Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

♥╣[-1-]╠♥

    Harry abrió los ojos levemente, cerrándolos de golpe cuándo un proyectil de agua cayó repentinamente en su mejilla, seguido de otro en su frente y uno más en su cuello. Poco a poco, la lluvia lo bañó de pies a cabeza. Parpadeó varias veces y colocó su mano frente a sus ojos para cubrirlos de la repentina lluvia, para luego sentarse lentamente, con cuidado tras sentir una leve presión en su cabeza. Frotó sus ojos con cansancio. ¿Qué pasó?

- ¿Ron? ¿Malfoy? - mira a su alrededor con desconcierto, cuando un crugido sobre su cabeza lo hace levantar la cabeza- ¡¿Qu-?!- se lanza a un costado, evadiendo el cuerpo que cayó desde la rama del árbol.

- ¡Ahhh!- el estruendo y golpe seco, hicieron a Harry voltear, reconociendo al dueño de tan característica cabellera pelirroja, que ahora se mecía entre lloriqueos, sujetando su pierna derecha contra su pecho con dolor.

- ¿Ron?- indaga el miope con sorpresa, no podía ser- ¿Te hiciste daño?- indaga preocupado, poniéndose de pie para acercarse a su amigo.

- ¿Harry?- solloza su amigo, volteando a verlo, sin soltar su pierna, que se veía bastante deformada.

- ¿Estás bien, amigo?- toca su espalda con preocupación, mirando su pierna.

- No - solloza- Creo que está fracturada- Hipa, mirando su pierna herida, retorcida de una forma insana.

-  Tranquilo, calmate Ron- acaricia la espalda del pelirrojo- Te llevaré con Madame Pomfrey- asegura, mirando su alrededor- O a San Mungo, la verdad no sé dónde estamos- Ron solloza y mira a su alrededor.

- Parece el patio exterior de Hogwarts- responde, intentando calmarse, aunque las punzadas en su pierna herida no ayudaban. Harry zumba.

- ¿En dónde están los demás entonces?- mira a su alrededor de nuevo, cuando un destello llamó su atención y volteó hacía él.

- Ni siquiera recuerdo que pasó- solloza, secando sus lagrimósos ojos con la mano izquierda.

- Cuando tú y Draco peleaban, uno de ustedes golpeó la mesa y nos tiró la poción encima. Luego de eso no recuerdo más- responde Harry, agachándose junto a lo que parecía ser un broche de plata que él reconocía muy bien.

- Si es así ¿Dónde está Malfoy?- responde Ron, mirándolo con el entrecejo fruncido. Harry analizó el broche de serpiente.

- No lo sé- responde, mirando a su alrededor. El broche estaba a la orilla del lago negro, analizó el lugar, no debía estar lejos ¿O si? A menos que el rubio haya despertado antes y los hubiera dejado- Ni si quiera sé si está o estaba con nosotros- responde, mira el lago un momento.

- Esto me duele mucho, Harry. Vamos con Pomfrey ahora, por favor- rogó el pelirrojo dolido. Harry no apartó su mirada del lago y se levanta de golpe cuándo detecta un movimiento brusco en el agua- ¡Harry!- gritó el pelirrojo horrorizado al verlo saltar directo al agua.

    Harry no era tonto, estaba seguro de que vio una mano en el agua, alguien estaba allí, y se estaba ahogando. El calamar gigante debía estar despierto. Entrecierra los ojos, no veía nada, estaba muy oscuro, además, sentía que el aire se iba de sus pulmones. Conjura un hechizo de respiración con su varita. Cuanto me habría servido en el Torneo de los Tres Magos, pensó con cinismo el león. Pegó un sobresalto, asustado, cuando sintió algo aferrarse a su pierna. Con un miedo de los mil infiernos, conjuró un lumos y apuntó su varita a su tobillo derecho de donde se había prendido... ¡¿Malfoy?!

