Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 18


Fernando detuvo su vuelo en el centro del escenario, las vivaces luces resaltaban su protagonismo, concentrando las miradas de todos en él. Podía sentir la presión y admiración de todo el mundo. Cuando dejaba de circular en su plataforma voladora y perdía la refrescante frisa que lo acariciaba, comprendía la intensidad del momento. Era una leve pausa en su mente que servía para analizar todo lo que sucedía en cuestión de segundos. Él era la voz del programa y de Neil, cada gesto y comentario podían cambiar la atmosfera en segundos.

Sin embargo, lejos de asustarlo, lo emocionaba. Amaba la calidez que lo recubría, no sabía si era a causa de la sofocante iluminación o lo exigencia física y mental que necesitaba. Su vocación era entretener a la gente, su sueño se cumplía cada vez que podía hablar con sus admiradores y cualquiera que quisiera escucharlo. Ya no era el don nadie y joven podcaster que empezó su aventura llenó de ilusiones y expectativas, ahora era toda una eminencia del entretenimiento y una de las personas más famosas de la actualidad.

El público vitoreaba en un organizado e improvisado espectáculo, demostrando una coordinación excepcional a la hora de aplaudir y crear canticos extravagantes para hacer escuchar su voz. El aire se llenaba de pasión y festejó, envolviendo a todos en un estado de placer único en su tipo. Todos se conectaban a través de su odio a los criminales y el anhelo de ver la justicia disfrazada de sufrimiento.

Como podrán apreciar, hemos creado cinco servidores y los separamos por colores —anunció Fernando guiando la atención de todos a la gigantesca pantalla encima suyo—. En cada grupo habrá un jefe/boss, junto a veintisiete condenados...

En la transmisión aparecieron diferentes cuadros de colores, adornados con un diseño eléctrico y llamativo. Adentro de estos, estaba una imagen caricaturizada de la cara de los criminales. Conde Virtual mezclaba el realismo con un arte simple para contrastar la crueldad con la inocencia, después de todo, era un evento para toda la familia, encargado de regalar diversión y justicia, al mismo tiempo que era crudo y sin cesura. Gran parte del éxito de ese tipo de sistema se debía al S.D.T, el constante consumo de internet y la facilidad para acceder a gran cantidad de contenido de todo tipo había desensibilizado a la sociedad.

—... Ustedes podrán elegir que servidor y a quien ver, incluso, si lo desean, estará a su disposición el ir cambiando durante el transcurso del evento. No solo eso, la gente aquí presente tendrá la opción para mirar todo desde la perspectiva del condenado que elijan, dándole un toque de found footage¹ a la "película". Literalmente estarán en sus zapatos.

La pantalla hizo zoom dentro de uno de los cuadros y permitió distinguir el nombre de los que se encontraban en ese servidor. Una extensa lista de veintisiete participantes, con sus estadísticas a un lado para permitirle al público observar y analizar a los condenados.

Tienen cinco minutos para hacer sus apuestas: ¿Cuántos sobrevivirán por servidor? O el total de condenados que quedarán al finalizar el evento. El orden de las muertes o en el que ganaran, etc, etc.

Mientras la gente escudriñaba los datos y discutía sobre sus elecciones, a los condenados se les indicaba las reglas en la Habitación de Espera. Acababan de despertar, seguían entumecidos por la conexión.

Flicker sentía que estaba anestesiado, su visión seguía algo borrosa y se tambaleaba un poco. Tenía la lengua y el final de sus extremidades adormecidos. No podía oler nada, era como si estuviera constipado. Todos los que se encontraban a su alrededor estaban confundidos, el desconcierto masivo era escalofriante, sin importar a donde mirase, solo veía a los diferentes condenados presas del miedo, a la espera de recuperar el raciocinio.

La Habitación de Espera era más pequeña que la del lobby, transmitiendo una sensación claustrofóbica. El inmaculado blanco era molesto a la vista, además creaba una falsa ilusión de no saber si estaban realmente conectados o en el mundo real.

