BEBÉ
Historia Original de KookieConda
El sol estaba ya en su punto
más alto mientras que una
pareja recién casada aún se
encontraba en la cama.
-¿Estás bien mi amor? -La gran mano del varón acarició suavemente la pequeña cintura del menor
masajeandola.
-Me duele mucho Mew. -Gimió somnoliento el dulce
doncel de cabellos negros
mirando a su ahora esposo.
-Aw bebé -Besa dulcemente
su cintura y le sigue haciendo
un suave masaje. -Espera un momentosí? Iré a por la pomada.
-Si, gracias -Susurró!mirándolo sonriente.
El varón se levantó de la cama sin nada puesto y caminó hasta el baño.
-¡MEW! ¡PONTE ALGO! -Gritó apartando el sonrojado rostro.
-Pero si ya me has visto y
sentido hermoso.
-¡¡Cállate!!! -Se tapó la cara
roja.
El mayor rió y cogió la pomada para volver
rápidamente a la camamy quitar la sábana del cuerpo desnudo del menor, enseñando unas redondeadas
y un poco rojas nalgas del
menor. Sonriendo de lado y le dió un apretón.
-¡Ay Mew!
-Lo siento amor, pero no me
puedo resistir a tan dulces y redondos melocotones -Le dió un suave mordisco a la nalga derecha.
-¡N-no hagas eso! -Exclamó intentando incorporarse pero
fallando en el intento por el
fuerte dolor de cadera que tenía. -Auch... -Gimió de dolor para volver a acostarse boca abajo.
-Lo siento, lo siento, lo siento. -Preocupado tocó suavemente la cadera del menor. -Voy a ponerte la pomada ya -Untó sus dedos en el pequeño bol donde estaba la pomada y lo esparció por la entrada un
poco dañada del doncel.
&Hay que cambiar las!sábanas Mew.. -Dice refiriéndose a la mancha de sangre que estaba a su izquierda. -Fuiste muy duro conmigo anoche...
-Lo siento mucho Gulfie -
Besando suavemente su largo y lacio cabellos. -No pude
controlarme, además, era tú
primera vez es normal que
sangres y te duela un poco, ¿no amor?
-Mmm... Puede ser que tengas razón -Murmuró a gusto y somnoliento por el
suave masaje que le estaba
dando después de aplicarle la
pomada.
-Descansa más Gulfie, iré a
por el almuerzo.
-Bien~n,
Unas horas antes en la
habitación del tercer
príncipe...
El sol recién estaba saliendo y el doncel de cabellos plateados recién despertaba de unas pocas horas de sueño. Se incorporó y masajeó un poco su cadera.
"Dolió más que mi primera
vez.." pensó mientras intentaba incorporarse, sintió
que sus piernas iban a fallar y se aferró a la mesita de noche.
Le temblaba las piernas y le
dolía la cadera, se sentó de
nuevo en la cama intentando
recobrar la movibilidad de sus piernas y miró a su derecha topandose con un dormido y atractivo varón de cabellos castaños oscuros casi negro y que ahora era su esposo, lentamente semlevantó de la cama y cogiendo una muda nueva caminó cojeando hastamel baño para darse una rápida
ducha y prepararse para ir
a visitar al rey y a la reina.
Después de una relajante ducha, preparó la bañera de bambú para el mayor agregándole sales y un poco de jabón. Se aplicó la pomada
para el dolor y fue a preparar
el desayuno, que consistía en
congee de verduras con un
poco de carne picada y un
vaso de té acompañado de dos baozi(bollos de carne) lo dejó todo en la mesa del comedor y fue a despertar al mayor.
-Tercer príncipe, es hora de
despertarse -Dijo mientras preparaba una muda nueva
para el mayor, cuando iba a sacar del armario la bata,
sintió un tirón en su cintura
y cayó hacia la cama, encima
del mayor. -¡Ma-majestad! -
Exclamó sorprendido y un
poco sonrojado ya que se
encontraba apoyado en el
fuerte y musculoso pecho de
su ahora esposo.
