20. Sexo salvaje sin protección.
♡ Palabras: 400
♡ Autora: Anónima
Después de ver las pruebas de que él no me está mintiendo y de que ellos dos por fin no están juntos, de que esto no lo está haciendo por venganza y de olvidarnos completamente de Pauline, me acerco a él y no me contengo más. Lo beso como siempre quise hacerlo. Rompo mis barreras y lo beso por todas las veces que quise y no pude. Él me devuelve el beso con más intensidad y lo entiendo. Ésta rompiendo barreras más grandes que las mías. Ya no es un secreto las veces que intentaba con todas sus fuerzas sacarme de su cabeza. Esto es algo que queríamos desde hace tiempo y nos desquitamos con gusto. Nos dejamos llevar por la pasión del momento.
—Hoy sí no pienso separarme. Empieza a succionar mi cuello mientras me va quitando el vestido. Me agarra las nalgas sin ninguna vergüenza y gimo de placer—. Sin hablar ni decir nada porque así somos los dos de orgullosos. Entre nosotros las palabras sobran.
Me detengo un poco: recordando que la primera vez que estuvimos juntos el estaba borracho y drogado y hoy no lo está. Así que pienso volverlo loco. Cuando ya me tiene desnuda luego de darme mil besos, lo llevo a la cama y pongo mi vagina en su cara, haciéndolo desesperar de deseo. Mientras yo gimo como loca, me da el mejor sexo oral de mi vida y luego lo ato a la cama y empiezo a jugar con él después de desvestirlo, lo chupo, lo muerdo y lo lamo en todo los lugares hasta hacerlo suplicar, hasta hacerlo pagar por todo lo que me hizo pasar, hasta que ya no aguantamos más. Cuando ya tengo suficiente de su sufrimiento y de sus súplicas, de sus gemidos y sus gruñidos, lo desato. Como lo nuestro no es la sutileza, me penetra con desesperación, lo hacemos con locura, tan duro y rápido, tan desenfrenados y sin contención.
Nos encontramos muy excitados, nos llenamos el uno al otro. Aun no entiendo como pudo evitar por tanto tiempo esta energía entre nosotros, esto es malditamente rico y especial, estoy muy segura de que nunca sentiremos nada igual con alguien más. Queríamos tanto esto, pero tanto, que después del mejor orgasmo de nuestra vida, nos dimos cuenta de algo.
Lo hicimos sin protección y yo he olvidado tomar mis pastillas estos días.
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