Crashy apareció delante de todos, cobrando vida y materializando un cuerpo "físico". Era del tamaño de un niño de ocho años, que él estuviera presente les hizo darse cuenta que habían sido conectados. La masacre pronto empezaría. Sabían que estaban en la calma previa a la tormenta.

—¡Bienvenidos al evento de terror de la noche! —Los recibió de manera alegre, dando energéticos saltos sobre su lugar, o eso parecía que quería hacer, ya que no tenía piernas, tenía el aspecto de un esférico robot.

Crashy empezó a flotar, actuando como un ángel que era elevado al cielo. Su rostro reflejaba concentración, se divertía exagerando sus cibernéticas expresiones en su monitor. Una vez en lo alto, donde todos pudieran verlo, siguió.

—A continuación, les informaremos de que se trata el siguiente desafío. Deberán escapar del escenario especial que preparamos para ustedes: —Todas las paredes se iluminaron y comenzaron a transmitir distintas imágenes de zonas y edificios—: Una mansión, un zoológico, un pueblo fantasma, una zona industrial abandonada y un gran centro comercial. —Se quedó en silencio por unos segundos permitiendo que apreciarán los diferentes lugares que había mencionado.

Crashy estiró su mano con la palma hacia arriba y un haz de luz apareció, por el que descendieron tres llaves doradas, acompañada de una delicada música angelical hecha con arpas y celestiales voces. Con esto querían darle ese "toque virtual y de videojuego". Era una escenario que, para todos, exceptuando los presentes, sería llamativo y encantador. Pero los condenados no podían darse el lujo de disfrutar de la risueña actitud de la mascota y la sofisticada parafernalia que tanto utilizaba.

—Para lograr escapar deberán conseguir estos tres objetos —indicó sujetando las relucientes llaves, su brillo titilaba de manera llamativa, deseoso de captar la atención—. Luego, deberán llevarlos a la puerta especial donde se encontrará un interruptor. ¡Así es!, ¡un enorme e inconfundible botón rojo!

Las llaves desaparecieron en un parpadeó, junto a la música de fondo, y a un costado de él apareció un pequeño pedestal de color marfil, con un interruptor encima.

—Al oprimirlo, la salida se abrirá y al pasar por ella lograrán completar el evento —continúo explicando Crashy con una sonrisa en su pantalla—. Es bastante sencillo, ¿no? Juntar llaves, abrir puerta, presionar botón y salir. —Se mostró sorprendido al recordar algo, llevando ambas manos a su cara—. ¡Ah! Y claro... esto no sería emocionante si eso fuese todo. ¡Un asesino los estará siguiendo!, específicamente, unos de nuestros "bosses". Él se encargará de no dejárselo fácil —informó cambiando su inocente actitud, dejando escapar por unos instantes su tétrica sonrisa. Sin embargo, rápido volvió a su comportamiento animado, dando vueltas en el mismo lugar con entusiasmo.

Cinco siluetas en negro aparecieron en las pantallas, los condenados no verían a quienes iban enfrentar. El programa querían mantener el misterio, sabían que muchas veces la espera era la peor tortura, más sabiendo que todo lo que organizaban dentro de Condena Virtual siempre superaba cualquier expectativa. Además, la mayoría de los bosses eran populares en la actualidad y podrían ser reconocidos, quitándole el elemento sorpresa y dramático.

De todas formas, Flicker no le dio importancia, se distraía con los exagerados gestos de Crashy. Tenía demasiadas cosas para pensar, solo contaba con unos segundos para observar los escenarios y ya estaba analizando como debía actuar en cada uno de ellos para así estar preparado en el instante que todo empezara. Sabía que no valía la pena enfrascarse en las siluetas que no distinguía, debía actuar según la información que ya le habían dado. Era la forma en que le enseñaron, aprovechar cada dato y utilizarlo a su favor.

