—Caramelo—llamo su abuela cuando aquellos dos hombres al fin se fueron. —Debes de tener cuidado no puedes meterte con quien se te cruce, a veces callar es la mejor respuesta, pero gracias, no lo vuelvas a hacer, ¿Bien?

—Pero-

— ¿Bien?

—Está bien—puchereo y su abuela iba a rodearlo con sus brazos, pero el fuerte olor de su nieto la detuvo y tomo su mano fingiendo que le enseñaría algo en su oficina. — ¿Estas en celo, jovencito?

—Aun no, no sé por qué no empieza, solo tengo fiebre, mareos y mi olor se identificó, me bebi unos supresores, pero ya no tengo más, ¿Hay una farmacia aquí?

—Hare que te compren algunos—Yoongi negó de inmediato.

—No quiero que nadie sepa, iré yo

—Estas a punto de entrar en celo, iras con Kook

—Jungkook es un Alfa, abu ¿Quieres que te venga con un bisnieto? Apenas voy a entrar a la uni

La mujer adulta lo pensó y suspiro.

—Iras con Kook y Taehyunie, luego de que consigas las pastillas ellos te llevaran a una casa que tengo lejos de aquí, allí puedes pasar tu celo sin problemas, ¿Bien? Despreocúpate por la venta, aprendí a hacer los cheesecake y todos podemos salir adelante, tu relájate y pásala tranquilo

Lo último que haría es pasarla tranquilo, tener un celo era una tortura si estaba solo y toda su vida ha sido así, pero ahora que su lobo conocía a otro y que parecían atraerse seria estar enfermo con la cura a su dipocision, pero sin poder usarla.

Yoongi se dejó guiar por su abuela hasta la camioneta donde se quedó en los asientos traseros sintiendo su cuerpo reaccionar por el olor y la presencia del Alfa que su lobo quería, abrió las ventanas y se mantuvo con la mirada fija hacia fuera para no volverse loco. Nadie tenía que decirles que estaba pasando, el fuerte olor del Omega era obvio así que se apresuraron a llegar a la farmacia donde Taehyung se bajó a comprarlas ya que en ese condado era más fácil que la comprara un Omega que un Alfa y quería que fuese lo más rápido posible.

— ¿Estas bien?

—No me hables—susurro.

—Necesito saber si estas bien

—Y yo necesito que no abras la boca

—Yoongi solo quiero... —se quedó callado al voltear al verlo, sus mejillas estaban rojas y sus pupilas estabas dilatadas, su respiración era errática y su boca estaba entreabierta. —Yoongi...

—Cállate Alfa tonto, tu voz no me ayuda en nada—Jungkook lo siguió mirando, deleitándose con lo que podía ver sintiendo a su lobo aullar loco por salir. —Tampoco me mires

— ¿Tan agresivo eres cuando estas en celo? —el pálido gruño apunto de enloquecer, Jungkook no paraba de hablar y su voz era un potenciador de sus desordenados pensamientos y sabía que el tonto lo hacía apropósito. El pálido quería, desesperadamente quería poder pasar su celo con este, pero ese era un riesgo que no podía tomar y eso solo lo hacía frustrarse, frustración que detono sus lágrimas y el Alfa lo noto. — ¿Bebé? Perdóname si dije algo malo

—No me digas bebé—lloriqueo limpiándose las lágrimas o tratando ya que seguían cayendo por sus mejillas. —Odio sentirme así, odio sentirme mareado, odio los pensamientos que tengo, pero lo que más odio es tenerte tan cerca y no poder hacer nada

—Bebé, no puedo hacer lo que quieres, pero al menos puedo darte esto—Yoongi no había visto que este llevaba una camisa extra, pero al tomarla no pudo evitar abrazarla y lloriquear. —No llores, cachorrito

Para cuando Taehyung llego Yoongi era un mar de lágrimas que tenía la camisa del Alfa puesta y ningún supresor pudo evitar sus lágrimas o su fuerte olor, su celo había estallado por fin y parecía que se la pasaría llorando.

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Al llegar a la dichosa casa el pálido Omega no quiso salir de la camioneta, su lobo se negaba a estar solo, ahora que tenía el olor del Alfa tan cerca no quería irse y ambos lo habían intentado, incluso con dulces que Taehyung llevaba, pero estaba negado.

