Historia Original de KookieConda

Mew no sentía nada por el menor, solo un deseo sexual,
por eso insistía tanto en él, aun que muy dentro suyo sabía que eso era mentira, desde la primera vez que se fijó en el hermoso y adorable doncel pelinegro de ojos azules ya le cautivó.

-Entonces después de las
pruebas se hará la ceremonia
-Informó el rey sonriendo.

-Sí majestad/padre -Dijeron a la vez los dos más jóvenes.

-Ya que Gulf a ganado la primera prueba, ¿quieres pasar lo que queda del día con Mew? Para conocerse como pareja.

-Claro -Asintió su hijo.

-Va-vale -Nervioso asintió.

-Vamos, te llevaré a dar un
pase por el jardín real -Dice
cogiendo la mano del doncel.

Dieron un paseo mirando las diferentes, exóticas y hermosas flores.

-¿Quieres tomar el té mientras comemos unos dulces? -Preguntó cortésmente Mew.

-Me encantaria majestad -
Sonríe con un tierno sonrojo
en sus mejillas abultadas.

Mew quedó cautivado otra vez por su sonrisa.

"Cielos... ¿Es normal que quiera follarmelo encima de la mesa?" pensó.

-...¿Majestad? ¿Majestad? -Gulf pasó su mano delante del varon queno se había movido en minutos.

-¿E-eh? Lo siento, estaba
pensando.

-Jajaja.. Sí ya lo ví -Rió
dulcemente.

"Incluso su risa es tan dulce y
preciosa como él.."

Ambos se sentaron y
esperaron al té y a los dulces
que no tardaron en llegar.

-¿Gui hua gao??? -Preguntó
sorprendido al ver los pastelitos de osmanthus.

-¿Te gustan? -Preguntó
mirando al doncel.

-Lo probé solo una vez en mi vida, se le cayó al hijo de la esposa de mi padre y lo cogí y lo probé... Estaba delicioso.

-Gulf... -Susurró el varón
mirando a un melancólico
doncel.

-Mi madre era el que hacía
todo los dulces en la casa...
Todos amaban sus dulces.

-Gulf, puedes traer a tu
madre dentro de poco.

-¿Y a mi hermanito también?

-Claro que sí... Son todos
bienvenidos.

-Gracias príncipe...

-Llámame Mew, vas a ser mi concubino, no tienes que ser tan educado conmigo.

Sonríe haciendo reír al doncel.

-Me gustan tu sonris, Mew.

-Mi madre concubina dice
que tengo su sonrisa... -Dice arrugando la nariz
ligeramente.

-Uno muy tierno -Ríe al ver
que de verdad se parecia.

El varón coje suavermente la
cintura del menor y lo acerca
a él, sentandolo en sus piernas.

-¡Me-Mew! -Exclama sonrojado y sorprendido haciendo que las sirvienteas y eunucos que estaban al
rededor se rían.

-¿Tu crees? Pues este tierno dura más en la cama de lo normal.

Susurra en su oído mirándolo
picaramente.

-??? -El doncel lo ve sin
entender.

-Eres muy inocente, ¿lo sabías?

-¿Por-por qué?

-Mejor que no sepas.

Dice cojiendo un pastelito y dándole un mordisco generoso.

El doncel se le quedó viendo el perfil atractivo de quien iba a ser su pareja.

"Este príncipe es extraño" pensó a la vez que cogía
también un pastelito.

A la mañana siguiente, todos
fueron despertados temprano para la siguiente prueba: Baile y canto.

-No sé cantar ni bailar.. -
Murmuró mirando a todos
practicando, unos cantando y otros bailando.

-Gulfie, ¿no me habías dicho
que sabías usar un poco la
espada?

-Sí pero...

-Podría hacer un baile con la espada.

-¡Es verdad! ¿Cómo no lo pensé?

-¡Gracias Wa! -Sonrie feliz y va a pedir una espada.

-¿Para qué quieres unas espada joven Kanawut? - Preguntó curioso el mayordomo del rey.

-Para hacer un baile con la
espada +Respondió sonriendo.

-¿Un baile con la espada? Eres un doncel y sabes usar la espada?

-Vi a mi padre entrenar con
ella y aprendí un poco.

-Dale mi espada -Dijo el rey.

-Pe-pero majestad.

-No pasará nada -Rió
divertido y esperando la
actuación del doncel.

-Sí mi sefñor -El mayordomo fue a cojer la espada.

-Muchísimas gracias majestad -Hizo una reverencia agradeciendo al soberano.

-Si de verdad sabes usar la
espada, sería fantástico, a
nuestro Mew le gusta que alguien le acompañe mientras entrena, podrías entrenar con.él y así cultivar su amor.

El doncel se puso rojo
rápidamente sacándole una
carcajada al rey.