—A decir verdad... esto no parece preocuparles —comentó la mascota al ver la nula reacción que tenían los prisioneros con respecto a los personajes principales del evento. Comenzó a rascarse la parte de arriba de su pantalla, queriendo imitar el gesto de los humanos cuando no le daban importancia a algo—, después de todo, la mayoría de ustedes también son asesinos, pero créanme que... una vez que vean a estos invitados especiales, sabrán porque los escogimos —empezó a reírse de forma maliciosa, llenando la sala de una atmosfera inquietante—. Tendrán una hora y quince minutos para lograr salir, de lo contrario, serán eliminados de la forma que el público elija.

Todos los condenados se enfocaron en sus pulseras, ahí les marcaba el tiempo y al lado de este había otro número. Crashy levantó su mano para que vieran su pulsera y explicar porque estaba separado de esa forma.

—Si el cronómetro que está al lado llega a cero, empezará a sonar su pulsera. —Se tapó los oídos con ambas manos al escuchar una fuerte alarma, su intermitente sonido generaba que le doliera la cabeza a más de uno—. ¡Para que el ruido cese, deberán encontrar unas pequeñas baterías del tamaño de mi mano, y de color negro, que se encontrarán esparcidas por todo el escenario! —Tomó una de estas y se la acercó a la pulsera, la cual se encargó de absorber el objeto para devolver la calma que había en lugar—. ¿Ven? Paz y tranquilidad, ahora pueden esconderse de nuevo. ¿Alguna pregunta?

Un condenado de piel morena y rastas negras, levantó la mano. Sus expresiones reflejaban una total confianza y el tono de voz era suave y despreocupado. Sus oscuros ojos y penetrante mirada captaban la atención de todos. Emanaba un aura de peligro y experiencia en combate que era difícil que pasara inadvertida. Mantenía una postura firme y alerta, demostrando que ya estaba listo para la acción.

—¡Si, tú! —lo señaló Crashy—. El tipo con rastas, "Stalking Nightmare".

—¿Podremos matar al boss o es inmune a los daños? —preguntó con serenidad Maulikan, el excazarrecompensas del gobierno.

Maulikan al ver las siluetas descubrió al instante quienes eran los bosses, pues en la lista con nombres que le había encargado Neil, para que cazará criminales, se encontraban ellos. Sabía con exactitud de lo que eran capaces. Sin embargo, debido a la falta de tiempo, solo se encargó de capturar a uno, Rafael Boticelli, el sacerdote loco. Quien había sido rebautizado por el programa como "Euforiman".

Crashy se río de manera descontrolada, dejando en claro su respuesta. Cuando se detuvo, hizo el gesto de limpiarse las lágrimas, aunque en realidad no podía llorar. Incluso actuaba como si le faltará el aliento.

—Que buen chiste... —dijo de manera burlona, pero al notar que nadie más lo seguía, dejo de estar jugando—. Viendo que lo preguntas en serio, la respuesta es: ¡sí! Pueden tratar de matarlo, ya sea solo, o en equipo, o también pueden matarse entre ustedes, como prefieran. ¡Ah! Esto me da pie para explicar el último detalle... Entre ustedes habrá cinco traidores, los cuales serán escogidos al azar. Arriba de sus usernames estará un icono especial, el cual solo podrán verlo aquellos que hayan sido seleccionados para portarlo. De esa manera solo ellos sabrán quienes son sus compañeros y podrán elegir trabajar en equipo o simplemente ignorarse.

En las pantallas apareció la imagen de un pequeño y caricaturesco icono de cuchillo rojo. Era la señal de que pertenecían al grupo de los "traidores". Unos segundos después, desapareció y la transmisión se enfocó a Fernando hablando con el público. La mascota al ver esto se apresuró a terminar.

—Ya va siendo tiempo de empezar... —dijo de manera animada, sacudiendo sus manos de manera frenética—. ¡El objetivo de los traidores puede ser matar a los demás, crear discordia en los grupos o escapar!, recuerden que el público los estará juzgando y si no hacen nada divertido... bueno... serán enviados de castigo a los entretiempos. El boss y los traidores no podrán hacerse daño, o por lo menos, no mientras la pulsera de estos este en silencio, o ya sea que uno de ellos esté cargando la llave. Si alguna de estas condiciones o ambas sucede, será mejor que corran lo más rápido que puedan.

