Horas...

Casi 7 horas habían pasado desde que dejó a su mejor amigo con su hermano.

Después de la primera media hora y al notar que Reborn no le había enviado mensaje, supo que esté tomaría por completo la virginidad del castaño, le trataría con el amor y la dedicación que se esperaba.

Así que decidió dormir, todo con una pequeña sonrisa en sus labios, porque conocía a Reborn, no dejaría ir al castaño, y aunque posiblemente lo avergonzara también le cuidaría hasta el final, después le dejaría descansar y mientras el castaño reposara, Reborn revisaría que estuviese bien.

Porque no importaba que al final el castaño se negase a todo lo que habían planeado...

Sabía que al entregarse a
su hermano los lazos
estarían completos
y por eso pudo dormir.

Más cuando su celular sonó despertándolo y vio el mensaje, temió lo peor.

"Por favor ven"

¿Qué había hecho?

Corrio rumbo a su habitación, donde creyó que encontraría a Tsuna llorando a mares mientras trataba de decir que no quería eso, que no se quedaría.

Lo que debió ser una ocasión especial
se había arruinado porque 

se creía capaz de manipular

hasta a los seres que amaba.

Pero cuando abrió la puerta de la habitación, sintió que las piernas le fallaban y el aire se escapaba de sus labios.

—¿Es...mghg... E-esto... Mghg... era lo que planeabas? Umhm ¿Lo que querían?—

La voz de entrecortada de Tsuna fue como una explosión dentro de su cuerpo, el pulso se le aceleró y el gemido que entonces salió de aquellos labios cereza fue hipnótico, golpeándolo por completo.

Aunque se había imaginado algo así cientos de veces, la realidad había superado toda su imaginación.

Y si de algo Renato estaba orgulloso era de su creatividad en el sexo.

Tanto Reborn como Tsuna estaban desnudos, besandose, llenado el lugar de un calor envolvente todo debido la imagen que daban pues Reborn estaba sentado en el borde de la cama, frente a él, tenía las piernas separadas obligando con eso a Tsuna a tener las suyas completamente abiertas, exponiéndose del todo, claro y el plus era el mismo castaño ya que este le encaraba, completamente perdido en el placer de una manera tan profunda que parecía tan difícil sacarlo de ese erótico trance.

De pronto el castaño comienza a cabalgar el miembro del azabache mayor, dándole a Renato una hermosa vista de como se enterraba el miembro hasta lo más profundo y mecía sus caderas con desesperación.

Reborn estaba tocando al castaño mientras tanto, acariciaba su cuerpo, obligándolo así a que se apoyara contra él, todo para que el mayor estuviera más cómodo para jugar con los rosados pezones del menor, de pronto Reborn le murmuró algo al oído al castaño y este se removió agitado en respuesta.

—Re-na-to— su hermoso cielo le llamó gimiendo su nombre entre bocanadas de aire y extendiendo una mano en su dirección.

Reborn que no había dejado de mirarlo con sus ojos onix calientes, letales y poderosos sonrió cuál gato Cheshire y antes de contestar Tsuna abrió sus ojos y entonces cayó por completo, la mirada caramelo había oscurecido mostrando placer y letalidad en ellos...

Hacía tiempo Renato había atisbado a ese Tsuna, al que el castaño había intentado ocultar...

Ese lado intenso, oscuro
que el azabache menor había

provocado incontables veces 

por curiosidad ó por simple deseo.

Y Ahora estaba ahí... 

En vivo, calentándolo, dominándolo sin una sola palabra y sin sentir preocupación o miedo, se acercó, tomo la mano ofrecida y la llevo hacia sus labios.

—¿Fe-Feliz?... ¿A-am-ambos?— hablo el castaño mientras contenía un gemido

Y Renato supo que sólo lo estaba probando. ¡Mentira!, los probaba a ambos.

Conocía muy bien al castaño aunque ese lado era relativamente nuevo, sabía qué esperar...

Pues aunque era Tsuna,
un Tsuna oscuro y dominante,

tambien era suyo.

Y justo ahora, en ese momento le demostró que también él, Renato, le pertenecía; así que se arrodilló, se sentó sobre sus talones, respiro profundamente sintiendo el aroma a sexo ocasionando que su cuerpo se estremeciera y su lengua punzara, pero no hizo nada más, volteo a mirarlo pues si seguía mirando al frente sabia que podía inclinarse un poco y lamer el miembro del chico, húmedo por los fluidos que escurrían del mismo o podría meter dos o tres dedos en la lubricada y ocupada entrada, todo para hacer que el castaño se corriese tan fuerte que llevaría a Reborn al clímax en el proceso.

Miró entonces a su pedazo de cielo.

Porque era suyo para amar, suyo para destruir, él lo comandaba en ese momento.

Y Si impresionó a Tsuna esté no lo demostró~

Espero sus lindos, crueles, perfectos, amados comentarios XD

Los amo, los quiero...

Besitos 😘😘💜💜💜

Ja ne~