Capítulo Catorce.
Con el tiempo la oleada de nieve inesperada había creado una capa sobre el suelo y los techos de las casas, las flores habían cerrado sus pétalos formándose así en capullos de nuevo, todo estaba siendo ciertamente extraño pues la temporada de frío y nevadas había pasado hacia algunas semanas atrás. No había razón ni siquiera de que las olas frías del viento golpearan contra la cuidad.
Y con la llegada de la repentina bajada de temperatura un nuevo integrante al palacio llegó, tan repentino como la nieve.
YoonGi salió del primer bloque del palacio directo al jardín, atrás de él JiMin quien seguía susurrando que no era buena idea bajar sin antes preguntar quién era, pero Min era el capitán de la primera tropa entonces debía confiar en él y en su habilidad en el campo de batalla. Aún así no pudo evitar sentir la pesadez en su pecho y tal vez la inquietud en sus piernas que sorprendentemente seguían el paso del mayor.
Cuando llegaron al jardín el hombre contrario hizo una venia y YoonGi empuñó su espada sin sacarla de su estuche, guardaron silencio por algunos segundos más sintiendo la nieve caerles encima.
-Cómo entraste al palacio- más que una pregunta la orden del capitán Min fue firme con voz sombria, pero el contrario solo rió levemente.
-Un placer poder estar en el palacio, soy el nuevo costurero- sonrió y se inclinó en una leve venia-. Mi nombre es Jung HoSeok.
-El hijo del señor Jung...- susurró JiMin para sí mismo dando un paso adelante y quedando a la par de YoonGi-. ¿Qué haces aquí?
-El rey ordenó mi presencia inmediata, la fuerte nevada comenzó y el concubino varón no tiene ropa decente para estás ocasiones.
-Entonces debió venir el costurero real, no tú- está vez siguió YoonGi irritado por la actitud calmada del contrario, tenía una sonrisa cerrada y eso le parecía un poco más escalofriante. Era el palacio, el infierno de cientos de personas entonces tener una sonrisa en un lugar como ese era extraño y más si sabía a lo que se iba.
Pero HoSeok solo rió y negó con la cabeza.
-Desafotunadamente mi padre falleció hace días, yo estoy aquí como su hijo heredero y el trabajo llamó antes de lo esperado.
Tanto JiMin cómo YoonGi se voltearon a ver, la muerte de un ser querido como un padre debía ser triste y lamentable, no simplemente estar así, cómo si nada hubiera pasado.
-No hay razón para dejarte entrar- siguió Min.
-Entonces el concubino se quedará sin abrigo, debe ser una lástima ir en contra del rey y arriesgar todo solo por una simple suposición. Usted capitán Min, ¿No fueron heredero de alguien? Igual a eso tendrá un heredero en cualquier momento y sabe las reglas que hay que cumplir.
Antes de obtener una respuesta HoSeok simplemente se encogió de hombros y ante una risa cínica e "inocente" se retiró pasando a un lado de ellos si ningún problema.
YoonGi apretó las manos hechas puño y por su parte JiMin suspiró profundamente sin saber qué hacer.
- Concubino Varón -
No sabía cuánto tiempo había estado llorando desde que llegó al palacio, ni tampoco cuántas veces le suplicó la rey que lo dejara libre o a JiMin para que lo ayudará escapar, ir con el capitán Min era como ir directo a su sentencia porque le era muy fiel al rey que no dudaría en decirle cualquier cosa que estuviera en contra de su lealtad y no había nadie más, JungKook era un niño igual de desesperado que él por ser libre, y arrastrarlo a una huida sería no sólo la sentencia de SeokJin, sino también la del niño.
Aún así sabía que había llorado mucho y que si ya no lloraba era, o porque estaba empezando a acostumbrarse a la tristeza, o porque simplemente ya no habían más lágrimas que derramar.
El llanto se había ido, pero el dolor en el pecho no.
Finalmente suspiró profundamente viendo caer la nieve por uno de los balcones, su hanbok rosado no era lo suficientemente grueso como para cubrirlo y muy seguido sentía escalofríos, la punta de su nariz completamente roja al igual que sus mejillas y sus manos empezaban a dormirse por el frío.