Crashy se despidió y, al instante, todos los condenados fueron teletransportados según el servidor que le asignaron, separándolos por el color de sus pulseras.

Las luces de todo el estadio empezaron a apagarse gradualmente, de la misma forma en que el sol se ocultaba al finalizar el día y daba paso a la noche. La oscuridad cubrió a todos, envolviéndolos en un ambiente misterioso y de calma. La pantalla gigante se iluminó, siendo el único dispositivo que parecía mantenerse con vida.

Unas sencillas y especificas advertencias fueron transmitidas, eran varios consejos para poder disfrutar del siguiente evento en su totalidad, sin perder ningún detalle y aprovechar al máximo la avanzada tecnología. Delante del asiento de cada espectador apareció una nítida y clara pantalla holográfica.

Se recomienda apagar cualquier dispositivo electrónico que lleve. Por favor, mantenga un tono bajo a la hora de hablar y concéntrese en disfrutar del momento.

Luego, unos símbolos les indicaron sacar los auriculares y gafas especiales que les dieron antes de ingresar al lugar. Debían colocarse los cascos de realidad virtual.

Con lo último en realidad aumentada usted podrá gozar de una experiencia más real e inmersiva. Tendrá la sensación de estar justo al frente, viendo, escuchando y oliendo todo lo que suceda. Por esto, le recomendamos que conecte su entrada Espino-Encefálica (E.E) al dispositivo otorgado.

Casi al instante, una imagen con el sello del gobierno apareció confirmando y autorizando el mensaje. Además de un corto video del Líder, Neil, diciendo que él era quien garantiza su seguridad.

Sin siquiera dudarlo, la gente conectó las gafas que les habían dado al USB especial que tenían en la nuca (E.E). A través de estímulos menos invasivos, realizaban el mismo procedimiento que las sillas Total-Tuning, solo que en este caso era portátiles y con mayores limitaciones a la hora de "transmitir" ciertos sentidos, como el del gusto y el tacto. Sin embargo, su potencia era la vanguardia de la tecnología. Los auriculares mandaban pulsos eléctricos sutiles, pero que estimulaban el hipocampo en frecuencias específicas para recrear, con el uso de los recuerdos de los usuarios, las sensaciones que verían dentro del programa.

Era una forma ingeniosa de "recrear", reviviendo lo que ya se conocía, o lo que se creía conocer. Las gafas, a su vez, irradiaban un pequeño laser que entraba por la pupila y fomentaba al cerebro a "mostrar" las imágenes que querían. Sumado a la avanzada velocidad de la red, podían crear escenarios en vivo, con diferencia de milésimas de segundos que eran indetectables para el ser humano.

Los millones de personas se sumergieron en la conexión, entrando a un mundo totalmente nuevo para ellos. Ya no solo serían espectadores, ahora se adentrarían al programa, formando parte con el. Casi como si fuesen los protagonistas de cada una de las horripilantes historias que estaban a punto de presenciar.

Sintieron como sus mentes viajaban a gran velocidad por coloridos túneles, como si estuvieran en la más grande y veloz montaña rusa. Eran acompañados por los sonidos electrónicos de rayos y chispas, lo que le generaba un sentimiento de fascinación y peligro. Debido a la reciente conexión, el sentido del tacto era saturado por un entumecimiento, lo que era normal, el cerebro debía adaptarse a los estímulos y enviar las señales a cada terminación nerviosa.

Fernando al ver que todo estaba listo, salió del lugar en su plataforma voladora. Durante este evento estará transmitiendo desde otro lugar sus reacciones para la gente que quisiera verlo de manera online, así no arruinaría la experiencia de todos los que estaban en el estadio.

La película estaba lista para comenzar...



Sin perder tiempo, Flicker empezó a inspeccionar cada rincón del lugar al que lo había teletransportado. El evento aún no iniciaba, los veintisiete condenados del servidor verde estaban encerrados en un domo transparente, generado por un campo de fuerza.

