Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

44. Salgan de mi habitación.

Palabras: 1526

Autor:  Grey Bruzual


TANNER

Siento sus pasos detrás de mí, pero ni me inmuto. Espero que ella haga sus ridículos movimientos para subir a la camioneta ya que es alta. Enciendo el motor aún con la mandíbula apretada y la ira emanando de mí. Sujeto tan fuerte el volante que mis nudillos se vuelven blancos. El ambiente es tenso, pero ella no dice nada y yo menos. Quiero que se mantenga así, no quiero escucharla.

¿Entonces por qué está aquí en tu auto, Tanner?

Maldita sea, no lo sé.

Pero Savannah, siendo ella, contra todo pronóstico enciende la radio y por el rabillo del ojo capto cómo sus labios se curvan ampliamente mientras Or Nah suena. Sube más el volumen y empieza a tararearla mirando por la ventana. Puedo suponer el porqué de su amplia sonrisa al escuchar esa canción. Seguro se imagina restregándose contra a Johnson, después subir la escaleras y luego...

¡No!

Debo retrasar esto, ella no puede...

¿Por qué no, Tanner?

Savannah es soltera...

Ella puede hacer lo que se le venga en gana...

Pero con Johnson no.

—¿A dónde vamos?

A ver a jodido Johnson no, por supuesto.

— Por provisiones —contesto bajo y enojado.

Sigo conduciendo hasta que me detengo frente a un mini Markert en una gasolinera, rodeo la camioneta para que baje, pero ella no lo hace. Solo actúa como una jodida niña haciendo berrinche.

—¿Savannah?

Dios dame paciencia para no ahorcarla.

—¿Te bajas?

Niega. Ella se niega a bajar.

—Te espero aquí.

—Son las nueve malditas de la noche —gruño—. Un psicópata podría venir y fastidiarte mientras estoy dentro. Por favor, baja.

—No.

—Savannah...

Vuelve a cruzarse de brazos.

No de nuevo.

No puedo perderme en sus tetas.

—No. Me quedo aquí.

Carajo.

Suelto un suspiro tenso mientras trato de no pensar en sus deliciosas tetas.

Me rindo.

— Bien, pero enciende el aire acondicionado, mantén los vidrios arriba y no salgas. —Le lanzo las llaves y puedo ver un brillo emocionado en sus ojos mientras las sostiene, así que agrego—. Y no hagas nada estúpido, como, por ejemplo, robarte mi camioneta. Tiene GPS.

Me doy la vuelta para dirigirme a la tienda cuando la escucho.

—Quiero un día pack de Smirnoff de manzana verde y chicle.

Aguanta un poco más, Tanner, solo un poco más.

Aunque lancé el rumor de que Savannah es mi prima con algunos jugadores de los Cougars, hay probabilidades de que Johnson esté ahí, así que debo retenerla un poco más porque...

¿Por qué, Tanner?

¿Qué te importa que carajos haga Savannah con el imbécil de Johnson?

Ignoró a mi conciencia una vez más y me voy más hacia el fondo de la tienda, en donde están las jodidas Smirnoff de manzana verde que Savannah quiere. Casi estoy por agarrarlas cuando escucho el rugir del motor de mi camioneta cobrar vida. Ella jodidamente lo hizo.

Se va a robar mi camioneta.

Para cuando salgo de la tienda ya es muy tarde, ella está retrocediendo mientras la carretera es su cómplice. No puedo evitarlo. La risa no dura mucho tiempo en mi cara mientras estallo en carcajadas por lo que acaba de hacer.

*****

Llego a la fraternidad luego de pedirle a Lou que venga a recogerme. En el camino le mando mensajes a Pauline.

Yo: Segura que no quieres venir un rato a la fiesta? Volveremos temprano, lo prometo... 😊

Amor: 😞 no puedo, amor.! Sabes que mañana tengo que presentar dos exámenes difíciles y más con el profesor Greene! Mejor disfruta tu y no te desveles mucho 😘

Yo: ok nena! Te aviso cualquier cosa, te amo 😘

Amor: Yo más, amor 😘😘😘😍🥰

Llegamos a la fraternidad y aparento no ver a Savannah mecerse contra Ibor mientras entro a la casa en compañía de los demás. Después de todo, Pauline es mi novia y Savannah es...

Nadie.

Ella es nadie para mí.

Me dirijo al jardín junto al resto del equipo aunque seguro escucharé sus reproches por la mierda de juego que di hoy. Es mejor que ver meneando el culo Savannah contra Ibor, o al menos eso es lo que pienso hasta que voy a la cocina por otra cerveza y la veo subir a las escaleras. No creo que se atreva hacer lo que esto pensando, pero cuando mis pies suben y confirmo mis sospechas, me doy cuenta de que no solo mataré a Ibor de forma lenta y dolorosa, sino que quemaré las sábanas y el colchón.

