—...oh, y no te conté, al parecer mis padres tienen planeado tener OTRO HIJO. ¿Es que te parece normal? Dios, no les basta con tres y ahora quieren cuatro. —habló la azabache, mientras se llevaba un trozo de carne a la boca—. Dwe todads fodmas, ya me idé prodto de caza azí que...

—Hikaru... no hables con la boca llena.

—Sí, sí, como sea. —obedeció la azabache, haciendo sonreír al de pelo rosa.

Mientras ambos jóvenes se perdían en su conversación, Kaido, Nendo y Aren los observaban 'disimuladamente' desde el otro lado de la cafetería. Había algo raro en ellos... bueno, en realidad había algo raro en Saiki porque Nishimura parecía de lo más normal.

—Yo creo que estás exagerando. —opinó Kuboyasu, suspirando cansado. Kaido había insistido con que había algo entre Kusuo y Hikaru desde la mañana y ahora no lo dejaba comer en paz.

—¡Tú no lo entiendes! ¡Saiki nunca le sonríe a alguien! ¡Solo sonríe cuando come gelatina de café! —se defendió el de pelo celeste, levantándose y apoyando ambas manos de manera brusca sobre la mesa—. Hay que descubrir que está pasando.

Yare yare... que molesto.

Aren suspiró profundamente una vez más y acomodó sus lentes.

—Haz lo que quieras. Solo no mates a nadie y-...

—Lamento interrumpirlos. No pude evitar escuchar su conversación acerca de Kusuo-kun y Nishimura, la chica de tercer año que de repente se hizo amiga de ustedes. Verán, hace días que vengo notando una cercanía inadmisiblemente extravagante entre ellos. Aquello me llamó la atención porque Kusuo-kun no quiere ser cercano con nadie, incluso conmigo que soy su mejor amigo de la infancia. Solo hace amigos porque parece que la gente encuentra en él un aura misteriosa e interesante y se acercan para después quedarse y autodominarse "amigos" de él. Así que aquella situación me hizo pensar que tal vez Kusuo-kun haya desarrollado una relación de independencia emocional afectiva hacia Nishimura, aunque ella parece saberlo y no importarle en lo absoluto, además-...

—¡YA! ¡ESTÁ BIEN! ¡T-TE ENTENDIMOS! —Kaido posó ambas manos en la boca de Akechi Touma para que dejase de hablar de una vez por todas—. Solo quiero saber... ¿me vas a ayudar a saber que está pasando?

Akechi asintió con una expresión de completa emoción.

—¡Por supuesto! Kusuo-kun es mi mejor amigo de la infancia y me gustaría saber si algo le pasa, quiero apoyarle en todo y-...

—¡BIEN! ¡PORQUE TENGO UN PLAN Y LO VAMOS A SEGUIR! —volvió a cortarle Shun, y cuando notó que Touma volvía a abrir la boca, decidió continuar—. ¡....EN SILENCIO!

—¡Eh! Yo también quiero ayudar, parece divertido. —apoyó Nendo, sin saber realmente de qué se trataba el asunto.

—¡Bien! ¡Seremos 'Alas negras', el detective, y sus ayudantes! ¡Nadie podrá con-...!

—Tengo una pregunta que me ha estado comiendo la cabeza desde que nos conocimos. ¿Qué es 'Alas negras' y la 'organización oscura' para ti? Porque hasta donde yo sé, eso no existe. ¿Es acaso una manera para rellenar ese vacío existencial de abandono que te dejaron tus padres y la falta de amigos que-...?

—¡BASTA! ¡ESO NO ES VERDAD! —empezó a llorar Kaido—. ¡LA ORGANIZACIÓN SÍ EXISTE!

—Esto va a salir mal... —murmuró Aren tomándose del puente de la nariz—. Está bien, iré con ustedes. Solo para evitar que hagan cualquier-...

—¡Entonces todo está listo! ¡El detective 'Alas negras' y sus secuaces en acción!

—¿No era 'y sus ayudantes'? Creo que te equivocast-...

—AKECHI YA CÁLLATE.

Mejor todos cállense.

—...y eso pasó, ¿qué opinas? —preguntó Hikaru, sacando de golpe a Saiki de sus pensamientos. Este observó como ella lo miraba, esperando una respuesta, mientras tomaba de su cajita de jugo multifruta.

El psíquico se quedó en blanco, dándose cuenta de que no había escuchado nada de lo que la azabache le contó, por haber estado prestando atención a los otros idiotas.

—...

Hikaru alzó una ceja ante el silencio de su amigo.

—Espera, ¿no me estabas prestando atención? Oye, si mi habladuría te aburría me podrías haber dicho. —habló la mayor, cruzándose de brazos y observándole con ligera molestia. Kusuo estaba por responderle, sin embargo, el timbre del final del receso sonó—. Bueno, tengo que ir a clases. Nos vemos después... Kusuo.

Y sin más, Hikaru se largó del lugar dejando al de cabello rosa con la palabra en la boca.

—Ustedes...

—¡¿S-SAIKI?! —gritó Shun de la sorpresa, escondiéndose detrás de Aren cuando el mencionado apareció de repente entre ellos.

El psíquico tenía un aura negra a su alrededor y su rostro mostraba una expresión que demostraba claramente que no estaba feliz.

—Déjense de tonterías y vayan a clases.

***

El segundo receso pasó normal. Kusuo se sintió aliviado al ver que a Hikaru se le había pasado la molestia del primer receso. No obstante, esta vez tuvieron que estar separados ya que la azabache quería pasar tiempo también con su otro grupo.

Eso era lo malo de tener grupos de amigos diferentes, debías saber dividir tu tiempo para todos.

Saiki, en cambio, no tuvo opción más que ser arrastrado por Tortisuka hacia uno de los pasillos de los salones para que pudiesen hablar en privado. Aiura también estaba allí.

—¡SAIKI! ¡¿POR QUÉ NO ME CONTASTE QUE ERA TU NOVIA?! —reprochó el de pelo morado—... ¿Le puedes preguntar si tiene alguna amiga igual de sexy que ella? Si tú no hubieras llegado, tal vez Nishimura y yo hubiéramos podido-... ¡Ey!

El psíquico lo había agarrado del cuello de su camisa.

—Ni se te ocurra terminar esa frase.

—¡E-está bien! ¡S-suéltame, suéltame!

—Kusuo, estoy muy feliz por ti. —acotó Mikoto, sonriendo emocionada y tomándolo del brazo—. Estoy segura que van a ser la mejor pareja del instituto.

—No somos una pareja. Y no me gusta.

—Eh, deja de mentir. Que yo veo que le haces ojitos a Hikaru-chan... —rió la adivina sonriendo burlona, disfrutando de la vergüenza de su amigo.

Mientras tanto, una joven hermosa de cabello azul se encontraba escondida detrás de una pared, oyendo la conversación que "casualmente" se había encontrado mientras pasaba de "casualidad"-otra vez-por allí.

"¡LO LLAMA POR SU NOMBRE Y LO ABRAZA CON TOTAL NATURALIDAD! ¡QUÉ DESCARADA! ¡SOLO NISHIMURA-SAN TIENE DERECHO A ESO!" Pensaba Teruhashi, hechando humos. "Si Nishimura-san viera esto..."

—¿Teruhashi? ¿Qué haces ahí? —y hablando de la reina de Roma... Hikaru apareció exactamente detrás de la joven de cabello azul, con una expresión de confusión.

—¡N-Nishimura-san! —expresó en un pequeño gritito la menor, mirando asombrada a la azabache.

"¡N-no! ¡Si Nishimura-san sigue con su camino verá a Saiki abrazando a otra chica! ¡No puedo permitirlo!"

—N-nishimura-san, ¿p-podría acompañarme a la cafetería? —pidió Kokomi, con un tono angelical, tomando del brazo a Hikaru y tratando de arrastrarla hacia el lado contrario.

—Claro, solo espera que tengo que ir al salón a buscar diner-...

—¡Y-YO TE PAGARÉ! e-es decir, no es importante, y-yo invito.

Hikaru alzó una ceja.

—No tienes por qué hacer eso, Teruhashi. Solo será un segundo. —la azabache estuvo a punto de cruzar la esquina, fue allí donde la hermosa joven decidió aplicar su último recurso.

—¡E-es urgente! ¡Por favor, acompáñame rápido! —y sin decir nada más, la de pelo azul abrazó con fuerza a la mayor, colgándose de ella.

—¡Teruhashi! ¿Qué...? —fue una suerte que Hikaru tuviera buenos reflejos y pudiera sostenerla antes de que ambas se cayeran al suelo.

"E-ESTOY ABRAZANDO A NISHIMURA-SAN." La cabeza de Kokomi estaba llena de pensamientos rápidos e incoherentes. Hasta Saiki tuvo problemas de escuchar qué era lo que decían... o trataban de decir. "HUELE MUY BIEN, ¿POR QUÉ SU CABELLO ES TAN SUAVE? NO QUIERO SEPARARME DE ELLA NUNCA MÁS."

Yare yare... Parece que no seré el único...

—¿Por favor? —la menor miró con cara de cachorrito a la de tercer año, esta suspiró derrotada y aceptó—. ¡Gracias, Nishimura-san!

'¿Teruhashi y Nishimura abrazadas? ¿Qué está pasando?'; '¡Es tan hermoso el amor!'; 'No sé si quiero ser Nishimura para abrazar a Teruhashi o ser Teruhashi para abrazar a Nishimura'; '¡LAS SHIPPEO!'

La gente que pasaba por allí las miraba atónitos, había algunos que hasta murmuraban entre ellos con las mejillas sonrojadas y una mirada de emoción. Hikaru suspiró con una sonrisa cansada.

—Bueno, será mejor vayamos. —dijo la azabache mientras bajaba a la menor con delicadeza y la llevaba hacia la cafetería.

—¡Sí! —murmuró Kokomi a la vez que se abrazaba al brazo de Hikaru.

"La gente últimamente anda muy cariñosa conmigo. ¿Acaso tengo escrito en la cara 'por favor, abrázame' o algo por el estilo?" Pensó con extrañeza Nishimura, mientras escuchaba a Teruhashi hablar acerca de su vida cotidiana.

***

El resto del día transcurrió normal... a excepción de Hikaru, quien a mitad de la tarde empezó a tener la sensación de que alguien-algunos-la observaba constantemente. Aquella sensación le produjo un escalofrío y se preparó mentalmente para enfrentarse a cualquier cosa que viniese.

—Kusuo, ¿no tienes la ligera sensación de que nos están observando? —preguntó la azabache, mientras se aferraba al brazo del nombrado. Deslizó su mirada varias veces por su alrededor, pero no encontró ni vio nada—. Tal vez estoy siendo paranoica...

—Tal vez...

El dúo se encontraba caminando tranquilamente hacia el trabajo de la azabache. Kusuo decidió acompañarla así podía pasar más tiempo con ella y poder comprar algunas gelatinas de café.

Es como matar dos pájaros de un tiro.

—¡Guarden silencio! ¡Nos pueden descubrir! —Saiki logró escuchar un susurro a la lejanía.

Y hablando de matar...

"¡¡¡HIKARU-SAN E-E-ESTÁ AFERRADA AL B-B-BRAZO DE SAIKII!!!" Lloriqueó Kaido, escondido detrás de una pared, mientras veía a la pareja observar y señalar algo en la vidriera de una tienda. "¿P-POR QUÉ N-NO HACE ESO CONMIGO?"

Porque eres un idiota.

—Kaido, solo son amigos muy cercanos... y esto es una mala idea... —murmuró Aren.

—¡Pero Saiki no es cercano con nadie! ¿¡No te parece raro?! —contraatacó Shun, haciendo un pequeño puchero.

—Pues...

—Tiene razón, Saiki nunca-...

—Akechi se supone que deberías estar de mi lado. —Aren frunció el ceño y miró al rubio.

—¿Mhm? ¿Por qué? ¿Es porque te sientes culpable de que, en el fondo, sí quieres saber lo que pasa y por eso ocultas ese sentimiento detrás de esa actitud-...?

—Mejor olvídalo.

Están acabando con mi paciencia.

—¡Hey, Kusuo! —llamó Hikaru, picando la mejilla del de pelo rosa—. ¿Te sientes bien? Estás distraído hoy, ni siquiera le devolviste la mirada a mi jefe cuando te saludó.

El psíquico finalmente volvió a centrar su atención en la azabache, esta le daba una mirada de confusión y preocupación al mismo tiempo. Saiki miró a su alrededor, dándose cuenta de que ya estaban en la parte trasera del local... solos.

—¿Kusuo? ¿Pasa algo? —la mayor arrugó la frente, ya severamente preocupada. El contrario no respondía, solamente se quedaba mirándola con una extraña mirada.

No obstante, cuando abrió la boca para poder seguir hablando, Kusuo la empujó contra la pared y luego posó bruscamente sus labios contra los suyos. Hikaru quedó sorprendida por unos segundos, pero luego devolvió el beso con pasión, deslizando una de sus manos a la espalda de él y otra a la nuca.

—Estuve esperando todo el día para que hagas eso. —confesó la azabache una vez que se separaron, sonriendo pícara.

—Yo también. Realmente me gusta besarte.

—Vaya, Kusuo. Eres todo un galán.

Kusuo apoyó su frente contra la de la mayor, quien soltó una risita después de haber soltado ese último comentario.

—Hikaru...

—¿Mhm?

—Yo...

—¡Saiki! ¡Aquí hay algunos chicos que te están buscando! ¿Saiki? —el dueño del local tocó la puerta un par de veces, más decidió no abrirla.

El silencio que había en esa habitación no le daba buena espina. Podía estar sucediendo cualquier cosa allí.

—¿Eh? ¿Invitaste a alguien y no me dijiste? —cuestionó Hikaru, mirando sorprendida a su amigo.

—Te lo explicaré más tarde.

La azabache le sonrió, entendiendo. Allí fue donde se despidieron, así el psíquico podía recibir al grupo de idiotas que estuvieron siguiéndolo como unos perros a sus colas.

—¡¡SAIKI COMO PUDISTE!! —lloraba Kaido, tomando al nombrado de los hombros para poder sacudirlo con fuerza (aunque él realmente tenía la fuerza de una pluma), cuando apareció delante de ellos.

—Felicidades, compañero. —Nendo alzó su mano con el pulgar arriba mientras le guiñaba un ojo.

—¡Kusuo-kun! Es increíble, nunca me hubiese imaginado que tendrías novia. Es más, jamás pensé que te gustaran mayores que tú y-...

—Me sorprende que te agrade alguien, si soy sincero. —bromeó Aren, alzando levemente una ceja y sonriendo un poco divertido.

A Kusuo le tembló una ceja. Eran muchas cosas que pensar y responder.

—No me gusta Hikaru, ella-...

—Incluso la llamaste por su nombre. —Aren se cruzó de brazos, ya sonriendo más burlón.

—...es solo es una amiga.

Entonces, Saiki observó a sus amigos con una mirada que los hizo temblar de pies a cabeza (excepto a Nendo, él solo estaba sorprendido por la reacción del psíquico).

—Ahora... dejen de molestar y lárguense.

—¡¡SAIKI NO SEAS MALO!! —Kaido todavía tenía lágrimas deslizándose por sus mejillas, pero cuando notó que el nombrado lo miró directamente a los ojos con aquella expresión sombría, se calló—. E-es mejor que nos v-vayamos... n-nos vemos en la e-escuela, Saiki.

Antes de que todos se fuesen, el de pelo rosa miró a Akechi, quien por supuesto sabía lo que estaba pasando. No le era difícil leer los sentimientos de su mejor amigo.

—Dices una palabra y no vivirás para contarlo.

—No te preocupes, Kusuo-kun. Tu secreto está a salvo conmigo. —prometió el rubio.

—Más te vale.

Una vez que los demás lo dejaron solo en la tienda con los clientes desconocidos, Saiki se apoyó en una de las paredes y exhaló con profundidad mientras se masajeaba la sien.

Esto se está volviendo más difícil de ocultar.