En lo alto de sus cabezas había una cuenta regresiva de cinco minutos, era el tiempo que les darían para que se preparasen. Cada segundo que transcurría aumentaba el nerviosismo, provocando que entre los encerrados intercambiaran miradas de desconcierto e inseguridad. La atmosfera se llenaba de desconfianza, sabían que cinco personas serían designadas como traidores y se encargarían de matar al resto.

Sin embargo, Flicker no se distrajo y se concentró en planificar como actuaría. Delante suyo había un camino de piedras, desgastado y roto, aún se podía apreciar la antigua belleza del material con el que fue fabricado. Distintos tipos de flores, arbustos y plantas de todos tamaños, adornaban la entrada y acompañaban el recorrido. Sus tristes tonalidades grises y amarronadas dejaban ver una desagradable imagen de abandono, se apreciaba el descuido en cada pétalo y hoja marchitada, creando una sensación de nostalgia por no llegar a tiempo para contemplar lo que alguna vez fue una decoración vivaz y colorida.

Las estrellas en el cielo parecían ocultarse bajo un oscuro y vacío manto, levantar la mirada era desalentador, solo se observaba un solitario astro blanco a la lejanía. Era el encargado de iluminar tenuemente el terreno, debido a que las farolas que se repartían por la zona titilaban de manera intermitente, como si en cualquier momento fuesen a apagarse y a abandonarlos en las completas tinieblas.

El inconfundible olor a tierra mojada y flores secas estaba por doquier. La gélida brisa hacía temblar a más de uno, las delgadas ropas de prisioneros que portaban no eran suficiente para poder llevar el intenso clima.

A lo lejos, al final del camino de piedra, se alzaba una maltratada estatua de marfil, de lo que alguna vez fue una persona, ahora estaba sin cabeza y con varias extremidades rotas. La fuente sobre la que había sido construida se encontraba llena de agua estancada y mohosa. Alguna vez fue una gloriosa y admirable entrada a la mansión que estaba detrás.

La gigantesca mansión, de cinco pisos de grande, se extendía a lo largo. Cientos de ventanas separaban los incontables cuartos que poseía. Las enredaderas y el polvo devoraban al edificio, su pintura se había corroído y tenía el aspecto de no haber sido usada en décadas. El escenario era adornado de manera deprimente y tétrica, era un lugar donde dejaba en claro que cualquier tipo de luz lo había abandonado. Sin dudas, era perfecto para cuentos e historias de terror, donde solían aparecer peligrosos monstruos y criaturas.

A un lado de la enorme edificación, un notable laberinto de arbusto se alzaba, sus hojas mantenían un color vivo y brillante, su verde resaltaba entre todos los decolorados y muertos adornos que yacían a su alrededor. Sin duda cumplía su objetivo de llamar la atención e invitar a los curiosos a aventurarse a sus adentros.

Detrás de todos los condenados, los esperaba la salida: un simplista y nada elaborado portón de rejas negras, con un cartel anunciando que era por donde debían huir. No sé abriría hasta que cumplieran los objetivos que les habían encargado.

Y, por último, un mural de aceró que era incluso más alto que la mansión. Liso y estético, desencajaba con todo el escenario con su aspecto. No había manera de escalarlo, por eso contaba con una puerta con la oscura silueta de tres llaves, indicando que solo se podría pasar trayendo consigo los tan necesarios objetos.

—Deberíamos hacer grupos de tres y dividirnos para encontrar rápido las llaves —propuso "Smile" un condenado de cabello magenta, corto ambos lados dejando un rebelde flequillo que caía por su frente, y con risueñas expresiones, llamando la atención de Flicker y el resto. El joven hombre no se dejaba intimidar por la ambientación.

—Es una buena idea, de esta forma los traidores no podrán actuar si estamos en grupo —apoyó otro de los hombres, al ver que se creaba un pequeño circulo para dialogar.

—¿Cómo separamos los grupos? —preguntó "Elbrayan", un condenado con su rostro lleno de aros extravagantes y con las cejas afeitadas.

En ese instante, un hombre de tez morena y rastas se apartó del grupo, capturando la atención de todos. Su mirada se perdía en el escenario y su actitud denotaba el poco interés que tenía en hacer equipo.

