Roier después de la muerte de Bobby se encerró un día enterró entre los muros de su castillos sufriendo en solitario su perdida de su chaparrito, su niño, su hijo, su Luz, su todo.

Después de ese día todos creyeron de forma hipócrita que Roier se encontraba bien que Roier ya estaba sanando que tal vez Roier superó más pronto la muerte de su pequeño hijo.

Roier todos los días se levantaba lo más temprano posible, maquillaba sus ojeras con un corrector olvidado por Jaiden, la cuál se alejo de todo y todos después de la perdida de Bobby, dijo no poder estar cerca de un lugar con tanto dolorosos recuerdos sin volverse loca.

Su desayuno se volvió agua y cigarros, después salía de su casa para pasar el día con sus amigos, ayudándolos en todo lo que podía e incluso escuchándolos, lo más doloroso para el es cuando tenía que cuidar a alguien huevito, ahora estar miseramente cerca de uno le provoca eun dolor agonizante al pensar un "Bobby podría estar aquí" "Bobby se divertirás mucho" "Bobby. . ." Y mas Bobby solo podía pensar en el al estar cerca de un huevito como una forma de tortura impuesta por sus compañero sus amigos con huevito vivos, una tortura de la que nadie se daba cuanta que impusieron, por lo buen mentiroso que se volvió Roier.

Lo peor llegó después de 9 días empezó a creer que deliraba al no solo ver a su pequeño huevito correr por la casa feliz, si no que ahora parecía habersele unido el delirio de Spreen, tratando de hacerlo sentir mejor, tratando de hacerlo superar y seguir adelante, aunque ya todos en la isla sabían que estaba muerto parecía que el fantasmas de ambos buscarán torturarlo andando por su casa haciéndole recordar que ya no tenía nada, ya nada le quedaba solo sus recuerdos, nadie veía su sufrimiento, el ahora se sentía como un fantasma más en aquella isla.

El delirio en forma de Spreen y Bobby tomaron la costumbre de despertarlo por las mañanas entre risas y palabras llenas de amor y dulzura, después bajaba las escaleras fingiendo no escucharlos como si no se estuviera volviendo loco, bajaba y con sus manos cada vez más temblorosas tomaron su cigarro, en ese momento se pone a llorar como si no hubiera un mañana, se sentía al punto del colapso, mientras escuchaba los gritos preocupados de ambos.

Al salir ambos lo seguían como un recuerdo lugubre de que solo tenía a aquellas alucinación.

Pero hoy no, hoy se iría lejos, hoy lo daría todo en una exploración y buscaría su muerte en donguon.

Así que se fue al teletranspor más lejos de allí empezó, a matar todo lo que se le atravesaba menos los mapaches, 16 días donde al dejar su comunicador y localizador en casa nadie lo podía localizar, en ese tiempo ya se sentía mejor parece ser que el matar enemigos, gritar cuando lo necesitaba llorar mientras camina, dejarse caer cuando no podía más, logro hacerlo empezar a comer, pero todavía no podia dormir más de 3 horas de seguido, asi que allí estaba dando sus últimas fuerzas deseando morir en un barco pirata.

Hasta que sin querer unos barriles explotaron, incendiando el barco y sacando volando a Roier el cual por el fuerte golpe quedó inconciente.

Al estarse hundiendo alguien lo tomo del estómago con un brazo para salir a la superficie para después colgarlo en su hombro y nadar hasta la lancha, en todo esto Roier estaba inconsciente, su cuerpo estaba con varios hematomas y con sangre en varias partes de cuerpo, así como el casco y pantalones de diamante rotos mostrando su ahora ligeramente largo cabello café oscuro y sus pantalones de mezclilla azules, su salvador suspiro y hecho a andar la lancha a algún lugar desconocido.

Roier despertó manteniendo los ojos cerrados sintiendo dolor en la mayor parte de su cuerpo, sin ánimos de abrir los ojos concientes de que pueden ocurrirle muchas cosas malas al estar desprotegido pero ahora realmente no le interesaba ni un poco el daño que le causen, al final su dolor físico siempre queda de lado a comparación del dolor emocional.

—che chavon vas a seguir haciendote el dormido o abrirás los ojos—

Esa voz, ese asento, sin duda alguna eso no es parte de su delirio y fue cuando puso atención a la superficie en la que está reposado, una blanda y cálida nada comparado al frío suelo, así que ligeramente alterado abrió los ojos.

—tu estás vivo—

Dijo como si tratara de confirmarse a si mismo que sus ojos no estaban dañados y sus oídos tampoco, incluso a pesar del dolor se levantó un poco, provocando que de forma perezosa el hibrido se acerque, hasta centrarse en el tipo de cama improvisada donde estaba Roier, con su típica cara de póker y sus lentes de sol cubriendo sus ojos, pero sus orejas y cola delataban lo feliz que estaba de en qué Roier despierte.

—claramente no soy un puto fantasma y tú deberías acostarte o se abrirán de nuevo tus heridas y no tengo ganas de volver a curarte—

Dijo posando sus manos sobre los hombros del contrario para empujarlo de forma delicada contra la cama, Roier se dejó a ser todavía mirando a Spreen impactado.

—¿como es posible que esté vivo?—

—supongo que les llegó el mensaje de que estoy malherido y después de eso debieron encontrar mi comunicador y localizador en una dangeon chetada y supusieron que estaba muerto—

—habia mucha sangre y tus cosas dañadas, claramente eso se entendía que estábas muerto, eso y que no salió el mensaje de que fue lo que te lastimó, aparte cucurucho te busco y dijo que no quedaba rastro de que estuvieras vivo—

—no me sorprende, ese puto oso chupa pijas junto con la mierda esa de códigos, me cazaron y no se detuvieron hasta que deje en ese lugar mis cosas y me fui por medio de un barco, por suerte ya no me volvieron a encontrar —

Roier solo asintió entendiendo porque ya no volvió con ellos y porque cucurucho tan rápido lo declaró muerto sin haber encontrado un cadáver real.

—bien ahora te toca responder a vos—

Sin presionarlo admirando las facciones de Roier lo hemos que se veía con el cabello ligeramente largo como para hacerle un flequillo sobre su bandana azul, lo madura que se veía su mirada de la última vez que cruzaron miradas, lo palido que se veía, sus ojeras y sus lindos labios ahora resecos, sinceramente estaba preocupado pero joder Roier siempre a sido un hombre atractivo incluso en un estado tan descuidado como ahora.

—bobby murió, trate de todo para que me lo regresaran y solo optuve 10 minutos, luego pase un día lamentándome, Jaiden se fue de la casa y yo me quedé no soy bueno mostrando mis emociones y lo sabes así que fingui que ya estaba bien que ya no dolía, pero todos los putos días al ver un huevo o al volver a mi casa era una tortura, así que hace unos dias deje todo en la casa y solo me lleve mi armadura, una hacha, un poco y una espada, junto a una cajetilla de cigarros y me fue lo más lejos posible, hasta ahora—

Spreen se quedó en silencio sin saber sinceramente que decir que hacer, así que al ver cómo empezaba a llorar hizo lo único que lograba reconfortalo cuando eran niños, se abrazo al abdomen del castaño recargando levemente su cabeza en el pecho del contrario, guiando las manos de castaño hacia sus orejas, recibiendo una risita, para luego sentir cómo acariciaba de a poco sus orejas con amor y cariño, mientras el se dejaba ser.

Spreen no pudo evitar recordar aquel joven Roier con depresión demasiado niño para sufrir de tal transtorno, sorprendentemente la única persona con la que se habría era a Spreen solo con el es capaz de llorar y soltar todo lo que lo lastima, tal vez sea porque Spreen no deja de ser un híbrido de oso y el cerebro de Roier lo relacionaba con algún peluche, pero siempre a sido así y lo único que hace sentir bien a Roier después de estar tan mal al grado de la autodestrucción, siempre serán el calor y partes híbridas de Spreen.

Entre más tranquilo se volvían los sollozos Spreen dijo porfin algo que necesitaba sacar desde que empezó esa conversación.

—estaras bien Roier, aquí conmigo lo estarás—