—Bebé, no podemos dejarte aquí y tampoco llevarte devuelta, dame la mano

Yoongi negó, si entraba ahí estaría solo.

—Entra conmigo

—No puedo, bebé estas en celo, si entro ahí no lograré mantenerme lejos de ti

—Quédate conmigo

—Cachorro... —Jungkook estaba luchando, realmente lo estaba haciendo, pero con su Omega lloriqueando por su compañía era demasiada tentación, su lobo estaba rasguñando en su interior por tomarlo allí mismo en ese asiento trasero de la camioneta, hundirse en ese pequeño y sensual cuerpo, pero no debía.

—¿Que harás, Kook?

—Llama a Jackson y dile que vaya a mi casa, que me traiga toda la ropa que encuentre y que de camino traiga algunos dulces, no puedo quedarme con él por más que me lo pida

Taehyung asintió comprendiendo la situación, sabía que habla algo entre el nieto de la abuela y su primo, no había que ser adivino para notarlo.

Mientras Jackson llegaba Jungkook se mantuvo alejado del Omega, pero en su campo de visión ya que si este no lo veía empezaría a llorar y su lobo estaba lo suficientemente inquieto como para escucharlo llorar.

—Alfa—el llamado del pálido era necesitado, quería tenerlo cerca, pero este parecía no querer acercarse y su lobo empezaba a inquietarse.

—Aquí estoy, Omega no me he ido—el pelinegro no se acercó, pero calmo un poco la tristeza de Yoongi con solo hablarle.

Minutos después escucho otra camioneta estacionarse a unos metros de distancia y con la mirada le indico a su primo que fuera por las cosas, si se alejaba del pálido sería un desastre.

— ¿Te espero o me voy con Jackson? —pregunto el peli azul entregándole el bolso al mayor.

—Ve con Jackson, no tardaré mucho, pero es mejor si un Omega no me está esperando, los celos son bastante complicados de entender—Taehyung le dio la razón y le deseo suerte antes de irse con Jackson dejándolos solos.

Jungkook pidió en silencio a la Diosa Luna de no sucumbir al deseo.

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Convencer al Omega de salir no fue fácil, pero logro sacarlo y hacerlo entrar en la casa, la tarea difícil era que se quedará allí sin él.

—Tengo algo para ti—el pálido alzo la mirada con sus ojitos brillantes y le enseño el bolso que llevaba. —Toma, todo es tuyo

El travieso lobo de Yoongi se acercó a olfatear que era y claro que le encantó, le arrebato el bolso y lo abrió recibiendo una bomba de olor en el cual se deleitó casi restregándose como gato en el suelo.

Después de deleitarse tomo la ropa que había desparramado junto con el bolso y huyó a la habitación donde no salió, sabía que podía ser su oportunidad de irse, pero quería que Yoongi supiera que se iría y no que se sintiera traicionado.

Toco para entrar, pero al no recibir respuesta decidió abrir la puerta encontrando un Omega con apenas ropa interior organizando un montón de ropa en la cama creando un nido, nido que jamás había visto.

Sabía de ellos, pero nunca había presenciado uno.

Al sentir la presencia del Alfa el peli naranja le hizo señas para que se acercara y Jungkook se mentalizo antes de hacerlo. Cómo si hubiese olvidado como hablar le jaloneo la camisa queriendo que se la quitará.

—Pero ya tienes casi toda mi rop- está bien no llores, te la daré—se quitó la camisa lo más rápido que pudo y cuando el más bajo tuvo la prenda en sus manos no dudo en ponérsela por fin cubriendo su desnudez cosa que Jungkook ignoraba como podía. —Tengo algo que decirte, bebé

Al escuchar su apodo no dudo en mirarlo y se acercó hasta el dejando espacio suficiente para que el Alfa no muriera en el intento.

—No puedo quedarme, estás en celo y sé que si me quedo aquí haré algo del que te arrepentirás, ahora solo es tu lobo quien controla tus acciones, pero no quiero que te alejes de mi por hacerte algo cuando estás en este estado—se atrevió a tomar su rostro con sus manos. —Tienes dulces para que no te falten y está mi ropa para que me recuerdes, estaré pendiente de ti, aunque no me veas y vendré por ti cuando tú celo termine, ¿Bien?

El Omega quiso hacer tremendo berrinche, pero como si lo conociera de toda la vida y creyera en sus palabras asintió lentamente comprendiendo la situación.

— ¿Ya te vas?

—Parece que recuperaste tu voz, si me iré ¿Me despides? —Yoongi asintió y lo acompaño hasta la sala, pero Jungkook no se esperó ser empujado hasta el sofá cuando pasaron por allí y ser acorralado por aquel pequeño Omega. — ¿Yoon-

— ¿Te irás con otro Omega, tonto Alfa? Me dijiste que era tuyo—este le gruño y se subió a horcadas a su regazo. —Como sienta otro olor en ti cuando te vea te arrancaré las bolas, ¿Escuchaste?

Jungkook quiso reír, no solo era agresivo y mal hablado sin celo si no que su Omega también lo era, evito reírse para que el Omega no se sintiera ofendido y asintió esperando que eso fuera suficiente para ser liberado, pero claro que el pálido no pensaba lo mismo.

—Voy a marcar mi territorio—ni bien termino de hablar y como si él fuera Alfa aprovecho que ya no tenía barreras de tela de la cintura para arriba y le dejo una buena mordida en el lugar donde se conectaba el hombro y el cuello, no tenía los colmillos necesarios para la marca, pero eran lo suficientes para "marcar territorio".

Para un Alfa aquello no era más que humillación a su lobo, pero Jungkook no tuvo otra opción que apretar los muslos del menor por el dolor e inclinar la cabeza sabiendo que forzar solo dejaría una fea cicatriz.

Cuando el Omega termino sonrió por su cometido y lamió la herida cuál lobo y empezó a dejar besos en ella cicatrizándola.

—Yoongi, deberías parar la herida ya está bien—pidió rogando que este se detuviera, pero sus besos dejaron su herida y subieron por su cuello haciendo un camino de estos junto con lamidas y pequeñas mordidas que elevaban el libido de cierto Alfa que evitaba dejarse llevar, pero su cuello estaba a la clara disposición de Yoongi.

—Mio—susurro dejando claros chupones en dónde fuera más obvio y aprovechando toda la piel que podía saborear sintiendo las manos del Alfa acariciando sus muslos, el Omega vio eso como una oportunidad y dejo su cuello para besarlo. Atrapó sus labios en un beso profundo en dónde solo el movía los suyos hasta que Jungkook decidió lanzarse al vacío.

El Alfa tomo el control del beso y se vengó de aquella mordida, el beso fue salvaje y duro, había mordidas, su lengua exploraba cada parte como si la conociera y sus manos se colaban dentro de la camisa tocando lo que quería.

Ambos se hundieron en una ola de excitación uno devorando los labios del contrario y el otro retorciéndose de placer en su regazo despertando deseos y cosas que deberían permanecer en su lugar.

Jungkook no fue lento ni perezoso y también dejo marcas en su pálido cuello sintiendo como sus colmillos querían salir cada que se acercaba demasiado a aquella dichosa zona prohibida.

Amasó sus muslos al igual que su trasero sabiendo que cuando esté volviera a la normalidad lo golpearía o se alejaría, pero disfrutaría cada momento, ¿Si el Omega lo marco como su ganado por qué no podía tocar su trasero?

El Alfa supo que era suficiente cuando entre sus pantalones algo duro se hacía notar y claro que el Omega sabía lo que estaba haciendo, sus movimientos eran precisos y adictivos. Beso por última vez aquellos dulces labios y una buena mordida deleitándose en el sabor metálico de la sangre que había conseguido.

—No tenías que marcar territorio te dije que eres mío—beso sus labios en un rápido toque. —Llámame si necesitas algo, pero no vendré aquí, si me mordiste solo por pensar que me iría con alguien que será de mi después

Más bien que sería del Omega si se quedaba allí, por qué estaba dispuesto a hundirse en él las veces que fueran necesarias.

Bajo al Omega de su regazo y se levantó para huir de allí no sin antes asegurarle que estaría para el cada que fuese necesario.

Salió de allí con una mordida como marca, el cuello como si fuera un lugar lleno de minas, con el agua caliente y sin poder meterse a bañar y unos labios irritados a más no poder, pero lo había disfrutado.

Claro que lo hizo.

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¿Les esta gustando como va la historia? Me encantaría escuchar sus opiniones.

—Kim ♪