- ¡Draco!- gritó horrorizado, el rubio se veía desesperado, y a nada de caer en la inconsciencia. Ya no tenía aire.

   Harry se apresuró a realizar una burbuja de aire al rededor de la cabeza de rubio, quién dio una profunda bocanada de aire, tosiendo con desesperación. Harry jadeó aliviado, parecía que estaba bien ¿Pero que hacía ahí? Sus dudas se respondieron solas al sentirse ser jalado por el rubio, quién a su vez fue jalado por un tentáculo del Calamar Gigante.

- ¡¿Malfoy, ahora que hiciste?! - grita agitado, Draco no lo soltaba, y el calamar los jalaba con mayor fuerza para tragarlos- ¡Bombarda!- gritó, el hechizo impactó contra el tentáculo del Calamar, haciéndolo chillar y soltar a Draco de las piernas- ¡Nada!- gritó nervioso al ver al calamar retorcerse adolorido.

- ¡No puedo, no siento las piernas!- gritó Draco asustado.

- Tienes que estar bromeando- murmura Harry. Toma la mano del rubio que se aferró a su pierna y lo jaló hacia arriba, para agarrarlo de la cintura y comenzar a nadar hacia la superficie- ¡Draco!- advierte al ver hacia abajo y precenciar como dos tentáculos del enfurecido calamar se acercaban rápidamente hacia ellos.

- ¡Expelliermus!- vociferó el rubio, apartando los tentáculos de golpe.

- ¡Ya casi!- asegura Harry, estaban más cerca de la superficie, cuando dos tentáculos más se abalanzaron sobre ellos.

- ¡Reducto! - el estruendo no solo apartó al calamar y sus viscosas extremidades mueltiples, sino que también los impulso fuera del agua, lanzándolos a la superficie terrestres.

- ¡Harry!- gritó Ron aliviado al verlo. Pero claro, estaba aún algo preocupado. Su amigo saltó de repente al lago más peligroso de todo Hogwarts, se tardó un poco, y luego salió como escupido de allí con Draco Malfoy.

- Ay dioses- jadeó Harry, volteando para quedar panza arriba, agitado.

- ¿Malfoy?- frunce el entrecejo confundido. El rubio gimió adolorido, enderezándose para ponerse de pie de a poco.

- ¿Qué quieres, Weasley?- espetó el rubio, sacudiendo su empapada túnica mojada.

- ¿En dónde mierda estabas? - espeta.

- Por si no lo notaste, estaba es ese puto lago del infierno de mierda que el vejete implantó en este colegio - responde tajante. Roy gruñe.

- Malfoy- lo silenció Potter de mala gana, poniéndose de pie- Tenemos que ir a la enfermería- Draco lo mira expectante- Ron se rompió la pierna, tenemos que llevarlo a tratarse- aclara. Draco mira a Ron, aún aferrado a su pierna.

- ¿Cómo?- arquea una ceja extrañado. Ron desvía la mirada con un bufido.

- Se cayó del árbol - responde Harry.

Draco lo miró en silencio por unos segundos antes de estallar en carcajadas, burlándose reiteradas veces del pelirrojo, quién no hacía más que echar humo.

- Draco - Harry frunce el entrecejo, pero la sola mención de esu nombre hizo Malfoy calmarse un poco- Tenemos que ir ahora- afirma. Draco se quita una lágrima con los dedos y suspira.

- Ustedes si que son inútiles ¿No? - mira a Harry con sorna- ¿No se les ocurrió hacerlo ustedes?- tomó su varita del suelo dónde cayó cuando el calamar lo tomó de las piernas y lo sumergió en el lago sin darle tiempo a agarrarla.

- No sabemos magia medicinal- responde Harry indiferente, siguiendo los movimientos del rubio con la mirada.

- Deberían. Es básico en la vida de un mago- vira los ojos. Retira un poco del césped que se había pegado a su varita mojada y se acerca a Ron, quién con desconfianza miró al rubio de pies a cabeza.

- Creo que confío más en alguien con licencia que en ti- responde Ron, sin soltar su pierna, viendo al rubio alzar la mano con la varita.

- Créeme, como yo lo hago no hay nadie mejor, salvo mi padrino- se mofa, para luego lanzar un hechizo que hizo a Ron gritar de dolor.

    Ron soltó su pierna herida cuando sintió el calor abrasador quemar su piel desde adentro, rodeando al hueso que con un golpe pareció reacomodarse, y de un tirón se fundió de nuevo, como si la fractura jamás hubiera estado ahí. Draco sonrió satisfecho al ver el resultado y sacudió su mojada melena rubia con altanería.

- ¡¿No había uno hechizo menos doloroso?!- gritó adolorido el recién curado. Aún sentía latigazos de dolor.

- Claro que sí- se sonríe con sorna el rubio. Harry frunció el entrecejo- ¿Pero porque lo usaría contigo?- ríe. Ron masculla un insulto- Bueno, ya que solucionamos todo el asunto. No tengo porqué seguir aquí con ustedes- asegura acomodando su túnica, ya pesada por el exceso de agua- Así que me voy- responde, encaminándose hacia Hogwarts.

- ¿A dónde vas?- pregunta Harry.

- A mi cuarto, duh. Este pelo no se mantiene solo- responde con obviedad, sin dejar de caminar.

- No sé si lo hayas notado, Malfoy. Pero es claro que no estamos en donde deberíamos- Draco bufa y se detiene, volteando con fastidio hacia Harry.

- ¿De que mierda estás hablando ahora, Potter?- se cruza de brazos.

- Nos desmayados en el salón de Snape, y aunque ese sujeto odie a la raza humana solo por el simple hecho de existir, no nos dejaría tirados aquí, no habría llevado a la enfermería- asegura. Draco frunce el entrecejo.

- ¿Qué supones entonces?- espeta. Ron se puso de pie con cuidado.

- Creo que es probable que la poción mal hecha nos haya hecho caer en una especie de trance, o algo así. Como si esto fuera una alucinación, o alguna tontería de esas. El efecto no debería tardar en desaparecer- responde. Draco alza una ceja.

- Me suena muy estúpido- opina.

- Oh, cállate Malfoy- espera Ron.

- Oigan, alucinación o no, yo me estoy congelando, y mi cabello se está arruinando. Asi que yo me iré a mi puto cuarto imaginario a darme una ducha imaginaria, y colocarme mi Pantene imaginario, así que no me jodan- responde el rubio, dando media vuelta para irse de nuevo. Harry suspira, lo odiaba con ganas.

- Ven Ron, aún si todo esto fuera efecto de la poción, necesitamos ir a la enfermería por las dudas- indica a su amigo, señalando su pierna.

- Está Bien- responde el pelirrojo para luego seguir a su compañero de dorado y rojo- Pero el dolor se sintió en verdad real- asegura.

...

    Draco no dejaba de maldecir su suerte, estruja por quinta vez su túnica, sin dejar de avanzar por el pasillo. Una alucinación, no me jodas. Era un estupidez. Se sentía muy real. El pánico y el sentimiento de asfixia que lo sofocó en el lago con esa bestia del demonio. A propósito, luego hablaría con su padre para que le dijera al director que quería a ese calamar servido en un plato.

    Su larga lista de insultos y planes vengativos maquiavélicos para acabar con ese maldito molusco se vio frenada cuando a lo lejos vio a quien menos creía ver en esa época del año en Hogwarts. Parpadeó un par de veces, intentando comprobar que no estaba alucinando en una "alucinación". Pero no, reconocería esa hermosa y sedosa melena rubia en cualquier lugar.

- ¡Papá! - alzó el brazo animado, intentando llamar la atención de su progenitor, quién parecía darle la espalda, hablando con otra persona que no alcanzaba a ver.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro