Harry no puede evitar preguntarse: ¿Qué salió mal? Comprendía que no tenía un talento maravilloso para las pociones, es decir ¡Ey! Un error con esa poción Revitalizadora de Juventud y acabaron en un mundo alterno lejos de sus seres queridos por el resto de la eternidad. Claro, Ron y Draco tuvieron gran parte de la culpa en esa ocasión, pero en este momento la culpa era totalmente suya, solo de él: Harry Transformo-Pociones-de-Amor-en-Afrodisiacos Potter Evans. Draco miraba con pánico la poción en el tubo de ensayo entre sus dedos, mientras el profesor de pociones lo veía expectante, igual que todos sus compañeros.

Harry había cometido un error al realizar la poción, y en vez de lograr una Amortentia efectiva y llamativa, había conseguido un fuerte afrodisíaco, que Draco, como su compañero de pociones, debía probar para demostrar que confiaba en que su poción estaba bien hecha. Harry realmente no comprendía porque debían beber algo como la Amortentia. De todas formas, el profesor tenía una poción que contrarrestan los efectos de la Amortentia así que debería estar bien ¿No? Pero Draco, no lo veía así.

Draco sabía perfectamente que la poción que él y Harry hicieron estaba mal, principalmente porque en vez de rosa cálido era un rosa fucsia bastante peligroso. No quería beberla, pero su orgullo impedía que dijera frente a toda la clase que se había equivocado y realizado mal la poción. Harry estaba nervioso. No podía salir tan mal ¿No?

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- ¡Te voy a matar!- los Gryffindors se sobresaltan y se encogen, apartándose con una velocidad increíble del sonrojado y sensible Draco. Los Slytherins no se movieron.

- No estoy seguro de que está pasando- susurra Barty a Regulus, quién se encontraba cruzado de brazos, viendo al rubio Slytherin esquivar las manos de Harry, que intentaba calmarlo.

El rubio Slytherin de tétrica sonrisa había llegado de vuelta del despacho con Ron luego de un corto periodo de advertencias por Dumbledore, y ahora se encontraban con esto. Llegando justo para la presentación de Drotter y Rosehell.

- Parece que Drotter hizo un afrodisíaco en vez de Amortentia, y ahora hasta el menor roce hace temblar a Rosellhell- responde Black, moviendo su cabeza en un ladeo seco para quitarse el flequillo de la cara.

- Apa- ríe el Slytherin. James agradecía oír la conversación, porque con la poca atención que le había puesto a la clase no sabía que era lo que tenían que hacer y que era lo que habían hecho Draco y Harry.

- Jóvenes, creo que debemos calmarnos- apacigua el profesor, viendo a Draco acorralarse solo contra la pared mientras Harry lo sujetaba de la muñeca para que se quedará quieto- Iremos con Madame Pomfrey para contrarrestar estos efectos, los demás no toquen ni beban sus pociones, regresaré en un instante- afirma, indicando a Draco que lo siguiera.

Harry se aparta y suelta a Draco, liberándolo de su agarre. el pequeño futurista rubio se cubrió con su túnica la entrepierna, más que despierta, y caminando de una manera bastante extraña se apresuró a seguir al profesor, jurando que mataría a Harry, aunque no sabía si lo había dicho o pensado.

Una vez retirados el profesor y Draco, los alumnos comenzaron a murmurar y reír. Harry aprieta los labios, sabía que estaba más que muerto. Los Merodeadores se acercaron a Harry, dos con una sonrisa burlona, y los dos restantes con una mueca de nervios.

- ¿Harry qué le hiciste?- cuestiona Remus, extrañado. Harry traga saliva.

- Yo no hice nada. Solo me equivoqué en la poción, creo- responde nervioso. Sirius rió divertido y lo abrazó por sobre los hombros.

- Si tienes idea de lo que hayas hecho luego dame un poco- ríe el león- Hay varios alumnos con quiénes me encantaría probarlos- carcajea. Harry se encoge levemente y se sonroja un poco. Aunque la broma no le cayó muy en gracia.

- Sirius, eso no está bien - interfiere Remus- No puedes ir por ahí drogando a cuántos estudiantes quieras para que se bajen los pantalones por ti- bufa, cruzando sus brazos sobre su pecho. Harry intercalo miradas entre Remus y Sirius, quién aún no lo soltaba.

- Espera ¿Pantalones?- repite el miope de ojos verdes, extrañado. Sirius sonríe y James ríe levemente.

- Sirius es Bisexual - informa con naturalidad. Harry abre los ojos como platos.

- Pero... Creía que te tirabas mujeres solamente- mira a Sirius- Digo, tienes esa pinta- responde ante la interrogante cejar alzada del de rizos, ocultando que solo dijo lo primero a causa de las historias del viejo Remus.

- Nah, de hecho, solo me acosté con dos mujeres a los 14, como la primera vez, luego de 5to me tiré a un chico estando ebrio, y de ahí en adelante empecé a experimentar - ríe el animago. Harry parpadeó un par de veces, impactado. Remus censurador ¡Me mintió!.

- Wow, ¿Con harem propio y eso?- bromea algo nervioso.

Cuando Harry conoció a Sirius por primera vez, todo desalineado y aún vistiendo las antiguas ropas de Azkaban — pobre hombre— Harry sintió la acostumbrada necesidad de ayudarlo. Claro que la situación en la casa de los gritos no ayudó a que sus pensamientos y deseos de buenas acciones se llevara a cabo, por lo que tuvo que dejarlo para otro día. Aunque resultó ser para otro año. Sentía por ese hombre un apego incondicional, donde el mayor solo buscaba protegerlo de todo aquello de lo que no pudo hacerlo tras su encarcelamiento.

A Sirius parecía agradarle como ahijado, y claro ¿Cómo no? Era hijo de su mejor amigo, y se parecía a él con creces. Pero le resultó demasiado triste comprender que lo que sentía hacia Sirius era más que un apego emocional de Padrino y Ahijado solo cuando el animago lo alabó en nombre de su padre al enfrentarse contra Lucius Malfoy en el Departamento de Ministerios, solo para sentirse destrozar cuando en un último aliento, el mayor pareció despedirse antes de ser llevado por el velo.

En momentos como esos, recordaba a Bellatrix Lestrange y los deseos de venganza y arrepentimiento por no matarla en ese entonces brotaban como espuma.

- Exactamente- le guiña el ojo Sirius, animado- Tú y tu amigo el pelirrojo me caen bien ¿Y si se juntan con nosotros de ahora en más?- lo zarandea un poco con diversión. Mirando rápidamente a sus amigos por si alguno se oponía, pero todos parecían de acuerdo, menos Peter, que no dio ni una reacción positiva o negativa.

- Sería un placer- sonríe Harry emocionado. Sip. Las cosas pintaban para bien.