-¿Qué haces despierto tan
temprano? -Preguntó con la
voz gruesa por las horas de haber dormido haciendo que
el doncel sintiera un escalofrío que recorrió desde los pies hasta la nuca.
-T-te preparaba la bañera y el desayuno -Respondió suavemente mientras se apoyaba mejor en el mayor
para no hacerle daño.
Por qué? Tenemos sirvientes
no tienes que hacer todo eso
ya.
-Pe-pero... Soy un criado..
No puedo darme el lujo de
dormir hasta que este el sol
en lo más alto o si no.. -Fue interrumpido por el mayor.
-Nadie te va a tocar War, ahora eres mi esposo, yo te protegere, quien ose tocarte le cortaré la mano.
-Majestad.. -Lo miró
sorprendido.
-Llámame Yin, Wawa -Acaricia su larga cabellera
y besa su ojo izquierdo dulcemente.
-Pe-pero, tú eres un príncipe yo solo soy u- -
-Ni se te ocurra decirlo War, eres un ser humano y ahora mi esposo, no te llames criado, sirviente.etc, tú.también eres ahora un príncipe, de ahora en
adelante me llamarás Yin, aún que si me llamas esposo
estaría encantado -El menor
se sonroja enseguida. -Y los
trabajos forzados como lavar
la ropa, hacer ma comida o la
limpieza, para eso están los
sirvientes, tú no debes hacer
nada, solo descansar y darme
un precioso bebé -Acaricia suavemente su cintura.
-¿U-un bebé? ¿Qui-quieres un bebé?
-Sí, ¿no te gustaría uno? ¿O
incluso dos?
-Y-yo... -Bajó la mirada con los ojos rojos.
-¿Qué pasa?
-No es que no quiera darte descendencia maj... Digo Yin... Cambió rápidamente la manera en que iba a llamarlo. -Es porque después del aborto.anterior yo.. Me dijeron que dañó mucho mi útero y que.en el futuro me iba a costar embarazarme.
-Pequeño, infértil no es estéril, podemos intentarlo hasta tener un precioso pequeño igual a ti -Dijo dulcemente acariciando su sedoso cabello y besando su frente.
Sonríe sonrojado el doncel
mientras dejaba salir una
pequeña lágrima.
-Sigues pensando en el
bebé verdad? -Preguntó preocupado incorporandose
y sentando al menor en sus
piernas.
El doncel asintió hipiando.
-Me-me lo a-arrebataron si-sin ni siquiera po-poder ve-verlo -Sollozó y se aferró al mayor escondiendo su rostro en el cuello del príncipe.
-Ya está pequeño -Dió suaves palmadas en la pequeña espalda del pequeño doncel que se aferraba a él y se negaba a soltarlo. -El bebé estará en el cielo viéndote y seguro qie no le gustaría verte tan triste.
-¿Tú crees? -Se apartó un
poco del cuello del mayor y
elevó la mirada mirando con
sus hermosos y grandes ojosS
esmeraldas.
-Claro que sí Wawa -Besa su
nariz.
-Gracias Yin...
-¿Por qué me agradeces?
-Por aceptar a un doncel
defectuos...
-No digas eso jamás, tú no
eres un doncel defectuoso,
eres perfecto en todos los sentidos... Vayamos a desayunar ¿sí? -War asintió.
Ve a darte un baño antes de
que se enfríe el agua.
-Bien -Se levantó de la cama
con solo unos pantalones de
dormir haciendo sonrojar al
doncel por el pecho musculoso y bien formado del varón.
-T-te llevaré la ropa...
-No te preocupes, ya lo cojo
yo -Dice mientras agarra la
muda del armario y besa la
mejilla del doncel. -Desayuna primero tú, si no se enfría.
Copia lo que dijo el doncel
anteriormente.
-S-sí.
Capítulo tranquilo hasta que llegue la tormenta.
Hasta el próximo domingo.
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