algo de saliva en sus labios por el beso tan húmedo que acabamos de tener, me quede acostado sin moverme, pero tampoco nos quitamos de la posición que teníamos.
—El círculo negro— el nombre tenso un poco su cuerpo— necesita hablar contigo de algo.
—Seguimos con esto después— afirmo dándome un pico.
Se levantó y se fue, pero Ángel se quedó en la puerta viéndome.
—Si tienes algo que decir dilo rápido.
—¿Ya te acostaste con él? — pregunto, me levante de la cama y lo observe, pero no logre descifrar su mirada.
—No.
Ángel entró a la habitación y se acercó sus manos se ubicaron a los lados de la cama quedando atrapado por su cuerpo, sentí el cálido aliento en mi oreja que me hizo sentir escalofríos por el contacto.
—Nayeli me pidió darte esto— extendió la mano y agarre una tarjeta— personalmente envió uno de los mejores psicólogos de E.E.U.U para tratar tu trauma.
Sus palabras me dejaron congelado en mi lugar, mi cuerpo comenzó a temblar y ponerse frío del miedo, mi corazón palpitaba más rápido de lo normal.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro