4. La prima.
♡ Palabras: 1097
♡ Autora: gemation
La Universidad de Texas en Austin es mucho más grande de lo que aparenta. He investigado que incluso cuenta con más especializaciones de las que las personas piensan a pesar de no pertenecer a las grandes ligas. Tiene una escuela de negocios muy mencionada a nivel nacional y uno de los mejores equipos de fútbol americano, el cual desde hace tres años tiene como capitán a Tanner Reed. Nadie puede negar que es alguien estratégico, metódico y al que, sobre todo, no le importa pasar por quien sea con tal de ganar un partido.
Nadie lo soporta.
Pero lo aguantan y le perdonan todo porque para ellos es el mejor.
Aunque es voz popular que su competencia, el único que puede darle guerra, se encuentra en Houston y se llama Johnson.
Y sí, soy yo.
Acabado de llegar a esta universidad para el partido contra los Longhorns a beneficio de los orfanatos de Austin a pesar de que soy consciente de que mi equipo, pese a ser uno de los mejores, no es tan bueno como el de Austin, que últimamente ha ganado todos los partido, pero siempre veo cómo mi equipo se esfuerza, cómo quieren dar más y eso me agrada y me llena de confianza ya que somos como una familia y no me gustaría que estos me vean o me recuerden como un ser que no aguantan, por lo que no soy tan mierda como él.
Y, hablando de familia, debo llamar a mi madre, la cual contesta al tercer tono.
—Cariño. ¿Llegaste a Austin? —me pregunta.
—Sí, madre, acabamos de llegar. En unas horas será el partido. De ahí tenemos una fiesta en una de las fraternidades de la universidad.
—Que bueno. Diviértete con una chica linda, pero ya sabes que debes tener cuidado, por favor. No vayas rompiendo corazones por ahí.
Me hace sonreír su comentario
—Nadie como tú, mamá. Tú eres mi reina. Si algún día llego a encontrar a alguien, quiero que sea como tú.
No hace falta que la vea, basta con escuchar su risita. Está feliz.
—Y tú un príncipe que cualquiera chica inteligente querrá capturar.
—Mamá, no estoy pensando en esas cosas, me gusta divertirme, pero en su momento llegará la indicada. —Rápidamente nos ojos se desvían a la persona que acaba de llegar a los casilleros—. Cuídate, mamá. Tengo que ir a calentar. Acaba de llegar el entrenador.
—Igualmente, cariño. Besos.
Me alisto rápidamente para poder comenzar el calentamiento. Sé que los miembros del equipo están un poco nerviosos ya que por ser un evento caritativo vendrán muchos dirigentes y personal de equipos que está en las grandes ligas y puede ser una gran oportunidad para todos de dar una buena imagen tanto individual como en grupo. Doy indicaciones de cómo vamos atacar y animo a los muchachos. Estaba en ello, jugando en medio del campo, cuando de repente mis ojos van hacia la voz profunda que acaba de gritar.
—¡Vamos, Cougars!
Al observarla, realizo un escaneo que pasa por su sombrero de vaquera, su bonita cara, su cuerpo, en especial el top blanco que usa, y todo lo demás y deduzco que es hermosa, pero lo que más me llama la atención son las cadenas que cuelgan en su pecho y... ¡Dios!
Qué tetas se maneja esa diosa.
Es la fantasía de cualquier hombre hecha realidad.
Rápidamente le lanzo un beso mientras corro y veo cómo sonríe de manera nerviosa.
Sí, nena, voy a demostrarte de qué estamos hechos.
El partido comienza y en los primeros minutos vamos perdiendo. A pesar de eso animo a todos mis compañeros de equipo para que sigamos adelante. Le indico a uno de mis mejores corredores la estrategia que vamos a realizar y todos nos ponemos en nuestras posiciones tras una pausa de puntuación.
Aprovecho que el balón llega a mis manos y mis ojos rápidamente buscan a la diosa de las gradas, a la cual le dedico mi pase perfecto. Veo cómo ella se levanta, emocionada, gritando.
Sí, nena. Esto es para ti.
Veo cómo el balón llega exitosamente a Marcus, el cual realiza la primera de tantas anotaciones. Pasan los minutos y contra todo pronóstico y la mirada incrédula de todos, ganamos pese a los abucheos de los fanáticos del equipo contrario, que son cientos en comparación con los diez o veinte nuestros. A lo largo del partido todos mis pases van dedicados a la compañera de gradas de Abigail, la novia de Marcus que acabo de darme cuenta que estaba su lado.
Al terminar oficialmente, mis ojos no la pierden de vista porque quiero llegar rápidamente a ella. Quiero conocer a mi amuleto de la buena suerte de hoy.
—Vieron a la chica que estaba sentada a junto a la novia de Marcus, ¿sujetando el cartel? —Escuchó decir a Mike, uno de los defensas, cuando nos reunimos para celebrar la victoria—. Nuestro capitán le dedicó todos sus pases. —Yo solo me río y asiento sin apartar mis ojos de la diosa que está conversando con otras personas—. Escuché a Tanner Reed diciéndole a todos los de su equipo que era su prima y que sean cuidadosos con ir tras ella. Que está prohibida para todos ellos.
Automáticamente mis ganas de conocer a la muchacha de largo cabello negro se detienen.
La prima de Tanner Reed.
Ahora lo entiendo todo. Quizás el mariscal de campo estaba afectado al verme coquetear con su prima, lo que incluso salió en las pantallas del estadio, pero todavía es raro que le haya afectado tanto, puesto que no es la novia.
No sería mala idea salir con ella después de todo.
Pero no hoy. Tanner Reed debe andar alerta y hecho una furia. No quiero problemas familiares. Es conocido que se pone estúpido cuando pierde, lo que le da en el orgullo y no quiero inconvenientes de ningún tipo.
—Bueno, bueno. Vamos a celebrar a otro lado —le indicó a todos mis compañeros de equipo—. Tanner Reed debe estar a punto de explotar y no quiero problemas en la fiesta que se va a dar en su fraternidad ya que es el presidente, ni con él ni con nadie de su equipo. Hoy ganamos, así que vamos por nuestra propia fiesta a otro lugar.
Todo mi equipo se emociona y alza las manos mientras nos dirigimos a las duchas.
—¿Quiénes somos?— exclamo.
—Cougars.
—¡Más fuerte!
—¡Cougars!
Afirmo, complacido. Ya después que se calmen las aguas, me daré tiempo de conocer a esa diosa. Nada me lo impedirá. Así sea la prima de Tanner Reed.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro