Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

♥╣[-14-]╠♥

El sol comenzaba a asomarse con lentitud, y se colaba con sigilo por las ventanas de la escandalosa estructura del castillo de Hogwarts. La enfermería estaba vacía, como de costumbre cada día después de luna llena, por órdenes de Albus. Bueno, casi vacía. Pomfrey acababa de curar a Remus, quien dormía plácidamente en su respectiva camilla, acompañado de sus tres amigos, quienes agradecieron a la estricta enfermera por el cuidado de su licántropo amigo. En cuanto los animagos ilegales la vieron desaparecer, se apresuraron a tratar las heridas que había recibido Sirius esa noche, por accidente.

James murmuraba el hechizo restaurador de tejidos en la espalda de su compañero mientras Peter verificaba que Remus no despertara. Los tres animagos preferían que el licano no supiera que los había herido. Nunca. La culpa que el ojimiel cargaba desde niño por cualquier cosa referida a su enfermedad lo tenía en un estado emocional intestable. Mejor cuidarlo de cualquier sentimiento negativo.

Por lo general, el lobo no los atacaba cuando tomaban sus formas animales. Pero habían algunas noches, en las que por algún motivo, el licántropo se la empeñaba con ir a Hogwarts. En esos momentos, les tocaba interferir. Pocas veces salían lastimados, y quienes usualmente lo hacían eran Sirius y James, mayormente el primero, quien las tenía de perro guardián y siempre tiraba a colmillos y zarpazos si era necesario. Peter resultó herido una vez, pero fue porque Remus no lo había visto y lo pisó.

- Rápido, ya va a despertar- susurra Peter al ver al licántropo vendado gemir levemente, soñoliento. James acaba el hechizo y deja que Sirius se vista rápidamente.

No utilizaban glamour para tapar sus heridas porque Remus los descubría. Y sin importar si eran rasguños, Remus demandaba que lo dejarán verlos. Cada que la metamorfosis se alejaba de su cuerpo, y Lupin recuperaba la consciencia en la enfermería de la escuela, el licano forzaba a sus amigos a desvestirse y deshacer cualquier hechizo que se hayan colocado en el cuerpo para verificar que no les hubiera hecho nada. Usualmente no encontraba nada, porque los animagos se curaban antes que él supiera, pero cuando no podían completar la sanación completamente y algo de la herida quedaba Remus se disculpaba, aunque no se asustaba tanto porque las heridas se reducían a su mínima expresión.

- Agh...- Se quejó el lobo, llevando lentamente su mano derecha a su cabeza, que punzaba sin parar.

- Ey, amigo- saludo Sirius con la voz ronca por el cansancio. Pasar las noches en vela era casi usual para los Merodeadores, pero cuando tenían que pasarlas corriendo y en estado de alerta constante era un poco más agotador.

- Ahí está nuestro lobito- sonríe James, viendo a Remus sentarse lenta y cuidadosamente en la camilla, para apoyar su espalda contra el respaldar. El ojimiel les sonríe tímidamente.

- ¿Te sientes bien, Moony?- pregunta Peter. El licano sonríe contento, le fascinaba como siempre lograban hacerlo sentir bien con tan simples palabras. Aunque que no se alejaran corriendo se él ya era más que suficiente para quererlos.

- Si, gracias Pet- la ratita sonríe contenta y se sienta en la camilla de al lado de la de Remus, mientras James se acomodaba al borde de la camilla de Remus y Sirius tomaba el otro lado de la misma.

- Te trajimos chocolate- Sonríe Sirius, entregando la barra al adolorido licántropo, quien la tomó con una sonrisa y un brillo infantil en sus ojos.

- Gracias, Pad- el canino sonríe orgulloso de hacerlo feliz- ¿Les hice daño anoche? ¿Fui muy violento?- cuestiona, abriendo el dulce.

- No, para nada- sonríe James. Remus lo mira un momento y luego mira a Sirius.

- Estuviste más calmado que otra veces, así que no. Estuviste relativamente pasivo- lo despeina con cariño. Remus mira a Peter y este alza los pulgares en afirmativa. Remus se toma su tiempo, pero finalmente les cree y deja el asunto.

Los minutos pasaban y la pálida luz del sol que se colaba por las ventanas de la enfermería iba tomando un color más vivo, un dorado casi alegre. James y Sirius no paraban de reír, contando las partes divertidas de la noche, y sus favoritas, como cuando Remus cayó al agua y Peter hizo un ridículo intento por saltar al agua y jalarlo de los bigotes para mantenerlo a flote, en un cómico intento por salvarlo de ahogarse, a pesar de que esa zona era panda y el licántropo solo estaba recostado en el agua y esta le llegaba al pecho estando acostado. Peter se sonrojó avergonzado y alude que jamás los salvaría a ellos dos de ahogarse.

El tiempo pasa y la conversación pasa a temas banales. Remus ya iba por el cuarto chocolate, esta vez, cortesía de James, y el ojimiel asentía a cada palabra de sus amigos, no muy animado para participar de la conversación por los dolores corporales pero con algo de energía para reír de vez en cuando. Entre tema y tema, Sirius mencionó a Ron, y la conversación se centró en los nuevos leones.

- Me agrada Harry, es muy activo - sonríe Sirius. James asiente de acuerdo, con una sonrisa- Tiene mil y un historias, y es divertido. Justo como un merodeador debe ser- sonríe.

- ¿Planeas volverlo uno de nuestro grupo?- indaga Remus sorprendido. Eso era nuevo.

- Tal vez, dependerá de cómo reaccione a tu condición si algún día se lo decimos...- responde el de cabellos rizados. Remus sonríe y acaricia su hombro con unas palmadas cariñosas.

- Siempre protegiendome. Parecen mamas gallinas, dejen a este polluelo vivir un poco- bromea el ojimiel. Los leones sonríen con gracia.

- A mí me agrada Ron- aporta Peter. Los leones lo miran- Le gusta la comida tanto como a mi- los demás ríen, aludiendo que eso era lo único en lo que él pensaba. Peter se sonroja levemente, apenado, aunque era una realidad.

- Pero si. Ronald es amistoso. Algo nervioso, pero muy animado. Aunque jamás negaré que no parece llevarse muy bien con el estudio- recuerda Sirius, haciendo memoria de como en la clase de DCAO de ayer el pelirrojo había respondido mal a todas las preguntas que le presentaban.

- A mí me agradan ambos- suelta Remus con una sonrisa.

- Moony. A ti TODOS te caen bien. Incluso Snivellius te ha sacado una que otra sonrisa a pesar de ser un apático terrible- responde James.

- Si, creo que eres el único que ríe con ese chico- segunda Sirius. Remus estaba cansado por la transformación, si, pero ni el dolor infernal de sus huesos lo detuvieron de pegarles en la nuca a ambos.

- Es un mago, tan o más talentoso con la varita que ustedes. Así que basta de andar criticandolo- gruñe. Los leones se encogen un poco, cohibidos. El gruñido gutural del de ojos miel fue bastante animal como para retarlo.

- Está bien- responden de mala gana, pero bajando la mirada- De todas formas- suelta James, cambiando de tema- A mí me llamó la atención otro Slytherin- afirma. Los demás alzaron una ceja, desconcertados.

- ¿Hablas de Rosehell?- indaga Sirius. James asiente en un corto y simpático movimiento.

- Sip. Es sexy- afirma. Sus compañeros sueltan un gemido de fastidio mientras lanzaban las cabezas hacia atrás, cansados- ¿Qué tiene?- se queja el miope.

- James, ya vimos lo que pasó la única vez que te tiraste a un chico de Slytherin- suspira Remus, sobando el puente de su nariz- Fue un jodido desastre- afirma cansado.

- Vamos, Lestrange estaba bueno. Me dio lo que quería y se acabó. Él sabía que no pasaba de una noche- afirma desinteresado.

- Si, pero Rabastan no pensó lo mismo- canturrea Peter burlón. Todos recordaban como el Slytherin se batió en duelo con el miope León por defender la integridad de su hermano tras enterarse de que el león lo usó como "desquite".

- Oh, por favor. Qué su hermano haya sido un sobreprotector no significa que todos los Slytherins tengan uno así. Gracias a Dios, la mayoría son hijos únicos. Y para mi suerte, Rosehell también lo es- asegura. Remus suspira nuevamente.

- No lo hagas James. Las serpientes son resentidas y muy reservadas. Si rompes su confianza lo pagarás con creces. Y no solo pagarás por la varita de Draco, por sus amigos y los demás alumnos de Slytherin también- afirma el de cicatrices.

- ¿Ni unos 6 minutos?- pide el miope.

- No- zanja el licano. Sirius y Peter sonríen divertidos. James bufa una afirmativa y se prepara para irse en cuanto ve a Pomfrey entrar para realizar otro chequeo a Remus.

De todas formas la enfermera los echó, aún si ya se estaban yendo por cuenta propia. Remus río ante las muecas de indignación de sus amigos al ser echados tan crudamente por la mujer de delantal blanco. Remus estaría en cama al menos unos tres días más. Y eso lo desanimó un poco, en dos días era el partido de Quidditch. Ravenclaw VS Gryffindorm tendría que oír el resultado de boca de sus amigos. Pero estaba bien, al menos nadie resultó herido. ¿No?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro