Luego de 3 horas en lo que esperaba en la Diosa Luna que su celular no muriera la puerta se volvió a abrir dejando ver al panzón nuevamente con unos trillizos, que suponía, eran sus sobrinos con quienes trabajaban.

— ¿Como va tu estadía?

—De maravilla

—Te presento a mis sobrinos, Gil, Phil y Bill—los tres mencionados se quitaron los sombreros para presentarse, cada uno tenía un pañuelo alrededor de su cuello de un color diferente que parecía distinguirlos, cuales perros con collar.

—Parece bien adiestrados, ¿De dónde los compraste?

—Mejor háblame de ti, la dueña temporal de Paraíso parecía no tener familia aparte de los tontos que trabajan con ella que la llaman abuela y ahora apareces tú, un citadino sin respeto por los demás y problemático

—Mi abuela es la dueña legitima de Paraíso y te quedaras con el deseo de quedarte con lo nuestro—realmente Yoongi quería saltarle encima y quitarle la asquerosa sonrisa confianzuda que tenía.

—Ya es mío, ustedes solo están retrasando el proceso, aunque he de admitir que su plan de robarse nuestros clientes con postres fue bueno, más no suficiente—miro el reloj de su muñeca y sonrió. —En unas cuantas horas serán desalojados y tu volverás a la capital como el perdedor que eres

— ¡Eso tío, enséñale quien manda! —apoyo Bill, el de pañuelo azul.

— ¡Nosotros seremos el nuevo paraíso de este lugar! —esta vez fue Phil el que hablo, el Alfa de pañuelo rojo.

—Perdiste, Omega—por último, hablo Gil el de pañuelo verde.

— ¿Ya no eres tan respondón como antes? —pregunto el Alfa mayor encantado de escuchar lo que se estuviese guardando.

— ¿Piensas que no sufrirás las consecuencias? Me tienes aquí encerrado y estoy seguro de que quienes estaban conmigo ya están en Paraíso diciéndoles que paso, el video de tu granja ilegal y sanguinaria ya lo envié, ¿Crees que comprando Paraíso evitaras la avalancha de críticas por lo que haces?

— ¿Crees que no sé cómo procede en la capital? Aquí no son tan tecnológicos, tal vez lo vean algunos, pero los medios se pueden controlar, solo necesitas suficiente dinero para hacerlo

—Cuando mi madre sepa que sigo atrapado aquí con un panzón se le olvidara lo mugroso que es este lugar y te dejara sin huevos, no conoces a Min Kimi

— ¿Kimi? —Alameda estaba divirtiéndose, sacando de casilla aquel pequeño y pálido Omega, pero toda la diversión se esfumo al escuchar aquel nombre.

La mujer que destrozo su corazón no podría ser la misma, ¿No?

— ¿Hayashi Kimi?

Yoongi empezó a preocuparse en ese momento, ¿Alameda conocía a su madre? No debía de sorprenderse, su madre era una mujer de negocios reconocida, pero Alameda parecía haber escuchado de ella después de mucho tiempo además de que se hizo conocía con el apellido de su padre.

— ¿Como conoces el apellido de soltera de mi madre?

Los ojos de aquel Alfa no podían ocultar la sorpresa y Yoongi estaba lo bastante curioso/asustado como para aprovechar ese momento para escapar.

—Eres el hijo de Hayashi Kimi

—Soy uno de ellos, ¿De dónde conoces a mi madre? —insistió con la ansiedad carcomiendo sus huesos.

Alameda se quedó callado y dio algunos pasos atrás dándole espacio a sus sobrinos quienes no le quitaban el ojo a Yoongi quien estaba más que perdido, ¿Por qué demonios el panzón no le daba una respuesta?

—Quítenle el celular y que sea rápido

Yoongi apenas pudo pestañear cuando tenía 3 altos y fuertes chicos encima suyo tratando de quitarle el celular al que se aferraba como si fuese su vida. Sabía que iba a perderlo, a diferencia de él, esos tres —que parecen unos payasos sacados de un circo— podían cargar un caballo en el hombro y hacer un maratón sin problema.

Como último recurso, que no servía para nada, mordió a quien tenía el pañuelo de color verde como si su vida dependiera de ello recibiendo un gruñido de su parte, los otros dos aprovecharon el momento para tomar su teléfono y alejarlo de su hermano evitando que le quitara la piel de la fuerte mordida.

—Maldito Omega—el fuerte golpe que vino después lo dejo mareado permitiéndoles desbloquear su teléfono con su huella y dejarlo en el suelo recuperándose de aquel puñetazo que por poco lo manda a dormir.

Sabía que eran fuertes, pero eso le había dolido como ningún otro golpe.

—El golpe no era necesario, chicos—dijo mientras tomaba el teléfono desbloqueado.

—Pero tío, me mordió y quien sabe si tiene rabia

— ¿Y si se te infecta, hermano?

—Iré por el botiquín

Alameda rodo los ojos al escuchar a sus sobrinos, eran un poco tontos, pero acataban las ordenes mejor que todos sus empleados así que los mantenía a su lado sabiendo que no lo traicionarían.

Aprovechando que tenía el teléfono no dudo en meterse a las fotos y buscar una que le confirmara que era la misma Kimi que amo con toda su vida, a la que seguía amando como si fuera la primera vez.

Quizás tardo unos cortos minutos hasta que encontró una foto en la que estaba con el mismo Omega que mantenía cautivo, ¿Como demonios no se dio cuenta antes? Si eran idénticos, tal vez una que otra cosa diferente, pero eran como dos gotas de agua.

Tenía el pelo corto, un hermoso vestido que asentaba sus curvas como si nunca hubiese dado a luz, maquillada y con unos labios rojos intenso, sus ojos eran grandes como los recordaba y esa hermosa sonrisa adornaba su rostro, la sonrisa que casi nunca le dedicó, pero que aprecio cada que la vio.

Acaricio la foto causando que cambiara la foto dejando ver a toda su familia, eran cinco hijos y parecía que los mayores ya eran exitosos, pero todo paso a segundo plano al ver el hombre que rodeaba su pequeña cintura. La mano que sostenía el teléfono empezó a temblar lentamente mientras una sonrisa siniestra se dibujaba en su cara.

Yoongi —que aún estaba en el suelo mirando a Alameda— empezó a temer, ¿Qué diablos estaba viendo en su teléfono y por qué sonreía como un maniaco?

—Al parecer estarás más tiempo aquí, te recomiendo ponerte cómodo y descansar—con una sonrisa satisfactoria se dio la vuelta y se acercó a sus sobrinos. —Amárrenlo bien y Gil, controla tus impulsos por favor

Sin más el Alfa se fue de allí dejándolo con aquellos tres Alfas que no midieron fuerzas para amarrar sus manos y pies, Yoongi estaba seguro de que perdería las manos y los pies de lo fuerte que aquella soga apretaba sus muñecas y tobillos.

—Me encargare de que ustedes tres, trio de payasos se pudran en la cárcel

—El tío Slim te dijo que te controlaras, Gil

—Este tonto Omega no me la pone fácil, Bill

—Solo ignóralo

—Cuando me desate te voy a arrancar lo que me falto cuando te mordí

Yoongi empezaba a entender que a veces lo mejor era callar, cuando aquel Alfa con problemas de ira volvió a propinarle un puñetazo partiéndole el labio prefirió no haber dicho nada.

—El tío se va a enojar, Gil

—Ya lo sé, Phil—el tal Gil volvió a apretar las sogas por puro gusto y se levantó de allí yéndose con sus hermanos no sin antes burlarse del pálido, quien realmente estaba preocupado de donde conocía Alameda a su madre.

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— ¿Mañana tienes que viajar a Japón? ¿Pasaras a visitar a tus padres, amor? —Hyunwook se mantenía leyendo un libro usando los lentes que solo tenía para leer ya listo para dormir.

—Es un viaje de negocios, Wook no puedo ir a visitar a mis padres cuando se supone que estoy trabajando

—Estarás trabajando 2 días y tu viaje es de 3, deberías aprovechar e ir a visitarlos, aparte tu agenda no esta tan llena el ultimo día así que puedes ir cuando termines e ir al aeropuerto en la noche del día siguiente

—Tengo que decirle a Seri que deje de caer en tus encantos y que no te de mi agenda—se sentó frente a su tocador a realizar su cuidado de la piel nocturno.

—Soy encantador, pero sabes que tengo razón, deberías ir y olvidarte de tu orgullo, las personas cometen errores y ellos se han arrepentido mucho de lo que paso hace años

—Querían que me casara con alguien que ellos eligieran y cuando les dije que me case contigo dijeron que estaba muerta para ellos, no es algo que se pueda olvidar de la noche a la mañana

—Acabábamos de casarnos, cariño han pasado más de 25 años desde eso, ¿Esperaras que tus padres mueran para perdonarlos? —el Alfa dejo su lectura y se levantó de la cama sentándose a su lado mientras que Kimi trataba de ignorarlo enfocándose en lo que se aplicaba en la cara. —Prométeme que lo vas a pensar

—No puedo prometerte eso

— ¿Y si tu algún día le fallas a Yoongi, que es con quien más peleas, y el promete que jamás te volverá a hablar? ¿No desearías que tu hijo te diera la oportunidad de disculparte?

Kimi a veces quería golpear a su esposo porque siempre daba en el clavo, claro que le dolería toda la vida si su pequeño problemático dejaba de hablarle o visitarlo, era su hijo y lo amaba. 

—Bien—suspiro. —Pero si sale mal será la última oportunidad que les daré y tú serás el culpable

—Si sale mal aquí estaré para hacerte olvidar—la Omega alzo una ceja mirándolo por el espejo.

—La última vez que me ayudaste a olvidar Jihoon fue el resultado y con él es más que suficiente—el Alfa rio y dejo un beso en donde estaba aquella bella marca libre de cosméticos y beso su cabeza antes de levantarse.

—Te esperare en la cama, preciosa

Kimi sonrió mientras terminaba y guardaba sus productos cuando su celular empezó a sonar mostrando el nombre de su hijo.

—Hablando del rey de Roma—le enseño la pantalla a su esposo y luego tomo la llamada. — ¿A esta hora no deberías de estar durmiendo, Yoon?

El otro lado de la línea se quedó en silencio y Kimi frunció el ceño, ¿Sera que su hijo se durmió con el teléfono y en tanto movimiento le llamo?

— ¿Te quedaste dormido con el teléfono cerca? Te he dicho que lo pongas a cargar en la mesita antes de irte a dormir

Otra vez silencio y Kimi negó, mañana lo llamaría esperando que sí contestara, pero la respiración que escucho al otro lado la detuvo de cerrar la llamada.

— ¿Cachorro? —Hyunwook quien volvió a leer se detuvo al escuchar a su esposa.

— ¿Pasa algo, amor?

—Tienes dos segundos para decir quién eres y por qué tienes el teléfono de mi hijo

—Pensé que tardarías más en darte cuenta, no has cambiado nada—la voz del otro lado de la línea le provoco un escalofrió, pero supo mantenerse indiferente.

— ¿Quién eres? —su esposo casi salta de la cama para llegar a su lado para saber que mierda estaba pasando.

—Es un placer escuchar de nuevo tu voz, pero mucha fue mi sorpresa al saber que estabas casada y con 5 hijos, no solo fallaste a nuestra promesa si no que le diste 5 hijos al tonto ese, al mismo imbécil que me dijiste tantas veces que no sentías nada por el

—Te pregunte quien mierda eres y donde mierda esta mi hijo

—Ahora mismo debe de estar durmiendo, te pido disculpas ya que no esperaba visita así que tuve que improvisar con una habitación empolvada y unas sogas, pero esta más que bien

—Escúchame bien, no sé de dónde diablos me conoces o por que se te ocurrió la gran idea de secuestrar a uno de mis hijos, pero lo que si se es que si te encuentro es mejor que estes muerto, ¿Entendiste?

—Los años pasan y aun te escuchas sexy amenazando, debo dejarte cariño

—Por lo menos dime quién eres—Kimi podia ver a su esposo muriéndose por saber que estaba pasando, pero tenía que prestar atención a lo que sea que él diría.

— ¿Como pudiste olvidarme? Si yo me la pase toda mi vida contando los días para volver a verte, Kimi, pasamos años juntos y ahora no me reconoces

La Omega se quedó en silencio tratando de recordar si alguna vez hizo un enemigo lo suficientemente loco como para tocar a su familia, era una mujer de negocios despiadada y si tenía que acabar con toda una empresa lo haría si era necesario, pero ninguno de sus enemigos estaban tan locos y respetaban la familia.

Excepto ese raro chico que conoció en su tiempo de universidad antes de que Hyunwook se transfiriera a su facultad.

— ¿Alameda Willie?

—Ahora soy Slim, pero me alegra que me recordaras, te espero aquí temprano y no se te ocurra venir con tu maldito esposo o con alguna policía, no dudare en deshacerme de tu hijo

—Si se rompe, aunque sea una uña, te hare pagar—gruño una amenaza deseosa de romperle la cara.

— ¿Sabías que los cerdos se usan por los grupos de asesinos para desaparecer cuerpos enteros? Aun no lo he probado, ¿Debería? —aunque no podia verlo Kimi estaba segura de que tenía una sonrisa divertida.

—Alameda...

—Que tengas linda noche, Kimi—con ello cerro la llamada y Kimi tenía la sangre tan caliente como un maldito volcán.

— ¿Que está pasando, Kimi?

—Prepárate, iremos donde tu madre a buscar a nuestro cachorro

Hyunwook realmente se preocupó por su hijo y por que quien se le ocurrió secuestrarlo porque su esposa se atrevía a asesinarlo con sus propias manos si se le diera la oportunidad. 

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Un nuevo capítulo de esta historia y más tarde habrá otro como regalito por seguir leyendo aun cuando tardo demasiado para actualizar  ❤️

—Kim ♪