—¿Qué estás haciendo? —increpó Elbrayan, haciendo el gesto de levantar una ceja, una expresión que resaltaba más la ausencia de las mismas.

Maulikan tardó en responder, ni siquiera le prestaba atención al resto. Su actuar decidido y sus letárgicas expresiones liberaban un aire de profesionalismo y experiencia, era bastante claro lo que pensaba y la forma en que quería actuar.

—No necesito ir en grupo —dijo por respeto para no seguir distrayendo a los demás—. Eso solo hará que me sea más difícil moverme —agregó dándole un rápido vistazo a todos los presentes, como si escudriñará en sus ojos sus verdaderas intenciones. Parecía que la cacería ya había empezado para Maulikan, no le importaba si debía matar a condenados normales o traidores.

—Pero si vas solo los traidores podrán atacarte, estarás indefenso.

—Ninguno de los aquí presentes me preocupa —contestó liberando una pequeña sonrisa, traviesa y juguetona, estaba ansioso de medir sus fuerzas con el asesino—. El que vendrá detrás de nosotros va a ser el problema. —Sin más, se alejó para no seguir hablando, su tono serió fue bastante claro para enfatizar el peligro que significa la persona a la que se refiere.

—Otra complicación de ir en grupo es que tendremos que repartir las baterías —intervino un chico de cabellera verde moho y pecas, con una mirada cansada que dificultaba discernir si era molestia o desagrado lo que expresaba—. Además, si te toca estar con varios traidores estás acabado —agregó Creeper01 mientras se apartaba de todos—. También prefiero ir solo.

Flicker observaba en silencio, cada mueca y expresión podían revelar información valiosa. Ahora cada uno de los presentes era un enemigo y debía ser muy cuidadoso de las decisiones que tomaría. Estaba el hombre con el que casi pelea en la playa y era quien había perdido su brazo en una explosión, lucia su tan característico tatuaje de código de barra en la mejilla y cara de pocos amigos. Además, su brazo biónico fue remplazo por uno de apariencia normal, lo podían recrear con total facilidad en el mundo virtual.

Otro que reconoció fue Creeper01, era el pequeño joven con pecas y ojeras con el que Marcos hablaba a la hora de mirar el entretiempo de los cazadores. Por otra parte, también conocía a Maulikan, un Guerillano cazarrecompensas con mucho renombre, era un personaje del cual los rebeldes debían estar alertas.

Mientras Flicker seguía examinando a los demás condenados, al encontrarse con sus miradas, respondían esquivando sus ojos o frunciendo el ceño en señal de desagrado. Pocos eran los que no adoptaban una actitud desafiante o de desconfianza. Los cortos silencios cargaban la atmosfera de tensión.

Todo cambio para Flicker cuando descubrió a Sabrina en el grupo, por un momento, ambos se sorprendieron, manteniendo una postura calmada y defensiva, a la espera de la reacción del otro.

Sin embargo, el joven líder rebelde fue el primero en evitarla. No podía dejarse llevar por sus emociones y los apacibles momentos que pasaron juntos en el Lobby. Su mente y emociones se enfrascaban en una confusa batalla, donde su deber y su querer debatían entre acercarse a ella o seguir por cuenta propia. La primera opción tenía sus riesgos, y, aquí, si se equivocaba lo pagaría con su vida.

Sin perder más tiempo, se apartó de todos, acaparando la atención por unos instantes. Los que buscaban ir por solitario generaban el rechazo entre los demás. Pero él sabía que era el método más seguro, prefería aprovechar el comienzo del evento para esconderse y recopilar información desde las sombras, hasta estar seguro de quienes eran los traidores y con quienes debía hacer equipo.

—¡Los que van solos nos van a estar cazando! —Los acusó uno de los hombres del grupo, apuntando con su dedo y demostrando molestia en cada gesto de su rostro.

Una acalorada discusión estalló entre varios del grupo, debatiendo entre si era mejor obligarlos a ir en grupos o que cada uno eligiera. El tiempo avanzaba y el cronometro seguía, cada segunda era valioso y no lograban concretar nada entre las diversas opiniones.

