— ¡Que lindos son! No sabias que tenías Omega, Jungkook es una tristeza para todos tus pretendientes, pero ya entiendo por qué, pásense por aquí cuando puedan para comer la tarta de melocotones que te gusta

—Yo no soy-

— ¡Chicas! ¡Kook tiene Omega!

—Estas equivo-

— ¡Pero que Omega más lindo! Tendrán cachorros preciosos

—Cacho- ¿Qué?

— ¿Como se conocieron?

El pálido ya no sabía a dónde mirar, eran tantas preguntas y ninguna le dejaba hablar, para su suerte el Alfa seguía aun a su lado así que gracias a ello no fue arrasado por aquella ola de madres chismosas, para asegurar su vida apretó el agarre en la tela de su camiseta y le dio varias jaladas para que los sacara de allí.

—Seoyeon, Mirae, Hyeon, hermosas Omegas son demasiadas preguntas y Yoongi aun esta asustado por lo de la cabra, ¿Qué tal si dejamos esta conversación para después? Aún tenemos que entregar los pedidos, pero gracias por cuidar de Jijoon, lo llevare a casa con papa

—Saluda al Señor Junghyun de nuestra parte

—Eso hare—se soltó del agarre del Omega y tomo su mano para alejarse de aquel tumulto de personas. — ¡Joonie, nos vamos!

El cachorro, con su mochila ya puesta corrió hacia su hermano y espero hasta ser cargado por él, deseaba que este se olvidara de aquel Omega y que solo lo cargara a él, pero el Alfa tenía otros planes, sin soltar a Yoongi cargo al pequeño demostrando que el trabajo en Paraíso le había pasado factura y es que, no tenía por qué demostrarlo, con solo ver su porte, brazos y todo su cuerpo se sabía que era fuerte.

Aquella escena solo recalcaba más lo que las señoras había dicho, parecían una familia. Tomados de la mano y el cargando al cachorro. Sus mejillas se mantuvieron coloreadas aun cuando estuvo discutiendo vagamente con el hermano de Jungkook.

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Entregaron todos los pedidos y luego se detuvieron en el mercado donde reabastecieron los pocos productos que se habían vendido, eran tan pocos que era imposible no desanimarse, los demás puestos casi estaban vacíos a diferencia del suyo y había aún más personas tomando del puesto de Slim.

— ¿El Alameda ese no solo roba granjas también las explotas?

—Ese Alameda es el dueño de todo esto—el pálido alzo una ceja escuchando al hombre que vendía en el puesto de Paraíso.

—Con razón las ventas son un asco, si tanto te gusta ¿Qué haces aun aquí?

— ¿Como te atreves a hablarme de esa manera? ¿No sabes quién soy?

— ¿Alguien que no me importa?

—Que sea la última vez que un Omega como tú se atreve a alzarme la voz o hablarme de esa forma, eres solo un simple Omega—Jungkook estaba escribiendo en los registros para poder entregárselo a la abuela cuando sus sentidos se erizaron al escuchar la voz de mando, se apresuró a salir viendo a su pequeño hermano aferrado a la pierna de Yoongi claramente asustado y con la mirada gacha mientras el pálido estaba claramente molesto, su rostro estaba ligeramente rojo y había fuego en su mirada.

— ¿Como se te ocurre usar tu asquerosa voz de mando con un niño presente? ¿Te crees grande solo porque puedes usar algo para doblegar a los demás? ¿Yo soy un simple Omega? Tú no eres más que un Alfa que se esconde tras una voz, pero sin ella no es más que nada, ni siquiera un hombre

Jungkook no tenía que adivinar para saber que aquello había no solo pisoteado el orgullo de aquel hombre, si no que había destrozado cualquier creencia o su existencia misma. Antes de que el Alfa saliera de aquel shock y quisiera irse contra el peli naranja se colocó delante de ambos haciendo espacio entre ellos.

—Ha sido suficiente Seongki, sabes lo que causa la voz de mando en los demás, ¿Como te atreves a usarla con mi hermano o con el nieto de la abuela presente?

—No te metas en esto

—Es mi hermano y es mi- —gruño casi al instante salvándose de cagarla y negó. —No te metas con mi familia, Seongki soy muy pacifico hasta cierto punto, si te vuelves a pasar con uno de ellos no te la dejare pasar

—Y no te preocupes, ya puedes ir con Alameda a lamerle las botas, Paraíso volverá a hacer el pináculo de Caloway

El Alfa solo gruño y se fue de allí más que enfadado, Yoongi no le presto más atención y se agacho a la altura de Jijoon quien aún se mantenía con la mirada gacha y asustado.

—Creo que es su primera vez siendo expuesto a la voz de mando, mi padre nunca la uso con nosotros y nos prohibió usarla al menos de que fuese necesario—Jungkook también estaba a la misma altura de su hermano y tomo su mano para que el mirara, pero este se negó. —Joonie

—Ahora mismo tu hermano sigue asustado y aunque te conoce, cree que puedes usar tu voz con el—espero a que el pelinegro se alejara y tomo ambas manos del pequeño. —Puedes levantar la mirada, aquí no hay ningún Alfa que se atreva a usar esa tonta voz contigo, solo esta tu hermano que te quiere mucho y si viene alguien, yo lo golpeare por ti así que sube la mirada, no tienes por qué temer

Jijoon dudo un poco, pero subió la mirada dejando ver sus pequeñas mejillas con lágrimas secas en ellas y los ojos con ganas de volver a llorar.

—Estabas muy asustado, ¿Verdad? Todo va a estar bien y esto solo será un tonto recuerdo que no vale la pena recordar—el pequeño solo asintió. —Vamos—Jijoon negó con un puchero pronunciado. — ¿No te quieres ir?

— ¿Puedes abrazarme?

Yoongi no pudo evitar sentir un pequeño calorcito en su corazón al ver a un pequeño el cual tenía bastante energía como para pelear con él, convertirse en un niño asustado necesitando un abrazo y quiso protegerlo de todo.

—Claro que si—dejo que este se acercara y lo rodeo con sus brazos, sabiendo que este no querría alejarse por un tiempo lo sostuvo bien para poder levantarse. — ¿Qué hacemos con el puesto?

—Cerraremos por hoy, solo será una hora más temprano—el palido asintió y espero hasta que cerrara el lugar para ir hacia la camioneta donde se acomodó con Jijoon aun escondido en su cuello y con el patito cómodamente dormido encimera de la guantera. —Si te molesta puedes-

—No me molesta—dijo girando su cabeza para darle una ultimo mirada esperando a que la camioneta empezara su marcha. El camino fue relajante, tal vez por el suave y dulce olor del pequeño en sus brazos quien se había dormido. Jungkook se encargó de llevar a su hermano a casa y explicarle a su padre lo que había pasado, Yoongi prefirió quedarse en dentro esperando por el pensando en lo que había pasado.

— ¿Estas bien? Llegue hace unos minutos y sigues con esa mirada

—Solo es que, los Omegas no lo tenemos muy fácil

—Lastimosamente es así, pero tengo una duda, ¿No sufriste por la voz de mando?

El pálido sabía que tendría que hablar de eso, en los años de vida que tenía no había encontrado a nadie con su misma condición y cada vez que lo contaba, empezaban a alejarse lentamente. Hoseok fue el único que pensó que era genial y por ello eran amigos desde hace mucho.

—No, supe que era inmune a la voz de mando cuando la escuche por primera vez en la escuela, mi presentación se retrasó y no sabía que era así que andaba por la vida diciendo que sería un Alfa, un día un tonto niño destruyo uno de mis dibujos y yo me lance a golpearlo, como yo no quería soltarlo el profesor tuvo que usar su voz de mando y no fue hasta que mi madre llego que nos pudieron separar

—Así que naciste así

—Si, al igual que tus padres los míos prohibieron usar la voz de mando así que no la conocí hasta que la uso el profesor, luego cuando la mayoría se presentó muchos de los Alfas de la escuela usaban la voz sin conocer las consecuencias y muchos Omegas sufrieron por ello y yo me creía sus defensores, me gane muchos golpes, pero yo di aún más hasta que un día me presente y todo empeoro

— ¿Preferías ser Alfa?

—Me creía tanto uno que cuando vi la realidad me deprimí mucho y escondí mi lobo pensando que ahora que era un Omega seria susceptible al abuso de algún Alfa, los evité hasta que tuve mi primer celo y supe que era necesario tener a alguien—Jungkook quería mirar todas las expresiones del menor pero no era posible conducir y mirarlo sin morir en el intento. —Lo intente lo mejor que pude en la secundaria, pero los Alfas eran tan estereotipados que siempre terminaba discutiendo con ellos y pisoteando sus orgullos, uno de ellos uso su voz cuando lo arrincone y descubrí que no era porque no me había presentado, simplemente había nacido defectuoso

—Yoongi...

—Pase mis celos en agonía sabiendo que nunca tendría un Alfa y luego me enamore, me enamore de un tonto que cuando supo que no podría doblegarme me dijo que nadie querría a un Omega defectuoso como yo, podría ser lindo por fuera pero desde que me conocieran huirían de mí, y no se equivocó, pero no le di el gusto, pelee con cualquier Alfa que se me atravesara y pisotee sus orgullos como muchos lo hacen con los Omegas con su estúpida voz, pero aun con eso nadie me quito lo defectuoso y siempre seré un Omega destinado a ser despreciado por los demás, no importa lo que fuesen no congenio con nadie

—Tú no eres defectuoso

—Tú no sabes eso, soy un defectuoso que solo trae problemas, tal vez ni siquiera pueda dar cachorros, ¿Quién va a querer tenerlos conmigo? Se que aún estoy joven, pero todas las personas que he conocido dicen lo mismo, no pueden soportarme

—Ya estuvo bueno—Jungkook estaciono la camioneta a un lado del camino y se quitó el cinturón siendo observado por un confundido Yoongi.

— ¿Que estas... —ni siquiera termino cuando el pelinegro abrió la puerta y también quito su cinturón para poder mirarlo de frente. — ¿Acaso estás loco?

—Estoy cansado de escuchar esa palabra de ti, no eres defectuoso

— ¿Acaso has conocido a un Omega tan insoportable como yo?

— ¿Quieres dejar de tratarte tan mal? No eres defectuoso y no eres insoportable, el que seas diferente no te hace malo para los demás, te hace más atrayente

—Atrayente de problemas

—Estas tan enfocado en lo malo que no te das cuenta de que desde que llegaste no hay Alfa que no te eche el ojo

—Eso lo sé, solo soy bonito por fuera

—Eres hermoso por fuera y eres aún más hermoso por dentro, no canso de decirte que eres un bebé porque eso es lo que veo, eres un ser puro que se esconde tras esa actitud de que no le importa nada, pero si eso fuera real no hubieses defendido a Jijoon, con quien te pusiste a pelear cuando lo conociste, te preocupas por los animales aun cuando les tienes miedo, te interesa salvar Paraíso aun cuando no entiendes en su totalidad el por qué, eres el mejor Omega que he conocido y si podemos hablar de defectos solo tienes uno

Yoongi puchereo sabiendo que aquello era demasiado bueno para ser verdad.

—Niegas que eres un bebé cuando claramente lo eres

—Eres un tonto, pensé que era algo serio

— ¿Entiendes que trato de decirte? El imbécil que te dijo eso mintió, eres hermoso por dentro y por fuera y alguien te querrá, así como eres, no tienes por qué cambiar, incluso cuando peleas eres hermoso

Las mejillas del pálido se colorearon y no pudo huir al tener la fija mirada de aquel Alfa en él, solo esperaba que no escuchara su corazón latir con fuerza.

—Ese alguien parece que nunca llegara

—O tal vez ya llego y no lo estás viendo

Ambos se quedaron en silencio solo escuchando el viento moviendo el trigo de aquel campo en el que estaban. Permanecieron allí mirándose más de lo que habían imaginado, jugando con los dedos del contrario en una atmosfera demasiado intimida.

—Tenemos que volver, bebé—Jungkook sabía que ya no habría vuelta atrás desde aquel momento, había aceptado que su lobo quería a ese Omega como suyo y estaba dispuesto a hacerle caso.

—Jungkook, ¿Tú crees que Paraíso se pueda salvar? —pregunto ignorando el hecho de que debían alejarse y acabar con aquella atmosfera, siguió jugando con sus dedos tanto como pudo.

—Te tenemos a ti, eres lo que necesitábamos para poder salir adelante así que si, Paraíso se salvara, pero en serio tenemos que irnos—el pelinegro alejo una de sus manos para acomodar el cabello del pálido. —Aquí hace más frio cuando oscurece

—Está bien—susurro dejando su mano libre e iba a colocarse el cinturón, pero el Alfa se encargó de ello disfrutando los pocos segundos que tendría cerca de aquel dulce olor de caramelo. —Gracias, Jungkook

El mayor detuvo lo que estaba haciendo y lo miro desde su cercanía, deleitándose en los nervios dibujados en sus ojos y el color en sus mejillas.

—Por aguantarme, eres el único aquí que me acepta como soy o que no le molesta

—Es más que un placer, bebé—Yoongi observo su sonrisa y sintió sus dedos picar por tocar su rostro e iba a hacerlo, pero el graznido del patito lo detuvo y sonrieron divertidos, el pálido espero hasta que por fin le pusiera el cinturón y volviera a conducir hasta Paraíso donde ambos tomaron caminos diferentes. 

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¡Espero lo distrufen!

—Kim ♪