Empiezo a golpear la puerta una y otra vez, pero ellos no abren la maldita puerta.

—Savannah, maldita sea, ¡sal de mi habitación! —grito antes de taclear la puerta, furioso—. No quiero hacer que todos estos imbéciles te vean desnuda, así que para de una jodida vez. —Siento mi sangre concentrarse en mis puños tiemblo debido a todo esta mierda que estoy experimentando—. Ibor, estás jodidamente muerto por esto, pero todavía puedes decidir entre una muerte rápida y piadosa o una muerte lenta y dolorosa...

A pesar de la música puedo escuchar sus gemidos.

De nuevo volvió hacerlo.

Mataré a Ibor, juro que lo haré. Cansado de esta esta mierda, decido ir por la ventana, un error. No solo me enciende al pensarla, me hace volver loco de celos al escucharla tener sexo con otro, sino que además hace que me quede viendo como un puto voyeurs mientras Ibor le come el coño.

Por cosas como estás es que...

Espero que acaben y cuando Sav está por salir, entro por la ventana.

Me dirijo a ella sin pestañar, mi cuerpo vibrando de ira, mis fosas nasales extendiéndose, mi mandíbula tan apretada hasta el punto de sentir que podría fracturarse por la presión ejercida. Y yo solo la contemplo para no salir detrás de Ibor y cometer un asesinato.

—¿Dónde está Pauline?

Qué cobarde de tu parte preguntar por ella, pero de estás no te salvas, pienso.

—No está. No vino. Fue a casa directamente del partido.

Quiero matarla...

—¿Johnson?

¿Y todavía lo pregunta después que te tiraste a Ibor?

Niego... qué cínica es.

Esa es la diferencia entre Pauline y ella.

—Te mentí. Nadie está esperándote aquí. Quería hablar. —Ni yo mismo me creo esta mierda de lo que digo—. Cuán jodidamente estúpido fui por siquiera pensarlo. Me alegra haber visto lo que vi. Habría Sido un error.

Tú eres eso Savannah, un error que no puedo cometer.

Me espera muchas cosas y si caigo por ella, todo será un puto desastre y no puedo permitir eso.

—No solo apareces en mi juego con los colores del enemigo, sino que seduces al mariscal de campo del otro equipo y te metes en mi cabeza y la revuelves, me haces el responsable de perder el partido... —Su espalda choca contra mi armario—. Sino que también me dejas en medio de la nada, te llevas mi camioneta y te exhibes para todos en la sala de mi propia casa. —Baja la mirada, pero sujeto su barbilla obligándola a mirarme—. Y follas al jodido Ibor, el imbécil más estúpido, en mi cama, dejando la mezcla de tu aroma y el de él en mis sábanas. Sábanas que tendré que quemar. Mierd, incluso puede ser que cambie el colchón —gruño—. Y después de todo eso, todavía te preguntas porqué quiero a Pauline, quien saca lo mejor de mí, en lugar de alguien como tú que se siente como tragarse un torbellino y caer en un agujero negro, pero a pesar de lo obvio y que ambos sabemos, continuas viéndome con ojos de siervo herido, lo que incluso tras todo lo que hiciste esta noche me hace sentir como una mierda porque aunque no lo entiendo, me destroza hacerte daño, Savannah. —Presionó mi frente con la suya, veo sus lágrimas descender—. Y ni siquiera sé por qué..

—Tanner...

Niego...

Ya tuve suficiente, debo acabar con esto.

—Por favor dime cómo te lastime, dime qué te hice para compensarte y pasar página. No creo soportar por mucho tiempo la locura que induces en mí. —Ya no—. Intento ser un buen hombre, Savannah, pero no me lo pones maldita mente fácil. Todo lo contrario.

Y es entonces cuando me revela el porqué de su actitud, que ambos tuvimos sexo y no me acuerdo de nada y de paso ordené a todos a buscar a Pauline y aparecieron las dos.

—Savannah...

Niega

Paso mis manos por el cabello mientras paseo por la habitación, tratando de recordar algo de esa noche pero es inútil. No recuerdo nada. Debe ser por eso que existe esa gran tensión sexual entre ambos porque mi cuerpo si la recuerda, pero mi mente no.

—Borracho, a veces hasta drogado, me acuesto con un montón de chicas que no recuerdo después. Lamento que hayas sido una de ellas y que no te haya gustado, pero estoy con Pauline y...

Cruza mi cara con una bofetada y sale de mi habitación.

Peroesa es la verdad estoy con Pauline ahora, a ella la amo y aunque Savannah meproduce muchas cosas y es un huracán a mi alrededor, capaz de arrasar todo a supaso, mi futuro es Pauline y así debe ser...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro

Tags: #concurso