¿Por qué nevaba en esa temporada? Se suponía que ahora los pájaros estarían bailando de aquí allá junto a las mariposas, en cambio a eso lo único que se veía por la ventana era una neblina y las puntas de los árboles enormes sin esperanza.
¿A caso sentían el mismo frío que él? Los árboles eran tan fuertes y se mantenían en pie en cualquier estación del año, ¿Sentirían calor, frío, sed?
Dejó de lado sus pensamientos cuando las pisadas fuertes del rey llamaron su atención y antes de entrar de nuevo a la habitación ya era sostenido por lo hombros.
-Está haciendo frío- su voz era gruesa y lo hizo tragar pesado.
-Estoy bien, su majestad.
-Estás temblando-
-Yo no importo- interrumpió valiente, pero de inmediato se arrepintió y se mostró sumiso bajando la voz cuando las manos del rey apretaron sus hombros-. Me refiero a que es más importante que usted no pase frío para que no agarre un resfriado, será una pena.
NamJoon soltó una leve risa.
-Realmente nunca tienes nada bueno que decir- dicho esto quitó el abrigo de su hanbok y siguiente a eso lo puso encima del concubino, sorprendiendolo por el repentino gesto y sonrojandose cuando el olor del rey invadió sus fosas nasales.
¿Qué estaba ocurriendo? ¿Por qué el rey simplemente le tenía compasión?
-Vamos adentro, alguien quiere verte- siguió y lo guío de nuevo a la enorme habitación.
Ante su inocencia SeokJin pensó que se refería al principe TaeHyung, quien, hasta el momento, no había aparecido por el palacio de nuevo. Solo se mantuvo en miradas de vez en cuando y en saludos cortos que por más significativos que eran llegaban a desanimarle, deseaba y anhelaba más que eso. Tal vez algún día y en secreto mantener un romance para que así el rey no pudiera asesinarlo, así podría soportar los golpes y humillaciones si le aseguraban que al terminar el día sería abrazado y amado por alguien más.
Vaya su desgracia cuando en vez de estar el principe se encontró con otro hombre, nunca lo había visto en el palacio pero si a las tres mujeres atrás de él.
-No sabía que haría frío en estas fechas, así que no estaba preparado y no tuve en cuenta que necesitarías ropa gruesa- SeokJin no contestó y NamJoon siguió-. Él es Jung HoSeok, es el nuevo costurero heredero y hará nueva ropa para ti así que necesito que estés quieto. Está capacitado para esto así que ignóralo para que sea más fácil.
El concubino suspiró y asintió yendo hacia el centro de la habitación donde se le indicó que esperara. Después de eso NamJoon volteó hacia Jung y este asintió, fue así que tanto él como las tres criadas atrás empezaron a vendarse los ojos con una tela negra.
El menor frunció el ceño ante eso, si se suponía que le tomarían medidas para hacerle nueva ropa entonces cómo lo haría si tenían los ojos vendados.
NamJoon aceptó hacerle nueva ropa por la repentina oleada de frío, cómo antes dicho no estaba en sus planes hacerlo, pero todo era por el bien de su próximo heredero. Lo extraño es que no pudo aceptar que alguien más tocará a SeokJin, cuando la idea de que alguien lo hiciera llegó a su mente le hirvió la sangre y sus dientes rechinaron cuando los apretó con coraje.
Entonces la única opción de que algo así sucediera era que una venda les tapara la vista, se supone que si eran herederos de los mejores entonces sabrían hacer su trabajo a ciegas.
-Quitate la ropa- SeokJin volteó hacia el rey, asombrado por eso.
-¿Qué?
-Las medidas tienen que ser exactas y no permitiré que alguien más vea lo que solamente yo puedo ver, nadie compartira la primera vez de verte desnudo, por eso las vendas. Ellos saben hacer su trabajo y si no quieren que les corte la cabeza entonces tendrán que ser cuidadosos... No tengas miedo y solo hazlo.
SeokJin tragó pesado.
¿Desnudarse ante el rey? Sabía que en cualquier momento eso tendría que pasar pero no pensó que tan pronto, faltaba un mes para que la noche de cinta ocurriera, hacerlo tan repentinamente le hicieron tener náuseas.
Pero ¿En su posición se podía negar a hacerlo?
- Concubino Varón -
-jkookie.
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