—Ya, ya, es mejor no perder tiempo discutiendo —opinó una joven de cabello rosado color pastel y mechas verdes claro. Su rostro era bendecido con delicados y bellos rasgos, como los de una muñeca—. Los que quieran ir solo que lo hagan y los que no, nos organicemos —agregó "Roxxana", utilizando su esbelta figura y seductor tono para calmar la situación. Incluso en un momento tan tenso era una mujer capaz de arrebatar miradas y suspiros.

Casi como un milagro, logró separar las aguas y que empezarán la tarea de armar grupos. Dejando a cuatro grandes equipos por un lado y a otros solitarios que se jugarían por ir por su cuenta.

Roxxana, la sensual mujer de rasgos coquetos y gestos seductores iría junto a Elbrayan y otro hombre corpulento de actitud reservada. Sabrina, algo indecisa, se uniría al grupo del risueño condenado de cabellera magenta, que constaba de cuatro personas. La joven ladrona hubiese preferido unirse a Flicker, sin embargo, al ver el comportamiento distante de él y su notable deseó por ir solo, se mantuvo al margen para no molestarlo. No podía darse el lujo de pensar y arriesgarse a quedarse sin nadie a su lado, por lo que termino aceptando por la presión del momento y la amigable actitud de Smile.

El siguiente grupo numeroso era liderado por un anciano, de aspecto dócil y sumiso. Hablaba con elocuencia y reclutaba con eficacia a sus compañeros. Su desaliñada barba y bigote reflejaban su desinterés por su apariencia, al igual que su platinado cabello con una franja en el medio separándolo al estilo "libro". El hombre, de username "PavlovPassion", consiguió emparejarse con el condenado de tatuaje en la mejilla y otros cuatro sujetos.

El cronometro estaba a punto de finalizar su cuenta, llenando los últimos segundos de una aplastante presión. El evento estaba por comenzar, y con ello el macabro juego del programa. El blanco y solitario astro en el cielo los observaba desde el oscuro vacío, siendo el único verdadero aliado que tenían, se encargaba de iluminar levemente el escenario para evitar que fuesen consumidos por las tinieblas.

Una escalofriante brisa resoplaba, creando un desolador ambiente, provocando que más de uno de los secos arbusto crujiera, parecía como si murmurara un trágico lamento. Todos eran azolados por la incertidumbre del evento, se sentían forzados a crear equipos, con la esperanza de no ser traicionados o emboscados por los traidores.

Algunos camuflaban sus involuntarios espasmos, atribuyéndolos al frio para ocultar su temor y no verse débiles. Nada que proviniese de Condena Virtual sería un desafío sencillo, muchos habían sido espectadores y eran conscientes de su tan merecida fama.

Flicker intercambio una última mirada con Sabrina, fugaz y contenida, ambos acallaban lo que en verdad pensaban y sentían. La desconfianza e inseguridad ataban sus acciones, no podían unirse hasta estar seguros de que el otro no era un traidor. Aunque ella no le molestaría correr ese riesgo, él no estaba dispuesto a hacerlo. Una despedida silenciosa fue el final de su interacción. Sin gestos. Sin señas. Solo un silencio y una mirada que gritaba el verdadero deseó de unirse.

El joven rebelde se preparó para el final de la cuenta regresiva. Rápido armó un mapa mental del escenario, utilizando los puntos cardinales como guía: Al norte, la gigantesca y abandonada mansión. Al este de la estatua en la fuente, un extravagante laberinto de arbustos con sus verdes y vivas hojas. Al sur, estaba la salida, justo detrás suyo, un simple portón de rejas negras se mantenía cerrado, con un cartel de "salida" detrás. Y, al oeste, la muralla de aceró con la puerta y el logo de las llaves.

Con todo esto en mente, ya estaba listo para empezar. Por eso, en el instante que sonó un estruendosa trompeta y el campo de fuerza que los retenía desapareció, se dirigió hacia la mansión para ocultarse.

La película de terror acababa de empezar...


Fin del capítulo 18

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro